jueves, 19 de abril de 2012

ARTÍCULO DE TIME

UN AÑO BAJO MARTELLY: POLÉMICA SOBRE CORRUPCIÓN OBSTACULIZA LOS ESFUERZOS DE RECONSTRUCCIÓN DE HAITÍ
Por EZRA FIESER / SANTO DOMINGO

Cuando el presidente haitiano Michel Martelly visitó la República Dominicana el mes pasado, fue galardonado con el más alto honor del país para un jefe de Estado extranjero, en gran parte por sus esfuerzos para atraer inversión para la reconstrucción de Haití tras el catastrófico terremoto de 2010, que mató a más de 200,000 personas. En una entrevista en Santo Domingo, la capital dominicana, Martelly dijo a Time que está "intentado cambiar la percepción [que el mundo] tiene de Haití como un lugar donde nada funciona", y enumeró sus logros hasta ahora, incluyendo US$450 millones en inversión turística. "Haití es una tierra de oportunidades", dijo el bullicioso ex cantante de carnaval. "Debido a que Haití sigue siendo una virgen".

Pero unos días más tarde, acusaciones de comportamiento no dignos de una virgen se arremolinaban alrededor de Martelly y uno de los políticos más prominentes de la República Dominicana. En una transmisión nacional de televisión, el 31 de marzo, la periodista de investigación dominicana Nuria Piera afirmó que el senador dominicano Félix Bautista - que es dueño o controla las empresas de construcción que en el último año han recibido contratos del gobierno haitiano por valor de más de US$200 millones – le pagó a Martelly un total de casi US$2.6 millones durante la campaña presidencial de este y aun después de su aplastante victoria en las elecciones de 2011 en Haití. El cargo, sustentado en hojas de cálculo de registros de bancos que la periodista mostró en el aire, es lo suficientemente grave como para pedir al procurador fiscal general que declare a Bautista bajo investigación. Tanto el senador como Martelly, cuya oficina llama a la alegación "un linchamiento mediático", negaron el cargo.

La controversia Bautista, justa o no, es un recordatorio estremecedor del historial mixto de Martelly - y la disfunción gubernamental que todavía azota Haití durante su recuperación, a medida que se acerca a su primer año en el cargo, el próximo mes. Los contratos de construcción en cuestión, incluida la reconstrucción del palacio legislativo de Haití, fueron otorgados en 2010. Pero al final del año pasado se convirtieron en los objetivos de una auditoría realizada por el entonces Primer Ministro de Martelly, Garry Conille, quien en febrero renunció principalmente debido a la presión de los miembros del parlamento y el gobierno de Martelly, quien resintió el escrutinio. La salida de Conille, un tecnócrata de confianza cuyo nombramiento fue respaldado por los EE.UU. y la comunidad internacional, retrasa los esfuerzos de recuperación de Haití y destaca la agria relación entre Martelly y el Parlamento.

La investigación sobre la corrupción de Piera sugiere que Bautista, un líder del partido gobernante del presidente dominicano, Leonel Fernández, hizo los pagos a Martelly, que era un gran favorito para ganar elecciones presidenciales de marzo 2011 en Haití, a fin de mantenerse ganando contratos en el nuevo gobierno haitiano. En una declaración conjunta el jueves, 12 de abril, tanto la administración de Fernández como de Martelly llamaron los cargos de la periodista partes de un vago "complot" por los opositores para desacreditar a Martelly y ayudar a la oposición dominicana en las elecciones presidenciales de esa nación en mayo.

De cualquier manera, la polémica ha distraído a Martelly una vez más. Cuando se reunió con Time el mes pasado, parecía haber puesto la agitación de la renuncia de Conille detrás de él – el nuevo primer ministro que había seleccionado, un viejo amigo y socio de negocios, Laurent Lamothe, había sido aprobado por el Senado - y habló con confianza de las nuevas inversiones de empresas que esperaba fuera una señal de que "Haití está abierto para los negocios". Hizo hincapié en la positiva acogida que había recibido en la reunión del Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, en enero, cuando el multimillonario irlandés Denis O'Brien, presidente de Digicel, prominente firma de teléfonos móviles, así como los presidentes de Marriott, Heineken y Nestlé, quienes hablaron "sobre la gran oportunidad que es Haití", dijo.

Digicel y Marriott, de hecho, han unido sus fuerzas para construir un hotel de 173 habitaciones a un costo de US$45 millones en Port-au-Prince, y el mes pasado un brazo del Grupo del Banco Mundial comprometió un fondo de US$10 millones para impulsar la pequeña y mediana empresa. El foro "Hay que invertir en Haití", del que Martelly fue anfitrión en noviembre pasado atrajo un millar de capitalistas de las industrias como el turismo, la infraestructura, la agricultura y los textiles y resultó en contratos por un monto de US$200 millones. El gobierno de Haití está dispuesto a gastar hasta US$700 millones, es decir, la nación más pobre del hemisferio occidental podía ver por lo menos US$1.25 mil millones invertidos en el interior de sus fronteras en los próximos meses. "Una vez invertimos eso", dijo Martelly a TIME, “atraemos a otros inversores y empresas y estos sienten como que las cosas se están moviendo. Entonces veremos venir más de eso”.

Time magazine. Traducido por Isaías Medina (metransol@yahoo.com) del original A Year Under Martelly: Corruption Controversy Sidetracks Haiti's Effort to Rebuild.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

galley472@yahoo.com