martes, 22 de septiembre de 2009

Pedro Díaz Hernández, o la perseverancia como norte

Por Isaías Medina Ferreira

Cuando se habla de disciplina en el ejercicio de las letras, debemos mencionar a Pedro Díaz Hernández. Año tras año, para noviembre, como reloj suizo, podemos contar con un nuevo tomo novelístico del afanado autor.

Primero como periodista, trabajando para los rotativos hispanos de la costa Norte de Massachusetts, y luego como conductor por muchos años de su programa de televisión, Cosmos Internacional, que se transmite por cable en Lynn, Massachusetts, Pedro ha sido una figura de relieve dentro de nuestra comunidad.

Pedro Díaz Hernández nació en la ciudad de Santiago, República Dominicana, en 1948. Se graduó en Filosofía y Letras en su ciudad natal y luego estudió pedagogía pura, durante cuatro años, en la facultad de Humanidades de la Universidad Pedro Henríquez Ureña. El Sr. Díaz Hernández es, además, egresado del Community Health Education Center, de la ciudad de Boston, Massachusetts.

En su afán por diseminar la cultura y hacer que sus cultores tengan una plataforma desde donde enviar sus mensajes y poder intercambiar sus afanes en hermandad, fundó la "Asociación de escritores Latino-americanos de Massachusetts, Inc.”, el día 24 de junio 1994, así como también el movimiento literario "La noche literaria hispana del North Shore”, el día 11 de junio de 1999 en la Ciudad de Lynn, Massachusetts.

Pero no importa en cuantos proyectos esté envuelto Pedro, si bien escribe poemas y ensayos literarios, él es novelista ante todo, y en su carrera literaria ha publicado las siguientes novelas:

Vida después del silencio, 1999
Batavar en el jardín de los perros, 2000
La época del fin de los tiempos, 2001
El cerro de Las Marías, 2002
La tarde que los muertos cruzaron la frontera, 2003
El fantasma que enloqueció al Cibao, 2004
Los prejuicios de Clodomiro, 2005
Las conjeturas de Tico Suero, 2006
Porqué existen si se fueron, 2007
La noche que en Tantarilamba velaron a Batavar, 2008
El cazador de viudas, 2009

El escritor puede ser contactado en cosmostv1@juno.com

Muestras de sus lecturas y conferencias pueden encontrarse en www.youtube.com/pedrodiazhernandez.

DOS POEMAS DEL AUTOR

Rubor de otoño

Amor mío, pasó el otoño callado y no sentimos
el pasar de su rubor templado.

Por nuestras encandiladas puestas, no pudimos gozar
el rubor de sus hojas muertas.

Pero tampoco su templado espacio soñoliento, ni el rubor
de sus amarillentas hojas mientras correteaba tras el viento.

Amor mío, nos amaremos cuando vuelva el otoño con sus actos,
y, caminaremos sobre sus lívidas hojas y sus mojados pastos.

Y después de amarnos a total, seque la brisa nuestros empapados
cuerpos con su rubor otoñal.

Luego, cuando vuelva la noche de mar, el viento fuerte de otoño
nos vuelva a ruborizar.

Y tú y yo, dichosos en nuestra alcoba sentiremos el rubor de otoño,
dándonos besos libidinosos.


Amor prohibido en el pecado

Nuestro amor es siempre algo o casi nada como un
manantial turbulento de aguas claras.

Sin embargo, tú y yo, somos amor prohibido en el pecado;
somos fuegos, somos ríos y, somos charcos anhelados sobre el
camino.

Aunque somos amor prohibido en el pecado, tú y yo, nos
amamos y nos deseamos con las fuerzas vivas del pecado.

Nos lo dice el destino, tú y yo, somos amor prohibido en el
pecado de esas aguas turbulentas de dos ríos en confluencia,
pero aún, nos amamos.

Tenemos que amarnos para siempre sobre todo el anhelo
de un amor verdadero, y, sobre todo..., amarnos más allá del
pecado.

Te quiero aunque no me quieras, pero sé que me amas como
yo te amo, y, aunque sea prohibido quererte, sólo sé que te amo.

Cuando puedas quererme tal vez, sin pecado, yo también te
querré como un amor prohibido..., aunque sea pecado.

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