Margarita de Fernández, ¿la Sarah Palin de Danilo?

Por Enrique Santana

Los que siguieron el proceso electoral norteamericano del año 2008, recordarán que el candidato republicano a la presidencia del país, John McCain, quien se encontraba detrás del candidato del partido demócrata, Barack Obama en las encuestas, decidió dar un golpe de impacto a su campaña escogiendo como compañera vicepresidencial en su boleta a la entonces popular gobernadora del Estado de Alaska, Sarah Palin.

Esta selección vice presidencial en un principio disparó las simpatías del pueblo norteamericano por la boleta presidencial republicana sumándole puntos en las encuestas. Pero ese reposicionamiento del candidato McCain duró lo que dura un pastel en la puerta de una escuela. Sólo tuvo la señora Palin que abrir la boca y empezar a hablar para que los estrategas de la campaña republicana se dieran cuenta del gran error cometido.

Las “pifias” conceptuales de la candidata vicepresidencial durante sus intervenciones con la prensa fueron tantas y tan variadas que en un tiempo relativamente corto pasó de ser la gran esperanza de su partido a objeto de burla de toda una nación.

Algo así pudiera ocurrirle al candidato del Partido de la Liberación Dominicana, Danilo Medina, si le imponen, como es muy posible que suceda, a la primera dama como compañera vicepresidencial en la boleta peledeista. Y ya, mucho antes de que la simbiosis Danilo-Margarita se consumiera, la muy distinguida dama cometió su primera “metida de pata”.

Los medios informativos nacionales correspondientes al pasado martes 4 de octubre destacan las declaraciones de la Dra. Margarita Cedeño en la que no deja dudas de su firme oposición a que se le asigne el 4% del producto nacional bruto a la educación pública nacional.

La lucha por el 4% ha sido uno de los reclamos alrededor del cual se unen todos los estamentos de la sociedad dominicana, rompiendo las barreras partidarias, económicas, religiosas y sociales que normalmente separan a los que habitamos en este bello país.

Ha sido tan contundente el respaldo popular al reclamo del 4% que recientemente todos los candidatos presidenciales, incluyendo a Danilo Medina del PLD, firmaron un documento en el que se comprometen a cumplir con la ley que asigna ese porcentaje a la educación.

Esta posición anti 4% de la primera dama representa un verdadero dolor de cabeza para el candidato peledeista, Danilo Medina, quien trata de venderse como el candidato del cambio. Comprometerse solemnemente a cumplir con la ley del 4% y al mismo tiempo llevar de compañera de boleta a una persona que tiene una posición radicalmente opuesta a la que él dice sustentar, es un riesgo que acechará al candidato durante el resto de la campaña electoral.

Respecto a la primera dama no hay dudas de que una cosa es con guitarra y otra con violín. Hasta ahora ella ha sido beneficiada por un esposo dilapidador de lo ajeno, poniéndola a manejar a su entera discreción un presupuesto que supera al de más de una secretaría, y el cual ha sido derrochado generosamente en políticas de corte populista que persiguen maquillar la figura de Leonel Fernández. Nunca ha sido cuestionada con relación a los grandes problemas que aquejan al país. Sus comparecencias han sido frente a una audiencia preseleccionada, compuesta por compañeros del partido, por personajes que buscan ponerse donde el Presidente los vea, y por “pica-picas” y adulones. Cuando las preguntas no sean hechas por periodistas “amigos”, la audiencia no sea “preseleccionada” y las preguntas no sean sobre sus viajes y sombreros, veremos el florecer de Margarita. Y entonces, sólo entonces, sabremos si esa Margarita está a la altura de las circunstancias.