BUSCANDO NIVEL

POLICÍA Y DELINCUENCIA II
Por Fernando Rodríguez Céspedes

El problema de la Policía Nacional, no va a resolverse con el retiro, por antigϋedad, de generales, coroneles, suboficiales o alistados, ni con la cancelación masiva y esporádica de oficiales y agentes violadores de la Ley.

Recientemente abordé el tema refiriéndome a pronunciamientos públicos de la Fundación Institucionalidad y Justicia, en el sentido de que el cuerpo del orden había colapsado por lo que se hacía necesaria su intervención de parte del Ejecutivo.

Como era de esperarse, esta opinión dio pies a que su jefe, el Mayor General Manuel Castro Castillo, afirmara que se trabaja en la Reforma Policial y mejoramiento de la institución pero que era un proceso que había que esperar.

En lo que se diseña la referida reforma y el presidente Medina adopta las decisiones que estime necesarias para mejorar la institución del orden, me voy a permitir, respetuosamente, formular un par de sugerencias a su jefe:

Cree una comisión de alta confiabilidad y ordene que se pidan los papeles de propiedad a cada uno de los miembros de la institución que posee motocicletas y se sorprenderá de la cantidad de agentes que carecen de los mismos.

Regule el uso de las que pertenecen a la institución, sus asignaciones de servicios y control de sus itinerarios y ocupantes que andan vestidos de civil quienes despiertan igual temor en la población que los peores delincuentes.

Coordine con la AMET para que todos los miembros de los cuerpos armados, o sea, de la policía, la guardia, la marina, o la aviación que circulen en motocicletas transiten con placas, presenten sus papeles y respeten las señales de tránsito.

De lo contrario, deben ser incautadas sus motos para fines de investigación y le aseguro que muchas incógnitas se despejarán en lo concerniente al robo, por atraco o sustracción, de motocicletas y su frecuente uso en actos vandálicos.