jueves, 3 de mayo de 2012

TRIQUIÑUELAS

CÓMPUTOS DE LA JCE: REGLAS DEL JUEGO CLARAS Y PERMANENTES

Si un partido tiene el control mecánico sobre las decisiones por mayoría del pleno de la JCE, evidentemente, que no habrá transparencia y se tratará de perjudicar a los demás contendientes.

Roberto Rosario, el presidente de la Junta Central Electoral, calificó como un éxito la prueba que se hizo el fin de semana de la transmisión de la data del cómputo electoral.

Sus palabras fueron muy elocuentes y llenas de optimismo sobre la calidad del proceso de transmisión y la rapidez con que fue hecho. Lo dijo con las siguientes palabras:

“Lo que proyecto esta transmisión para la Junta Central Electoral es extraordinariamente positivo, sería una rapidez nunca dada al día de hoy en el proceso electoral y por demás de eso sería una demostración más del nivel de eficiencia y de transparencia que acompaña a la Junta Central Electoral en la organización de este proceso”.

¿Y en qué consistió la prueba? En transmitir con calidad y rapidez los resultados desde los colegios, tanto en el país como en las oficinas del exterior, al centro de informática de la institución, y desde ahí a los partidos políticos y a los medios de comunicación.

¿Y cómo se comprobó que la prueba fue un éxito? ¿Quiénes recibieron la data con calidad y en el tiempo que se esperaba? Hasta ahora ese dato no fue ofrecido. Ningún partido político, con la excepción del Partido de la Liberación Dominicana y el Partido Revolucionario Dominicano, tiene centros de cómputos con capacidad para procesar la información.

Tampoco fue incluido en la prueba ningún medio de comunicación. Los datos obtenidos por Acento es que la transmisión llegó con tres horas de retraso a uno de los centros de recepción de la data, y que por esa razón la prueba fue calificada como un fracaso por los receptores. ¿De dónde sale el optimismo del presidente de la Junta Central Electoral, que incluso menciona a los medios de comunicación como receptores, cuando el pasado jueves fueron excluidos por decisión del pleno de la JCE de la recepción de la data.

Peor aún. La JCE a través de su Centro de Cómputos cambió el protocolo de transmisión que había establecido, lo que creó serios obstáculos en la transmisión de la data. Alguien tiene que aclarar la presumida transparencia del presidente de la Junta Central Electoral, porque el ambiente que se respira en el Centro de Cómputos no es precisamente de éxito extraordinario, como lo calificara el presidente Rosario.

La transmisión de la data tiene que hacerse con transparencia. No es posible que a última hora se cambien los protocolos de transmisión y se establezcan reglas nuevas, que corrompan en la sombra las ya establecidas con mucha anterioridad. Es lo que parece ha ocurrido, y lo que con inusitada alegría quiere hacer tapar el doctor Roberto Rosario.

Cada quien es dueño de sus actos, pero en este caso se trata de las elecciones nacionales para elegir presidente y vicepresidente. Si un partido tiene el control mecánico sobre las decisiones por mayoría del pleno de la JCE, evidentemente, que no habrá transparencia y se tratará de perjudicar a los demás contendientes.

Para estos casos más que para cualquier otro: las reglas del juego tienen que ser claras y además respetadas por los árbitros.

Acento.com.do

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