viernes, 2 de agosto de 2013

ENTRE USTED Y YO

EUCLIDES, VINCHO Y DANILO
Por Rafael Calderón


NEW YORK. Euclides Gutiérrez Félix, Marino -Vincho- Castillo y Danilo Medina, mencionados en ese orden por corresponderse con el que leí algunas cosas que dijeron, las cuales tienen en común el que reflejan la escasez de vergüenza de que adolecen y lo fatuos e irrespetuosos que son esos tres insignes truchimanes del tigueraje político dominante en la República Dominicana.

El irrespeto, la fatuidad y la desvergüenza son prendas de mala calidad, aunque los políticos del batey las tengan en muy alta estima para tratar de encubrir fealdades. Craso error, porque son translucidas, veamos: Euclides se destapó agrupando como resentidos -porque en su infancia y juventud no tuvieron patinetas ni bicicletas ni fueron a clubes sociales- a los millones de dominicanos opuesto a las prácticas corruptas del PLD.

Si damos por cierta la tesis de Euclides, y la aplicamos a los políticos tradicionales en general, tenemos que reconocer, necesariamente, que los peledeístas son los que llegaron al poder con la mayor carga de resentimientos, y no sólo de la niñez sino de la adultez.

En el país nadie ignora que para llegar al puesto de cuatreros y descuartizadores de la res pública que hoy disfrutan ellos políticamente crecieron aguantando las burlas de sus rivales. Esto porque para sostenerse como partido tuvieron que ser riferos, canillitas, pedigüeños y participantes en largas y sudorosas caminatas en fila india por calles y avenidas.
Ejercieron hasta como basureros en sus mítines para crearse una falsa imagen de pulcros.

Mire, Euclides acusa de resentida a la mayoría que adversa la perversidad del peledeísmo, pero su alegre acusación trasluce algo más que un fallido intento de reflejar en los demás el resentimiento que guarda a las principales figuras de su organización, especialmente a Juan Bosch y a Leonel Fernández, y de ñapa a Danilo, quienes no le permitieron cruzar la meta en la carrera por la candidatura presidencial del PLD en 1996.

¿Cómo habla Euclides de niños que no tuvieron bicicletas cuando tan reciente como el pasado año Lipe Collado escribió un artículo en Diario Libre donde describió algunos pasajes de la dura vida de Leonel en sus tiempos de bachiller en el Colegio Cristóbal Colón, mencionando que el hoy rico y poderoso ex presidente viajaba a diario en la barra de la bicicleta del amigo Carmona junto a otro que iba en el timón? ¿Piensa Usted que un historiador como Euclides no conocía esa parte de la historia de Leonel?

Yo dudo que no la conociera. Pienso que Euclides buscaba que la gente reaccionara, como ocurrió, recordando el precario pasado reciente de Leonel y sus multimillonarios compañeros. Es mañoso el apodado como El Sangrú. Recuerdo que en una ocasión dizque ponderando las habilidades de Bosch como editor reveló en una entrevista las triquiñuelas que El Profesor hacía para que en Vanguardia del Pueblo las fotos de las manifestaciones peledeistas aparentaran multitudes donde solamente habían estado tres gatos.

Cambiando a Vincho, es de colección la perla que soltó en un desaforado ataque lanzado en su programa al diario Acento. El director de ética e integridad gubernamental reveló cómo burló a su propia esposa -quien lo había demandado en divorcio, porque “yo no era fácil”- combinándose con el abogado que representaba a la doña y el juez actuante para que el divorcio en su contra no se consumara. Explicó con socarrona risa que el juez dictó la sentencia, pero la misma no fue pronunciada.

Fíjese como de manera alegre dejó traslucir el viejo abogado catalogado como rábula por Hatuey DeCamps su capacidad para los tejes manejes en la justicia.

Y de Danilo, el presidente designado del batey, ¿qué se puede decir sobre su invitación a la población a protestar para que los delincuentes callejeros no sean liberados fácilmente de las cárceles, mientras él, con su política de no tirar piedras hacia atrás, protege a los criminales del estado? Nada, que hay que ser cara dura al cuadrado para hacer un llamado de esa naturaleza, pues se trata del mismo tipo que para proteger a la delincuencia estatal se la jugó aumentando el Itebi y ha dictado aumentos a los precios de los combustibles o no los ha bajado en unas 45 de las 50 semanas que tiene en el cargo.

Por hoy, me voy. Que Dios le llene de bendiciones y se apiade de la República Dominicana.

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