Muerto Trujillo, el destape revelador de la opresión fue raudo; en pocas semanas estaba la insania del régimen al desnudo. La pregunta fundamental de cómo una nación llegó a sometimiento y prosternación tales, encontró respuesta en esos mismos días; nuestro padre nos alcanzó la obra con la explicación brillante del científico social; Bosch: Trujillo: Causas de una tiranía sin ejemplo. Al respecto, poco hay que añadir. Todo lo posteriormente escrito queda muy por debajo.
El Jefe nació del alma del pueblo dominicano. El estado de la sociedad dominicana hoy, connota un sistema de opresión. La clase política gobernante ha asumido roles de casta, se adjudica salarios de lucro y conserva hacia abajo niveles adquisitivos limitativos con emolumentos miserables.
La partidocracia alternante ha configurado una oligocracia. Los dirigentes de primer nivel de los partidos mayoritarios son archimillonarios. La corrupción del gobierno y la sociedad ha potenciado un rango de inseguridad ciudadana extrema, y la tipología del delito va novedosamente de continuo estableciendo nuevos parámetros.
Esta oligocracia no va a propiciar una Policía profesional, digna y bien paga; le resultaría incongruente, y se previene del surgimiento de un caudillo militar, degradando las Fuerzas Armadas, sirviéndose de generales peones, distrayendo la oficialidad en el pluriempleo y el servicio doméstico.
Sin la Policía, sin las FF.AA.; profesionales, organizadas y dignas, no es posible reordenar el estado; no habrá forma de aniquilar el tráfico y consumo de drogas que corrompe, enferma y mata. Ese flagelo, creando nuevos potentados del vicio y diezmando a los jóvenes, tiene supremacía en el sistema de opresión bajo el que vivimos hoy.
Bahía de las Águilas es un caso de conspiración desde el gobierno para defraudar el Estado; data de hace diez y seis años y los sucesivos gobiernos no han actuado con vigor para reivindicar el patrimonio público.
El contrato de Barry Gold, en cambio, fue una conjura del Gobierno en complicidad con una empresa extranjera para defraudar al Estado. Clara evidencia de la comisión de alta traición.
El Poder Ejecutivo negoció y envió al Congreso para simple aprobación el referido contrato, lo firmó y promulgó el Presidente Leonel Antonio Fernández Reyna. Ahora bien, los partidos, PRD, PLD, PRSC, el Congreso, la Cámara de Cuentas, el Tribunal Superior Electoral, el Tribunal Constitucional, la Suprema Corte, y el Gobierno; todos están permeados por la voluntad del (LAFR); hecho manifiesto del aherrojo de esta sociedad, y muy claro está que ninguna iniciativa legal contra él prosperará.
Así, la instancia de inconstitucionalidad incoada por el Ayuntamiento de Cotuí contra Barry Gold, si fuere fallada a favor del demandante, dejaría a (LAFR) en jaque; por lo tanto, será desestimada.
El intento de lucrar con defraudo sobre fraude en el caso Bahía de las Águilas, fue parado a tiempo por las evidencias contundentes; no obstante que los paniaguados del oficialismo corearon hasta ultimo momento el sofisma de desarrollar el Sur.
Los poderes públicos están de un solo lado. En la actualidad las fuerzas avanzadas de la sociedad civil, luchan dispersas en varios frentes: Inseguridad ciudadana, feminícídios, narcotráfico, Barry Gold, Loma Miranda, Bahía de la Águilas… más y más. Si la Dominicanidad a corto plazo no se aglutina y coordina en torno a un programa político; las consecuencias serán terribles para su causa.
Mientras en su desesperanza y opresión, la gente sigue el camino de Duarte, su ejemplo postrero; se expatrían haciéndose a la mar, que aquí ¡Cunden los Santanas!
Minoticia
Tomado de fines.org.do
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