Por Andrés L. Mateo
Destacó que la aprobación del voto preferencial por parte de la cámara de diputados plantea la inmediata suspensión del “Barrilito” de los senadores y el “Cofresito” de los diputados
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El escritor Andrés L. Mateo calificó como “clavo pasao” la aprobación del Voto Preferencial por parte del Senado de la República, alegando que uno de sus efectos es arrastrar la elección del senador, lo que significa un aprovechamiento doble del clientelismo con fondos públicos.
Destacó que la aprobación del voto preferencial por parte de la cámara de diputados plantea la inmediata suspensión del “Barrilito” de los senadores y el “Cofresito” de los diputados.
“Estas dos modalidades de retención de fondos públicos ascendentes a sumas millonarias a favor de senadores y diputados, hace del voto preferencial el escenario de una competencia enteramente desigual”, determinó el escritor.
Explicó que el voto preferencial propicia que los candidatos ganadores sean los que más dinero tengan, y convierte el certamen electoral en un territorio de la desigualdad competitiva y del clientelismo, que son condicionantes antidemocráticas para el ejercicio del voto libre.
El también catedrático aseguró que diputados y senadores de la República han legislado a su favor y manejan cuantiosas sumas provenientes del presupuesto nacional a través del “Barrilito” y del “cofresito”, además de asignaciones especiales, exoneraciones, dinero para combustible, pago por asistencia a sesiones, entre otras preferencias.
“En la República Dominicana estamos atravesando una trama contra el sueño de la libertad, un partido que maneja todos los tinglados de la manipulación colectiva: Poder Ejecutivo, Cámara de Diputados, Senado de la República, Cámara de Cuentas, Fuerzas Armadas, Policía Nacional, Poder Judicial, Junta Central Electoral y Tribunal Electoral, pero que, además, no quiere competir en igualdad de condiciones”.
Destacó que el “barrilito” y el “cofresito” son formas de corrupción legitimada, por la cual se hace uso inmisericorde del presupuesto nacional por parte de legisladores que transgreden el principio fundamental que establece que un parlamento democrático no debe legislar a su favor, “y ante la imposición del voto preferencial la más elemental moral política indica que deben renunciar a sus privilegios auto asignados.
Tomado de acento.com.do
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