lunes, 10 de octubre de 2011

La CIA ordenó asesinar al Che Guevara...

Por Lilliam Oviedo
lilliamoviedo@yahoo.es

En “El asesinato del Che”, un artículo publicado en el año 2005, Froilán González afirma que la decisión de asesinar al comandante Ernesto Guevara el 9 de octubre de 1967 “se tomó en Washington”. Y apunta: “Era un prisionero de guerra herido y sin que se le celebrase ningún juicio, un agente de la CIA, fríamente, como han actuado siempre, dio la orden de disparar. El Che fue uno de los primeros de la larga relación de asesinados en América Latina en aquel año 1967 y luego desaparecidos”.

El historiador cubano, no exagera. En junio de 1967, el gobierno de René Barrientos ordenó al Ejército incursionar en las comunidades indígenas de Catavi y Siglo XX, donde el Che y sus colaboradores encontraron gran apoyo. El número de muertos en esas incursiones no ha sido establecido. A raíz de “La Masacre de San Juan”, fue apresado, torturado y asesinado Isaac Camacho, dirigente de los obreros mineros. Aún está en la lista de los desaparecidos.

Organizaciones de derechos humanos han determinado que entre los años 1966 y 1968 los escuadrones de la muerte en Bolivia ejecutaron entre 3,000 y 8,000 asesinatos. ¡Asqueroso sello!

Esta política de exterminio fue dirigida por la CIA. González cita al senador Howard Baker, quien, a propósito del asesinato del Che, destacó que los US$460 millones asignados por USA a Bolivia era un precio muy bajo para la victoria otorgada, pues eso consumía la guerra de Vietnam en una semana.

El Che fue capturado el día 8 y ejecutado al día siguiente, porque Barrientos esperaba la orden de la CIA.

En homenaje a este patriota latinoamericano, recordamos que, en enero de 1959, como dirigente de una revolución, se autodefinió como parte del pueblo. “Nuestra función directiva no nos aísla, nos obliga”, dijo.

Quien ofreció esa lección de humildad, fue asesinado. ¿Para qué nombrar al apátrida Félix Rodríguez, si no para escupir su rostro como lo hizo el Che ya herido? El títere Barrientos y sus gatilleros, fueron muñecos de una agencia para el trabajo sucio: la CIA...

El poder mediático imperialista no enlodará la figura del Che, como no destruyeron su ejemplo las balas que segaron su vida...

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