viernes, 24 de julio de 2009

La palabra del día

Tifón

Por Ricardo Soca
de http://www.elcastellano.org/

Un estudiante de mandarín, la melodiosa lengua de los chinos, aseguró hace algún tiempo al autor que la palabra tifón provendría del mandarín tai fung o del cantonés taai feng, que significan 'gran viento'. Esta equivalencia es correcta tanto en chino como en cantonés, y la etimología parece confirmarse, sobre todo con la definición que la Academia Española ofrece para tifón: «huracán en el mar de la China». La existencia de un huracán con nombre tan específico, sumado a las palabras chinas que lo designan, parecería confirmar este origen. Sin embargo, lo cierto es que se trata de una etimología falsa.

En efecto, sabemos que hace dos mil años los latinos ya utilizaban la palabra typhon para referirse, no necesariamente a un huracán, sino sólo a un viento fuerte, a un vendaval. En los primeros años de la era cristiana, Plinio el Viejo y Lucio Apuleyo usaron typhon con ese sentido y, casi en la misma época, el poeta épico latino Valerio Flaco llamaba así a las tormentas eléctricas que venían acompañadas por vientos fuertes.

Pero la palabra tampoco es de origen latino, pues ya los griegos llamaban typhon a los torbellinos de viento antes que lo hicieran los romanos. Habían formado este vocablo a partir de typhos 'vapor de agua', y así llegamos a la etimología más antigua que se conoce de tifón. Sin embargo, un enigma permanece en pie. ¿Cómo podría una palabra haber nacido al mismo tiempo en civilizaciones tan distantes y completamente aisladas entre sí? Se sabe con certeza que ni los romanos ni (mucho menos) los griegos sospechaban siquiera la existencia de China y que faltaban más de mil años para que Marco Polo pudiera llegar a Catay, como los europeos llamarían inicialmente al Celeste Imperio.

Todo indica que tai fung y taai feng no son tan antiguas en China, adonde habrían sido llevadas, en realidad, por los colonizadores británicos o portugueses, que bautizaron los huracanes del mar de la China con la palabra inglesa typhoon o con la portuguesa tufão. Los hablantes del mandarín y del cantonés, simplemente, adaptaron el vocablo europeo a sus lenguas milenarias, como hicieron con tantas otras palabras que les llegaron de Occidente. Siga Leyendo...

domingo, 19 de julio de 2009

¿Quién manda en la política exterior de Obama?

Por Mark Weisbrot
Codirector del Center for Economic and Policy Research (CEPR)

El enfrentamiento actual en Honduras, en el que el gobierno golpista dirigido por Roberto Micheletti se niega a permitir el regreso del presidente electo Manuel Zelaya, da origen a dudas sobre quién está a cargo de la política exterior hemisférica de EE.UU.

Las divisiones han sido notables desde el principio de esta administración, por ejemplo en la Cumbre de las Américas en Trinidad celebrada el pasado abril. Obama fue a la Cumbre con la idea de presentar una nueva cara al resto del hemisferio, y fue socavado inmediatamente por su asesor y director para la Cumbre, Jeffrey Davidow. Afortunadamente, Obama ignoró a sus asesores y continuó por un sendero diplomático.

Cuando el golpe ocurrió el 28 de junio, la primera declaración emitida por la Casa Blanca fue una metida de pata muy seria. Aunque la prensa nacional e internacional no criticó a Obama, la comunidad diplomática no pudo evitar resaltar que la Casa Blanca emitió la única declaración oficial del mundo que no tuvo ni una palabra de condena acerca del golpe cuando éste sucedió.

Esta postura cambió a medida que los acontecimientos evolucionaron, y el mismo Obama incluso dijo, "creemos que el golpe no fue legal y que el Presidente Zelaya aún es el presidente de Honduras". Pero entonces su secretaria de Estado, Hillary Clinton, pareció contradecirlo. Dos veces la prensa le preguntó si el restablecimiento del orden democrático en Honduras significaría la reinstauración del presidente electo; y dos veces declinó contestar.

Parece que hay otros individuos en la Administración que estarían contentos con dejar que el gobierno golpista permaneciera en el poder durante los meses restantes del mandato de Zelaya.

El presidente Obama debe imponer la ley y dejar claro que este golpe no se impondrá. Podría comenzar despidiendo al asesor que escribió esa declaración inicial en respuesta al golpe. No es que fueran cogidos por sorpresa: todos sabían lo que iba a pasar, y la administración de Obama mantuvo conversaciones con el ejército hondureño hasta el día antes del golpe.

Claramente, si Obama hubiera querido realmente desalojar al gobierno golpista, hubiera podido congelar las cuentas bancarias de los que tomaron el poder y sus partidarios en la oligarquía hondureña. Esto fue recomendado el martes por el comité de redacción del Los Angeles Times. Tal medida sería probablemente suficiente; estas personas pueden tener una causa pero probablemente están más dedicadas a sus cuentas bancarias. También tendría la ventaja de no afectar a la gente pobre de Honduras.

Si Obama tiene dudas acerca de actuar unilateralmente, podría conseguir fácilmente la aprobación para tales sanciones en la Organización de Estados Americanos, que condenó el golpe y llamó al regreso "inmediato e incondicional" de Zelaya. (La OEA no tiene la autoridad para imponer sanciones obligatorias a sus miembros, pero podría aprobar sanciones para aquellos miembros que quisieran aplicarlas).

No debe sorprender que haya un trecho entre la política exterior de Hillary Clinton y de Barack Obama: sus diferencias sobre la guerra en Irak son una de las principales razones por las que Obama, y no Clinton, es hoy el presidente. Pero también parece que está involucrado algún tráfico de influencias a la antigua: resulta que dos de los más cercanos asesores del gobierno golpista de Honduras tienen estrechos vínculos con la secretaria de Estado. Uno es Lanny Davis, un influyente cabildero que fue abogado personal del presidente Bill Clinton y que también participó en la campaña de Hillary. G. Gordon Liddy, el hombre que organizó el infame allanamiento del Watergate en 1972, dijo una vez sobre su amigo Lanny Davis que "él puede defender lo indefendible". Y eso es lo que Davis está haciendo últimamente, y bastante bien, testificando a favor del gobierno golpista en una audiencia congresal la semana pasada y poniendo los medios a su favor.

El otro pistolero a sueldo del gobierno golpista que tiene vínculos profundos con Clinton es Bennett Ratcliff. "Cada propuesta que presentó el grupo de Micheletti fue escrita o aprobada por [Ratcliff]", dijo un testigo al New York Times este domingo. ¿Quién es Bennett Ratcliff? Fue un director principal de Bob Squier, conocido como el padre de la campaña política moderna. En su funeral en 2000, al que asistieron algunos de los demócratas más poderosos del país, el entonces presidente Clinton elogió a Squier. Hablando en nombre suyo y del vicepresidente Al Gore, también presente, Clinton dijo, "Si no fuera por él [Squier], tal vez nosotros no hubiéramos estado aquí hoy". Y no sólo ellos: en 1992, la firma de Squier representó a cerca de una tercera parte de los demócratas del Senado.

Todo es parte del "gobierno permanente" que Obama tendrá que enfrentar si quiere cambiar verdaderamente la política exterior de EE.UU. Estas personas están poniéndole en contra de no sólo la región sino del mundo entero, que se ha negado a reconocer al gobierno golpista en Honduras. Tendrá que ser duro y romper con el pasado.

Quizás lo más inquietante de todo es que el presidente Obama se ha mantenido en silencio ante la represión del gobierno golpista. Ellos han disparado en contra y matado a manifestantes, cerrado emisoras de radio y televisión y detenido a periodistas. Esta semana un líder sindical y un activista político fueron asesinados. La violencia y el control de la información son las principales armas de la dictadura y los utilizarán mucho más libremente si el presidente Obama mantiene su silencio. Esto no es Irán, donde las denuncias de Estados Unidos sirven para desacreditar a la oposición. Esto es un gobierno que es sumamente dependiente de la ayuda, el comercio y el apoyo moral de Estados Unidos - y que el mundo entero ha condenado.

Los cínicos dirán que nada de eso tiene importancia, que incluso si Zelaya regresara a Honduras con el gobierno golpista todavía en el poder, y el ejército responde con asesinato y caos, Washington puede evadir la responsabilidad. Pero dado los antiguos y estrechos vínculos entre EE.UU. y el ejército hondureño, la relación de Hillary Clinton con sus partidarios, la fea historia de Estados Unidos en América Central y su larga trayectoria de apoyo a los escuadrones de la muerte y las fuerzas antidemocráticas en esa región y las señales contradictorias emitidas por la administración de Obama desde el golpe, Washington será culpado por el desorden y el derramamiento de sangre que podrían ocurrir. Siga Leyendo...

viernes, 3 de julio de 2009

El castellano, mal llamado español

Por Alberto Buela (1)
Tomado de: http://www.elcastellano.org/

¿Es el español la legua mas hablada en el mundo? El intelectual argentino Alberto Buela afirma en este artículo especial que el castellano es la lengua más hablada del mundo, y critica lo que entiende como una "falta de vocación" de los españoles para asumir el papel de liderazgo que le corresponde en el mundo hispánico, así como la ausencia, en España, de menciones a la "dimensión antiimperialista del castellano como lengua de pueblos oprimidos por el imperialismo anglo-norteamericano". A continuación el artículo del Sr. Buela.

Como despedida del 2008, la edición argentina de El País de España publica un artículo en páginas centrales firmado por Tereixa Constenla titulado "El español, un filón huérfano de prestigio", en donde se vuelca una sarta de mentiras a designio que sublevan al más calmo.

Este artículo confirma el título del último libro del pensador español Fernando Sánchez Dragó, “Si habla mal de España, es español", que a su vez viene de un viejo verso de Joaquín Bartrina que decía así:

Oyendo hablar a un hombre, fácil es
acertar dónde vio la luz del sol;
si os alaba Inglaterra, será inglés,
si os habla mal de Prusia, es un francés,
y si habla mal de España, es español.

Hablando con amigos colombianos que en estos días nos visitan recordábamos que tanto en sus escuelas como en las nuestras nos enseñaban que la lengua que hablábamos era el castellano y que el término español designaba la nacionalidad de los nacidos en España.

Sin embargo, la fuerza de las cosas hace que hoy, Internet mediante, se hable de español para referirse a nuestra lengua y no al castellano. Pero la estulticia, para decirlo elegantemente, de los que hablan de su lengua, que es también nuestra lengua, es que lo hacen de manera menguada, recogiendo los argumentos de nuestros históricos enemigos políticos: los angloparlantes.

La primera de las razones falsas argumentada por la autora es que "el español es la cuarta lengua más hablada del mundo, detrás del chino, del inglés y del hindi". Esto, como salta a las claras, es falso de toda falsedad, pues el castellano es hablado por trescientos millones en América del Sur (incluidos los doce millones que lo hablan en Brasil), 44 millones en Estados Unidos, 52 millones en América Central y Caribe, y 104 millones en México. En África lo hablan de dos a tres millones, 500.000 en Europa Oriental, 45 millones en España y alrededor de 2 millones más en el resto del mundo, lo que suma un total de 550 millones de hispanoparlantes con lo cual se desmienten totalmente las cifras divulgadas por el artículo de marras.

El castellano, patrimonio común a españoles, americanos y a algunos africanos, es la primera de las lenguas habladas en el mundo, pues el inglés no llega a 500 millones y el chino no es un idioma sino 129 a la vez, ― de los que se destacan el mandarín, idioma oficial desde la revolución cultural de 1966, el wu, el cantonés o yué, el min, el jin, el xiang, etc.― cuyas diferencias entre sí son mayores que las que existen entre el castellano y el portugués. Pues si a sumar fuéramos, nosotros contabilizaríamos juntos la bicoca de 788 millones. (Brasil: 190 millones; Mozambique: 21 millones; Angola: 16 millones; Portugal: 11 millones).

Además, esto que estamos afirmando no es ninguna novedad, porque buscando en Internet hay muchas páginas que muestran que el castellano es el segundo idioma hablado del mundo, pero estas páginas no hacen la distinción que hacemos nosotros entre las distintas lenguas que se hablan en China.

Bueno, y si así fuera vaya y pase, pero de ahí a afirmar que está en un cuarto lugar y tan lejos en millones de hablantes como sostiene el artículo de El País es una mentira ex profeso y una falta de respeto a los millones que lo hablan y no fueron tenidos en cuenta.

La segunda falsedad es que "el español es la lengua de 18 países". Solo en América somos 19 países, a saber: Argentina, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Uruguay y Venezuela. En Europa está España y en África Guinea Ecuatorial y lo que queda de la República Saharaui. Y tenemos también el resurgimiento del español en Filipinas, impulsado por el gobierno. De modo tal que no son dieciocho los países de lengua castellana sino veintitrés. No es pequeño el error cuando se comete sobre cifras tan menudas y precisas, lo que denota mejor una intención para desviar y desvirtuar los datos objetivos y reales. Y así a renglón seguido afirma la periodista que "no tenemos datos confiables del español pero sí del inglés". Lo que confirma que la que no es confiable es la autora y el diario que le publica con los datos que maneja y tergiversa.

Y para fundamentar su tesis de que el español padece de una capitis diminutio congénita trae la opinión de un compatriota suyo, Antonio Muñoz Molina, alguien que dirigió el Instituto Cervantes de Nueva York, quien afirma suelto de cuerpo: "soy escéptico sobre la futura relevancia social, cultural y política del español, no vemos sino la escasa calidad de la TVE Internacional, [que no tiene] nada que ver con la parrilla exterior de la BBC de Londres".

Otra falsedad más, la Televisión Española Internacional (cualquiera que tenga TV por cable lo puede apreciar) es de una calidad poco común y superior a la media de los canales internacionales alemanes, franceses, italianos o ingleses que, en general, gastan su tiempo en programas de entretenimientos y musicales.

El problema de los canales internacionales de noticias no es el mayor o menor apoyo tecnológico que, en general, es parejo para todos sino la producción de sentido de las noticias que se levantan y las que se dejan pasar sin más. Y en esta "producción de sentido" la Televisión Española Internacional adopta "el sentido" de las cadenas anglo-norteamericanas. Y esto es lamentable, pues a ojos vista se ha producido una nefasta "americanización" de esta televisora. No es quejándose de "la escasa calidad" como se supera la calidad sino haciendo y produciendo calidad. Si el castellano no sirve como lengua mediática no es por el castellano en sí, sino por la incapacidad de sus usuarios. Y esto no lleva a la tercera de las falsedades del malhadado trabajo.

El artículo termina sosteniendo la vieja tesis de la Ilustración francesa utilizada por los enciclopedistas enemigos de España, que "el español no es una lengua científica". Son las mismas tesis que sostenían que en América los indios no son fuertes porque no tienen barba o los leones son menos peligrosos porque no tienen melena. Las tesis de de Paw y el conde de Boufon, las tesis de Hegel y de tanto ilustrado suelto de los siglos XVIII y XIX.

Estos carajos, otro epíteto no se me ocurre, no tienen ni siquiera en cuenta los esfuerzos ciclópeos de un Ramón Cajal, de un Alberto Gaviola, de un Cecilio del Valle, de un Rey Pastor, y de tantísimos científicos e investigadores de primer nivel mundial que han fijado nomenclaturas científicas de todo tipo y en todos los campos. Incluso en Internet, ¿no se le ocurrió siquiera pensar a la autora quien dispuso que fuera la arroba (@), la cuarta parte de un quintal, el signo fundamental de los correos electrónicos? Ni que decir que el castellano puede como todas las lenguas romances nominar y denominar perfectamente por sí toda la nomenclatura científica que por convención es griega y latina.

Cualquiera que haya estudiado seriamente griego y latín, nuestra larga experiencia avala lo que decimos, sabe que los que hablamos castellano tenemos una ventaja exponencial en el aprendizaje y manejo de estas lenguas respecto de los franceses, ingleses o alemanes. Tanto en la escritura pero sobre todo en la pronunciación que se torna en ellos casi ininteligible.

Por supuesto, que ni una palabra siquiera a la dimensión antiimperialista del castellano como lengua de pueblos oprimidos por el imperialismo anglo-norteamericano. Porque para los españoles como el presidente Zapatero el imperialismo no existe, por ello se jacta de imponer el inglés como segunda lengua en todas las escuelas, mientras que un sindicalista pobretón como Lula, reemplazó al inglés por el castellano como enseñanza obligatoria en todas las escuelas primarias y secundarias del Brasil. Claro está, unos renuncian a la capitalidad de un mundo que habla su propia lengua en homenaje a la lengua de sus enemigos históricos y otro quiere asumir la capitalidad de una ecúmene, la iberoamericana, que habla casi la misma lengua suya. En unos hay y se denota un esfuerzo gigantesco por instalarse con un lugar en el mundo y en otros una desidia producto de la autodenigración que los lleva a un seguro suicidio.

Por último, ¿tienen derecho españoles como la autora y el diario El País a bastardear temas importantísimos como lo es la lengua oficial de 19 países, más allá de España? No, no tienen ningún derecho porque es un tema delicado, valioso y que involucra los sentimientos de más de 500 millones de personas. Eso sí, tienen la obligación de tratar "seriamente" el tema de nuestra lengua común porque no se puede renunciar gratuitamente a una capitalidad que, aunque no la quiera ejercer, le corresponde, al menos, históricamente.

El músico que competía con Mozart, Salieri se queja a Cristo y arroja el crucifijo al fuego diciendo: "Toma, esto es lo que te mereces, porque me diste la vocación pero no los talentos". Todo indica que España marcha al revés de Salieri, tiene los talentos y tantos y tan grandes que posee, pero parece ser que no tiene la vocación de tomar el toro por las astas y ocupar un lugar de liderazgo en un mundo al que pertenece raigalmente y que le pertenece desde el fondo de la historia y desde el corazón de nuestros pueblos.

Modificado, el viejo proverbio sería: "Dios le da pan a quien no quiere usar los dientes".

(1) Alberto Buela es profesor y Licenciado en filosofía por la Universidad de Buenos Aires. Doctor en filosofía por la Sorbona de París. Profesor durante toda su vida académica de varias universidades argentinas y también invitado por la de Sao Paulo y, actualmente, por la Universidad de Barcelona. Tiene veintiún, (21) libros, publicados varias traducciones del griego clásico y unos trescientos artículos académicos y más de seiscientos sobre temas políticos culturales. Siga Leyendo...

Rémora

La palabra del día
Por Ricardo Soca
de http://www.elcastellano.org/

La rémora, que los brasileños llaman peixe-piolho (pez piojo) es un pez de la familia de los Echeneidae, que tiene la barbatana de la cabeza convertida en una especie de ventosa con la que logra adherirse con mucha fuerza a cualquier superficie. La rémora suele adherirse a las tortugas, pero con más frecuencia lo hace sobre la piel de los tiburones, a los que limpia de los crustáceos que parasitan su piel o incluso en la boca y las branquias del cetáceo.

La palabra rémora proviene del latín remora, -ae (atraso, demora, obstáculo), porque se creía que este pez retrasaba el curso de los barcos a los que se adhería. Covarrubias, en su diccionario publicado en 1611 decía que si la rémora "se opone al curso de la galera o de otro bajel, le detiene, sin que sean bastantes remos ni vientos a moverle" y precisaba que "por otro nombre se llama echenia". Siga Leyendo...