Por Raúl Pérez Peña (Bacho)
El cáncer de la corrupción articuló triquiñuelas jurídicas y turbas de birretes para atentar contra procesos orientados al castigo judicial a graves delitos con recursos públicos.
La gestión anterior invirtió sumas multimillonarias, clientelistas y politiqueras, para mantener gobernando al PLD. Si miento que me desmientan los titulares.
Ese proceso se recrea con hojear las colecciones de miles de ejemplares de periódicos que circularon durante más de diez años.
Igualmente cualquier interesado quedará convencido con ojear (echarle el ojo) centenares de emisiones televisivas durante años que dieron cuenta de sucesivos escándalos de corrupción.
Un oncólogo dominicano residente en Nueva York vino al país y lo invitaron a pasear por el ombligo capitalino. Cuando vio la opulencia de la torre “Atiemar” y le contaron su historia, el médico quedó “frizado” con la boca abierta.
Al recorrer el entorno de Atiemar, el oncólogo pasó frente a FUNGLODE y luego por la César Nicolás Penson, donde aparece la metástasis de dicha Fundación: tres edificaciones.
Tras regresar a la urbe neoyorkina, al médico no le sorprendió escuchar declaraciones de que la corrupción aquí alcanza para hacer otra República Dominicana.
Ayer leyó en su hogar un cable de prensa que dice: “El índice de Competitividad Global del Foro Económico Mundial otorgó nuevamente la posición número 105 a República Dominicana frente a 148 países”. Dicho informe cita a la corrupción entre “los factores más problemáticos para hacer negocios en el país”.
Por definición, “metástasis es el proceso de propagación de un foco canceroso a un órgano distinto de aquel en que se inició”. El tumor de la calle Eugenio de Marchena se propagó a una calle paralela: César Nicolás Penson.
Actualmente, la prensa publica copiosos comentarios sobre “la otra RD” de posible edificación con la corrupción imperante. Esa es una metástasis extendida por todo el cuerpo de un país digno de mejor suerte.
Ahora aparece otra metástasis brotando pus en aeropuertos: el desastre de AERODOM y el creciente deterioro en las terminales de pasajeros. A dicha empresa se le atribuye provocar el retiro de líneas aéreas, mientras su negocio disfruta una envidiable situación económica. Simultáneamente, denuncian problemas con unos bonos en AERODOM, empresa cuyo origen no se atribuye a la Organización del Atlántico Norte, sino a la OTAN morada (la de aquí).
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