martes, 21 de junio de 2011

La Primera dama de República Dominicana

Fatuidad, Fisgoneo y pompa de la Europa del siglo XVIII a ritmo de sombreros

POR MIRIAM VENTURA
La autora es periodista y poeta

Tome las riendas. Pida el menú y seleccione... Si compra un helado de coco pida que le pongan sombrero. Si entra a un “Dunkin' donuts” pida que le agreguen a su huevo con “sausage” y queso en pan de camarón o “biscuit” un sombrero extra de queso. Sugiera su propio modo de hacer combos... La temporada política que vive la República Dominicana de hoy no va con zapatos de Imelda Marcos, pero sí con sombreros de Primera Dama, todo al mejor estilo de María de los Ángeles Martínez Alba de Trujillo. Se nota que una cosa es comer con su dama y otra es calzar con el marido... Y después cuando la campaña presidencial de República Dominicana esté en su buena y se despeje el panorama político, cuando todos los ingredientes estén claro o cloro…, entonces pida que le "pongan salsa" al camino de las margaritas en flor… Porque será entonces, solo entonces, cuando la cosa se pondrá buena -ojo que la mención de la inefable Imelda Marcos, no es casual aquí.

Westchester, NY.-Como si aspiraran a "ser península una vez que baje la marea", las feministas de República Dominicana e incluso las que hacen agencialismo en la comunidad dominicana de NY, permanecen calladas. “Margot" se lanza al ruedo como pre-candidata por el oficialista Partido de la Liberación Dominicana, PLD (y me reviso con el paréntesis: Margarita Cedeño de Fernández, la Primera Dama de "DR" no se lanza, hace raaaaaaato está en eso, sus poses filantrópicas son el acuse de recibo de esas intenciones).

Llama la atención el silencio de las feministas de RD ante el anuncio que de paso no lo hace ella sino su marido, el Presidente Fernández, y que ella corrobora con actos eventos, palabras y silencios oportunos, además de su cacareada obra social... ¿O el silencio no es tal?

El poco ruedo de las feministas en mención hace el alerta aquí: ¿Se trata de consentir ciertos síntomas que aparenten que República dominicana esta a la puerta de la llamada paridad democrática o cuota política para la mujer?

De ser así, me quito, no el sombrerito cloche, "garçonne" o "flapper" de los años veinte, de la etapa de ingenuidad (ya superada, como quien dice...) y como las gringas, o europeas y porque no las afroamericanas rompí con las jornadas de trabajo doméstico, fumé todo lo que pude sin llegar al cáncer de pulmón. Me tomé los vinos necesarios, me liberé e hice de las mías, como manda religiosamente el sombrerito "cloche", el que me quito, es el sombrero de alas cortas, como según los expertos manda la regla a "mujercitas" menudas como yo, y, lo hago en honor a las feministas que todos estos años le han hecho el coro con su silencio a la "me quieres o no me quieres" de Leonel Fernández Reina.

Quién no advirtió incluso en los sombreritos chisteras de Margarita, en el uso desmedido de los sombreros tipo mágico para sacar el manido lenguaje de la solidaridad social, de los "incapacitados intelectuales", como ella misma afirmara en un reconocimiento por su supuesto apoyo a las iniciativas de los discapacitados en RD (ella parece que no ha visitado un Centro psiquiátrico denominado 28).

¿Cuál es la ilusa feminista que no observó el protagonismo político de La primera dama al inaugurar los concursos de Minicuentos del Despacho que hoy ha convertido en su passarela?

¿O no ha estado a la vista la especie de "creación" de su propia Secretaría de Cultura? Su presencia en las Ferias del Libro del Comisionado Dominicano de Cultura en NY durante la gestión de Franklin Gutiérrez, ya avisaba sus toques políticos de diana...

¿Quién no supo de sus "lágrimas de cocodrila" aunque no se vieran en pantalla, con gafas oscuras tipo la Evita del Perón histórico, ante la muerte de algún laborioso peledeísta?

¡Pero si es parte del "folc" dominicano el sombrerismo de la Primera Dama! Existen ya atinadas listas pre-sociólogos online mostrando que para constituir el Museo de la Cultura Pop Dominicana, deben estar incluidos los sombreros de la Primera Dama.

Me tranzo por lo que plantea mi querido Gabo en su obra periodística Tomo II (1954-1955), en un amplio artículo sobre la industria y uso del sombrero en Colombia, acerca de la existencia de una "psicología de la cabeza", y una "génesis del sin-sombrerismo", pero también afirma Gabriel García Márquez: "La historia se escribe con sombrero", claro todo en referencia a la sociedad colombiana.

Suelto en banda -por el momento-, a las feministas de RD y de NY, para hacerle un préstamo al autor de Macondo y otros textos narrativos. Trasplanto aquí el concepto del sombrerismo a la sociedad dominicana, a sus miserias, la pobreza de ese pueblo, bien explotada la Primera Dama con sus caros sombreros y su filantropía bajo la pretensión de ser ícono, usurpar o amplificar atribuciones de otras instancias del Estado, todo con descaro narcisista y sombreros fuera de talla.

De acuerdo a la lógica de García Márquez, a ciertos diseñadores de moda y al escritor Edward de Bono, ponerse un sombrero implica un cierto tipo de pensamiento, los colores y la forma de los sombreros pueden indicar además hacia dónde va políticamente ese pensamiento…

A la Primera Dama dominicana se le ha visto en demasía con sombreros blancos, indicando orden, estatus, pensamiento computarizado hacia un objetivo. Los sombreros pálidos y amarillos de alas semi larga (digamos demasiado cortas para su estatura y forma cuadrada de cara) obedecen a una falsa modestia y acondicionamiento moral pro inteligencia política) y si los hombres y mujeres de Danilo Medina no se apuran la verán con sombreros azules en don de mando y control, meta que mueve las jugadas de Margarita Cedeño de Fernández, desde su Despacho de la Primera Dama, (DPD).

Jamás se imaginó el ex presidente Hipólito Mejía que al crear o institucionalizar dicho Despacho, ella (la Margarita) tomaría avance oportunista de un despacho que durante su gobierno estuvo al frente su hermana Isabel (Chávela) Mejía, compartiendo roles con la entonces Primera Dama, Doña Rosa de Mejía. Ninguna de ellas cayó en excesos de protagonismo e usurpación.

Desde su Pasarela, el DPD, Margarita Cedeño de Fernández, suplanta y malgasta recursos que no le pertenecen, juega a la gran Doña, y regala fatuidad y hasta gastos de las cirugías corporales (que son varias) salen del mismo centro de ese huracán que es hoy el Despacho de la Primera Dama.

Causa alarma el tren de gastos del DPD. Ciento dieciocho millones, sesenta y cuatro mil, 433.5 (118,064,433.05) millones de pesos dominicanos en viáticos, regalías y compensación, al mejor estilo de la Marie Antoinette de Louis XVI...

Ni Evita Perón en su tiempo. A este paso el vestido de la hija del tirano Trujillo, Angelita Trujillo, durante la Feria de la Paz, costó una bagatela (80 mil dólares) frente a lo que se gasta la Primera Dama Cedeño de Fernández.

Rayando en el abuso y la estafa al erario público, al pueblo y esa pobreza que Margarita Fernández dice combatir, mientras ella y su marido subestiman la inteligencia de la media general, ofertando gato por liebre, declarando la guerra al hambre en foros internacionales y mostrando como antorcha "Comisiones" contra la corrupción.

Todo con gran teatralidad, hay que verlos hablando "inglés" en los foros internacionales y entrevistas en medios de comunicación, con escaso léxico, en el caso de Leonel Fernández quien no se atreve a usar palabras de más de tres silabas (se nota que pasó por las escuelas públicas en los peores momentos del vecindario dominicano en el Alto Manhattan) y en el caso de ella teniendo que hacer "rehearsal" de su teatrismo en inglés y ni siquiera así alcanza, como en los sombreros la talla de un mediano buen 'speech" de una Primera Dama.

Eso en el marco de las mentiras internacionales, que también hay que seguirla de cerca en su accionar con las cientos de Organizaciones no gubernamentales (ONG) que existen en RD y que dependen del DPD.

Despacho que viola permanentemente la ética y lo hace alegremente con o sin sombrero.

Sus fondos violan permanentemente la ética cada vez que oferta solidaridad, piedad, o su "Bien por ti".

Para ser mínimamente ético de acuerdo a las normativas gubernamentales, la Primera Dama debía rendir cuentas del uso de la partida presupuestal que le otorga su marido Leonel Fernández Reina. Al momento no lo ha hecho y el enlace de transparencia de su Portal remite a todo, menos a informar con claridad en que usa tanto dinero, fuera de cirugías en Venezuela y otras bisuterías.

Para ser ética y dar el ejemplo del "Bien por ti" y la confraternidad y la "paz" al estilo de trilogía de Primeras Damas, hermanas de una Nación de tiranos, dictadores y gobernantes de RD, lo primero es que los fondos a las ONGs deben ser otorgados por concurso y no por vínculos primarios de la Primera Dama, su esposo... el Presidente.

Que una primera dama se postule no tiene implicaciones; legitimidad y legalidad son como sus sombreros, la clave aquí.

Dejemos a un lado la Fatuidad, el Fisgoneo y pompa de Margarita Cedeño de Fernández, quien al parecer es la más ambiciosa y teatral Primera Dama que se gasta el pueblo dominicano, cuya cabeza es de por si demasiado grande (su conflicto con los sombreros), un político con 59 centímetros de cabeza es un grave problema para los fabricantes de sombreros, el pueblo y algunos pensamientos progresistas.

Como bien algunos apuestan a una Primera Dama y Pre-candidata adicta, no a los zapatos como Imelda Marcos, sino a los sombreros, a Dios que reparta suerte, si todo el trayecto recorrido no ha sido más que una inversión pos-dictadura conyugal, con sombreros, hábitos y la pompa europea del siglo XVIII.

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