lunes, 14 de octubre de 2013

EL CASO DE JUAN FRANCISCO GÓMEZ

Por Melvin Mañón

Los dominicanos no saben quién es este individuo.

Gobernador hasta hace unas 48 horas del departamento de La Guajira en la República de Colombia.

¿Qué le sucedió a este personaje? Fue arrestado hace dos días acusado de autoría intelectual en numerosos asesinatos, crímenes y otros delitos de corrupción cometidos en esta parte de Colombia .

¿Quién ha acusado a este individuo? El rumor público y el interés de familiares de las víctimas por que nadie se atrevía a hablar debido al régimen de terror implantado por el Gobernador.

¿Qué hizo la fiscalía colombiana? Apoderó un grupo de investigadores los cuales produjeron un informe que a su vez condujo a la decisión de arrestarlo.

¿Qué hizo el Gobernador? Trató de resistir el arresto por la fuerza usando a sus guardaespaldas y cuando este recurso se demostró inútil, declaró que su vida estaba en peligro y pidió garantes y cuando esto tampoco le funcionó demandó una ambulancia para lo cual se declaró gravemente enfermo.

¿Dónde este el personaje ahora? PRESO. FIN DE LA HISTORIA.

Cualquier parecido de este trozo de historia colombiana con personajes de la vida dominicana es enteramente intencional:

Si la fiscal Yenny Berenice saca un poco de tiempo para, en lugar de arreglarse las greñas en los salones de belleza para lucir cuando llegan las cámaras, podría hacer una parte del trabajo para el cual le pagamos.

Si el procurador deja de andar persiguiendo cueros y se pone a investigar a los grandes corruptos y responsables de la quiebra social, moral y jurídica de la República Dominicana, bien conocidos por él y por todos y sindicados por el rumor público y un cuerpo de evidencia abrumador, algo podría mejorar.

Si Danilo Medina se retracta de su desafortunada renuncia a investigar y perseguir la corrupción como está legalmente obligado a hacer,
ENTONCES... Y SOLO ENTONCES:

Podemos acortar las penurias y evitar un baño de sangre cuando al crimen cotidiano se sume el crimen y la violencia extraordinarios desatados por una crisis que todos vemos -Danilo Medina incluido- pero que sus ataduras no le dejan desenredar.

¡Qué pena señor!

Y todo un país en chercha.

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