Por Arturo Martínez Moya
Han sido muy altos los costos pagados por productores y trabajadores
Para reducir la pobreza absoluta que supera los tres millones y la extrema que suma más de dos millones de dominicanos, a Leonel y a Danilo no les alcanzaron los 6 aumentos de impuestos y 8 ajustes de tarifa eléctrica que hicieron desde el 2005. En lugar de pensar en austeridad, la preocupación de ambos es reducir incentivos y exenciones fiscales que protegen el aparato productivo nacional y el consumo básico de las familias. Es decir, que el pueblo pague más impuestos.
A Danilo nadie lo ha oído hablar de poner en vigencia una ley de austeridad, responsabilidad y transparencia fiscal. Que obligue al ejecutivo a presentar en cada presupuesto un marco fiscal, con meta de balance primario consolidado del sector público no financiero. Que haga sostenible la deuda pública total, que incluyendo la del Banco Central representa 46% del PIB, un nivel peligroso para las finanzas públicas y la estabilidad macroeconómica. Una ley que tenga como objetivo reducir el indicador de manera progresiva hasta 30% del PIB en el 2016, como reiteradamente lo ha planteado Hipólito Mejía.
Los costos pagados por productores y trabajadores han sido muy altos. El exceso de impuestos llevó a la quiebra a pequeñas y medianas empresas, y muchas de las que quedan en operación son informales, con pérdidas de plazas de trabajo y salarios. Los trabajadores carecen de protección social, porque con la informalidad se descontinuó la cotización de Ley. Mientras Hipólito plantea una amnistía fiscal, para que las empresas se integren a la formalidad y tengan acceso al crédito bancario, para que recuperen los trabajos formales, Danilo insiste en cobrarles.
Es el comportamiento exhibido en los últimos 7 años. Recordamos algunos de los impuestos que junto a Leonel aprobó al vapor en el Congreso Pele deísta: 16% de Itbis a los combustibles; 10% de selectivo al consumo y a los alquileres; 2% a las telecomunicaciones; 29% sobre la renta; 25% a los ingresos complementarios o bonificaciones; pago de anticipos a las empresas; 15% a los premios de loterías y rifas; 1% a los juegos de azar; 1% a las propiedades sobre RD$5 millones; 0.015% a los cheques; 2% impuesto a las transacciones inmobiliarias; 3% cuando los suplidores venden al Estado; 1% a los activos financieros de la banca; 2.5% a las ventas locales de zonas francas; altísimos impuestos a la primera placa de los vehículos; a las ventas de cerveza, bebidas alcohólicas, cigarrillos, neveras, estufas, televisores, inversores y similares.
No obstante la locura impositiva, los recursos resultaron insuficientes para financiar el presupuesto, acumulando un déficit de RD$209,278 millones en el periodo 2008-2011. Despilfarro que ha continuado en el 2012. Programaron ingresos corrientes por RD$351,737 millones y tributarios por RD$327,249 millones, pero al final de abril ya tenían un déficit acumulado de RD$50,000 millones, habiendo ejecutado 156 por ciento del déficit de todo el año. Pretenden quedarse en el poder, para con nuevos impuestos poner a pagar al pueblo sus desaciertos al frente de las cosas públicas. Pero Hipólito les ganará en primera vuelta y con muchos votos. En las urnas el pueblo les cobrará el abuso impositivo.
http://hoy.com.do/
No hay comentarios:
Publicar un comentario
galley472@yahoo.com