Por Rafael Calderón
NEW YORK. En la República Dominicana de hoy nada garantiza (tras el destape de lo dicho por Sobeida Félix Morel) que el ingeniero Miguel Vargas Maldonado afronte algo más que su devaluación en el depravado mercado político imperante, el cual opera bajo la ducha directriz del doctor Leonel Fernández, reconocido por propios y extraños como el hombre que controla todos los estamentos del poder en el país.
Todavía está “legalmente” en el terreno del supuesto, y ahí podría quedarse, dependiendo del propio Miguel, eso de que recibió $300 mil dólares y un vehículo de lujo de manos del capo puertorriqueño José David Figueroa Agosto, quien hasta 2009 operó a sus anchas, amparado por un carnet de la Dirección Nacional de Investigaciones (DNI), algo publicado hasta por los medios controlados por el gobierno del PLD.
En realidad, en el sórdido y ulceroso poder político dominicano $300 mil dólares y una jeepeta son prácticamente nada. No son fundillos frente a los voluminosos traseros que allá se han visto. Quienes se mueven en las alturas de ese bajo mundo lo saben a la perfección. Sólo hay que pensar en el reparto de apartamentos valorados sobre el millón de dólares en la torre Atiemar, construida por el ex coronel de la Policía Nacional, Arturo del Tiempo, hoy preso con acusación de narcotráfico en su nativa España.
En cualquier país civilizado del mundo, donde las leyes funcionan, el ingeniero Vargas Maldonado tenía que ser llamado a su despacho por el fiscal Alejandro Moscoso Segarra el 29 de marzo de 2011, un día después de que Sobeida le declaró al propio fiscal que Figueroa Agosto le había entregado la bicoca mencionada al jefe del Partido Revolucionario Dominicano.
Eso no se hizo, pero uno debe imaginar que a Vargas Maldonado lo pusieron al corriente, de primera mano, de lo declarado por la ex reina del Jet Set criollo, quien dio cabida en su corte a las hermanas Peláez, enganchadas a contratistas del gobierno del PLD por el ingeniero Félix Bautista, el hijo putativo de Leonel.
La importancia de que Vargas Maldonado supiera de la carta que tenía en sus manos el gobierno es innegable. Si no conociéramos la calaña de Leonel, nos sorprendería que firmara tantos pactos, incluyendo el del afianzamiento del entramado judicial del país con un hombre bajo la sospecha de recibir dinero de un narcotraficante apresado.
¿Estaba Miguel Vargas presionando, amenazando o exigiendo algo en estos días al gobierno del PLD? ¿Lo lanzaron a la “candelá” para que el pueblo se entretenga, hasta que se acostumbre a los nuevos impuestos? ¿Después de esto, hará Miguel Vargas algo similar a lo que hizo Danilo Medina, quien se guardó por cuatro años, cuando el gobierno le dio el “knock down” en 2007?
Algo luce obvio: después del vejigazo, Miguel Vargas podrá seguir braveando dentro de los límites de quienes lo acompañen en lo que queda del PRD, pero fuera de ahí no tiene el mínimo valor en el mercado, por sórdido y perverso que sea. ¿Quién va a querer alianza alguna con él? Probablemente ni Leonel, con todo y que éste se considera por encima del bien y del mal en el PLD y en el país.
No pienso que a Miguel Vargas, aunque se lo merezca, lo van a trancar, o algo parecido, por las revelaciones de Sobeida. Eso podría sentar el precedente para que otros se animen a ventilar luego lo referente al ex coronel Del Tiempo -quien se retrató en el Palacio Nacional con Leonel e hizo negocios a su antojo con el Banco de Reservas- lo que sería engorroso para la “justicia”.
Por hoy, me voy. Que Dios le llene de bendiciones, y se apiade de la República Dominicana.
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