lunes, 5 de septiembre de 2011

La increíble y triste historia del inocente Danilo y Leonel el desalmado

LUIS R. DECAMPS R.
ltfrvsmpdt@hotmail.com

En los últimos días todos hemos sido testigos de cómo algunos comunicadores vinculados al licenciado Danilo Medina, candidato presidencial del PLD, se empeñan denodadamente en la tarea de difundir el intento de tomadura de pelo que constituye su más novedosa “idea maestra” de campaña, a saber: “Danilo no es culpable de lo que pasa hoy en el país porque él no ha estado en el gobierno”.

(Por supuesto, esa posición en cierto sentido contrasta con la que han asumido los voceros del candidato peledeísta en un popular programa matutino de radio, quienes mantienen una “línea” de promoción basada en la alianza entre el doctor Fernández y aquel -acaso cuidándose de no cerrarse las puertas del gobierno con base en consideraciones no sólo políticas sino también económicas-, y apuestan abierta y desvergonzadamente por una agresiva acción estatal de clientelismo bajo el eufemismo de “inversión social”).

La estrategia de la “idea maestra” en alusión es evidente: tratar de distanciar al licenciado Medina de “lo que está mal” en la administración del doctor Leonel Fernández (aunque evitando, claro está, que haya una ruptura que le sustraiga del apoyo de este último) para presentarlo ante la nación como “inocente” frente a sus desmanes, sobre todo en virtud de que se considera que la “causa eficiente” de la notoria parálisis del crecimiento de la candidatura de aquel reside en el apabullante desprestigio que acumula la gestión gubernamental peledeísta.

(El propio doctor Fernández, por su lado, parece consciente del considerable descrédito que acusa su gestión y, por otra parte, también de que una eventual derrota electoral del licenciado Medina en 2012 podría ser endilgada ulteriormente a él por sus adversarios internos, razón por la cual en estos momentos trata de “curarse en salud” por partida doble: situándose a la ofensiva política con correrías y peregrinajes por todo el país para “escuchar” a la gente y “resolver”, y aprovechando la situación para dejar claro el mensaje de que nadie podrá relegar o “vulnerar” su liderazgo).

La verdad es, empero, que si bien es cierto que el licenciado Medina no es personalmente responsable de las actuaciones del régimen del doctor Fernández en razón de que desde el 2006 se ausentó forzosamente de éste (por lo que su compromiso directo como funcionario y principal “estratega” palaciego cesó aquí), no lo es menos que él no está libre de culpabilidad política por lo que ha ocurrido en el país en la totalidad de los gobiernos del PLD debido a su obsecuente silencio frente al desastroso curso que han acusado.

Como se recordará, desde el año 2007, tras proclamar que “el Estado me derrotó” (en alusión a los resultados de las elecciones internas del PLD), el mutismo del licenciado Medina ante a las posteriores barbaridades de la administración del doctor Fernández en principio se manifestó en una actitud de auto confinamiento y de “laissez faire, laissez passer” (dejar hacer, dejar pasar), pero el 16 de mayo de 2008 (día de las votaciones nacionales) dijo a la prensa en su mesa electoral que comparecía a sufragar por el PLD porque “yo no sé votar por otro partido”.

En consecuencia, sí, el licenciado Danilo Medina es políticamente culpable de todo lo que ha ocurrido en la República Dominicana durante la administración peledeísta del doctor Fernández porque él es el segundo líder del PLD y, hasta dónde se sabe, nunca en los últimos siete años se opuso a ninguna de las grandes decisiones gestadas en el Palacio Nacional o en las instituciones públicas servidas por dirigentes de su partido.

Sí, el licenciado Danilo Medina es políticamente culpable de lo que ha ocurrido en la República Dominicana durante la administración peledeísta del doctor Fernández porque él es miembro de todopoderoso Comité Político del PLD y, hasta dónde se sabe, nunca se opuso al uso de los recursos del Estado en las campañas electorales de los años 2006, 2008 y 2010, que “desguañangaron” la economía nacional, al decir de un reputado economista del país.

Sí, el licenciado Danilo Medina es políticamente culpable de lo que ha ocurrido en la República Dominicana durante la administración peledeísta del doctor Fernández porque él es uno de los dirigentes que tiene mayor influencia sobre los congresistas de su partido y, hasta dónde se sabe, nunca se opuso a las cuatro reformas fiscales (y sus sucesivos ripios legales y reglamentarios) con las que los actuales incumbentes de la cosa pública han castigado a los atribulados contribuyentes dominicanos para que éstos paguen por los platos rotos de las aludidas orgías electorales del PLD.

Sí, el licenciado Danilo Medina es políticamente culpable de lo que ha ocurrido en la República Dominicana durante la administración peledeísta del doctor Fernández porque él es uno de los líderes políticos más importantes del país y, hasta dónde se sabe, nunca se opuso a la actitud contemplativa y cómplice asumida por sus compañeros frente al escandaloso aumento de los precios de los bienes y los servicios que se ha producido en los últimos siete años en perjuicio de la mayoría de los dominicanos a pesar de que según ellos mismos la economía nacional crecía a un ritmo record y sus principales indicadores marchaban “muy bien”.

Sí, el licenciado Danilo Medina es políticamente culpable de lo que ha ocurrido en la República Dominicana durante la administración peledeísta del doctor Fernández porque él es un prominente ciudadano de este país y, hasta dónde se sabe, nunca denunció públicamente la generalizada corrupción gubernamental ni se encaró responsablemente con las prácticas de promoción de la impunidad que sus compañeros de partido han institucionalizado en el Estado.

Sí, el licenciado Danilo Medina es políticamente culpable de lo que ha ocurrido en la República Dominicana durante la administración peledeísta del doctor Fernández porque él es un prominente padre de este país y, hasta dónde se sabe, nunca criticó la postura de sus compañeros de partido de no considerar la educación como una prioridad del Estado ni tampoco ha respaldado el clamor ciudadano de que se destinen mayores recursos para la escuela dominicana.

Sí, el licenciado Danilo Medina es políticamente culpable de lo que ha ocurrido en la República Dominicana durante la administración peledeísta del doctor Fernández porque él es cabeza de familia en este país y, hasta dónde se sabe, nunca se pronunció sobre las vergonzosas condiciones de la salubridad prevalecientes ni formuló planteamiento alguno para su superación.

Sí, el licenciado Danilo Medina es políticamente culpable de lo que ha ocurrido en la República Dominicana durante la administración peledeísta del doctor Fernández porque él es vecino de un reconocido sector de la capital y, hasta dónde se sabe, nunca condenó el clima de inseguridad que hemos vivido los dominicanos en los últimos siete años como resultado de los absurdos e ineficaces recovecos de la política gubernamental de prevención y combate de la delincuencia.

Sí, el licenciado Danilo Medina es políticamente culpable de lo que ha ocurrido en la República Dominicana durante la administración peledeísta del doctor Fernández porque él conoce la situación de las zonas rurales del país y, hasta dónde se sabe, nunca se manifestó contra la quiebra del sector agropecuario que se ha producido en los últimos años (ante la mirada indiferente de sus compañeros de partido) como resultado del abandono de las autoridades de sus responsabilidades al efecto.

Sí, el licenciado Danilo Medina es políticamente culpable de lo que ha ocurrido en la República Dominicana durante la administración peledeísta del doctor Fernández porque él conoce muy bien la situación económica de los ciudadanos pobres y de clase media de este país y, hasta dónde se sabe, nunca cuestionó la expoliadora política de energía adoptada por sus compañeros de partido, que nos han puesto a pagar los precios de la electricidad y los combustibles, comparativamente, mas altos de toda la América

Sí, el licenciado Danilo Medina es políticamente culpable, en fin, de lo que ha ocurrido entre nosotros durante la administración peledeísta del doctor Fernández porque siendo líder político, miembro de la “nomenclatura” del PLD, padre de familia y ciudadano de la República Dominicana nunca, hasta dónde se sabe, se opuso a las políticas gubernamentales que han incrementado la pobreza, la miseria y la exclusión social en el país.

Más aún: el licenciado Danilo Medina es tan poco inocente como el doctor Fernández de lo que ha ocurrido en la república Dominicana durante la administración peledeísta porque, en adición a su personal silencio frente a los reiterados desafueros de los integrantes de ésta última, tampoco ordenó a sus seguidores en los medios de comunicación que cesaran en sus posturas de defensa de los mismos sino que, por el contrario, dejó que hicieran causa común con ellos en aras de mantener sus privilegios económicos (asesorías, contratos, publicidad, etcétera).

Que conste, empero: no se evalúan aquí la capacidad, la experiencia o las intenciones del licenciado Medina. De lo que se habla, específicamente, es de su mudez y su sordera de los últimos siete años frente a los graves problemas que acogotan a los dominicanos, y por consiguiente de su compromiso político con la administración peledeísta del doctor Fernández y de su responsabilidad con sus ejecutorias… La realidad está ahí, en la historia reciente del país, y nadie puede borrarla: el candidato del PLD, con su silencio, se hizo cómplice de las buenas y de las malas actuaciones de sus compañeros en el gobierno, y por ello no tiene absolutamente nada de inocente.

Y, por favor, no me rememoren el caso Salvador Jorge Blanco y Antonio Guzmán (1978-1982) o el de Jacobo Majluta y este último (1982-1986), pues en ambos la no responsabilidad de los candidatos perredeístas con respecto a las ejecutorias de los gobiernos de su partido estuvo patente en beligerantes confrontaciones públicas que llegaron no sólo a amenazar la unidad interna de su organización sino también a afectar gravemente el desenvolvimiento institucional del Estado dominicano…

El caso de Danilo, el PLD, el doctor Fernández y el gobierno actual es, pues, totalmente distinto: no hay cara sin cruz, “vinchismo” aparte.

Santo Domingo, R.D., Martes, 23 de agosto de 2011.

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