viernes, 30 de noviembre de 2012
ENTRE USTED Y YO
Por Rafael Calderón
NEW YORK. El título con el cual publiqué esta columna el 26 de febrero de este año fue “Ejercicio gubernamental psicopático”, en la cual expuse que a seis meses para entregar la banda presidencial Leonel Fernández, si hubiese querido, podía darse por completamente satisfecho de haber realizado un ejercicio del estado con auténtico perfil psicopático.
Lógicamente, Leonel no se dio por satisfecho, porque “el psicópata nunca se satisface”, y todo lo que ha hecho con determinación en los últimos meses es reafirmar que es un psicópata consumado, tanto en el ejercicio directo de la presidencia como en el indirecto que lleva a cabo en estos días. Su ego se siente cómodo bajo el dominio de la psicopatía que en él ha crecido como yerba mala sin poda.
Mire, tras concluir su más reciente visita al país, los representantes del Fondo Monetario Internacional dejaron a todo el mundo con la boca abierta con el informe que rindieron sobre el estado de la economía y el déficit fiscal, que tras los ajetreos electorales de Leonel y su gobierno, sobrepasa los 200 mil millones de pesos, lo que significa que será mayor del 8% del Producto Interno Bruto (PIB). Se ha hablado de que podría estar entre el 8.3 y el 8.5%.
Citados así, esos porcentajes se ven como simples cifras. Pero cualquiera de las dos es más de dos veces mayor que el 4% que corresponde por ley a la educación preuniversitaria, ley que Leonel -pasible de cárcel sólo por eso- violó olímpicamente por ocho años consecutivos, con todo y que el mayor anhelo del pueblo dominicano es ver que ese porcentaje del dinero que le aporta al estado se invierta en la enseñanza.
¿Cómo fue posible que Leonel gastara más del 8% del PIB de 2012 en la compra de la titularidad de la presidencia para Danilo Medina y en el inicio de su propia campaña con miras a las elecciones de 2016, pues Fernández jura que será el candidato de su PLD? Así fue porque, cito del artículo de febrero pasado: “los psicópatas no se ven reflejados en sus semejantes y tienen una manera de ser, una personalidad que les permite actuar sin piedad y con total indiferencia ante el dolor (reclamo, en el caso del 4%) ajeno”.
Molesta pensar que en sólo dos meses y 26 días, del 20 mayo al 16 de agosto, el psicópata -que acosado por el pueblo ahora patalea buscando apoyo entre aquellos que recibieron aunque fuera un alfiler de cabeza del dinero del estado dilapidado por él- pudo gastar para fines personales el 4% del PIB que siempre le negó a la educación, durante su festival de inauguraciones de obras sobrevaloradas y sin terminar, pues los economistas coinciden en que fue mayor el gasto del gobierno después de las elecciones.
Y lo más grave del caso es que los gastos continúan en favor de Leonel. Usted puede estar seguro de que no es con el dinero de la Funglode, el negocio personal de Leonel, que se pagó la presentación de éste por televisión, con la asistencia de los principales encargados del estado a los estudios de Telemicro. Lo mismo puede afirmarse de las reuniones de “apoyo” con los viejos, poseedores de más miedo a perder una pensión que de vergüenza, encabezados unos por Delio Gómez Ochoa, bautizado por Camilo Venegas como “el héroe que no murió a tiempo”, y otros por Johnny Ventura, a quien no le caben más ventas públicas de autos retiros de la música, por lo que optó por sacarle provecho en el PLD a su condición de ex síndico del PRD.
Psicópata de tomo y lomo, Leonel no ve a esos viejos como gente sino como “herramientas útiles para alcanzar un beneficio” y por eso en lo mínimo le preocupa exponerlos frente a las fuerzas más poderosas de la sociedad, que lo son la juventud y la clase media en cualquier parte del mundo.
Y la República Dominicana no será la excepción, así que más temprano que tarde los jóvenes y la clase media nuestros completarán la profilaxis de su sociedad, algo que ya iniciaron llamando por el nombre propio ladrón a quienes le han robado parte del pasado, el presente completo y parte del futuro, comprometido con deudas que aumentan cada día.
En mi columna de febrero varias veces me auxilié de conceptualizaciones hechas por el psiquiatra y tratadista Hugo Marietán, quien sostiene que una de las características básicas de los psicópatas es la “cosificación, que implica quitarle al otro los atributos que lo valoran como persona, es decir, desjerarquizarlo para considerarlo un objeto y, desde esta maniobra psicológica, poder manipularlo”.
Leonel “desjerarquizó” a Danilo por primera vez en 2007, y dígame usted si no fue eso lo que repitió el 13 de los corrientes cuando lo suplantó, sin permitirle siquiera hacerle coro, junto a la vicepresidenta y el comité político del PLD, en el salón de Telemicro, donde Fernández justificó su hoyo fiscal, cuatro veces mayor que el de Baninter, que, dicho de pasada, le sirvió a Leonel para clavarle cinco aumentos impositivos a la población, buscando satisfacer sus necesidades, que en el caso de los psicópatas, siempre son distintas a las de los demás.
Ojalá que los jóvenes y la clase media no se dejen clavar los siguientes aumentos impositivos, luego del recién aprobado, pues dada la experiencia en la materia de los gobernantes deben tener proyectados varios más.
Desde que los jóvenes y la clase media impidieron el negocio que iba a hacer Leonel con los Haitises y empezaron a hostigarlo con lo del 4% para la educación, éste ha tenido en la mirilla a esos sectores. Si no le dio con todos los hierros en 2011 fue porque tomó en cuenta la cercanía de las elecciones. Ahora van pa’lante porque en elecciones ellos suponen que no tienen que pensar hasta entrado 2015.
Pero la juventud y la clase media dan señales de que ya están conscientes de que la lucha frente a la corporación política estatal de Leonel es a vida o muerte. Hacen bien en considerarlo así, porque si algo aprenden los políticos con permanencia larga en el poder es: 1) que restarle poder al pueblo es añadírselo ellos, 2) que mientras más pobres son los ciudadanos más ricos son ellos y 3) que mientras menos educación tenga el pueblo ellos parecerán más sabios. Esos son los fundamentos que dan sostén a la continuidad en el poder, y con eficiencia Leonel lo ha aplicado. Pero, en cualquier pirámide humana, cuando los de abajo se mueven los de arriba se caen. Y el pueblo empezó a moverse.
Por hoy, me voy. Que Dios le llene de bendiciones, y se apiade de la República Dominicana.
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jueves, 29 de noviembre de 2012
DICE ISA CONDE
Por Carolina Batista/Acento.com.do
“Mirar los nombramientos en el tren oficial, mirar los contenidos del paquetazo tributario, mirar la conducta de sus congresistas, mirar sus órdenes al Ministerio Público a favor de la impunidad de Leonel y los suyos, mirar la jefatura policial, nos da espacio para confiar"
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El líder del Movimiento Caamañista, Narciso Isa Conde, afirmó que “la corrupción no se combate solicitándonos no mirar hacia atrás para dejar las mafias políticas y empresariales tranquilas” al referirse a los pronunciamientos del presidente Danilo Medina quien llamó al pueblo a “no perder tiempo tirando piedras hacia atrás”.
“En materia de impunidad, las palabras y los hechos de Danilo van de la mano: muy reciente le ordenó al Procurador que descalifique toda acusación contra Leonel y su claque” expresó el dirigente de izquierda.
Afirmó además que “Mirar los nombramientos en el tren oficial, mirar los contenidos del paquetazo tributario, mirar la conducta de sus congresistas, mirar sus órdenes al Ministerio Público a favor de la impunidad de Leonel y los suyos, mirar la jefatura policial, nos da espacio para confiar”.
Al referirse a la alocución de Medina consideró que “No rindió cuenta alguna. Porque realmente tiene poco que contar, salvo las múltiples expresiones de indignación que provocó su primer paquetazo tributario y su determinación de proteger a Leonel Fernández y a los ladronees que integran la cúpula del partido gobierno”.
"Volvió a hacer promesas, muchas de ellas ya conocidas; pese a afirmar que quiere convencernos de sus bondades por sus hechos de gobierno” expresó.
Isa Conde indicó que el paquete de medidas fiscales “De amenaza repudiada pasará a ser penurias, estrecheces, dificultades y empobrecimiento en grande; puesto que no hay manera de que el aumento a los productos gravados por el ITEBIS, los nuevos renglones incorporados, los impuestos a los combustibles y los cargos adicionales a otros productos y servicios, no se traduzcan en drástica carestía”.
“Y por ahí viene, además, el silenciado paquetazo eléctrico, derivado del acuerdo con el FMI, con su pesada carga de inflación. La pobreza no se puede combatir empobreciendo” expresó.
Afirmó además que el derroche y el dispendio no se superan sin reducir una nómina “súper-abultada, con botellas a granel, pensiones escandalosas, privilegios, prebendas, duplicaciones, lo recortado en ese plano por Danilo es sencillamente pequeño, insuficiente y hasta engañoso”.
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AL PLD LE LLEGÓ SU “SAN MARTÍN”
Por CÉSAR PÉREZ
Sociólogo, urbanista y municipalista
lagarita@codetel.net.do
No hay duda de que Leonel Fernández pasa por su peor momento, lo admiten y dicen algunos de sus cercanos y alabarderos. También que existen muchos elementos para decir que independientemente de lo que suceda con la denuncia querella que contra él interpuesta ante el Ministerio Público, su actual situación constituye el inicio de un acentuado proceso de deterioro de su imagen personal y política, que a su vez podría ser fatal para Danilo Medina, su gobierno y para el propio PLD.
En efecto, las últimas acciones de protestas contra Fernández en las calles, en diversos medios de comunicación nacionales y extranjeros han sido contundentes y por primera vez se le ve nervioso y a la defensiva. Eso lo condujo a materializar la infeliz iniciativa de su discurso el pasado martes, el cual, sin entrar a discutir su forma y contenido, constituyó un acto de fuerza de su parte que incuestionablemente afectó la ya cuestionada imagen de Medina.
Están muy generalizadas la idea y expresión, de que el presidente Medina carece de la suficiente independencia para hacer su propio gobierno, que es prisionero del grupo de Fernández por las circunstancias que lo llevaron a pactar con este último para lograr la nominación de su partido como candidato presidencial. El referido discurso, pronunciado un día antes de que Medina saliera del país a una cumbre de presidentes, refuerza su imagen de presidente-prisionero.
Las protestas contra Fernández se amplían y con ellas el repudio a Medina, a su gobierno y al partido de ambos. Eso evidencia una complejidad del problema, porque mientras más se agudicen las acciones de protestas contra Fernández, más necesitará de la solidaridad de Medina y mientras más solidario sea este con aquel, más se confundirán en un abrazo mortal para el gobierno y su Presidente. Desafortunadamente para Medina, los lazos que lo unieron y unen hacen en extremo difícil un distanciamiento que en algo lo protegería de los efectos corrosivos de las protestas.
El espíritu de cuerpo de ese partido, transformado en una maquinaria que se le escapó del control de quien una vez fuera su contralor: Medina, determina un apoyo a Fernández y a sus principales dirigentes, hasta ahora monolítico. Para ellos, lo más importante es su supervivencia y la de su jefe principal, por lo cual, el tema del gobierno es por ahora secundario, algo que sabe Medina.
Los momentos de crisis en las instituciones refuerzan la tendencia a buscar el reforzamiento de la unidad interna y esa lógica opera en esta circunstancia de generalizado repudio a una administración pasada que influye decididamente sobre la presente. Aunque la figura de Fernández aparece como el objetivo principal de las manifestaciones, en esencia hay un cuestionamiento a toda su obra de gobierno, de la cual no se puede desligar Medina y por eso la administración de este sale fuertemente afectada por las protestas.
En ese sentido, estas están dirigidas fundamentalmente a la esencia y forma de la estructura de poder entronizado en el país por la corporación PLD, contra una serie de prácticas corruptas que nos abochornan como sociedad toda, contra un tejido de privilegios para una dirección partidaria que echó por la borda la esperanza de cambio en mucha gente que votó por ella y que hoy la repudia en las calles y las más diversas redes de comunicación.
Por eso, independientemente del desenlace que puedan tener las protestas, su multiplicación, contenido, gravedad y veracidad de los hechos que denuncian, sacudirán profundamente a ese partido y contribuirán a la pérdida de la hegemonía que ese partido ha tenido en una significativa franja de los sectores medios urbanos que los han sostenido política y electoralmente, pero que hoy le dan la espalda.
El PLD no tiene experiencia de democracia interna, pasó de un caudillo incuestionable a otro que también al final constituyó un poder igualmente incuestionable. El deterioro de la imagen personal y política de este último caudillo, obligará a ese partido a transitar una desconocida experiencia de liderazgos compartidos.
Tal parece que como dice el refrán, a ese partido le ha llegado su San Martín.
acento.com.do
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miércoles, 28 de noviembre de 2012
LA OPINIÓN DE MELVIN
Por Melvin Mañón
Palabra que viene del francés “pot pourri”; o sea, olla podrida, pero también mezcolanza de cosas distintas.
Dicen los Pared Pérez y otros de la pandilla que todo el PLD vendrá a la defensa de Leonel Fernández frente al sometimiento que le hiciera Guillermo Moreno, el primero de una larga serie a la que deberán enfrentarse.
Qué bueno.
Necesitarán mucho tiempo, ingenio, dinero y poder para todo lo que se le viene encima al Sr. Fernández y su entorno. Naturalmente, sabemos que las altas cortes dominicanas, prepagadas por Leonel y la pandilla no harán caso a ningún sometimiento.
¿Hasta cuándo?
Hasta que el edificio de relaciones públicas fabricado por ese canalla empiece a derrumbarse. Y ya empezó. Por el lado de los generales, oficiales y civiles extraditados a los EE.UU. irán emergiendo, o han ido emergiendo ya complicidades al más alto nivel de los ocho años de Leonel con el narcolavado y otras actividades criminales. ¿Es casualidad que el New York Times diera cuenta del asesinato de un estudiante en la UASD? Aquí han matado grupos enteros y ese periódico no ha dicho nada. Luego, CNN recoge testimonios de las protestas contra la reforma fiscal cuando esas protestas son apenas un conato de lo que vendrá. En algún momento EE.UU. tendrá que abandonar estos canallas a la suerte que se merecen, pero somos nosotros quienes debemos derrotarlos sin esperar ayuda externa, suponiendo que hubiera alguna.
El cerco se estrechará por varios lados y si nosotros no luchamos por hacer justicia ahora, perderemos lo poco de país que queda. La imagen del monarca de cocoteros, aunque despacio, comienza a desmoronarse. Pero al lado y por debajo de ese bandido, hay una sarta de ministros y exministros ladrones, asquerosos que deberán pagar también.
Que así sea.
También es bueno, muy bueno que ese PLD salga a defenderlo o al menos anuncie que lo hará. Dios los cría y el diablo los junta.
En ese contexto, se produjeron una declaraciones de Minou Tavárez Mirabal distanciándose de la reforma fiscal y de los procedimientos empleados para aprobarla al vapor.
Era hora Minou.
He escuchado a tanta gente, durante varios años preguntarse que como era posible que alguien como tú estuviera asociada a las barbaridades que ese partido, al que tú crees y dices pertenecer, ha cometido.
El PLD de hoy no es el partido que fundó Bosch y al que tú entraste años atrás, sino una corporación de bandidos, una asociación de malhechores.
Excúsame Minou, somos amigos, no íntimos, pero sí amigos. Tú no perteneces a ese partido ni tienes que rendirle cuentas a nadie allí. Tu lugar es al lado del ejemplo que dieron tus padres. Muchísima gente de este país ha esperado eso de ti.
Con la crápula Leonelista no hay nada que hacer y con sus herederos tampoco. Donde Dios no puso, no puede haber. Tú tienes fibra en tu sangre, sácala, úsala y aléjate de ahí. No dejes que se diga de ti, lo que dijo mi hija y muchos otros de Domínguez Brito y lo que dice el país entero de Danilo que transita de lo penoso a lo francamente vergonzoso. ¿Qué mérito puede haber en llegar a ser presidente vía el fraude? Y sobre esa gran e imborrable mancha hacer un gobierno de mierda. Además de toda la cobardía implícita en la situación hay una cuota de estupidez insuperable porque, cualquiera, sin ser científico ni doctor sabe que, en medio de tanta corrupción, nadie pone orden sin sometimientos judiciales a los corruptos.
Y ¿saben ustedes lectores una cosa?
Todo el mundo en este gobierno está al tanto del robo, incluso los que aun no habían robado y ya están haciéndolo. Pero no dicen nada. No lo denuncian. Alejandrina Germán y Melanio Paredes deberían estar enjuiciados hace rato pero Josefina que sabe lo que hicieron y tiene las pruebas no los va a meter presos como tampoco el de agricultura denunciará a Chio Jiménez ni el de Obras Públicas a Víctor Díaz. Los ladrones se confunden con la cobardía de los que creen que deben encubrirlos y terminan siendo cómplices o tan ladrones como aquellos a quienes reemplazan. Es la misma corporación criminal.
Con razón son arrogantes y prepotentes. Can razón pasaron la reforma fiscal. El que tiene ocho años abusando no tiene porque inhibirse si el abusado se deja hacer. Nosotros somos tan culpables de nuestro destino como los que nos estupran y nada ni nadie, que no seamos nosotros mismos, nos librará de esa suerte.
A este gobierno hay que enseñarle lo que es la desobediencia civil y pararle el país, de punta a punta y no una sino todas las veces que haga falta hasta someterlo a la ley que ellos violan. La reforma fiscal será un aporte importante. Cuando la gente empiece a recibir las patadas de los precios, las empresas cerradas y los despidos por quiebra; cuando todos veamos, en el día a día cuanto más nos hemos empobrecido para que estos carajos sigan robando, tendremos que escoger entre seguir abusados o rebelarnos frente a los abusadores.
Nos acercamos a un ajuste de cuentas que desgraciadamente no está en mis manos provocar pero que, fervientemente espero presenciar y poner mi parte.
Puedo prescindir del agua, de la luz, de celular, transporte, casa, confort y cualquier otra cosa pero no puedo renunciar a esa esperanza. Por eso lucho.
Ningún pueblo ser libre merece
Si es esclavo indolente y servil.
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EL PELIGRO DE JUGAR AL AGOTAMIENTO
El nuevo gobierno encabezado por Danilo Medina pareciera estar jugando al agotamiento de las protestas que se desarrollan en reclamo de que se establezcan responsabilidades por la creación del actual déficit fiscal de más de doscientos mil millones de pesos, así como en contra de la recientemente aprobada reforma tributaria.
Lo que no está calculando el presidente Medina es que es en enero cuando se sentirá con mucho más fuerza el impacto de la reforma tributaria en un sector que todavía no se integra a estas, y me refiero a los sectores populares.
Decía esta semana Miguel Ceara Hatton que los alimentos que han sido incluidos en la base imponible del ITBIS, como son el azúcar, la grasa vegetal, el chocolate y el café, representan el 20% de la ingesta de calorías del 40% de la población más pobre.
Por tanto, cuando llegue enero, las amas de casa y las personas que trabajan en el sector informal, que representan el 60% de los trabajadores dominicanos, sentirán de manera más acentuada la resaca navideña, ya que sus ingresos se verán reducidos como consecuencia del proceso inflacionario que ya empezó, así como por el aumento del precio de los alimentos.
En enero las protestas, lejos de reducirse, podrían fortalecerse con la inclusión de otros actores, lo que deteriorará más la gobernabilidad.
A todo esto hay que sumar las declaraciones que día a día vierten funcionarios y exfuncionarios públicos, agregando combustible a la generalizada indignación. El ministro de Interior y Policía, José Ramón Fadul, Franklin Almeyda Rancier y Euclides Gutiérrez Felix, entre otros, han proferido acusaciones intimidatorias a quienes hoy protestan desde las calles del país.
Danilo Medina no debe seguir ignorando a la sociedad que hoy le reclama desde las calles, en pos de apoyar a sus aliados de campaña, ya que si bien es el presidente de todos, el soberano es el pueblo y no el Partido de la Liberación Dominicana y mucho menos su comité político.
Es hora entonces de que el presidente retome el diálogo, detenga la implementación de la reforma tributaria, y se aboque a negociar una reforma fiscal integral como nunca se ha hecho en la República Dominicana, ya que en enero las protestas no habrán cesado y la gente estará aún más indignada.
7dias.com.do
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martes, 27 de noviembre de 2012
CABIYA DE NUEVO
CARTA ABIERTA A LEONEL FERNÁNDEZ
Saludos,
Usted probablemente no me recuerda. Nos conocimos por primera vez en el año 1999, en Stanford University. Yo comenzaba mis estudios doctorales en literatura y la que era mi mujer en ese entonces, ciudadana dominicana, hacía una maestría en Estudios Latinoamericanos. Éramos amigos del cónsul dominicano en San Francisco, Manlio Dorrejo, que se nos acercó para ver si era posible que le coordináramos a usted una visita a Palo Alto. Accedimos.
Guía suyo y de su séquito, usted conoció de mi mano el hermoso campus de Stanford en plena primavera. Juntos, pero en molote, ingresamos al recién terminado Gates Computer Science Building, en donde un robot hizo las delicias de los miembros más impresionables de su cohorte (el androide, si mal no recuerdo, bailó “La Macarena”). Luego visitamos el Centro de Estudios Latinoamericanos, hoy desaparecido por recortes presupuestarios, en donde saludó a estudiantes, a oficiales universitarios y a profesores (mi mentor, Jean Casimir, estaba entre ellos), dio una charla y, cual Keyser Söze antillano, se esfumó.
Nos volvimos a encontrar en el 2001, en la redacción de la revista Rumbo, donde a la sazón trabajaba bajo las órdenes de la férrea Margarita Cordero. Juan Bosch agonizaba, en parte debido a los embates de la enfermedad y la vejez, y en parte debido a la ponzoña absorbida en el Frente Patriótico Nacional cinco años antes, durante el cual, aprovechando la considerable disminución de sus facultades, la cúpula peledeísta lo sentó junto a Joaquín Balaguer, su perseguidor acérrimo. Algo empezó a olerme mal desde entonces; me preguntaba de qué no sería capaz un grupo de personas que no sienten escrúpulos a la hora de transar con su más importante victimario y de envilecer la figura de su envejecido y senil líder.
Aún así, usted me simpatizaba. Lo admito sin ambages. Era una simpatía relativa, sin embargo; quizá debiera decir que me simpatizaba más que los inexplicables reformistas, cuya organización no ha superado ni siquiera hoy su carácter de fan club de Balaguer, y ciertamente mucho más que los caóticos perredeístas, que se ufanan de ser tígueres. Al discurso chocarrero, esclerótico y ululante de los perredeístas de Hipólito Mejía, prefería el verbo pseudocientífico, pedante y meticuloso de los peledeístas suyos… Pequé de esnob, pero bien pronto me di cuenta de que intentar elegir entre uno y otro es una tarea tan fútil y desgraciada como optar entre padecer el Síndrome de Tourette o el Desorden de Obsesión Compulsiva.
Ha llovido mucho desde entonces y hoy conocemos mejor a muchos de los actores de la mojiganga medieval que algunos, pero no yo, insisten en bautizar “política dominicana”. Hasta dónde he podido columbrar, no hay ninguno peor que usted. Me explico.
Dejemos de lado por un momento la discusión sobre su cuota de responsabilidad en el hoyo fiscal de 203 mil millones de pesos, ese abismo, ese agujero negro en el que el tiempo y el espacio colapsan. Hablemos de otras cosas. Hablemos del nefasto ejemplo que su figura, cuyo endiosamiento usted fomenta a troche y moche, brinda a un colectivo que intenta construir una democracia representativa y participativa. ¿Cómo compaginar el deseo de levantar, entre todos, un estado de derecho que empodere al ciudadano, con la grosera concentración de poder, influencia y adoración para la cual usted ha estado trabajando todos estos años y que alcanza cotas insospechadas entre sus seguidores, funcionarios, adláteres, correligionarios, periodistas, empleados públicos, militares, altos jerarcas eclesiásticos, descerebradas botellas y deplorables súbditos? A mi entender, la forma en que usted se relaciona con su partido, con sus seguidores y con los oficiales públicos que dirige (y viceversa), derrotan cualquier fantasía retórica que teja para nosotros su hábil lengua de embaucador de feria, de artista del bunko, de conman. En otras palabras: su existencia misma cancela la narrativa de modernísimo estadista que usted y los suyos han elaborado en torno a su persona.
¿Y cómo podía ser de otra manera? En sus discursos y alocuciones, las pasadas, pero sobre todo las más recientes, es fácil entrever que valora más el agradecimiento servil que el empoderamiento civil. Los cuestionamientos con fundamento que le han dirigido los diferentes protagonistas de la Primavera Dominicana tienen el efecto de crisparlo, de sacarlo de sus casillas. No comprende, y así nos lo comunicó en su discurso del 13 de noviembre de 2012, que miembros corrientes de la sociedad dominicana, sean pocos o sean muchos, osen interpelarlo con otro objetivo que no sea la acción de gracias. Lo enerva el hecho de que la gente le niegue el rango de Benefactor de la Patria y su lenguaje entonces se vuelve histérico: lanza al aire, como manotazos, las palabras “manipulación grosera”, “mentes enfermas”, “infundio”, “maledicencia”… Mucho me temo, señor ex presidente, que usted mismo es su principal argumento en contra.
El principal, pero no el único. Resulta que mientras usted encumbra su gestión emparejándonos con Suiza, Dinamarca, Noruega, España y Francia, los índices del Foro Económico Mundial nos colocan correctamente en la vecindad de Senegal, Costa de Marfil, Nigeria, Mozambique y Burundi. Usted sitúa su desempeño en las nubes, apostando a que en el país no existe nadie con la sagacidad ni la inteligencia ni la curiosidad suficiente como para consultar el Reporte de Competitividad Global 2012-2013 en el que consistentemente sondeamos la cloaca de los últimos lugares en casi todos los indicadores.
Aventuro la tesis de que su prolongado éxito engañándonos reside en el hecho de que por mucho tiempo usted se erigió como exégeta principal de la jeringonza económica y guardián único de los reportes de las calificadoras de riesgo e índices de competitividad. Hoy por hoy, sin embargo, cuando hasta los preadolescentes manejan conceptos como “PIB”, “presión fiscal”, “carga impositiva” y “tasa tributaria”; hoy por hoy, cuando todo el mundo sabe la diferencia entre crecimiento económico y desarrollo; hoy por hoy, cuando cualquiera puede y sabe bajar por Internet esos reportes e informes y consultarlos por sí mismos; hoy por hoy, cuando una porción considerable de la ciudadanía puede informarse y aprender salvando el escollo de los medios cooptados, insistir en interpretar de la mejor manera posible los tollos y desmanes de su gobierno; tratar de cubrirse el trasero enunciando vaguedades; emitir “¡E pa’lante que vamos!”, es equivalente a declamar, delante de un público versado, una poesía mala con un colosal moco asomado a uno de los orificios nasales… ¿Cree usted de verdad que alguien está atendiendo sus palabras? No, señor Fernández… No. Pero usted es el único culpable de nuestra distracción.
Ese moco, que usted insiste en no limpiarse y cuya existencia parece no percibir por más que se lo señalan y le hacen la mímica de pasarse un pañuelo por la nariz, se llama Félix Bautista. Ese moco se llama Diandino Peña. Ese moco ingente y grotesco responde también al nombre de Victor Díaz Rúa, de Mícalo Bermúdez, de Arturo del Tiempo y de Vincho Castillo, Nosferatu caribeño, a cuya macabra ortodoxia usted se suscribe. Como usted sentó los precedentes del despilfarro y la voracidad, el moco también es el aumento salarial que se aprobó a sí misma Josefina Pimentel, los intrincados e imaginativos embelecos de Elías Wessin Chávez en Bienes Nacionales, los senadores que ganan lo mismo, o casi más, que los presidentes de las principales economías mundiales, el relajo con las Torres del Progreso, los relojes de Reinaldo Pared, las malditas botellas, los 331 viceministros (¡cuánta similitud con el título de una película de Kurosawa!), los 600 mil funcionarios públicos para una población de 10 millones de habitantes (Chile tiene 90 mil para 16 millones), la ridículamente obesa nómina del servicio exterior o, como lo llama una amiga, el Programa de Intercambio Estudiantil para Hijos de Funcionarios, los oficiales públicos que cobran una y dos jubilaciones al tiempo que siguen ocupando cargos gubernamentales, el formidable botellerío que no sale de su casa y recibe un sabroso cheque sin dar un tajo, las bocinas, los puestos superfluos, los cargos redundantes, las dos secretarias tras un mismo escritorio, ¿ya mencioné las botellas?, todos guisando, todos comiendo, todos cobrando, todos sobrevaluando, todos armando “monopolios bonitos” desde dentro, todos consiguiéndole becas internacionales a sus hijos e hijas con promedios deleznables, todos cobrando comisiones, todos abultando facturas para repartirse la diferencia, y si no todos, muchos. Montones.
Las noticias las conocemos de cabo a rabo y eso es lo que más les quilla a los muchachos y muchachas que le están sacando las tiras del pellejo por esas calles de Dios: que uno lo aborda a usted y a los suyos con cuestionamientos puntuales en ese sentido y usted y los suyos responden otra cosa, como los locos, o se van por las ramas, como las ratas. Rápidamente vamos arribando a la conclusión de que dialogar con usted, o con cualquiera de sus defensores, es como hablar con el Gato de Cheshire en el País de las Maravillas: inútil.
Y hablando de sus defensores, ¿quién queda que lo defienda? Mientras escribo estas líneas dos saltapatrases que “peregrinaron” con sendas cruces a cuestas, uno desde Dajabón y el otro desde Higüey, hasta la Casa Presidencial del PLD, apasionadamente le lamen las verijas y lo proclaman candidato presidencial 2016. Ambos son empleados públicos. Durante el evento un líder peledeísta que boroneaba a la multitud para comprarle el entusiasmo fue capturado por el lente de varios fotógrafos. Sobre el evento flota un inconfundible tufo a romo; por donde quiera que se mire, persiste en el lugar una atmósfera de gente pobre arreada, utilizada.
Pero en esa asquerosa trampa de grasa denominada “la defensa del líder” también han quedado atrapados tristes artistas incautos, bobos en declive que al momento de poner la rodilla en el suelo para obsequiarle el osculum infame, caducan, expiran, exhalan su último aliento. Otros ya han hecho su morada en la alcantarilla y se sienten a gusto entre las heces: todas esas voces “independientes”, pero en nómina, todos esos “periodistas” y “comunicadores” que, en nuestras propias narices, cobran los cheques con que el estado les compensa las múltiples felaciones que deben realizar a diario.
Contra el tsunami de jóvenes (y no tan jóvenes) que pide, pacíficamente, pero con firmeza, alegría y optimismo, que se castigue a los corruptos y que se reformule el contrato social, demoliendo el elefantiásico engendro estatal dominicano para sustituirlo por una versión más coherente con los ideales de eficiencia y decencia, usted recluta carcamales incontinentes y vejestorios lenguaraces para que los insulten, como lo hizo el mal llamado Bloque Histórico Patriótico: envejecientes del cuerpo, pero sobre todo del alma, que cometen el tétrico desatino de condenar el uso de las redes sociales para catalizar cambios, puesto que, al parecer, si no hay sangre y muertos y escaramuzas callejeras y gomas quemadas y tiroteos, como en los tiempos de enantes, no hay gloria, ni tienen valor sus acciones ni efectividad sus movilizaciones… Por el contrario: el formidable e inteligente uso que la Primavera le ha dado a las redes no solo lo ha puesto a usted y a los suyos a correr despavoridos, tropezándose unos con otros y golpeándose las nalgas con los talones, sino que ha dado ejemplo de perfecta coordinación, integración y ejecución de una variada gama de estrategias de conflicto no-violento. En el contexto de enfrentamientos pacíficos, un solo tuitero con influencia vale por cincuenta guerrilleros y no se derrama una sola gota de sangre. ¿Por qué no mejor aprende de su ejemplo? ¿O acaso el mensaje que usted nos quiere enviar es que la violencia y la muerte son la única moneda que el estado reconoce a la hora de transformarse?
Huelga hablar de los picapollos, de los paleros, del empleado de FUNGLODE que le quemó la cara a Isabel Loaces Ricart con cera caliente. No tengo tiempo para eso. Todos conocen esas noticias, todos hemos visto la imágenes, algunos hasta hemos respirado el gas pimienta que nos tiró de maldad un capitán de la policía en la Capitán Eugenio de Marchena; todos, todos hemos visto la manera en que usted y sus defensores no ha logrado otra cosa que apelotonarse en un batiscafo y hundirse en los abismos de la estupidez.
Usted ha transformado el estado dominicano en un colonoscopio. Usted ha convertido a la República Dominicana en un experimento de mal gobierno. Es como si usted, cual científico loco, hubiera decidido averiguar qué pasaría si tomara cada una de las 77 propuestas de Jacques Attali (Informe de la Comisión Internacional para el Desarrollo Estratégico de la República Dominicana) y ejecutara exactamente lo contrario. Usted ha destruido los poderes que cotejan al ejecutivo y levantado un edificio inmoral acogedor de las más graves psicopatías; una estructura en la que la responsabilidad se difumina de tal modo que los individuos que operan dentro de ella, incluyendo a los buenos, especialmente los buenos, terminan sintiéndose capaces de cometer las más estrambóticas irregularidades sin temor a retribuciones judiciales.
Usted ha perfeccionado la máquina de un estado corrupto y corruptor, un experimento de Milgram con nombre de país, un ranchón exclusivo en el que solo tienen cabida perros y entrenadores de perros, como dijo en alguna parte, alguna vez, Yevgeny Zamyatin. Una cosa del carajo donde todo el que no incline la cabeza delante de autoridades decrépitas y se trague sus embustes es un “manipulador grosero”, independientemente de sus credenciales y entrenamiento… Si vamos al caso, es usted la víctima de un ataque coordinado por disparatosos. Yo soy un disparatoso, Sara Pérez es una disparatosa; disparatosa Rosario Espinal y disparatoso Andrés L. Mateo. Disparatosos Juan Carlos Hidalgo, del Cato Institute en Washington e Yván Rodríguez, de Acento.com. Usted mencionó en su discurso del 13 de noviembre que la verdad prevalecerá, y así lo ha hecho: en una divina manifestación de justicia poética, el mismo jefe de misión del FMI, Przemek Gajdeczka, ha confirmado lo que todos ya sabíamos… ¿él también es un disparatoso? Disparatosa también, sin duda, la publicación aparecida en la prestigiosa revista The Economist el 24 de noviembre del corriente y también la publicada por Mary Anastasia O’Grady en el Wall Street Journal el 26. Disparatoso, enfermo y pepehachista todo aquel que no toque el suelo con la rodilla delante de Su Gloriosa Majestad y no acepte las “conceptualizaciones” que pare, como chinche, su preclara enjundia. Todos yerran, mienten, manipulan, malinterpretan. ¿Cómo se explica tanta malignidad colegiada? Usted y muchos, muchos de sus seguidores exhiben una cerrazón de mente que raya en el fanatismo religioso, una tozudez de burro engreído, una intransigencia campuna que me hace sospechar que operan bajo el efecto Dunning-Kruger, la “ilusión de superioridad” que padecen ciertas personas cuya incompetencia es tal que tienden a creer que saben más de lo que saben y, lo que es peor, a ser incapaces de reconocer las competencias de los demás.
¿Le leo las cartas? ¿Le tiro los caracoles? De tanto ir de la ceca a la meca reuniendo mequetrefes y perdedores para su defensa usted ha agarrado un vaho a mocato. Estoy seguro de que muchos dentro de su partido ya le están sacando el cuerpo, le están dando esquinazo, lo están dejando en la estacada. ¿A que sí? Especialmente aquellos cuyas posiciones dependen del voto de sus constituyentes y no de usted. No le levantan el teléfono, especulo. Acaban con usted cuando sale de la habitación, cuando abandona la reunión, cuando se quedan solos y se saben solos. Se ha visto en la lamentable situación de irse por ahí a recabar el apoyo de Fefita la Grande y de Tito Swing porque no aparece un solo intelectual, artista o personalidad de valía que se deje capturar desprevenido en una foto con usted. Mientras más contemplo el sainete protagonizado por sus “defensores” más brillan por su ausencia los verdaderos pilares de la sociedad dominicana. Lo han dejado solo. Y el que más conspicuamente lo ha hecho ha sido nada menos que el presidente electo de la República Dominicana, Danilo Medina Sánchez… En vista de esto y de todo lo demás, ¿quién es, en última instancia, el manipulador grosero? ¿Quién el maldiciente y el infame? ¿Quién, señor ex presidente, el enfermo mental?
Jamás suyo,
Pedro Cabiya
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ALABAO, SEÑOR, ALABAO
Por Haroldo Dilla Alfonso
El pasado discurso del expresidente Fernández ha sido analizado con tanta meticulosidad por los economistas y por quienes no lo son, que no hay manera de hablar de ello sin ser redundante. Se ha dicho que oculta algunas informaciones y manipula otras, que miente, que exagera, y que es resultado de la desesperación política. Pero si así fuera, no habría muchos motivos para asombrarnos, porque nuestros establos políticos están llenos de manipuladores, mentirosos, ocultadores de información y desesperados.
Y el expresidente Fernández no es otra cosa que una criatura de la peor política dominicana, más listo que buena parte de sus congéneres, pero ni más púdico, ni más elevado moralmente que ellos. Solo, repito, más mañoso.
Tampoco es un intelectual, en el sentido de que produzca ideas nuevas. En realidad nunca lo fue y solo es capaz de reiterar –con buena oratoria- unas pocas ideas sencillas, tomadas de otros anaqueles sin pedir permiso y barnizadas con la fraseología de moda que le escucha al jet set que merodea FUNGLODE. Sus imágenes son baratas –como aquel desaguisado del Nueva York chiquito- y aunque nunca le faltan intelectuales reales que le dedican loas y guiñitos (las mesadas obligan) en el fondo, y en lo más recóndito de las intimidades, lo desprecian. Pero está muy lejos de ser un intelectual. Siquiera de poder “conceptualizar” (si se trata de elaborar conceptos) tal y como una vez reclamó para desprestigiar a sus oponentes políticos.
Hay, sin embargo, algo que sí distingue al expresidente, y es su vocación de fundador. Aunque realmente no ha fundado nada y ha dejado todo tan mal o peor que como estaba, Leonel Fernández está convencido de que es el protagonista de una nueva era en la historia nacional, que en algún momento identificó como una revolución democrática. Esto es muy visible en su discurso donde afirma que no solo construyó no sé cuántos hospitales, sino que produjo “una profunda transformación del sistema de salud”; mientras que en la educación no solo edificó tantas aulas como nadie, sino que adelantó “una obra destinada a cambiar la naturaleza de la educación superior”. Y en general ejecutó “una inmensa y memorable obra de gobierno”, que, de la mano del “todopoderoso” (me refiero en este caso a Dios, no al expresidente) “iluminará nuestro camino hacia la conquista de nuevas metas de paz, de progreso y felicidad para el pueblo dominicano”.
Definitivamente, se ve a sí mismo como un tremendo tipo por encima de todos los dominicanos(as) –premodernos que nunca entendieron la irrelevancia del 4 %-- como el hombre del destino de aquellas costosas vallas en que escudriñaba, pensativo, un horizonte esplendoroso. Y que siempre me recordaron las películas norcoreanas del realismo socialista en que el joven Kim Il Sung invariablemente aparecía liado al amanecer, los soles grandes y un horizonte a la mano.
Y es curioso que en uno de los escuálidos actos convocados por el PLD para apoyar a su maltrecho líder, una periodista de este mismo órgano mencionaba a una muchacha que reclamaba una relación especial entre Dios y Leonel. Lo creo, porque al final en las vallas de corte norcoreano solo le faltaba un halo celestial para pasar definitivamente al campo divino.
Y que haya sido una joven, me ayuda aún más a entenderlo, porque con seguridad su corta vida le ha impedido conocer lo que ha significado para el país esos desbordes irresponsables de culto a la personalidad que el propio expresidente consiente y tolera.
Esta ansiedad del expresidente por aparecer como un predestinado a fundar un nuevo orden –y la existencia de una tropa de lambones tarifados que lo secundan- es otra de las razones por la que hay que poner un alto a la arrogancia enfermiza de Leonel Fernández en la política. Y revertir todos los pasos autoritarios y represivos que se dieron en los últimos ocho años, incluyendo esa Carta Magna homofóbica, xenófoba y antifemenina que ha establecido las bases para una verdadera dictadura constitucional.
Porque eso de Dios y alguien más ya lo sufrimos (y lo seguimos sufriendo aún) en la larga jefatura de otro mañoso que se creyó predestinado. Y llegará el momento, como se quejó un parroquiano en los inicios de la Era, en que no será posible ni cagarse en Dios sin salpicar al compadre.
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PERDONEN LA MOLESTIA
Por Margarita Cordero
Alguien que en verdad aprecie al expresidente Leonel Fernández debe recomendarle que desoiga a quienes le preparan agendas llenas de actos de adhesión para contrarrestar la acusación ciudadana de ser artífice del déficit fiscal que de acuerdo con el gobierno del presidente Danilo Medina llegará a los 187,000 millones de pesos y según el Fondo Monetario Internacional, a poco más de 200,000 millones de pesos.
Uno puede llegar a entender que compungido por la acusación de las masas movilizadas y por el fracaso estrepitoso de su discurso de defensa –cargamento de leña echado al fuego de la indignación social—, Leonel Fernández quiera contraponer su reserva de lealtades. Lo que no cuadra es la pasmosa ineptitud que está demostrando. Es tanto el ridículo de sus espectáculos junto a Delio Gómez Ochoa (que ahora dice que donde dijo digo dijo Diego), a los “peregrinos” y a los artistas populares, que más que reivindicación de su estatura de líder parecen un cilicio expiatorio de sus deudas con la sociedad. Una autoflagelación que lo exorcice de sus pecados políticos y sociales, entre ellos el de una arrogante supremacía que él mismo se encarga ahora de enfangar.
Si le creo a la reseña publicada por el Listín Diario sobre la reunión con un grupo de artistas populares –y no tengo razón alguna para no hacerlo—, y en la que, según una de las periodistas al servicio del exmandatario, el rapero Lápiz Conciente (sic) dio “una cátedra de economía”, Leonel Fernández ejemplificó la supuesta manipulación mediática de la que se siente víctima con esta anécdota: “ Un hombre iba caminando por la calle El Conde y alguien le tiró un piropo: “Adiós buenmozo...”. De inmediato dijo, “...eso viene de miso y miso quiere decir gato. El gato come queso, el queso viene de la leche, la leche la da la vaca, el contrario de la vaca es el toro. El toro tiene cuernos, me dijo cuernú’”. Leído esto, la pregunta inevitable e involutariamente dolorosa es dónde está el avasallante conceptualizador que nos ninguneó a todos durante ocho años. Yo, lo confieso, me resisto a creer que sea este de la anécdota que, por demás, confunde interpretación distorsionada de un mensaje por el individuo que lo recibe con manipulación discursiva de los medios de comunicación.
Las fotos de estos encuentros son todas patéticas, pero la última con los artistas, tomada en la Biblioteca Juan Bosch de la FUNGLODE, se lleva el palmarés: Leonel Fernández parece uno entre pares. A eso se ha reducido cuando la calle clasemediera le grita lo que sus oídos jamás esperaron escuchar: en un regocijado y agradecido receptor del apoyo de héroes con facturas, raperos que le componen y cantan al mejor postor, artistas deudores de favores que, no lo callemos, ofendieron a la sociedad por fundados motivos, peregrinos que hubo que proteger de la ira popular y pagar para encontrarles acompañantes.
Lo repito: alguien que de verdad aprecie a Leonel Fernández debe decirle que pare estos vergonzosos espectáculos. Incluso quienes siempre lo hemos adversado queremos un contrincante decoroso, y lo estamos perdiendo a una velocidad que aturde. Y, lo juro, dan ganas de llorar.
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PANCARTA
Por Raúl Pérez Peña (Bacho)
Distinguido señor:
Sin duda que usted ha vivido un noviembre oscuro, insospechado para un predestinado que soñaba con un Nobel de la Paz, una ONU, o por lo menos una maltrecha OEA.
El salto hacia atrás es tal que lo vemos en un peregrinaje crítico, al caballo, apelando a que le paguen favores y pensiones, desde el “bunker” Funglode.
Durante doce años de ejercicio presidencial fue obvio su temor a dilucidar, con interlocutores respetables, los problemas del país. Usted prefería almuerzos “premier-gourmet” de finas exquisiteces y las bebidas más caras del mundo. Siempre a la carta de la “cooptación”.
El dinero público que usted gastó en giras internacionales estableció marcas en montos derrochados para un gobernante en funciones.
Dicen que tras una drástica reducción, su equipo de comunicadores bajó a poco más de 700, cuya élite asesora olfateó tiempos difíciles, por lo que recomendó denunciar “una trama”.
Fue la trama “del juicio”, la cual se volvió un bumerán: arma cuyo disparo regresa a su punto de origen, y hace blanco en quien la manipula.
Por el impacto inicial, usted se convirtió en el mejor promotor del enjuiciamiento a su gestión y conducta. La “percepción” de un sicólogo fue que hubo un desequilibrio de nervios, precipitado desde que citaron a Funglode como eventual “cuerpo del delito”.
Una vez se “contextualizó” el fenómeno, se alborotaron legisladores y funcionarios. Es que en esas esferas abunda el cuerpo del delito, trajeado, calzado, con corbata y tarjeta de crédito ilimitada, pagada por el contribuyente.
El influjo de los nervios provocó un discurso que de inmediato fue refutado desde disímiles latitudes, desmentido en números por un subalterno cuya lealtad hizo agua sorpresivamente, parece que para curarse en salud.
El descuadre en el monto del déficit avalado por el FMI pasa de 200 mil millones de pesos cifra alarmante que no ha sido desmentida. Tampoco ha sido desmentido el multimillonario diferendo entre lo supuestamente entregado y lo recibido por el Banco Central, algo de urgente aclaración, sin demora ni desvío de la atención pública, otra peregrina aventura. “Esto no es un chiste” diría Carlos Sánchez.
El célebre discurso que usted nunca debió pronunciar adolece de violaciones a tantas leyes que lo incriminan peligrosamente.
Ahora que se enfrenta la violencia contra las mujeres, no sobra agregar la violencia contra las leyes. O el irrespeto al ordenamiento legal establecido, en el que se involucran las cúpulas oficiales.
Con devastadores daños sociales, aquí opera la violencia de género también en la comunicación social.
De los equipos de comunicación a su servicio, articulados con dinero público, hay reporteros que cubren eventos como si ejercieran el periodismo informativo, cuando de hecho manipulan y retuercen con un vaciado de prejuicios en un mediocre periodismo de opinión.
Con ese servicio de soporte comunicacional se monta la distracción con unos y otros peregrinos, que pasan y posan en Funglode.
Una acción tan peregrina como la de pasar factura, con fractura de la verdad. Usted agregó un caso triste y deleznable que recordó el precedente con Juan Bosch aquel 2 de junio en el palacio de los Deportes.
Lea la carta de Ramón de Luna que recorre el mundo como pólvora, retrato del daño irreversible que usted le provoca a un hombre merecedor de una postrimería digna en la Cuba de Martí y de Fidel, donde nadie se rinde, ni denigra a la juventud.
Si se toma un cafecito con Ramón de Luna sabrá de otras cartas que estremecen la conciencia social dominicana, y de la indignación que acogota familias distantes del escenario político partidista, un fenómeno con la única lectura de que ya el juicio a Leonel Fernández tiene su veredicto irreversible.
Hace casi 15 años, el jurista Bircán Rojas escribió sobre el contundente juicio de la opinión pública, donde usted también registra pérdida de causa.
Quien quiera contemplar una ironía de la historia, puede buscar el video de un episodio de la tribu “Tángala” del talento de Luisito Martí, que presenta a un jefe indio con su grupo enjuiciado por haberse llevado hasta las hojas de la selva.
¿Dónde se activan las alarmas del pánico? En las redes sociales y las emisiones de las cadenas noticiosas internacionales que divulgan los sentimientos que recorren el territorio dominicano, movilizando una juventud, “no comprometida con el pasado”, a la que se le quiere arrebatar el derecho a denunciar la impunidad.
Quebrado el “blindaje” de la economía, ahora pretenden “blindarlo” a usted con la imagen de Fidel y Chávez, sin consentimiento de Venezuela ni de Cuba.
Más le vale pagar Petrocaribe y que desistan de pretender ese baño politiquero con la imagen de Fidel y Chávez.
Como no tienen ni idea de la profundidad del incipiente fenómeno social, promueven la también peregrina tesis de que detrás “del inventado juicio” está fulano o sutano.
A falta del Nobel, la ONU o la OEA, el club canadiense de la Barrik Gold le otorgó el premio de consolación: “Estadista del año”. Con lo que habrá exclamado: “Algo es algo”.
Su reconocida vocación para simular lo lleva a repetir, señor Fernández, que es “palante que vamos”. ¿Todavía no se da cuenta que “la guagua va en reversa?
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lunes, 26 de noviembre de 2012
MÁS ALLÁ DE LAS PROTESTAS
Queridos amigos, desde hace años, nuestros gobernantes han saqueado las arcas del estado; dejando gobierno tras gobierno, un déficit acumulativo para que el que venga resuelva. La verdad es que nunca me creí el discurso de nuestra economía blindada; y ya hemos vivido todos y cada uno de nosotros, que lo único blindado que había, eran las cajas fuertes y cuentas de los funcionarios.
Definitivamente, el manifestarse en las calles únicamente no funciona y solo funcionaría, si los grandes empresarios se ven afectados. ¡Haga esto hasta Enero y usted verá!
• No coma en la calle. Haga comida en su casa. Nada de McDonald's, Burger King, restaurantes, nada.
• Trate de hacer compras en mercados pequeños. Nada de Nacional, Sirena, La Cadena, etc. Usted verá que ellos protestarán por usted.
• Si quiere un trago, júntese con amigos y traigan alcohol que tengan guardado. Si no, cómprelo en un colmadito. No vaya a tiendas de bebidas grande. Y absténgase de ir a bares por lo que resta de noviembre y diciembre. ¡En Enero del 2013 hablamos!
• Si usted toma el metro, sacrifíquese un poco y coja calor en su carro público. Dele su dinero a otro ciudadano que está igual de indignado que usted en vez de dárselo al gobierno.
• No vaya al cine ni rente películas. Vea películas en el cable o en su computadora. Hay un sin número de páginas que puede ver películas nuevas sin tener que pagar.
• A menos que trabaje en una plaza comercial, ni se acerque a una. No compre ropa ni comida. Es más, vaya con comida de su casa y coma en el área de comida de la plaza. Que los negocios los vean. Ellos protestarán por usted.
• Compártalo para que más personas hagan lo mismo y se vea una diferencia
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domingo, 25 de noviembre de 2012
ENTRE USTED Y YO
Por Rafael Calderón
NEW YORK. Menos de 100 días atrás era impensable que alguien pudiera dirigirse o referirse a Leonel Fernández con otro tratamiento distinto al de presidente, pero acabamos de conocer que la vicepresidenta Margarita Cedeño, su esposa, alabando su discurso del pasado martes 13 de los corrientes, optó por exaltarlo como “todo un buen pulpero”, mientras que desde el segmento de la clase media lo señalan como ladrón.
Abundemos un poco sobre esos asuntos. Mire, la mayoría de la gente suele prestarle más atención a los sombreros, zapatos, carteras, vestidos y conjuntos súper caros que usa doña Margarita que a las cosas que dice.
Y eso es un error, porque las palabras de doña Margarita, cuando ella cree que debe sacar la cara por su esposo, son más valiosas que sus atuendos, pues se les escapan de su subconsciente, que no es cualquier subconsciente, porque se trata del subconsciente de la persona que mejor conoce a Leonel. Ese subconsciente ha estado almacenando secretos y controlando asuntos del personaje que controla los hilos del poder en la República Dominicana desde antes que a éste le entregaran la presidencia de la República en 1996.
Si a doña Margarita se le salió eso de llamar “pulpero” a Leonel es porque exactamente como se maneja una pulpería han manejado ellos políticamente a la República Dominicana, algo que les dio muy buenos resultados, hay que admitirlo. Pero los tiempos cambian.
¿Qué es lo que ha hecho Leonel para mantenerse en el poder? Aplicar la fórmula de los pulperos agiotistas: acaparar primero, para vender a sobreprecio después. Durante las últimas campañas electorales, Leonel siempre compró a todos los políticos, sin fijarse en precio, con la seguridad de que el pueblo tendría que pagar después de las elecciones al precio que él pusiera a su mercancía. Cinco aumentos de los impuestos de 2005 a 2011 hablan con claridad del asunto. Es lo que quiere repetir ahora con Danilo Medina como presidente nominal.
Pero nada dura para siempre, y a Leonel le pasará lo mismo que al pulpero del barrio cuando los clientes pierden el miedo a que no le fíen, y en su propia cara le llaman ladrón, calificativo que irremediablemente lo conduce a la quiebra.
La gente, especialmente los jóvenes de la clase media -conscientes de que cargarán, si no se mueven, con el peso de la nueva tara impositiva- decidieron despojarse del temor y hoy le gritan a Leonel lo mismo que al pulpero en todos los puntos del país donde se organizan protestas contra la reforma impositiva. Y el asunto no es solo en el país, en varias importantes ciudades de varios continentes la diáspora dominicana que protesta por los abusos le llama ladrón.
Puede creerlo, no ha habido otro personaje en la historia dominicana al que se le haya llamado ladrón, desde tantos lugares del mundo a la vez, como a Leonel, con el agravante de que ninguno de sus allegados niega que lo sea. El sábado estuve frente al consulado dominicano de NY y me sorprendí con la cantidad de gente joven que estaba en el lugar y parodió con la palabra ladrón el cántico que siempre se escucha en los estadios de fútbol. La quiebra viene, igual que la de Baninter o peor, porque ahora el hoyo económico es mayor.
Pero volviendo a doña Margarita, póngale atención a lo que dice, antes de que sus asesores la conminen a guardar sus palabras, como la conminaron a engavetar los sombreros. En su haber ella tiene el haberle dicho demagogo a Leonel en enero de 2011. Incómoda por la presión de la lucha por el 4% del PIB para la educación, nos reveló que la pareja presidencial se siente dueña de los fondos públicos, con la expresión aquella de “dejen de pedir dinero y más dinero del que le acabamos de dar, y el 4%...”.
Es que su subconsciente no pierde ocasión para dejarnos ver lo dueña que se cree de la pulpería, aunque oficialmente figure como vicepresidenta. Al referirse a la modificación del código penal en un aspecto que significa un retroceso para conquistas hechas por las mujeres, hace sólo un par de días doña Margarita soltó esta prenda: “Mi recomendación bien tajante al presidente Danilo Medina es que observe la modificación…”. Para un buen entendedor, la expresión “bien tajante” le da categoría de orden indiscutible a la palabra recomendación. Espero que Danilo no se haga el sueco y cumpla con la orden, que es buena, al regreso de sus vacaciones.
Por hoy, me voy. Que Dios le llene de bendiciones, y se apiade de la República Dominicana.
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THE ECONOMIST DENUNCIA “LA PARRANDA ELECTORAL DE LEONEL FERNÁNDEZ”
Servicios de Acento.com.do
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La revista The Economist, publicó esta semana un duro reporte sobre la situación económica de la República Dominicana, especialmente porque la pasada administración de Leonel Fernández se dedicó a parrandear electoralmente, y en vez de un déficit de un 5% del PIB incurrió en un déficit de un 8.5% del PIB.
La revista The Economist, en su edición impresa, dice que la República Dominicana creció en su economía en los últimos años, pero que el gobierno no se preocupó por disminuir los índices de pobreza ni las desigualdades.
A continuación una traducción de Iván Pérez Carrión, para Acento.com.do, del reportaje periodístico:
La República Dominicana ha experimentado un crecimiento económico saludable en los últimos años. Pero es uno de los pocos países latinoamericanos donde la distribución del ingreso se ha vuelto más desigual en la última década. Eso es en parte porque el Estado hace poco para ayudar a los pobres: la recaudación de impuestos, un 12.8% del PIB, es la tercera más baja en la región. Para empeorar las cosas para el nuevo presidente, Danilo Medina, quien asumió el cargo en agosto, él descubrió que el déficit presupuestario de este año sería del 8% del PIB, en lugar del 5% como había afirmado el gobierno anterior.
Esto se debió en parte a una parranda antes de las elecciones por parte de Leonel Fernández, predecesor y aliado de Medina. Pero también debido al aumento de los subsidios a las compañías eléctricas. Los altos precios del combustible y los envejecidos equipos agregaron más al costo del robo de electricidad crónico y generalizado. Además, un menor crecimiento económico frenó el de los ingresos fiscales.
La respuesta del Medina fue ordenar un aumento del impuesto al valor agregado del 16% al 18%, mientras ampliaba su cobertura. También aumentaron fuertemente los impuestos a los cigarrillos y el alcohol. Esto enfureció a muchos dominicanos, normalmente una población bastante apática. Los empresarios pronostican una fuerte caída en las ventas y varios miles de personas han salieron a protestar a principios de este mes. Los ánimos se caldearon más cuando la policía mató a dos manifestantes.
En vez de alzas de impuestos, los manifestantes querían recortes de gastos. Se acusó a Fernández, quien había sido popular durante mucho tiempo, por la creación del déficit mediante la corrupción y de ocultar su volumen. No hay evidencia de que él haya estado involucrado directamente en el robo. El fiscal general desestimó recientemente una demanda en su contra por corrupción que fue presentada por un político de izquierda.
Pero el dinero, ciertamente, fluye por el Gobierno dominicano como por un colador. El Foro Económico Mundial, una organización suiza, sitúa al país en el último lugar de “despilfarro del gobierno”. El Estado contrata a mucha gente para puestos de trabajo no esenciales ‒tiene más diplomáticos en los Estados Unidos que Brasil y que los siete países centroamericanos juntos‒ y les paga generosamente.
El gobernador del Banco Central gana un 32% más que Ben Bernanke, el director de la Federal de los Estados Unidos. Mientras tanto, el Gobierno no cumple con el mandato constitucional de dedicar el 4% del PIB al ineficaz sistema educativo del país.
Medina ha hecho algunos pocos gestos simbólicos para racionalizar la nómina pública. Despachó al auditor del Estado, después que se reveló que este estaba a punto de recibir una enorme pensión de un trabajo en el Gobierno anterior, y ha evitado los séquitos del Sr. Fernández que solía llevar en sus viajes al extranjero. Pero la nómina del sector público se va a incrementar en un 2.4% por encima de la inflación en 2013.
A pesar de las protestas, la reforma fiscal de Medina es probable que se aplique. Su partido tiene una mayoría sólida en el Congreso, y con cuatro años hasta las próximas elecciones, el Gobierno espera que los votantes tengan tiempo para olvidar.
Sin embargo, Medina ya ha sido advertido: tiene que reformar el sector público para que sea más ahorrativo pero más eficaz, al tiempo que le propicie a los dominicanos un suministro de electricidad confiable y buenas escuelas. De lo contrario, es probable que los manifestantes ataquen de nuevo.
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sábado, 24 de noviembre de 2012
DIARIO DE LA CIGUAPA
Por Sara Pérez
Distinguidos jóvenes que protestan:
Gracias por rescatar de entre las polillas, los despojos de nuestra pobre bandera arrinconada y desmigajada por sucesivos gobiernos, cuyos ejecutivos y funcionarios, no se han puesto ningún límite y llegaron a su más estruendosa culminación en los últimos gobiernos de Leonel Fernández, comportándose como si fueran los príncipes de la familia reinante en Arabia Saudita, ante la mirada atónita de todo el que quiso ver.
El ex-presidente Fernández no solo dejó una catástrofe económica por el enloquecido y desenfrenado gasto y la evaporación y el robo de recursos. También hubo un planificado desmedro de libertades y derechos; una marcada, especial e imperdonable lesión a la institucionalidad, con el secuestro del Poder Judicial y a eso se añade, entre otros descuartizamientos de reivindicaciones democratizantes, la talibanización de leyes que parecen deliberadamente diseñadas para agredir a las mujeres y para cargarle el dado a delincuentes menores de edad (en vez de buscarle verdaderas soluciones a problemas sociales extremos) y el desenfreno criminal que se ha permitido, alentado y premiado dentro de La Policía.
Cierta gente, alguna de mirada habitualmente aguda, ha enceguecido ante los alarmantes indicadores, entre los que no se puede dejar de mencionar, el permanente y absoluto desdén de la generalidad de los congresistas -¡HONORABLES! ¡VOTEN! ¡VOTEN!- hacia el pueblo del que ellos se mantienen, a unos costos y de una forma que no es legal, ni legítima y que denigra tanto a quienes disfrutan los abusos, como a quienes los soportan en silencio.
¡Qué bueno que ustedes se han levantado ante la corrupción, el clientelismo, el abuso, el robo, la ostentación del robo, el autoritarismo, los embustes obvios y la auténtica o aparente desconexión de las autoridades de su entorno real!
¡Qué esperanzador comprobar que hay gente que no se conforma con tragarse todo eso como lo normal, ni como lo inevitable, que "no se va a acabar nunca"! No se va a acabar nunca, mientras esté en manos de ellos y nosotros lo aceptemos.
Qué alentador saber que unos grupos, -por suerte, sin “un” líder único y específico a quién sobornar- armados con velas (excelente símbolo de los problemas del país) y sus celulares y sus cuentas de Twitter, Facebook y Youtube, han hecho rodar la careta de un farsante embustero y corrompido, manipulador, tan delirantemente envanecido, que no se ha dado cuenta que los demás saben sumar y restar, a pesar de que su gobierno, no invirtió para que aprendieran.
¡Muchachos! ¡Muchachas! ¡Sus demandas son básicas! Conmueven por su elementalidad. El gobernante y su equipo -y la mafiosa élite económica, escondida detrás de los gobernantes y tan cómodamente apoltronada sobre el país- debían estar avergonzados de que la juventud educada -que se educó por su cuenta- le tenga que exigir transparencia administrativa y que se penalice a quienes han desfalcado al Estado. Sin esos dos elementos no es posible ninguna organización social aceptable, ni ningún gobierno.
Debían sonrojarse cuando las muchachas y muchachos levantan esas pancartas enrostrando las leyes insólitas que lastiman a las mujeres y que les mutilan sus derechos.
Leonel debía enterrarse entre los closets de los sombreros de doña Margarita, cuando los jóvenes lo sacan en sus pancartas con el sombrero emplumado y el uniforme- disfraz de Trujillo. ¡Farsante! Ni siquiera eructará cuando un grupo de infelices menesterosos, alquilados con dinero del país y trasladados en vehículos del gobierno -a la vista de todos- sale a vocearle: ¡Dios y Leonel! Para que él les dé un picapollo y 300 pesos.
Vergüenza debían tener todos esos carcamales podridos, ante el espectáculo pasmoso, primitivo e hiriente, del resurgir de los paleros de Vincho, pagados con los mismos recursos y con la misma tarifa que los del: ¡Dios y Leonel! ¡Ruge El León! ¡Nosotros debemos tener expectativas más altas! ¡Y no solo por nosotros! También por los paleros, que son los mismos jóvenes sin futuro que la policía asesina en la calle y que son los mismos jóvenes sin futuro a quienes en la Dirección Nacional de Control de Drogas, previo pago de los correspondientes impuestos, le "legalizan" los puntos de venta.
¡Muchachos!¡Muchachas! ¡No se dejen apabullar por un grupo de momias herrumbrosas y corrompidas! ¡No dejen que les quiten la estrella que tienen en la frente! ¡No se rindan! ¡No dejen que esa basura les quite a su país! Hagan sus demandas pacíficamente -la violencia déjensela a Vincho, que es el que tiene experiencia y a Leonel, que lo admira- pero no se detengan, porque el resto de la vida se les va a enmierdecer.
No hay una desgracia peor que la de pertenecer, vivir y morir en una sociedad donde la gente no tenga ciertas garantías de algunos derechos y vive machacada. La maldición es para los machacados y también para los machacadores. No dejen una maldición así encima de sus hijos, ni encima de su patria. República Dominicana ha sufrido mucho. Ya puso más de la paciencia y el aguante que le correspondía. Ustedes están reclamando lo más chiquito de lo que se les debe. Ya otros pagaron por la sombrita de derechos que ustedes heredaron. No permitan que nadie les arrebate esa herencia. Vincho se la ha arrebatado a otros antes. ¡Ustedes no se dejen!
¡Quéjense! ¡Exijan! ¡Demanden! ¡Griten! ¡Escriban en sus pancartas lo que sienten! ¡Sigan haciendo sus canciones y videos! ¡No se queden callados! ¡Usen Twitter! ¡Usen Facebook! ¡Usen Youtube! ¡Hablen! ¡No renuncien nunca al sueño sagrado de tener un país mejor! ¡Constrúyanlo!
Y a los ya más adultos y entrados en edad, ¡despabílense! A nosotros no nos luce ignorar lo que hemos pasado la vida viendo.
¡El silencio es cómplice de la injusticia! ¡Y pudre a la gente por dentro!
acento.com.do
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LAS PROTESTAS Y EL PRD
De acuerdo con el periódico Hoy, el Consultor Jurídico del Poder Ejecutivo, César Pina Toribio, “calificó como positivo que un segmento del PRD hiciera público su apoyo a las protestas contra la reforma fiscal. Entiende que así no quedan dudas de que están detrás de esas acciones”.
El apoyo a las protesta ha sido público. Hipólito Mejía habló a la nación durante un discurso, serio y responsable. Fue tajante en ese sentido. Lo mismo han hecho figuras como Andrés Bautista, Orlando Jorge Mera, Geanilda Vásquez, Milagros Ortiz Bosch, Yanet Camilo, Tony Peña Guaba, César Cedeño, Hugo Tolentino Dipp, Fafa Taveras, Vicente Sánchez Baret, Arturo Martínez Moya, Luis Abinader, entre otros. A muchos incluso los he visto vestidos de negro y con pancartas, tanto en el Parque Independencia como frente “al cuerpo del delito”, la Fundación Global.
No es pues, señor Consultor, un acto clandestino. Nadie está “tirando la piedra y escondiendo las manos”.
La Constitución de la República da a todos los ciudadanos, no sólo a Leonel Fernández y demás dirigentes del PLD, los mismos derechos y prerrogativas.
Todos tenemos derecho al libre tránsito, a libertad de conciencia, de asociación, de reunión, de expresión e información. Derecho a la educación, la vivienda, al trabajo, a la protesta, incluso la huelga, al deporte, entre otros.
Lo que no tiene nadie, es derecho a manejar los fondos públicos como si fueran propios, lo que no tiene nadie, es derecho al derroche y el despilfarro de los dineros del pueblo, a lo que no tiene derecho nadie, es a gastar el dinero del presupuesto en campañas electorales para imponer candidatos. Lo que no tiene derecho nadie es a crear un hoyo de 8% del PIB sin dar siquiera una explicación; a lo que no tiene derecho nadie es a imponer una reforma fiscal para que el pueblo pague lo que otros se robaron. Ese derecho no se lo otorga la Constitución a nadie. ¡Ni a San Leonel!
Y sobre eso no habla el Consultor Jurídico, ni nadie desde el gobierno del PLD. Sobre la corrupción y el saqueo, sobre el robo y el abuso que se cometió contra este pueblo.
Es verdad que el PRD apoya las protestas. Lo lamentable es que no las esté organizando y dirigiendo, como debe hacerlo un partido opositor de carácter popular.
Las protestas han salido del seno del pueblo. Han sido espontáneas. La juventud y la clase media, fundamentalmente, las encabezan.
Es verdad –señor Consultor- que un sector del PRD apoya y participa en las protestas. Y continuará haciéndolo con mayor fuerza cada vez. ¡Es verdad! ¡Gran descubrimiento ha hecho usted! Ese es el PRD que no firmó el “pacto de las corbatas azules”, el PRD que no traicionó a su propio partido, ni al candidato presidencial de su partido; el PRD que no negoció apartamentos en las torres de la Luperón, el PRD que no hace negocios turbios ni secretos con el gobierno, el PRD que no apoya el “borrón y cuenta nueva” de Danilo para impedir que los corruptos vayan a las cárceles.
El PRD que apoya las protestas es el PRD de Juan Bosch y Peña Gómez, es el PRD de Antonio Guzmán Fernández, es el PRD de abril del 65, es el PRD que derrotó a Balaguer en 1978 después de haberlo enfrentado durante 12 años de horror y muerte. Ese es el PRD histórico que busca sus raíces para volver a convertirse en un instrumento de lucha del pueblo dominicano en aras de alcanzar su desarrollo.
Hay otro PRD, pequeñito, sin liderazgo, sin fuerza orgánica, dirigido por un hombre que apoyado por Leonel Fernández y sus jueces, ha secuestrado los organismos del partido, que no reúne a la Comisión Política como ordenan los estatutos por temor a los dirigentes y las bases. Ese PRD que no apoya las protestas ha está inhabilitado para hacer oposición, para colocarse al lado del pueblo en su lucha contra la reforma y contra la impunidad.
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DOCTOR GUILLERMO MORENO
Buen discurso. Si AP se desarrollara en un partido de masas...
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viernes, 23 de noviembre de 2012
PERDONEN LA MOLESTIA
Por Margarita Cordero
No siento lástima por Leonel Fernández, pero reconozco que la merece. Más allá de la política, el drama personal que debe ser el suyo en estos momentos mueve la conmiseración. Ególatra, construyó una autoimagen que le permitía ningunear sin más a quien disintiera de sus opiniones, elevadas a la categoría de concepto por obra y gracia del lambonismo ambiente.
Esa autovisión onanista lo llevó a hacer afirmaciones que han quedado para el vademécum de la política vernácula. Como aquella del 9 de abril de 2008 con la que justificó su rechazo al debate con otros candidatos porque no sabían “conceptualizar” y debatir sería “una ridiculez”.
Pero el narciso mulato ha encontrado su némesis en un movimiento social que le enrostra su falta de escrúpulos de gobernante con la palabra justa: ¡ladrón! El término no es un insulto, es un concepto colectivo: Leonel Fernández se robó las esperanzas del país de ser gobernado con decencia, de ser administrado con la mira puesta en el bienestar común, de ser dirigido por gente honorable.
En el plano más cotidiano, hay 187 mil millones de pesos que ahora tendremos que buscar entre todos porque Fernández se empeñó en realizar sus propios delirios y para ello se apropió de lo que no le pertenecía. Y eso, en español, se llama robar: “Tomar para sí lo ajeno, o hurtar de cualquier modo que sea”.
Lo que más debe dolerle a Fernández, conjeturo, es que el epíteto no lo grita el manifestante barrial, tan fácil de menospreciar por las elites. Lo grita a todo pulmón una clase media a la que creyó tener a sus pies con el cuento chino de la “modernidad” y el “progreso” y poner siempre en trance con sus pastiches “teóricos”.
No, ya no emboba a la clase media. Frente a Funglode (cuerpo del delito), en el parque Independencia, en la Plaza de la Bandera, frente al Teatro Nacional, en las calles que ha tomado por asalto, la clase media ha pulverizado en menos de un mes el mito de una “superioridad” construida con los recursos públicos. Y no solo en Santo Domingo, sino también en todas aquellas ciudades en las que Fernández se sentía entre iguales.
En la protesta de los dominicanos en Nueva York, una joven levantaba una pancarta con la leyenda “No subestimen el poder de una juventud educada y con Smartphone”. Esos son los nuevos tiempos que el ensimismamiento de Fernández no le permitió ver jamás.
7dias.com.do
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MATEO A LA CARGA
Por Andrés L. Mateo
Soy un cronista y piso la ciudad erizada de rabias
Entre el clamor de los muchachos tiznados camino casi aturdido por el vocerío. Soy casi viejo, y he andado en silencio por el “Parque La lira”, o frente al “Altar de la Patria” alegrándome de cada cosa con minucioso amor. No en vano escribo esta crónica, mi generación, la de los años sesenta del siglo pasado, primero se aturdió en el heroísmo, y después en la derrota. Estoy en medio de las protestas sociales que están sacudiendo el país dominicano dentro y fuera de sus fronteras, y mientras leo sonreído las pancartas que levantan los jóvenes con sus brazos fornidos, pienso que ellos sostienen la suerte de nuestro país, y que entre su generación y la mía se registra una continuidad secreta. ¡Son los jóvenes! ¡Se han levantado! ¡Hablan con voz consternada, y gritan exigiendo culpables!
¿Qué significa toda esta juventud revuelta contra el mal gobierno, el robo descarado de la riqueza social y la indolencia?
Ellos son el testimonio vivo, el rayo bramando en el horizonte, la decepción y la luz de los soñadores que reaccionan contra ese perfil de miseria material y moral en que nos han hundido quienes nos han gobernado. ¿Acaso no es ese rumor atareado la ruinosa esfinge del desamparo y la desolación? ¿Acaso un gobernante puede condenar a más de una generación al sufrimiento y la incertidumbre, a las privaciones, únicamente para satisfacer su megalomanía enfermiza y su ambición; y no pasa nada, y la tenue voz insaciable de un pueblo pidiendo justicia no ser correspondida? ¿Es justo que para que unos pocos desfalcadores del erario vivan mejor se castre todo futuro de bienestar de los jóvenes? ¿Quién, coño, les ha robado el mes de abril?, como dice el poeta Joaquín Sabina.
Soy un cronista y piso la ciudad erizada de rabias. Hasta el silencio es hostil, pero me enternecen los jóvenes blandiendo sus puñitos rosados contra el viento (creo que hablando de mí mismo alguna vez escribí algo así). ¡Oh, Dios! Las ciudades son un mito del liberalismo, que imaginó sustituir la tradición por la modernización, la artesanía por la industria, el saber científico por la superchería, y al campo por las urbes atravesadas de luces de neón. Pero ocurre que, en ciudades como la nuestra, aunque el centro ya no está en el pasado, el pasado no se ha ido. Cincuenta y un años después de la muerte de Trujillo, Leonel Fernández inventó un determinismo que liga el destino del país a sus pasiones, y puso la riqueza social al servicio de la reproducción de sí mismo, y la única cosa que tenía importancia para él era el poder.
Por eso nos desguañangó, por eso su irresponsabilidad fiscal hipotecó el destino de esos jóvenes que ahora interrogan con furia al porvenir, por eso prohijó una corporación económica empinada sobre la corrupción, y zurció todo su narcisismo mirándose eternamente en el espejo del despilfarro, como si él fuera un gobernante de una nación rica y poderosa. Y por eso, les “ha robado el mes de abril”, a esos jóvenes que ahora blasfeman del universo, y despliegan sus ímpetus indagando la realidad.
Soy un cronista, carezco del comercio de la palabra y me emociono. Pero no dudo un instante en sumarme a ese grito estentóreo de la juventud dominicana contra las formas idolátricas del dispendio. ¡Se necesita no tener corazón, o ser el irresponsable más descomunal de la historia, para capitanear la locura del gasto y la corrupción que ha significado éste déficit! ¡Pero ahí están ellos, los jóvenes, que han decidido no dejarse arrebatar el mes de abril! Los rasgos afilados, rostros adustos, risas hirientes o furiosa canción, sus imágenes resplandecientes auguran que ya no será tan fácil burlarse de un pobre país “pateado en las caderas”, como dijo Pedro Mir alguna vez. ¡Ahí están ellos, cara a cara frente a la hipocresía, abonando el camino, marcando la orientación social para el cambio! ¡Hablan con voz consternada y gritan exigiendo culpables! ¡Es la juventud!
¡Oh, Dios! ¿Es que alguien podría detenerlos? hoy.com.do
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jueves, 22 de noviembre de 2012
DOS PREGUNTAS A DELIO GÓMEZ OCHOA
Por Melvyn Pérez
(Como en las mejores escenas del Padrino)
Querido comandante:
Realmente no sé cómo empezar este artículo, pues hay quienes dicen que las cosas no deben juzgarse por como terminan (en este caso sin memoria ni dignidad), por eso quise comenzarlo por donde comenzó: en mi admiración a su persona, su determinación y sacrificio al poner en riesgo su vida por un país que no era el suyo. Su actuación en el 14 de junio de 1959 fue algo que sirvió de inspiración a toda una generación y todavía algunos lo ven como ejemplo.
Por eso me sorprende que hoy, 53 años después, usted acuse de delincuentes a los jóvenes, que salen a reclamar sus derechos, sin más armas que un celular y una conexión a internet. Quizás los ve disminuidos porque usted lo hizo con un fusil, incluso hace referencia a tirarse a la calle a defender a su líder, tal como se lanzó en otra época siguiendo instrucciones del Comandante Castro.
Debe recordar Don Delio, que usted siguió instrucciones de un dictador, para enfrentar a otro dictador, y no lo hizo pacíficamente como lo hacen estos muchachos, sino que lo hizo fusil en mano, siguiendo instrucciones específicas de un barbudo del que hoy todos conocemos sus nefastos resultados después de 53 años de gobierno.
Sus declaraciones dejan mucho que desear. Y no me extraña, pues igual no me respondió cuando le pregunté, semanas atrás, un dato curioso sobre su héroe Ernesto -Ché- Guevara ¿recuerda mi pregunta? Si, si, ese flaco insolente era yo.
Pero volvamos al punto sobre su defensa al Doctor Leonel Fernández. Quien se haya perdido la escena aqui tiene el video:
La noticia en detalle: A los “patriotas” leonelistas les “quilla” que los jóvenes usen Twitter
Ahora vamos al punto, lo que quiero preguntarle:
1. ¿Con qué moral usted, un extranjero, cuyo único mérito conocido fue empuñar un arma por un par de horas, viene a darnos lecciones a quienes usamos métodos de resistencia pacíficos?
2. ¿Cómo una persona que disfruta de dos (2) pensiones, automóvil y apartamento, todo cortesía del estado por esas pocas horas de “servicio” se atreve a insultar a las personas que le pagan su pensión? ¿O quien cree que financia las bondades que usted disfruta?
Por si acaso no quiere responder, le hago otras dos preguntas:
1. ¿Cree que una persona en su posición, que recibió una pensión un día 15 de agosto, el último día de ejercicio de un ex-presidente, puede ufanarse de ponerse como referente?
2. Mientras se olvida de todo y se hace el loco ¿también se olvida quien fue que le aprobó y asignó tal pensión?
Por si acaso, vamos a hacerle memoria Don Delio:
1. Recordemos la Ley 196-97 del 1ro. de Octubre de 1997 que otorga pensión de RD$15,000 a Delio Gómez Ochoa
2. Recordemos la Ley 315-04 del 15 de agosto de 2004 que le otorga pension de RD$25,000 a Delio Gómez Ochoa
3. Recordemos que usted abandonó su mochila conteniendo documentos que comprometieron la invasión. Prefiero decir que fue pésimo militar (para no decir que quizás calié; prefiero dejarlo como héroe, pésimo pero héroe al fin)… Pues un error de ese tipo no se perdona en una expedición militar.
4. Recordemos que hace apenas un año usted hablaba de lo bien que se siente cada vez que viene a este pais, pais del cual se naturalizó, pero no reside, aunque si cobra pensión. Y es de esperarse, el artículo lo dice todo.
5. Para finalizar, recordemos lo que usted dijo en su visita al SENASA hace menos de un año:
“corresponde a los jóvenes hacer las transformaciones que requieren los países, ya que se está viviendo en una crisis profunda no solamente económica sino también de valores.”
Delio Gómez Ochoa, citado por Listín Diario el 23 de Agosto de 2011
Explíqueme Comandante Delio Gómez Ochoa: ¿cómo usted cambia de opinión tan rápido?
Y me disculpa el atrevimiento.
Todo esto no lo digo para sacárselo en cara, realmente me sorprende que usted crea que el país debe juzgar a Leonel por la forma en que lo ha tratado a usted. Dos pensiones, un apartamento “regalado por Leonel Fernández” y un automóvil “donado por la Dirección de Aduanas” son cosas para agradecer, y lo agradece. Pero los que pagamos eso no recibimos esos beneficios, ni siquiera recibimos un sistema de salud adecuado (pero a usted se le paga seguro médico) ni tampoco tenemos sistema de transporte adecuado (pero a usted se le regala automóvil).
Sin embargo me molesta mucho, que usted (si, usted mismo viejo sinvergüenza), haya invadido nuestra tierra patrocinado por un gobierno del cual usted mismo huye hoy. La misma Cuba de los Castro, de la cual usted se desgaritó, fue la que trató de imponernos, no solo en 1959 sino en los años subsiguientes, hasta hoy. Y esa Cuba, donde no hay libertad para protestar, ni para escribir un tweet o un post en mi blog, es la que usted patrocinó. Es curioso que esa Cuba, que se enorgullece de su sistema de salud universal, no pueda proveerle las atenciones médicas que nuestro precario sistema de salud le provee. ¿Y tiene los cojones de defender a conveniencia, los dinosaurios que tanto daño le han hecho a la institucionalidad de nuestros pueblos, como los Castro y los Leonel?
No necesitamos que un grupo de izquierdistas anacrónicos, estancados en 1960 vengan a decirnos ahora lo que debemos hacer, cuando en su momento no supieron hacerlo. Cuando nunca se han podido poner de acuerdo para hacer algo realmente útil, relevante.
¿Tiene idea de la rabia que siento con que usted venga a mi universidad a hablarme maravillas de la revolución cubana mientras viene a mendigar una limosna a un gobierno capitalista y corrupto?
¿Dónde diablos esta su dignidad revolucionaria? Y me disculpa el atrevimiento.
Pedir cárcel para quienes protestan no es algo que debería decir Comandante, pues nosotros no estamos en Cuba.
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DOMÍNGUEZ BRITO, CARAMBA
Querido Francisco:
Te escribo con una mezcla de tristeza, indignación y desencanto.
Me consta que eres un hombre honesto. Como le consta a todos los que te conocimos en Los Jardines, en los Grupos en Servicio, en La Salle, en la parroquia. Para mí, tu bonhomía no es un concepto abstracto. He tenido el privilegio de disfrutarla personalmente.
Por eso, verte convertido en el blanco de la ira popular, me produce una gran pena.
Pero al mismo tiempo siento mucha rabia. Porque este embrollo te lo has buscado. Y lo peor de todo, innecesariamente.
Recuerdo cuando entraste al PLD, hace casi treinta años. Eran los tiempos en que hiciste los círculos de estudio en el Comité Máximo Cabral. Eran los tiempos en que te compraba gustoso la Vanguardia del Pueblo y las boletas de rifas que me vendías. Porque, como muchos, pensaba que el PLD constituía la élite de la clase política dominicana. Hasta mi padre, que siempre fue perredeísta, lo pensaba: “Es el partido más disciplinado”.
Pero, como decía el Hermano Pedro que decían los romanos, la corrupción de lo mejor da lo peor.
No tengo que decirte que ese partido ya no existe. Que los círculos de estudio se esfumaron. Que a la disciplina sucedió el desorden y a la moderación, la rapiña. Que el vicio sustituyó la virtud. Que el guía del PLD ya no es Bosch, sino Vincho, según dijo Leonel Fernández hace algún tiempo. El mismo Vincho que se permite las peores bajezas cada vez que tratas de hacer su trabajo, ante el silencio cómplice de Leonel Fernández. El mismo Leonel Fernández que te lo volvió a chubar cuando quisiste investigar a su “hijo” Félix Bautista. El mismo Leonel por el que metiste la mano en el fuego y por el que te has quemado, en la acepción que le da el pueblo a esta palabra.
Pero, ¿qué necesidad tenías de hacerlo?¿No pudiste ordenar una investigación seria de la denuncia que te fue presentada? Si sentías que la admiración por tu líder o la pertenencia a tu partido te inhabilitaba para tramitarla, ¿por qué no te inhibiste o, mejor, por qué no renunciaste, alegando un conflicto de intereses? ¿Qué te llevó a considerar necesaria esa adhesión pública al caudillo, propia de regímenes que creía enterrados? Te confieso que no sé que pensar. O quizás sí.
Alguna vez alguien me dijo: “Francisco de pendejo sólo tiene la cara”. Y no lo dijo – me parece – por mal. Quería decir que a pesar de la corrección de tus maneras, no eres ingenuo. Que tienes los pies sobre la tierra.
Me parece que tus recientes decisiones se explican por tu pragmatismo. Sé que tu vocación de servicio a la sociedad es auténtica y que es más fácil ejercerla desde el gobierno. Imagino que habrás pensado que desestimar la denuncia contra Leonel era el justo precio que nuestra democracia debía pagar para que se siguieran sometiendo a otros corruptos como Amable Aristy Castro, por ejemplo (Al final no sé si la reapertura del expediente contra Félix Bautista es de actualidad).
Si es así, te equivocas. Es un precio demasiado alto. Nuestra democracia está exangüe. Estamos cansados de impunidad. Estamos cansados de que hayan corruptos sometibles y corruptos intocables. Con las vacas sagradas, queremos que se haga un sancocho del cual comer hasta el hartazgo. Anhelamos que alguna vez, algún político comience a anteponer a los intereses de su partido los de la nación. Y una gran parte de la sociedad veía en ti al único (o a uno de los pocos) político con la integridad suficiente para un precedente tan necesario.
Por eso tantos nos sentimos desengañados. Por eso hay tanta virulencia en los ataques que recibes. Ataques a los que me he unido, te lo confieso. Es mi derecho como ciudadano. Pero también mi deber como amigo. Porque estoy seguro que la mayoría de los que te recriminan tu decisión, te apoyaron antes sin reservas. Porque estoy seguro de que entre los jóvenes que protestan, hay muchos que antes veían con buenos ojos tus aspiraciones.
Alguna vez te dije que la mayoría de tus simpatizantes están fuera y no dentro del PLD. Y no recuerdo si te dije o sólo lo pensé, que lo peor que tienes es tu partido, que puedes prescindir de él, ya que nada te aporta, más bien te resta. (Hace años que sueño con un mandatario que gobierne sin necesidad de un la intermediación de un partido).
No sé si leíste aquel ensayo intitulado “Nota sobre la supresión general de los partidos políticos”, de Simone Weil, que te envié una vez por email. Te lo mandé porque leyendo este párrafo – que he adaptado – pensé de inmediato en ti:
“Un político que no sigue su conciencia se miente a sí mismo.
Si un político está decidido a seguir exclusivamente su consciencia, no puede darlo a conocer a su partido. Entonces miente a su partido.
Si en nombre de su partido, un político dice cosas contrarias a la verdad y a la justicia y no lo advierte previamente, miente al pueblo.
De esas tres formas de mentira —al partido, al pueblo, a sí mismo— la primera es con mucho la menos mala. Pero si la pertenencia a un partido obliga siempre y en todos los casos a la mentira, la existencia de los partidos es absolutamente, incondicionalmente, un mal, y deben ser eliminados.”
No soy tan ingenuo como para pensar que será posible disolver nuestros partidos. Sólo puedo citarte el ejemplo de un político que siguió exclusivamente los dictados de su conciencia: Juan Bosch. El Profesor fundó el PRD treinta y pico de años antes. Y cuando llegó el momento de mentirse, prefirió abandonarlo. No botó a nadie. Se fue. Nadó contra corriente. Empezó de nuevo desde cero. A corto plazo, la decisión de Bosch debió parecer un error, una candidez (Recuerdo que en el 1986 el PLD sacó apenas 17 mil votos). Pero fíjate que al final su firmeza fue recompensada: Bosch, como Moisés, los condujo a ustedes a las puertas del Palacio Nacional. Sólo a su inmensa integridad le debe Leonel Fernández su ascenso al poder. Y como nada le costó, Leonel lo hizo todo fiesta.
Me disculpas si te doy un consejo que no me has pedido, pero creo que es mi deber, si no de amigo, al menos de ciudadano:
Renuncia del PLD.
No dudes en hacerlo. Bosch no dudó entonces. Estoy seguro de que no dudaría ahora.
No haces nada ahí, salvo refrendar las bellaquerías de un montón de malhechores.
Quedándote no le rindes ningún servicio a la nación. De nada sirve que aguantes estoicamente, por ejemplo, que Vincho te juzgue por su condición. El PLD no va a cambiar. Cada vez que quieras ascender a una posición en la que tengas libertad para actuar, alguno de tus “compañeros” (pero ¿No comen los peledeístas siempre solos?) con menos escrúpulos y menos virtudes – pero con más plata, eso sí – te vencerá. Como ya te venció en la carrera por las candidaturas vicepresidencial y presidencial.
Quedándote no te rindes ningún servicio. Tu imagen, tu reputación, saldrá aún más estropeada. Una manzana buena no sana las podridas. Todo lo contrario. Vete ¿Es acaso tu vocación terminar de acólito de cínicos que te son inferiores en moral y virtud? ¿Pretendes pasar toda tu vida siendo – nunca mejor dicho – cola de león?
Vete. Cierra ese capítulo. Olvídate de “servir al partido para servir al pueblo”. Eso es pura propaganda, pura plepla. Nadie puede servir a dos amos.
Vete. No temas. Eres más joven que Bosch lo era en el 73 Funda tu propio movimiento, donde puedas ser plenamente fiel a tu conciencia, donde no haya el obstáculo de fidelidades malsanas, donde puedas demostrar tu compromiso con la justicia. Muchos te apoyaremos. Trabajaremos juntos en la construcción de una sociedad mejor. No temas que te acusen de tránsfuga. Recuerda lo que dijo Churchill, cuando abandonó su partido: “Hay hombres que cambian de partido en nombre de sus ideales; otros cambian de ideales en nombre de su partido”. Sigue confiado el ejemplo del viejo inglés: La avenida Leonel Fernández no existe – ni existirá nunca – en el centro de Londres.
Vete, Francisco. O si lo prefieres, quédate. Pero, entonces, no cuentes con mi apoyo. Pero sobre todo, no cuentes con el apoyo de los ciudadanos cuya conciencia cívica hoy se despereza.
Un abrazo,
Pablo Gómez-Borbón
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