lunes, 21 de noviembre de 2011

El 0.1% de los más ricos en los EE.UU. obtiene la mitad de todas las ganancias de capital

Por Robert Lenzner

Las ganancias de capital son el ingrediente clave de la disparidad de ingresos en los Estados Unidos - y la fuerza detrás de la mantra del “ganador se lleva todo” de nuestro sistema económico. Si se desea igualar el poder adquisitivo en los EE.UU., hay que aumentar el impuesto a las ganancias de capital, que es ahora 15%.

Las disparidades de ingreso y riqueza se vuelven aún más absurdas si nos fijamos en el 0.1% de los más ricos de la nación, en lugar del 1% más comúnmente citado. El 0.1%, alrededor de 315,000 individuos de los 315 millones que somos, está recibiendo alrededor de la mitad de todas las ganancias de capital en la venta de acciones o propiedades después de un año, y estas ganancias de capital representan el 60% de los ingresos de la lista Forbes 400.

Está claro que la reducción de impuestos de Bush en las ganancias de capital y en los dividendos de ingresos en el año 2003 fue la política de vanguardia que ha creado el enorme aumento en el patrimonio neto de los ejecutivos corporativos, los profesionales de Wall Street y otros empresarios.

La reducción en el impuesto del 20% al 15% continuó con la tradición, de paso a paso ir cortando este impuesto para crear más riqueza. Este había sido reducido primeramente del 35% al 28% en 1978, en un momento de estancamiento del mercado de valores y la economía. En 1981, al comienzo de la era Reagan, se redujo a 20%, y se aumentó de nuevo a un 28% en 1987, en vísperas del estrepitoso bajón de 232% en el mercado, el 19 de octubre. En 1997, Clinton estuvo de acuerdo en reducirlo de nuevo al 20%, una movida que fue un incentivo para la explosión de los fondos de cobertura y firmas de capital privado - "el renglón de más rápido crecimiento dentro del 1 por ciento".

Sin lugar a dudas, la batalla que se librará en los próximos intentos de revertir esta reducción en las ganancias de capital será sangrienta e intensa. Los hechos son claros: según la Oficina Presupuestaria del Congreso, más del 80% del aumento de la desigualdad fue resultado del aumento en la proporción de ingresos en los hogares de las ganancias de capital. De hecho, uno hasta podría afirmar que "los ingresos de las ganancias de capital son la fuente de ingresos del hogar más desigual, y volátilmente distribuidos", según Laura D'Andrea Tyson, profesora de negocios de la Universidad de California y ex presidenta del Consejo de Asesores Económicos del presidente Clinton.

No es de extrañar que los plutócratas súper ricos obtuvieran el mayor porcentaje del ingreso nacional, 25% de la riqueza de la nación, mayor que en cualquier otro país industrial en el período de 1979 a 2005. No nos equivoquemos, después del desempleo, esta disparidad entre el 1% (3 millones de personas) o el 0.1% (300,000 personas) y los otros 312 millones de ciudadanos de los EE.UU. se ha convertido en el principal tema del movimiento Ocupar Wall Street, y en un debate nacional importante.

Los encomiendo a la advertencia del finado juez Louis Brandeis a la nación:"En este país podemos tener democracia, o podemos tener una gran concentración de riquezas en manos de unos pocos, pero no podemos tener ambas cosas". Tenemos que decidirnos a restaurar un mayor y más justo impuesto a las ganancias de capital de la clase más rica de inversionistas, o atenernos a ver el aumento de disturbios sociales.

Artículo aparecido en Forbes. Traducido por Isaías Ferreira (metransol@yahoo.com)

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