lunes, 28 de febrero de 2011

“EL FIERO, EBERTO LALANE JOSÉ”

POR ÁNGELA PEÑA

"El Fiero, Eberto Lalane José" es más que la conmovedora y ejemplar biografía del guerrillero que se entrenó en Cuba y vino junto a Caamaño en la incursión marítima de Caracoles. Es una revisión a políticos, prensa, izquierda, ultraderecha y actuaciones de militares y organismos de seguridad dominicanos desde 1963, cuando fue sofocado el alzamiento de Manolo Tavárez Justo, hasta el asesinato del héroe de abril, supuestamente ejecutado por el "Batallón de Cazadores" dirigido por el coronel Héctor García Tejada, quien, presuntamente, "se hizo cargo del prisionero" en 1973.

Hamlet Hermann, sobreviviente de esa empresa, no omitió nombres y apellidos de traidores, delatores, desertores, asesinos, intrigantes, infiltrados, ladrones, analfabetos potenciales, vacilantes, cobardes y valientes, villanos, mercenarios de medios informativos, dirigentes pusilánimes e irresponsables, líderes contaminados con la polémica internacional entre chinos y soviéticos y revolucionarios de discusiones bizantinas reunidos en la UASD en un llamado "Foro de Yenán" que, según el escritor, "servía a los servicios de inteligencia del gobierno para detectar a los posibles seguidores de la lucha armada".

Basado en testimonios dejados por Lalane José, en entrevistas con sus familiares, informes desclasificados y su propia experiencia en Cuba donde se entrenó para la expedición, Hermann llenó más de 300 páginas de un volumen en el que prácticamente en cada párrafo se produce un estremecimiento por la novedad que refiere. Probablemente es la primera vez que se arrojan tantos detalles de experiencias de "Palmeros", catorcistas, perredeístas, emepedeístas, pecedeístas e independientes en La Habana donde Francisco Alberto Caamaño sufrió las más desagradables decepciones de su existencia digna. Hamlet descubre el historial completo de viejos aliados que no cumplieron promesas y tuvieron miedo de seguirlo. "Montes Arache, Héctor Lachapelle y otros superiores constitucionalistas rompieron públicamente cualquier acuerdo que hubieran tenido con su otrora jefe" apunta, agregando a estos dos viejos colaboradores presuntas acciones deshonestas y complicidades con el balaguerato.

Coloca como "juíos" o "acobardados" a "Pedro Augusto Álvarez Holguín, Miguel Ángel Calderón Cepeda, Héctor Aristy, Emilio Ludovino Fernández". Sobre este último observa: "De triste recordación por su cobarde actitud durante la lucha contra la invasión estadounidense de 1965", y le confiere también un comportamiento indigno y bochornoso junto a Melvin Mañón Rossi en los días en que se proyectaba la llegada del grupo.

De la cercana Antilla relata serias diferencias surgidas entre Ulises Cerón y Caamaño por supuestas faltas de un "Palmero" y una llamada telefónica imprudente. Narra la actitud de rebeldía que estos incubaron contra el líder y comenta que algunos de los miembros del Comando de la Resistencia, "aunque dispuestos a morir por la Patria, no eran capaces de asumir una rígida disciplina". Contra Ulises Cerón, agrega, se tomaron "medidas preventivas", como "reducirle su libertad de movimiento dentro del territorio cubano" y suspenderle la salida hacia el país. Hamlet habla de un "movimiento conspirativo" de "Los Palmeros" que aún estaban en Cuba, contra Caamaño.

"Por falta de entendimiento ante el tipo de lucha que se desarrollaba, tuvo lugar el rompimiento definitivo de los cuatro compañeros que quedaban de Los Palmeros, con Caamaño. El coronel de abril volvía a quedarse prácticamente solo, pudiendo contar apenas con Eugenio (Eberto Lalane José) Juan (Nelson Galán Durán) y "Manuel" para realizar una tarea colosal reservada para los grandes espíritus. El llamado "Manuel" sería después encarcelado cuando intentó desertar: conocía demasiados secretos.

Luego llegarían otros que sumarían alrededor de 100. Viajó Manuel Matos Moquete, detenido al intentar entrar a la República en diligencias de contacto para la guerrilla, y Virgilio Gómez Suardí a quien Hamlet describe como calumniador, chismoso, oportunista perverso... "Era inexplicable y excesivo el crédito que Caamaño daba a las calumnias de Virgilio Gómez Suardí", significa. Éste finalmente se declaró en rebeldía y se proclamó jefe de una facción independiente.

De Cuba Hamlet Hermann da cuenta de "privilegios de confidencialidad y de gestiones" de que disfrutaban los del Partido Comunista Dominicano (PCD).

MPD y Pacoredo
Al margen de los enternecedores gestos de ternura y valor de su biografiado, Hamlet Hermann sigue el desarrollo de la política dominicana. Detalla allanamientos, atentados, persecución, "terrorismo de Estado" durante esos años. "La vendetta contra los que se suponía habían participado en el secuestro del coronel Donald Crowley se extendió con el asesinato de Otto Morales", significa al describir cada suceso.

Al referirse a las divisiones de la oposición resalta la "lucha a muerte ente el Partido Comunista de la República Dominicana (Pacoredo) y el Movimiento Popular Dominicano (MPD), solamente comparable con las bandas de delincuentes. Se mataban entre sí en nombre del marxismo-leninismo y del pensamiento de Mao Tze Dong...".

El libro saca presuntos "compromisos oficiales" de un reconocido periodista, y complicidad política de los propietarios de un periódico con los golpistas de 1963. Cuestiona la ética de una reputada clínica que negó atención médica a Lalane cuando le explotó una bomba que trataba de desarmar. Narra una agresión física del entonces coronel Neit Nivar Seijas al triunviro Ramón Tapia Espinal. Critica el abandono a su suerte del 14 de Junio a los jóvenes que envió a entrenar en Cuba y es reiterativo en sus censuras a Juan Bosch. "La arrogancia del viejo caudillo se manifestaba entonces en su máxima expresión".

Otros protagonistas de los hechos que trata son José Francisco Peña Gómez, Luis Genao, Juan B. Mejía, Leandro Guzmán, Roberto Duvergé, Fidelio Despradel, Juan Miguel Román, Rafael Cruz Peralta, Amaury Germán Aristy, Antonio Beato Frías, Ramón Pérez Martínez (Macorís), Oscar Núñez Peña, Enrique Pérez y Pérez, Virgilio Perdomo Pérez, Manuel Bordas, Maricusa de Vélez, Vicenta Vélez Catrain, Rafael Gamundi Cordero. También Jottin Cury, Francisco Báez Maríñez, Caonabo Reynoso, César Rojas, Sóstenes Peña Jáquez, Luis Varilla, a quien califica de infiltrado; Juan Ramón Payero Ulloa, Claudio Caamaño, Mario Nelson Galán Durán, Alfredo Pérez Vargas, Ramón Euclides Holguín Marte.

Eberto Lalane casó en Cuba con Quisqueya Acosta Rufino. Tuvieron una hija: Sumaya Elisa.

Un revelador testimonio de esta obra fue el reciente descubrimiento de que los restos supuestamente de Lalane que entregó Balaguer a los familiares en 1987, no son los auténticos. Hamlet declara que "Los resultados del análisis del ADN fueron demoledores".

Miércoles 11 de marzo del 2009

Hamlet Hermann pone a circular: El Fiero: Eberto Lalane José
Por Rosario Paredes


En la puesta de circulación del libro “El Fiero: Eberto Lalane José”, su autor Hamlet Hermann Pérez afirmó que reivindicaba sus principios revolucionarios sin avergonzarse ni renegar su lucha por la mejoría del pueblo dominicano.

Explicó que la obra sale a la luz pública “cuando sectores de poder exaltan a Joaquín Balaguer y al dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina y se disputan quién es el heredero de esos funestos personajes”.

Al hablar en el acto, Hermann Pérez expresó que el libro comienza con el genocidio de Manolo Tavárez y sus compañeros tras el golpe de Estado en 1963 “y termina con el asesinato de Francisco Caamaño Deñó y sus compañeros en 1973.”

Manifestó que Eberto Geordano Lalane José, cuyo nombre en la guerrilla era Eugenio, es el hilo conductor a través del cual analiza esa década transcurrida entre esos dos hechos.

Relata en la obra la empatía entre la figura de Caamaño y la de Lalane José desde el primer momento, lo que permitió que éste pasara a convertirse en el “alter ego” del líder de la revolución de abril de 1965.

Agregó que eso se confirma cuando Caamaño entrega su propia vida para tratar de salvar la de Lalane el 16 de febrero de 73, en el momento del desembarco de Playa Caracoles.

Refirió que Caamaño en su intento de afianzar su relación con Juan Bosch, envió a Lalane a España, pero que el ex presidente se negó a recibirlo por considerar “una falta de respeto” que enviaran a una persona tan joven. Bosch delegó a José Francisco Peña Gómez para recibir el mensaje de Caamaño.

En la obra, su autor hace un recuento de la agudización del terrorismo de Estado en el país, en la década de los años 70 con el atentado contra Bosch y Amaury Germán Aristy, las detenciones de izquierdistas, el surgimiento de la Banda y el fortalecimiento de Balaguer “a sangre y fuego” mientras el proyecto guerrillero languidecía.

Durante el acto de presentación del libro, Hermann Pérez aseguró que los restos entregados por las autoridades a sus familiares como correspondientes a Lalane José no pertenecen a éste según las pruebas de ADN practicadas.

Familias agradecidas por esta obra
Federico Lalane José dijo que las familias Lalane José y Lalane Acosta se consideran honradas y agradecidas de que Hermann Pérez haya decidido hacer del conocimiento del pueblo dominicano las condiciones humanas y políticas de Eberto.

“Represento, de esta manera, el sentir de nuestra hermana Sonia Aracelis Lalane José y de nuestra sobrina Sumaya Elisa Acosta, hija única de Eberto Geordano, seguro de que nuestras hermanas, ya idas, Defne Xiomara y Filgia Nora Lalane José, habrían compartido estos sentimientos”, dijo Lalane José al hablar en la puesta en circulación del libro.

Indicó que el autor de la obra expone de manera amena, objetiva y responsable sus vivencias junto a Eberto Geordano en la preparación y el desarrollo de la acción guerrillera de Playa Caracoles.

Matos Moquete resalta su significado social
El escritor Manuel Matos Moquete resaltó que el libro “El Fiero: Eberto Lalane” tiene una heróica y solemne sobriedad, que pinta a Eberto como fue, sin detalles innecesarios, con fuerza y veracidad, rescatando episodios desconocidos de su vida. “Hamlet no sé cómo agradecerte ese ensayo. Y digo eso, porque en lo personal lo siento como si fuera mío.

Y es que así se siente, puesto que a todos nos involucra, no porque estemos nombrados, no porque hayamos sido partícipes de la historia que se narra, sino porque tú nos regalas un héroe nacional que hasta tu texto no teníamos, que el país desconocía.

Y quién no se siente agradecido cuando lee un libro así,” manifestó el escritor. Matos Moquete manifestó que la obra es excepcional ya que nutre la vida y la cultura dominicana.

Asistentes en el acto
El libro “El Fiero: Eberto Lalane” fue puesto en circulación en un acto efectuado en el auditorium “Manuel del Cabral” de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), en el Distrito Nacional, con la asistencia de dirigentes izquierdistas de las décadas de los 60 y 70; empresarios, profesores, estudiantes y otras personalidades.

La obra fue prologada por Federico Lalane José, hermano de Eberto y presentada por Matos Moquete.

Asistieron el vicerrector de la UASD, Rafael Niño Féliz; y el historiador y profesor universitario Franklin Franco, entre otros destacados invitados.
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sábado, 26 de febrero de 2011

MELVIN MAÑÓN: “HAY QUE DEJAR DE SER SIMPÁTICOS, DE ESTAR BIEN CON TODO EL MUNDO.”

Por RENÉ RODRÍGUEZ SORIANO

Éramos rebeldes más que revolucionarios en el sentido de que nos oponíamos a las injusticias y los abusos pero nunca mostramos una verdadera vocación de poder.

Después de abril de 1965, con la furia y las frustraciones de un país invadido por segunda vez en el siglo por los Marines norteamericanos, una buena parte de la juventud dominicana no sólo soñó con calzar en Quisqueya las botas con las que había bajado Fidel desde la Sierra Maestra en Cuba. Cientos de ellos jamás podrán contar su historia.

En febrero de 1973, cubierto por la gloria de haberse rebelado contra su pasado y enarbolado una bandera de dignidad frente a las tropas invasoras del 65, el coronel Caamaño, al mando de un reducido grupo de combatientes desemboca en las montañas de la Cordillera Central de la República Dominicana. La historia es conocida, al menos todo cuanto se ha dicho y publicado hasta la saciedad, desde entonces pudiera considerarse como letra muerta.

Finalizadas las hostilidades en la sierra, aún sin desenterrar los huesos del Coronel y sus más leales seguidores, el debate se apoltronó en la ciudad desde donde, de frente y a mansalva, sobrevivientes, aliados y oportunos allegados han pregonado sus verdades y planteado o reclamado sus propios, protagonismos en las acciones.

Callado y como medio ausente, desde entonces, Melvin Mañón camina por las calles de Santo Domingo como quien ni oye ni ve ni entiende; ni mucho menos se defiende ante la andanada de morteros y voces que lo sindican y cuestionan como la oveja negra que, incuestionablemente, debe ser el blanco de todos los disparos, vengan de donde vengan.

Con una frialdad que pasma, con cuidadosa paciencia y una certera selección de documentos y memorias, Melvin Mañón quiere contar la parte de la historia que a él le ha tocado vivir. En Travesía (Búho, 2010), los interesados en contrastar y estudiar la historia reciente del pueblo dominicano tienen a manos informaciones y documentos de excepción. Sobre ello y otros asuntos relacionados, nos habla Melvin Mañón, ahora más que nunca convencido de “luchar por una nueva democracia de la que hayan sido expulsados los cabilderos y traficantes de influencia.”

—Has sido actor y lector de primera fila del proceso que ha vivido el pueblo dominicano en los últimos 50 años, ¿qué sientes que ha cambiado desde los días de contrainsurgencia feroz, durante los gobiernos del Dr. Balaguer, a éstos de un gobierno que abiertamente se salió de los cauces e ideales por los que luchó Juan Bosch el fundador de un partido o proyecto de Liberación Nacional?

—Hace 40 años e incluso menos, la sociedad y la nación dominicana existían. Es decir, estaban constituidas por individuos que se identificaban como ciudadanos. En esa calidad, perseguían un proyecto nacional. Hoy, los dominicanos ya no son tanto ciudadanos sino consumidores. La visión de un proyecto nacional fue reemplazada por la gestión individual y personal de cada cual resolver su propio problema. Ese gran cambio ha sido producto, en primer lugar del éxito de la campaña contrainsurgente montada en el país a raíz del fracaso de la revolución de abril de 1965, pero también, es un cambio que vino con la época, con la emergencia de una gran sociedad de consumo y el auge del derroche y la dilapidación. Desde los tiempos duros del primer periodo de Balaguer, hasta el ascenso del PLD al poder, esta sociedad transita el recorrido descrito más arriba. La contrainsurgencia no consistió solamente de la represión y el asesinato selectivo de cuadros y dirigentes. La contrainsurgencia fue en primer lugar un programa de desarrollo económico que perseguía y logró apartar a las clases medias y a los jóvenes de la causa revolucionaria y convertirlos en consumidores que, en vez de revolución, se preocupaban por pagar la casa, el auto, las vacaciones, la educación y el consumo inherentes al status social adquirido o perseguido.

— ¿Dónde consideras que se desbarrancó la cosa?

—Hay períodos de auge y reflujo revolucionario, local y global. En nuestro caso, la respuesta más apropiada sería entender que, primero: Carecíamos de experiencia y precedentes. Todos nosotros, unos más otros menos, teníamos 20 años. Nuestros enemigos tenían siglos. Segundo: Éramos rebeldes más que revolucionarios en el sentido de que nos oponíamos a las injusticias y los abusos pero nunca mostramos una verdadera vocación de poder. Nunca tuvimos tan claro, como lo tenían nuestros enemigos, que la lucha era por el poder. Esa falta de experiencia nuestra y la débil o pobre vocación de poder facilitaron nuestras divisiones, nuestros fracasos, nuestra inefectividad a partir de un momento dado. No hay pues un dónde se desbarrancó la cosa, sino unos cuando, varios porqué y también numerosos dónde.

— ¿Qué realmente, a tu juicio, ha pasado con la izquierda dominicana luego de la debacle de las ideologías, la Perestroika y la caída del muro de Berlín?

—La izquierda dominicana vive un poco ahora lo que ya viví yo en los años 83-93. El desconcierto, la pérdida de brújula y dirección, pero también, nuestra izquierda vive las consecuencias de las debilidades que señalé antes: falta de vocación de poder y ahora, y desde hace 20 años, un terrible estancamiento en el pensamiento. Seguimos con un discurso para una sociedad que no existe. No hemos actualizado las reivindicaciones ni hemos entendido el nuevo tipo de sociedad en que vivimos. Para entender este mundo de hoy hay que observar, leer y estudiar a los nuevos pensadores marxistas y no marxistas y en particular yo recomiendo a Zygmund Baumann, Eric Hobsbawm, Samuel Huntington, Lewis Munford y otros de gran calibre. Yo recomiendo dejar de leer la prensa criolla porque embrutece y aun más la televisión que embrutece al cuadrado. Hay que ponerle atención a lo que sucede en el mundo islámico, al consumo desmedido, a las drogas cuyo consumo es esencial para soportar la alienación diaria, en otras palabras a la sociedad líquida en la que todos los valores son relativos, las amistades transitorias, las lealtades negociables, la moralidad facturable. El único gran cambio entre lo enarbolado por la izquierda hace 40 años y el día de hoy no tiene mucho que ver con las recomendaciones propuestas, sino con su instrumentación. Hay que seguir luchando por la justicia y un mundo nuevo y mejor, pero sin confiar esa dirección a ningún partido, Mesías ni dictadura. Lo que no pueda hacerse en forma democrática, no se hará, porque hoy día, los pueblos interactúan y no soportan la verticalidad de una dirección autoritaria, sorda y corrupta aunque prometa gobernar en su nombre. Esta es la principal lección del socialismo de Estado por un lado y las grandes manifestaciones globales descentralizadas, democráticas y repletas de entusiasmo.

—Melvin Mañón, en principios militante del MPD, partido de línea maoísta, antisoviética, y por lo tanto antifoquista, ¿cómo apareces, en un momento de la historia (para los años 70), integrado a la causa foquista, llegando a ser punto de avanzada en el intento de Caracoles con el Coronel Caamaño? ¿Alguna razón de peso te hace tomar tan radical decisión y cambiar en su línea práctica de acción?

—El MPD no tuvo una línea única y consistente a través de todos esos años ni tampoco pensábamos todos de la misma manera. Yo fui, quien escribió en 1966 una tesis que iría a publicar en Cuba y que titulé entonces: “Lo mejor al campo”. Todavía tengo el manuscrito de las conclusiones de ese libro que nunca llegó a Cuba ni se publicó, pero que ilustra una convicción: había que llevar la lucha política, la agitación y la guerra al campo. Lo demás era solo cuestión táctica y operacional. En 1967, como relata Travesía, me entrenaba en Cuba, solo y en secreto, para ir a Guatemala a combatir con las guerrillas de las FAR. En lugar de eso, mis esfuerzos fueron interceptados por la Inteligencia cubana que me reclamó para misiones internacionalistas y de ahí posteriormente a organizar el aparato de inteligencia y contrainteligencia del proyecto Caamaño.

— ¿Qué realmente pasó? ¿Dónde se cortó el cordón que provocó que Mañón (con su alias de combate) perdiera totalmente el contacto con Caamaño y con el grupo en Cuba, al punto de que tu ingreso clandestino al país y el arribo del contingente armado los separan apenas días?

—Yo mismo he querido saberlo durante todos estos años. Nunca he logrado entender que el grupo desembarcara 49 días después de haber ingresado yo al país y cuando los compañeros tenían que saber que no habría tenido tiempo de establecerme ni me dijeron nunca que su llegada fuera inminente. Respecto a eso solamente tengo hipótesis. Claramente, no hablo de que me informaran la llegada, pues eso, nunca, ni ellos ni nadie podía ni debía haberlo hecho. He dicho antes: si yo hubiera sabido que los compañeros literalmente iban a desembarcar detrás de mí, no hubiera aceptado la misión, al menos, no en los términos en que me fue impartida porque evidentemente que varios elementos de dicha misión resultaban incompatibles con lo que sucedió después.

— ¿Quiénes realmente se lucran del martirologio de Caamaño? ¿Dónde, desde el punto de vista de táctica militar, falla el coronel Caamaño en su intento de establecer un foco guerrillero en el Santo Domingo de 1973?

—Francis Caamaño incurre aparentemente en una contradicción operacional. Un grupo tan pequeño era, por definición, muy vulnerable. Sin embargo, la cuestión era: ¿debía ese grupo eludir el combate por todos los medios posibles hasta que estuviera en dominio de la situación táctica? Eso recomienda el Manual de guerrillas. ¿Debería el grupo intimidar al adversario con algunos ataques que les hicieran temer y evadir la persecución de la guerrilla? En ese dilema y su solución residen los hechos del 16 de febrero de 1973. Respecto a quienes se han lucrado de su memoria y ejemplo, prefiero no hablar de lo que está a la vista, pero todo eso cambiará en su momento.

—De ayer a hoy, ¿cree Mañón que ha avanzado políticamente el pueblo dominicano? ¿A qué le atribuyes la pasividad con la que la juventud y toda esa gente que en el pasado estuvo dispuesta a lanzarse a la calle para defender la libertad y la soberanía, hoy se muestra tan pasiva ante la corrupción y la desvergüenza de quienes los mal gobiernan?

—Es fácil caer en la equivocación y decir que no hemos avanzado nada y que, al contrario, hemos retrocedido. No, ese es un juicio equivocado. Primero debemos distinguir entre aprendizaje y conducta. La de hoy es una sociedad que ha aprendido mucho, que es más escéptica, desconfiada pero que también tiene más claras sus exigencias de bienestar y el reclamo de sus derechos. Sin embargo, esa misma sociedad es ahora infinitamente más individualista, consumista, egoísta y corrupta que antes y por eso su conducta denota esa ausencia de proyecto social o nacional. Esto también es transitorio y global pero el cambio tendrá lugar cuando la gente se dé cuenta de que no importa cuánto esfuerzo haga, la crisis y el ordenamiento político actual lo van a derrotar. Por ahora, muchos creen que son más astutos que la crisis. El otro fracasará, pero yo no, porque me la busco y soy más listo. Repito, ese es un estado transitorio y el secreto del poder e influencia del sistema actual reside en una sola palabra: crédito. Todos viven del fiado, todos deben la casa, el pagaré del carro, la TV, lo que sea y como el cuerpo social solamente premia a los triunfadores y los triunfadores son los que más cosas tienen, entonces y por vía de consecuencias tenemos que endeudarnos para tener cosas y todo endeudamiento genera siempre conductas políticas conservadoras y comportamiento social mezquino.

— ¿Y los intelectuales, qué papel han jugado en todo el proceso —en tiempos de Balaguer y en tiempos de Leonel? ¿Crees que, en cierto modo, tiene validez la cínica frasecita del Dr.: “si quieres conocer a Mundito; dale un mandito”?

—Creo que los intelectuales nuestros también entraron en la dinámica del consumo y una vez allí se vieron en la necesidad de hacer igual que los demás. Nuestros intelectuales están endeudados, han sentido la presión del medio, de sus mujeres y de sus hijos y creyeron que también ellos tenían que llenarse de cosas. Esta época, premia a la farándula a expensas del intelectual lo cual añade más presión. Deportes, espectáculo, prosperidad y sexo dominan la escena. Hay muchos intelectuales que no han podido resistir esa presión y han terminado vendiendo su talento al mejor postor y a veces, simplemente defendiendo un empleo, una sinecura o un simple picoteo. El medio se ha estructurado de manera que si no eres un “triunfador” no eres nadie y para ser triunfador tienes que llenarte la vida de corotos y hacer cualquier cosa para pagarlos. En cuanto a los periodos Balaguer-Leonel sigo creyendo y diciendo que Balaguer era un seductor mientras que Leonel es un proxeneta. Balaguer trajo a su lado a gente que lo admiraba genuinamente. Leonel solamente sabe comprar y sobornar. Balaguer era un estadista, Leonel un político talentoso e inescrupuloso.

—Has publicado casi una docena de libros, y te has mantenido por mucho tiempo escribiendo para los más importantes medios dominicanos, ¿piensas que en la actualidad, como en los duros años de la contrainsurgencia, la gente lee y toma en cuenta las opiniones y los análisis que se publican en la prensa?

—Hace años escribí en Operación Estrella que no hay peor sordo que el que no quiere oír. Solamente una minoría en extremo reducida, marginada del quehacer cotidiano lee y dentro de los que lo hacen, son todavía menos los que buscan orientación y guía. La gente ahora no quiere malas noticias, no quieren enterarse de que este mundo se viene abajo porque no es económica ni ecológicamente viable. Nada que aparte a la gente de sus metas de consumo, de sus aspiraciones personales es bienvenido. La angustia, por ahora, se canaliza a través de la industria religiosa que prospera sin cesar, del alcohol y los estupefacientes cuyo consumo se generaliza y de clínicas con consejos y pastillas cuando no bastan los consejos, pero como dice Eduardo Galeano hablando del impacto de la publicidad de nuestra gente y de la suya: La TV y la publicidad les hacen la boca agua, pero la policía los echa de la mesa. El sistema niega lo que ofrece. No hay Valium que pueda calmar tanta ansiedad ni Prozac capaz de apagar tanto tormento.
Los intelectuales son la conciencia crítica de una sociedad. La nuestra no los ha necesitado por un rato porque ni siquiera desea que le recuerden que hay una consciencia. La gente tiene la cabeza llena de ruido y el sistema alimenta esa afición. De hecho, tanto ruido hace falta para no pensar, a unos porque les recuerda quiénes son y a otros porque no soportan el vacío de sus existencias. Mientras tanto, la nación se deshace en el individuo y la ciudadanía se disuelve en el consumidor.

— ¿Quiénes leen los libros escritos por dominicanos? ¿Quién los difunde u opina sobre ellos en los medios o le da importancia a asuntos que no sean los consabidos temas manidos del béisbol o la farándula?

—Como observé antes, la farándula prevalece sobre lo intelectual porque somos ahora una sociedad erotizada que glorifica la banalidad, la forma sobre el contenido. Esta sociedad todavía no quiere intelectuales, cree que no los necesita en primer lugar porque le han dicho que solamente se puede y debe mirar hacia delante (tecnología) y nunca hacia atrás (historia). Pero eso también es transitorio aunque haya durado ya más de 20 años. Nosotros vamos hacia una catástrofe purificadora y a medida que nos aproximemos y que ingresemos en ella saldremos a buscar a los intelectuales y todavía estaremos a tiempo de encontrar algunos sobrevivientes. Luego, esa catástrofe producirá su propia cosecha de nuevos intelectuales.

—¿A qué crees que se deba ese marcado interés de la intelectualidad dominicana por ufanarse en desconocer o ningunear a todo aquél que no sea de su capilla que, normalmente está conformada por dos o tres que, según Mario Emilio Pérez no hacen otra cosa que mantener en pie la sociedad del bombo mutuo? ¿Consideras que existen bandas o capillas que, valiéndose de algo así como el “stalinismo ambiental” promueven o silencian las voces que no son afectas a sus pandillas o tendencias normalmente sobornadas por algún tipo de poder casi siempre dudoso?

—No debemos tener ninguna duda al respecto ni de las capillas, ni del ninguneo ni de todo lo demás que señalas. Sin embargo, creo que la gente como nosotros lo que tiene por delante es romper esas capillas y trascender al exterior de ellas. Tengo muchos libros publicados, casi todos con varias ediciones y nunca me han invitado a ninguna de esas capillas. Eso me ha convertido en un intelectual ajeno al “sistema de capillas”, mucha gente dentro de la minoría ya citada me lee, algunos me entienden, muy pocos me siguen pero las capillas no han podido silenciarme ni evitar que haya llegado a ese público.

— ¿Consideras que el dominicano promedio está medianamente informado de lo que acontece 30 ó 40 millas náuticas más allá de las costas de la isla que compartimos con Haití? ¿Y, precisamente, Haití; cómo ves la actitud de eso que orgullosamente se llama “la dominicanidad” frente al destino de nuestra especie de hermano siamés?

—La insularidad mal pensada y peor ejecutada es parcialmente responsable de nuestra ignorancia de hoy. Cuando trabajé periodismo, el Listín y también El Caribe y otros tenían un Editor Internacional que ya no existe. Ahora ponen a un pasante de la escuela a hacer ese trabajo y fíjate lo poco y lo malo que se publica en nuestra prensa del resto del mundo. Por supuesto, el tema es más complejo. La propiedad de los periódicos es corporativa y ya no son medios de comunicación sino de difusión del consumo y de encubrimiento. Ya los periodistas tampoco son lo que eran, la mayoría trabaja para políticos o empresas y cobran por donde están y por las noticias que publican y también por las que logran que no se publiquen. En este sentido hemos retrocedido bastante.

Haití es y ha sido siempre una mala noticia y los dominicanos están en una etapa donde no quieren malas noticias. No queremos bregar con el destino de un pueblo más pobre, más prieto, más preterido pero eso no impide que siga siendo nuestro problema, aunque preferimos no admitirlo. Lo único que te puedo asegurar es que ni la ONU, ni las ONG, y menos aun el gobierno de este país tienen idea de qué hacer. Para mí, Haití es una realidad con la que tienes que vivir; odio las hipocresías, el falso nacionalismo. Reducir la inmigración haitiana, no es asunto de policía ni ejército sino de respetar la voluntad del pueblo haitiano. La estabilidad política en Haití es lo único que equilibra los flujos migratorios no la intervención extranjera y menos para expulsar dos veces a un presidente electo.

—¿Ha bajado de intensidad la campaña anti-Mañón desarrollada y orquestada por sectores de la “izquierda” que, en su momento, quisieron desviar cualquier cuestionamiento a sus actitudes echando los perros en tu contra? ¿Por qué tardaste tanto en contarle al mundo tu Travesía?

— Sí, ha habido una desintegración casi total de la campaña en mi contra. Sin embargo, Travesía no podía escribirse cuando yo quisiera, sino cuando la documentación de apoyo estuviera disponible. El mérito de ese libro, creo, es que los juicios emitidos nunca desbordan la evidencia en la que se apoyan. No hay nada que se afirme que no esté demostrado y en Travesía el grueso de la evidencia no proviene de mi testimonio sino del aportado por otros, algunos de los cuales, inclusive, se destacaron en su momento como detractores míos.

—Y a propósito de Travesía, ¿sientes que ha tenido la recepción que esperabas o, como siempre acontece, los maestros de la bruma han logrado aplicarle el silenciador para que, si se lee, se guarde el más absoluto silencio?

—Confieso que la acogida de Travesía ha desbordado mis expectativas y ha sido, creo, el más influyente de todos los libros que haya publicado. Operación Estrella, por ejemplo, se vendió mucho más que Travesía, sin embargo, no dejó la huella, el sabor, la percepción y el impacto de éste. Travesía ha traído a mi lado gente que estuvo confundida, otros que me adversaron y aún muchos que habían deseado una suerte de explicación de mi parte. Hay dos testimonios que quiero citar a propósito de Travesía: Jesús de la Rosa, tras leer el libro me confesó un domingo en la esquina de la esquizofrenia: “Melvin, tú no te imaginas cómo me alegro de nunca haber creído las infamias que se dijeron de ti”. En otra ocasión, Tano, un muchacho joven de Loma de Cabrera me dijo aludiendo a la falta de diatribas, denuncias infundadas y mentiras o apologías habituales: “Señor Melvin, es la primera vez en mi vida que alguien me explica y yo logro entender qué fue lo que pasó con la izquierda dominicana”. Travesía es un libro que está aquí para quedarse y seguir teniendo vigencia por mucho tiempo a pesar del silencio de los maestros de la bruma.

— ¿Qué hace Melvin Mañón en la actualidad? ¿Cuál consideras que debe ser la actitud del pueblo dominicano con un nuevo periodo electoral a la vuelta de la esquina y unos partidos tradicionales en franca bancarrota?

—Volver a militar que ya es hora. Producir un discurso y una práctica políticos de ruptura. Hay que dejar de ser simpáticos, de estar bien con todo el mundo. La ruptura, la franqueza y el coraje hacen demasiada falta. Arrebatarles las calles a la farándula, al narco y a los partidos. Entender que la denuncia no basta si no va acompañada de acciones, propuestas, movilizaciones y la disposición de forzar la adopción de esas propuestas. La mejor garantía de los cambios y las turbulencias que se avecinan deriva precisamente del fracaso absoluto de los partidos y de los políticos. La apariencia sugiere lo contrario pero es solamente la apariencia. La justicia, la prosperidad compartida, la libertad y la vida democrática dependen de la disposición de un pueblo a defenderla y no solamente de la intención de disfrutarla. En ambos casos, defensa y disfrute, son parte de la vida misma, no un accionar aislado u ocasional, sino la manera necesaria de vivir en sociedad o enfrentarnos a la barbarie que de todos modos merodea ya demasiado cerca. Para esas cosas trabajo, por eso no ceso de pensar los problemas y trato de contribuir a la forja de un nuevo pensamiento que resulte más apropiado a la época, los tipos de problemas que tenemos y el tipo de personas con las que vivimos.
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¿QUÉ PASA EN HAITÍ?

VICENÇ NAVARRO

La pobreza en Haití es consecuencia de la continua intervención de los países supuestamente humanitarios.

La imagen que se está presentando en los mayores medios de información occidentales de lo que está pasando en Haití es la de un país pobrísimo destrozado por desastres naturales al que el mundo occidental –liderado por el Gobierno de EEUU y por la Unión Europea (UE)– ha estado proveyendo ayuda humanitaria (es el país del mundo con mayor número de ONG por habitante) y facilitando, a la vez, el desarrollo de un sistema democrático. El problema con esta percepción es que es falsa y oculta una realidad distinta: la pobreza en Haití es consecuencia de la continua intervención de los países supuestamente humanitarios. Veamos los datos.

La actuación del Gobierno federal de EEUU y la del Gobierno francés (que ha liderado la respuesta de la UE) en Haití ha sido enormemente intervencionista –antes, durante y después del terremoto–, imponiendo su voluntad a la población de aquel país. El último acto de esta continua interferencia es la llegada de uno de los dictadores haitianos más sangrientos que hayan existido en América Latina: Baby Doc Duvalier. El Departamento de Estado de EEUU ha indicado que no tiene nada que ver con su retorno. Su portavoz, P. J. Crowley, ha indicado que “el retorno de Duvalier es una materia en la que deciden el Gobierno y el pueblo de Haití”. Es interesante resaltar que esta supuesta neutralidad no se aplica a la oposición expresada por el mismo portavoz a la vuelta del dirigente altamente popular en Haití, Jean-Bertrand Aristide, sobre la cual subrayó que “Haití no necesita su vuelta, pues ya tiene demasiados problemas”. En realidad, la información obtenida por Wikileaks muestra que el Gobierno de Estados Unidos ha sido determinante en la vida política de Haití y que es impensable que el dictador Duvalier hubiera vuelto sin la autorización del Gobierno estadounidense, como también lo es que el continuo veto sobre Aristide existiera sin su aprobación y su beneplácito.

En un interesante ensayo (Aristide should be allowed to return to Haiti), Mark Weisbrot, uno de los mejores analistas de la realidad Latinoamericana, detalla las continuas maniobras del Gobierno de EEUU para expulsar y mantener fuera de Haití al que fue elegido democráticamente presidente del Gobierno, Aristide. Según The Washington Post, “Aristide había abolido el odiado Ejército, terminando con las horribles violaciones de los derechos humanos, y permitió el desarrollo democrático de aquel país. Y cuando terminó su mandato, permitió la alternancia. Un récord formidable”. Esto fue escrito en 1996. Aristide continuó siendo la persona más popular de Haití y fue reelegido en el año 2000. Y entonces fue cuando hubo una movilización liderada por el Gobierno de Bush de EEUU y los gobiernos francés y canadiense para hacer fracasar al Gobierno de Aristide, apoyando y financiando un golpe militar (de los servicios de seguridad, infiltrados por la CIA) en febrero de 2004, con el que se expulsó a Aristide del país. Desde entonces no se le ha permitido volver.

Los gobiernos de Haití han vetado su vuelta, los mismos que han aprobado, por cierto, el regreso de Duvalier.

Ni que decir tiene que la motivación de los gobiernos estadounidense, francés y canadiense ha sido mantener en el poder a las elites dominantes que han malgobernado aquel país, condenándolo a una enorme pobreza, que se mostró en toda su crudeza durante el terremoto. A fin de legitimar esa estructura profundamente opresiva se convocaron unas elecciones en noviembre de 2010 que fueron una farsa (sólo participó el 25% del electorado) en la cual colaboró la Organización de Estados Americanos (OEA).

En realidad, seis de los siete miembros de la comisión nombrada por la OEA para supervisar las elecciones son ciudadanos de EEUU, Francia y Canadá, los tres gobiernos que lideraron la decisión de derrocar por las armas al Gobierno de Duvalier. En tales elecciones no se permitió participar al partido de Aristide. La información proveída por Wikileaks muestra la movilización exitosa del Departamento de Estado de EEUU para presionar a Brasil y otros países miembros del cuerpo especial de Naciones Unidas para impedir la vuelta de Aristide a Haití, que continúa en el exilio en Suráfrica. Mientras, Baby Doc Duvalier ha vuelto a Haití. Las movilizaciones populares en Haití (silenciadas en los medios de mayor difusión), en las que se protestaba por la farsa de las elecciones, han forzado a la OEA a descalificar a su comisión electoral y han presionado al Gobierno de Haití para que, por fin, permita la vuelta de Aristide.

Lo que ocurre en Haití es, por desgracia, enormemente previsible. Durante la Guerra Fría se presentaban estos conflictos como resultado de las tensiones derivadas del mundo en dos bloques, el llamado “democrático y libre”, liderado por EEUU, y el dictatorial, liderado por la Unión Soviética. La falsedad de tal interpretación del mundo queda claramente demostrada en lo que ocurre hoy en Haití. La Unión Soviética ha desaparecido y la política del Gobierno federal de EEUU no ha cambiado ni un centímetro en su intervencionismo a favor de las elites gobernantes, mostrando que el mayor problema no es el geopolítico de bloques, sino las alianzas de clases entre las elites dominantes de los países del Norte y del Sur en contra de los intereses de las clases dominadas del Sur y del Norte. La clase trabajadora de EEUU, en contra de lo que asumen algunas voces izquierdistas, no se beneficia ni un ápice de la explotación que se realiza en Haití. En realidad, las mismas fuerzas (lo que en EEUU se llama la Corporate Class) que influencian las políticas del Gobierno federal de EEUU en Haití son las mismas fuerzas que dominan la vida política de EEUU, limitando la democracia y la calidad de vida de las clases populares de ambos países.
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domingo, 20 de febrero de 2011

MOMENTO DE DECISIONES

Presidente Fernández: ¿Qué va usted y sus funcionarios disfuncionales, siempre prestos a coger lo ajeno, pandilla de gavilleros, a hacer para implantar el orden? Mientras tanto, pueblo dominicano, comienza a armarte y a defenderte como puedas de la mafia que te gobierna. (Nuestra nota).

Por FEDERICO HENRÍQUEZ GRATEREAUX
Escriba a Federico Henríquez Gratereaux

Nuestro país es hoy “un lugar peligroso”. Pero en ninguna esquina de la ciudad de Santo Domingo el ayuntamiento ha colocado “letreros de advertencia”. En naciones de habla inglesa es costumbre instalar leyendas: “dangerous”, “warning”. En las edificaciones con peldaños irregulares hay vigilantes que recuerdan a los visitantes que deben “cuidar sus pisadas”. Aquí no se usa nada de eso. Matan a un cubano, después a un alemán, luego a un venezolano; y continuamente matan dominicanos por motivos intrincados y enigmáticos. Acaban de aparecer, en distintos lugares, los cadáveres de dos abogados que ejercían para el mismo bufete.

¿Qué puede hacer el hombre común que trabaja todos los días? Quien no sea pistolero, ni bravucón buscapleitos, ni agresivo “por naturaleza”, debe ir pensando cómo afrontar su porvenir inmediato. Eso de sentirse siempre acorralado e impotente no es una grata situación. El ladrón me roba el automóvil, el asaltante me quita la cartera, el policía de tránsito me detiene o me empuja. Los otros policías nunca protegen a pobres “ciudadanos ordinarios”. Indefensión es un sentimiento generalizado.

Circunstancias de este tipo llevan los hombres más pacíficos a “ponerse belicosos”… sin haber recibido entrenamiento para pelear; a veces sin tener vocación combativa. Los ingleses llaman “turning point” al momento en que las personas “dan un giro” y toman decisiones importantes para sus vidas. Conocí un hombre que todos los días “se afirmaba” diciendo: “a un pellizco, una patada; a una patada, una puñalada; a una puñalada, dos tiros”. Así, en “crescendo”, deberían ser sus respuestas a las agresiones “del ambiente”.

No puede pedírsele a la gente “que se deje matar”, o arrollar o humillar, por unos cuantos perversos: criminales, maleantes, bribones, oportunistas. Un hombre viejo sabe bien que la muerte irá “tejiendo su tela” hasta envolverlo como una momia egipcia. Los asesinos por paga son expertos en matar. Los ciudadanos honrados sólo pagan facturas de energía eléctrica, matriculas de colegios; nunca pagan para matar, ni saben matar ellos mismos. Pero vivir “rodeado de mafias” exige previsiones especiales: de defensa, de organización, de actitud mental. Si usted no quiere irse de su país debe tomar decisiones fundamentales: ¿Qué debo hacer para quedarme? ¿Para sobrevivir y proteger a mi familia?

Hoy
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jueves, 17 de febrero de 2011

DE AYER A HOY

Por Bonaparte Gautreaux Piñeyro

El domingo pasado conversaba con mi amigo Julio Hazim en el programa “E’ pa’donde que vamo” que producimos para el Supercanal de TV y recordaba la situación en la cual Hipólito Mejía tomó el poder en el año 2000.

El gobierno de Leonel Fernández 1996-2000 dejó las finanzas públicas en tan desastrosa situación que para el 25 de agosto del 2000 no había fondos para pagar a los empleados públicos.

De manera alegre e irresponsable, el gobierno había consumido el Presupuesto correspondiente al año 2000 en el período enero-agosto.

Eso no era lo peor: el gobierno del Partido de la Liberación Dominicana dejaba una deuda interna superior a los 25 mil millones de pesos en compromisos vencidos con suplidores, contratistas y otros servicios consumidos y no pagados.

Desangraron las divisas del Banco Central pagando las importaciones de derivados del petróleo sin ajustar los precios de los combustibles.

Esas y otras diabluras las hicieron al final, cuando dejaban el poder, cuando habían cambiado los fondillos rotos y roídos de pantalones únicos gastados por tanto uso, sin relevo.

Ya habían entrado en un nivel social más elevado y en la borrachera de la corrupción para mantenerse en el lugar al que habían ascendido.

Descubrieron, que el camino de la corrupción era el único para mantener su nueva situación personal, dejando de lado antiguos principios olvidados al otro día de iniciar las libaciones de las mieles del poder.

Ellos dijeron, de ellos se esperaba…es cierto que de buenas intenciones está empedrado el camino del infierno.

¿Quién ha dicho que hay que honrar la palabra empeñada?

El error fue que no nos dimos cuenta de que si antes de llegar al gobierno iban a una casa de empeño no tenían ni siquiera la palabra para empeñar.

Hoy, la situación nacional es mucho peor que la de agosto del 2000.

La deuda externa es enorme para nuestra capacidad, la corrupción se ha centuplicado, el desorden arropa las instituciones guardianas del orden, la situación de la salud pública es desastrosa, las carencias y fallas en el sistema educativo amenazan el futuro de la nación, la baja en la producción de alimentos y el incremento constante de las importaciones, para favorecer con permisos a funcionarios del gobierno, el aumento acelerado del narcotráfico y la criminalidad, la falta de una visión de futuro que permita sembrar esperanzas convertidas en realidades, conforman un cuadro que obliga a pensar en un hombre y un equipo capaz, honrado, con planes claros y disposición para sacar el país del abismo en que nos han metido: ese hombre es Hipólito Mejía.
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FÉLIX BAUTISTA: LOS DOMINIOS DEL MIDAS CRIOLLO LLEGAN A PANAMÁ Y HAITÍ

Es propietario de una empresa de minería en Panamá, y de construcción en Haití

Por Lissette Rojas

SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Es mucho lo que se puede hacer cuando se surge del anonimato, como el senador peledeísta por San Juan, Félix Bautista, y se logra alcanzar tanto poder y fortuna como un emperador criollo, capaz de acrecentar su patrimonio declarado en un 97% en sólo dos períodos de gobierno y convertirse en inversionista en minería y construcción en Panamá y en Haití.

Comprador de bienes raíces y admirador de beldades, Félix Ramón Bautista Rosario, se hace rodear por ex reinas de belleza. Cuando fue director de la Oficina Fiscalizadora de Obras del Estado y tenía oficina en el Palacio Presidencial, entre los hombres era motivo de envidia la belleza de las mujeres que le rodeaban.

En 1996, Bautista –uno de los pocos funcionarios que, según los corrillos peledeístas, puede entrar en el despacho del presidente Leonel Fernández sin anunciarse- presentó ante el entonces Departamento de Prevención de la Corrupción (Depreco), una declaración jurada de bienes en la que daba fe de que sus posesiones muebles e inmuebles ascendían a 547 mil pesos.

Su figura diminuta hoy se mueve entre la grandeza de los palacios y las torres de apartamentos. Odia el ruido ajeno. Se le atribuye la propiedad de una casa en La Castellana que fue ampliada al comprar un terreno vecino.

Las cámaras de seguridad vigilan las calles laterales de esa mansión donde, se dice, a veces duerme este hombre de confianza del entorno presidencial que en 1999 a veces renunciaba a la prerrogativa de tener chofer para conducir él mismo la yipeta que tenía asignada.

Como director de la Oficina Coordinadora de Obras del Estado, Bautista dio de qué hablar en 1999 cuando le robaron en el sector La Agustina la yipeta que tenía asignada. En ese entonces, el periódico El Nacional publicó que en el interior del vehículo había una fuerte suma de dinero y varias armas largas. El funcionario nunca replicó esta versión. El sargento a cargo de su seguridad fue relevado.

La buena fortuna, sin embargo, dejó de sonreírle en el 2000. El ascenso al poder del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) significó para Félix Ramón Bautista Rosario la apertura de una acusación por sobre valuación de la carretera San Juan-Vallejuelo. Esta se convertiría en la primera pero no en la última vez que lo señalarían por un manejo inadecuado de fondos públicos.

Un expediente criminal por presunta estafa de más de 50 millones de pesos contra el Estado Dominicano y una investigación dieron como resultado que el Rey Midas del Partido de la Liberación Dominicana fuese enviado a la cárcel preventiva de Najayo.

Allí, a pocos metros del hacinamiento en que sobrevivían otros reos, nadie podía sospechar que cinco años después volvería a convertirse en un poderoso funcionario ese preso común que una tarde aprovechó una visita del procurador Virgilio Bello Rosa para pedirle que le permitiera tener una nevera en la celda.

Había sido el hombre del dinero. Ahora, tras los barrotes, lo abrumaba la soledad del no poder. Compartía su encierro con Luis Ynchausti y Félix Abreu, el primero acusado por malversación de fondos del caso Peme (Programa Eventual Mínimo de Empleo) y el segundo también involucrado en el expediente de la carretera San Juan-Vallejuelo.

Bautista vive en medio de la tormenta y bajo el fuego cruzado, pero no se inmuta. Siempre calla. Cuando lo acusan de corrupción, su arma principal es una media sonrisa que ya aprendió a administrar frente a las cámaras de los noticieros.

En apariencia, se trata de un hombre cortés que moviliza las multitudes, pero a fuerza de “papeletazo”, dicen en San Juan sus antiguos competidores, hoy apabullados por el peso del poder de un hombre que, aseguran, con mucho dinero obtuvo la candidatura a senador.

En 2010 -al asumir la senaduría- el patrimonio declarado de Bautista ascendía a unos 16 millones de pesos, lo que representa un 97 por ciento de aumento con respecto al primer mandato del presidente Leonel Fernández, según consta en el acto 4-2010, de fecha 12 de agosto de 2010, firmado por el propio senador peledeísta, por Ricardo Monegro Ramírez (testigo) y Milka Luisa Garrido Jansen (testigo). En los archivos de Acento.com.do reposa una copia del citado documento.

Entre sus bienes -los declarados- Bautista tiene equipos y enseres del hogar por 2 millones 100 mil pesos, un apartamento en el Residencial Mairení, en la avenida Luperón 26 (valorado en 6 millones de pesos), la Inmobiliaria y Constructora Rofi, así como la Constructora Hadom-Haití (98% de las acciones) y la Inmobiliaria Hemisferco-Panamá (90%).

Cuando se hacen cálculos, los seis millones del apartamento y los dos millones cien mil de enseres y equipos suman unos ocho millones cien mil.

Como una suerte de Rey Midas criollo, que todo lo convierte en oro, Bautista le jura al Estado y a los contribuyentes, ante el notario y dos testigos, que él, dueño y señor de dos inmobiliarias y una constructora, solo tiene otros 7 millones 900 mil pesos.

Los siete millones, que se supone están en efectivo, son el patrimonio del propietario al 90 por ciento de Hemisferco-Panamá, una empresa con capacidad para poseer, como en efecto tiene, un permiso en fase de evaluación, en la Dirección Nacional de Recursos Minerales de Panamá, para extraer basalto y piedra caliza en los corregimientos de Chilibre y Las Cumbres, según consta en el portal del Ministerio de Comercio e Industrias, República de Panamá.

¿Pero quién es este hombre que mueve los hilos del poder?

Antes del ascenso del Partido de la Liberación Dominicana en 1996, el nombre de Félix Bautista estaba más cercano al sastre que había sido en su natal San Juan de la Maguana que al poderoso funcionario en que llegaría a convertirse.

Félix el Sastre, como le dicen quienes lo recuerdan en su pueblo de Punta Caña, no tenía dinero.

Once años después, en 2007 el Partido Revolucionario Dominicano lo acusó de violar el artículo 37 de la Constitución al concertar de manera irregular un convenio por 130 millones de dólares con la Sun Land Corporation, S.A. Pero el expediente no prosperó debido a un fallo emitido por la Suprema Corte de Justicia.

Su fundación Fundimeso, ubicada en la avenida Bolívar, entrega becas a estudiantes de escasos recursos, algunas provenientes del Ministerio de Educación Ciencia y Tecnología, según una fuente gubernamental. Asimismo, Bautista sustenta su apoyo popular regalando computadoras a los estudiantes que de alguna manera guarden relación con su proyecto político.

El senador por San Juan se cuida de no revelar sus aspiraciones presidenciales. Quizás, motivado por “la silla” en los últimos años ha insistido en su propia formación. Hizo una maestría cuya tesis de grado resultó ser –según denuncia-un plagio de la que había hecho otro estudiante. Y se armó un escándalo cuando la Universidad Autónoma de Santo Domingo destapó el caso.

En Fundimeso, el senador tiene una de las bibliotecas privadas más completas del Distrito Nacional. Como en un pasadizo de película, al toque de un sencillo botón, los anaqueles se mueven y las luces se encienden para iluminar miles de ejemplares de pasta dura.

Los actos de esa entidad tienen toda la fastuosidad de las ceremonias de Estado. A un llamado de Bautista, algunos ministros se ponen en guardia. “Si Fundimeso vacuna a un niño, va el ministro de Salud”, “Si entrega una mascota, va el ministro de Educación”, asegura una fuente cercana al poder.

“¿De qué corrupción usted me habla?”

Pocos son los que no le temen, como no lo hace Víctor Díaz Rúa, de Obras Públicas, con quien llegó incluso a manotearse en los pasillos del Palacio Presidencial. Aunque luego lo negaron, el “dime y direte” de ambos peledeístas trascendió, del mismo modo en que se supo lo de la remodelación del Palacio de Bellas Artes.

El caso de los parqueos del Palacio de Bellas Artes, cuya construcción tuvo un costo de 1,330 millones 400 mil pesos, cerca del doble de los 700 millones que inicialmente se presupuestaron. En 2008, una investigación de la periodista Edith Febles daba cuenta de que cada uno de los 600 parqueos soterrados les costaron a los contribuyentes 597 mil 783 pesos.

El suntuoso palacio de pisos de mármol italiano y de mobiliario exclusivo es el emblema de la subutilización y de una pobre relación costo-beneficio. Cerca de 1,500 millones de pesos para un lugar que pocos dominicanos utilizan y que no retribuye, en términos materiales, la cuantiosa inversión. Sobre todo si se toma en consideración que la mayoría de las provincias no cuenta con una escuela de Bellas Artes, y en las que existe no disponen de instalaciones adecuadas.

Los medios criticaron entonces al influyente funcionario, pero él se justificó. “¿Mil dólares el metro cuadrado para el Palacio de Bellas Artes es caro? Hay que preguntarles a los críticos dónde viven, si viven en un apartamento de 1,000 dólares el metro cuadrado o de menos. Yo pienso que no es caro, es un precio muy razonable”, argumentó.

Estaba escrito. El ahora poderoso Félix Ramón Bautista Rosario no permitiría que lo señalasen con el dedo acusador. Atrás habían quedado los días en que guardó prisión por violación de los artículos 147, 148, 265, 66, 67 y 166 del Código Penal, por alegado perjuicio económico contra los bienes públicos administrados por funcionarios del Estado, en el Proyecto de Reconstrucción y Ampliación de la carretera San Juan-Vallejuelo.

Una mañana, cuando era aspirante a senador y cuando subía a una yipeta de lujo, una periodista le cuestionó el porqué de la acusación de corrupción que le hacían las feministas.

Y Bautista, que hoy desborda autoconfianza y poder, frunció el seño y le contestó: “¿De qué corrupción usted me habla?”. Y le subió los vidrios.

17 de febrero del 2011
Tomado de Acento.com.do


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lunes, 14 de febrero de 2011

¿Por qué no regulamos las armas con la misma seriedad que los juguetes?

Nicholas D. Kristof
The New York Times

Se consideraba que Jared Loughner era demasiado inestable mentalmente para asistir a la universidad comunitaria. Fue rechazado por el ejército. Sin embargo, ¿comprar una pistola Glock y un cargador para 33 rondas? No hay problema.

A fin de proteger a la población general, regulamos los automóviles y los juguetes, medicamentos y fondos mutualistas. Entonces, meramente como una cuestión de salud pública, ¿no deberíamos aplicar medidas para reducir el precio derivado de nuestra industria nacional de armas?

Miren, soy un niño de granja de Oregón al que le dieron un rifle calibre .22 cuando cumplió 12 años. Aún disparo ocasionalmente cuando visito la granja familiar, y entiendo uno de los atractivos de las armas: son divertidas.

También es cierto que las personas elegantes de la ciudad a veces exageran el riesgo de cualquier arma que se trate. Los autores de Freakonomics notaron que un hogar con una piscina es considerablemente más peligroso para los niños pequeños que un hogar con un arma de fuego. Dijeron que un niño se ahoga cada año por cada 11,000 piscinas residenciales, pero que un niño muere de un disparo por cada millón o más de armas.

Dicho todo lo anterior, las armas son mucho más mortíferas en Estados Unidos, no en menor medida porque hay muchísimas. Hay aproximadamente 85 armas por cada 100 personas en Estados Unidos, y nosotros rebosamos en particular de pistolas.

(El único país que he visto más armado que Estados Unidos es Yemen. Cerca del poblado de Sadah, fui a un mercado de armas donde me ofrecieron lanzagranadas, ametralladoras, minas antitanques e incluso un arma antiaérea. Sí, ¡un sueño de la NRA! –Asociación Nacional del Rifle– –Nada de molestos reguladores. Solamente terrorismo y una guerra civil menor.)

Apenas desde los asesinatos de Tucson, Arizona, otros 320 estadounidenses, aproximadamente, han sido muertos por armas de fuego anónimamente, captando apenas una hebra de atención. Para mañana, serán 400 muertes. Cada día, aproximadamente 80 personas mueren a causa de armas de fuego, y varias veces ese número terminan heridas.

Las ventas de pistolas en Arizona se dispararon 60%, con base al noticiario de Bloomberg, a medida que los compradores buscaron derrotar cualquier reforzamiento de las leyes de armas. La gente también compra armas con la esperanza de estar más segura. Sin embargo, la evidencia es abrumadora en cuanto a que las armas de fuego, de hecho, ponen en peligro a sus dueños. Un académico, John Lott Jr., publicó un libro en el cual sugiere que más armas conducen a menos delincuencia, pero muchos estudios ya desbancaron ese hallazgo (aunque, también, es cierto que un auge en el número de armas escondidas no condujo al baño de sangre que los liberales habían pronosticado).

Un cuidadoso artículo que será publicado en la Revista Estadounidense de Medicina del Estilo de Vida, escrito por David Hemenway, catedrático de Harvard que escribió un libro brillante hace unos cuantos años encuadrando de nuevo el debate sobre las armas como un desafío de salud pública, deja en claro que un arma en el hogar ocasiona que sea más probable que su dueño reciba un balazo, ya sea accidentalmente, por suicidio u homicidio.

Las probabilidades de que un arma sea empleada para disuadir la invasión de una vivienda son increíblemente remotas, y marcar el 911 es más efectivo para reducir lesiones que blandir un arma, dice el artículo de la revista. Sin embargo, agrega que los niños estadounidenses tienen probabilidades 11 veces mayores de morir en un accidente con armas de fuego que en otros países industrializados, debido a la prevalencia de armas.

De manera similar, las tasas de suicidio son mayores en estados con más armas, sencillamente porque hay más suicidios con armas de fuego. Otros tipos de suicidio no son más altos. Y debido a que la mayoría de los homicidios en el hogar son por parte de familiares o conocidos –no por un intruso–, la presencia de un arma en el hogar incrementa el riesgo de un asesinato armado en ese hogar.

¿Entonces qué se puede hacer? Le pregunté a Hemenway cómo supervisaría un enfoque de salud pública para reducir las muertes y lesiones por arma de fuego. Él sugirió lo siguiente:

Limitar las compras de armas a una por mes, por persona, para reducir el tráfico de armas. Y justamente a medida que el gobierno ha aplicado severas medidas en contra de los minoristas que venden cigarrillos a menores, hay que ponerse duros con los comerciantes de armas que venden a traficantes.

Se debería pugnar por más seguros en las armas, así como hacer que sea más difícil borrar los números de serie.

Mejorar las revisiones de antecedentes y seguir a Canadá en el requisito de un periodo de espera de 28 días para adquirir un arma de fuego. Además, se deben prohibir las cartucheras de tamaño excesivo, como la recámara de 33 balas que presuntamente se usó en Tucson. Si el tirador hubiera tenido que cargar nuevamente después de disparar 10 balas, pudiera haber sido derribado antes. Asimismo, inviertan en nuevas tecnologías como las “armas inteligentes”, que pueden ser disparadas solamente cuando se está cerca de una pulsera por separado o después de un escaneo de huellas dactilares.

De manera similar, podemos aprender de Australia, que en 1996 prohibió las armas de asalto y empezó a comprar de nuevo 650,000 de ellas. El impacto es polémico y a veces se ha distorsionado. Sin embargo, la Revista de Política de Salud Pública nota que después de la prohibición, la tasa de suicidio por arma de fuego cayó por la mitad en Australia durante los siete años siguientes, al tiempo que la tasa de homicidio con arma de fuego casi se ha reducido por la mitad.

Recientemente, el Congreso de Estados Unidos hizo eco con discursos que rindieron homenaje a quienes fueron baleados en Tucson. Eso es magnífico pero superficial. El mejor servicio en recordación sería la regulación de armas de fuego justamente con la misma seriedad con que regulamos los automóviles o los juguetes.
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viernes, 11 de febrero de 2011

IMPERDONABLE DESCUIDO: RD NO TIENE NI VOZ NI VOTO EN LA ONU

Y gastaron 3.5 millones de dólares a la INDIA. Es que están demasiado ocupados en repartirse el botín nacional, estos cabronazos…. ¿hasta cuándo vas a aguantar tantas afrentas, pueblo dominicano? (El que sigue es un editorial de El Nacional; el añadido de arriba es nuestro)

República Dominicana ha sido despojada de voz y voto en la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU) por una deuda acumulada con ese organismo internacional por más de cuatro millones de dólares, según comunicó el embajador Federico Cuello, quien ha pedido al Gobierno abonar US$ 1.5 para poder recuperar el habla y el derecho al sufragio.

Por esa razón, la nación figura en una lista de Estados de África y del Caribe Inglés que han sido virtualmente despojados de sus sillas en la sede del más importante foro mundial, lo que constituye un motivo de vergüenza para las autoridades de un país que se dice entre los de mayor crecimiento económico del continente.

Aunque con el adelanto de 369 mil dólares, Santo Domingo recobraría derecho a voz y voto, el embajador Cuello ha sugerido endosar a la ONU un cheque por un millón 500 mil dólares para que al vencerse la próxima cuota no sea literalmente desalojado u obligado a hacer el papel del mudo.

El Gobierno está compelido a explicar el porqué de ese imperdonable descuido a causa del cual el país figura en una lista de morosos que merodean los pasillos de la ONU sin poder decir esta boca es mía.

No hace mucho, el presidente Leonel Fernández se dirigió a la Asamblea General de la ONU, desde donde llamó la atención por la extendida especulación financiera y bursátil, que considera la causa principal de la crisis económica mundial, sin llegar a prever que a menos que el Gobierno pague la deuda atrasada no podría usar de nuevo ese podio.

El Gobierno de una nación, de la que se dice experimentó un crecimiento del 7.5 por ciento en su PIB, no tendría forma de justificar que por morosidad haya perdido el derecho de opinar y votar en el principal escenario de diálogo de la comunidad internacional.

En este momento, a causa de una deuda de más de cuatro millones de dólares, República Dominicana está inhabilitada para abordar en la ONU temas referentes a la crisis haitiana o siquiera poder defender en ese foro el proclamado derecho a deportar indocumentados.

Se tendrá que hilar fino para poder justificar la afrenta que constituye la pérdida del derecho a la palabra y al sufragio que ha sufrido el país en Naciones Unidas por -hay que repetirlo- el imperdonable descuido de no pagar a tiempo la cuota de membresía.

El Ministerio de Hacienda, no la Cancillería, tiene la palabra.
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martes, 8 de febrero de 2011

¿RIESGO REAL DE ARRESTO PARA BUSH?

Gerardo Lissardy
BBC Mundo, Europa

La cancelación de un viaje del ex presidente de Estados Unidos, George W. Bush, a Suiza esta semana fue interpretada por grupos de derechos humanos como una señal de que el ex presidente estadounidense teme enfrentar cargos por tortura si sale de su país.

Bush tenía previsto asistir a un evento de gala en Ginebra el próximo sábado, pero declinó hacerlo luego de anuncios de protestas y pedidos de arresto en su contra por presuntos abusos contra sospechosos de terrorismo.

Organizadores del evento –una cena para recaudar fondos para el grupo judío Keren Hayesod— dijeron que la cancelación de Bush se debió al riesgo de violencia durante las protestas y no a un riesgo de detención.

Pero otros creen que la decisión de Bush responde a que los ex jefes de Estado tienen cada vez menos inmunidad legal, más de una década después del sorpresivo arresto del ex gobernante de facto chileno Augusto Pinochet en Londres en octubre de 1998.

"Vamos a seguir pidiendo donde vaya (Bush) que se lo arreste; todos los países que ratificaron la Convención contra la Tortura pueden arrestarlo", dijo Geneviève Garrigos, presidenta de Amnistía Internacional en Francia, a BBC Mundo.

Submarinos
Amnistía Internacional fue una de las organizaciones de derechos humanos que preparó pedidos escritos a la fiscalía suiza para abrir una investigación penal contra Bush por presunta tortura durante su gobierno.

También lo hicieron otros grupos como la Federación Internacional de Derechos Humanos y el Centro para los Derechos Constitucionales de Nueva York, que dijeron tener una denuncia de más de 2.500 páginas.

Las peticiones de arresto de estos dos grupos se basa en los casos de dos detenidos en la prisión de Guantánamo, Majad Khan y Sami al-Hajj, un ex camarógrafo de la cadena al-Jazeera liberado en 2008.

En su reciente autobiografía, Bush, que gobernó Estados Unidos entre 2001 y 2009, admitió que autorizó prácticas de submarino (simulación de ahogamiento) para detenidos en Guantánamo sospechosos de terrorismo.

Según el ex presidente, esa decisión fue adoptada para evitar que ocurrieran nuevos ataques de grupos fundamentalistas como los que ocurrieron en Washington y Nueva York en septiembre de 2001.

Sin embargo, diversos expertos consideran esa práctica de interrogatorio como una forma de abuso de prisioneros contraria a la Convención contra la Tortura que han ratificado 147 países desde 1987.

El cambio de Pinochet
Garrigos aseguró que "hay un riesgo real" para Bush de ser arrestado fuera de su país por las denuncias que han preparado organizaciones de derechos humanos en su contra.

En su autobiografía, Bush admitió que autorizó prácticas de "submarino" para detenidos en Guantánamo.

"Todas las pruebas y todo lo que se ha recogido en estos años en su contra muestran muy bien su implicación", sostuvo.

A su entender, la justicia internacional ha avanzado en los últimos tiempos con la adopción del Estatuto de Roma de 1998 que permitió la creación de la Corte Penal Internacional (CPI).

Los expertos creen que el punto de quiebre en materia de inmunidad internacional de ex gobernantes fue el arresto de Pinochet en Londres a pedido de la justicia española por el asesinato de ciudadanos de este país durante su régimen.

"El caso Pinochet fue el cambio: por primera vez a un ex jefe de Estado se le presentaron cargos de tortura y otros crímenes", dijo Paola Gaeta, profesora de derecho penal internacional en la Universidad de Ginebra, a BBC Mundo.

"La inmunidad retrocede"
Desde entonces hubo diversos pedidos de detención internacional contra ex funcionarios y gobernantes de diversos países.

"Poco a poco, la inmunidad retrocede", dijo Garrigos, que mencionó como ejemplo la extradición del ex presidente peruano Alberto Fujimori para ser juzgado por violaciones a los derechos humanos en su país.

También citó el pedido de captura que la CPI emitió en 2009 contra el presidente de Sudán, Omar Hasan Ahmad al-Bashir, por presuntos crímenes de guerra y contra la humanidad en Darfur, hasta ahora infructuoso.

En 2005, el Centro para los Derechos Constitucionales de Nueva York presentó un pedido de arresto contra el entonces secretario de Defensa de Bush, Donald Rumsfeld, por los abusos en la cárcel iraquí de Abu Ghraib.

El pedido fue presentado en Alemania antes de un viaje que planeaba Rumsfeld a ese país, pero fue desestimado por la fiscalía alemana.

La ex canciller israelí Tzipi Livni pospuso un viaje a Londres en 2009, después que una corte británica emitiera un pedido de captura en su contra, lo que generó tensiones entre ambos países.

"Evitó el bochorno"
Organizadores del evento dijeron que la cancelación se debió al riesgo de violencia durante las protestas.

Ahora, la pregunta de si un ex presidente estadounidense como Bush podría ser detenido en otro país ha sido abierta con su cancelación del viaje a Suiza.

Sin embargo, un funcionario del ministerio de Justicia suizo sugirió que Bush podría haber gozado de inmunidad por actos cometidos durante su gobierno.

David Sherzer, un portavoz del ex presidente, dijo a la agencia de noticias Associated Press que desde que Bush dejó el cargo ha viajado a varios países como Brasil, Japón o Canadá.

"En general la amenaza (de detención) existe, pero en el caso de Bush creo que era improbable que fuera arrestado si venía a Suiza", dijo Gaeta. "Simplemente evitó el bochorno".
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viernes, 21 de enero de 2011

A Aristide debiera permitírsele regresar a Haití

Por Mark Weisbrot
Codirector del Center for Economic and Policy Research (CEPR).

El infame dictador haitiano, “Baby Doc” Duvalier, regresó a su país esta semana, mientras que el primer presidente elegido democráticamente del país, Jean-Bertrand Aristide, aún no puede volver. Estos dos hechos dicen todo lo que hay que saber sobre la política de Washington hacia Haití, y sobre el respeto a la democracia que tiene nuestro gobierno en ese país tanto como en la región.

Al recibir preguntas sobre el regreso de Duvalier, quién bajo su dictadura torturó y asesinó a miles de personas, el Portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, P.J. Crowley dijo, “este es un asunto para el gobierno y pueblo de Haití.”

Pero al recibir preguntas sobre el posible regreso de Aristide, él dijo que “Haití no necesita, en este momento, más estorbos.”

Cables publicados por Wikileaks la semana pasada muestran que Washington presionó a Brasil, quién lidera la misión militar de las Naciones Unidas en Haití, para que se evitara el ingreso de Aristide al país y que se limite su influencia política desde el exilio.

¿Quién es este hombre tan peligroso que teme Washington? En 1996, el Washington Post describió su primer mandato de esta manera:

Elegido abrumadoramente, derrocado por un golpe de Estado y retornado al poder por tropas estadounidenses, el populista ex sacerdote abolió el represivo ejercito, casi le puso fin a las violaciones a los derechos humanos, mayormente cumplió con su promesa de promover reconciliación, celebró elecciones desorganizadas pero justas y, aunque contaba con suficiente apoyo popular para ignorarla, honró su promesa de dejar el poder al final de su mandato. Un récord formidable.

Eso fue antes de que el consejo editorial del Washington Post se hiciera neo-conservador, y más importantemente, antes de que Washington lanzara su campaña para derrocarlo por segunda vez. Junto con sus aliados internacionales, congelaron virtualmente toda ayuda extranjera al país después de 2000. Al mismo tiempo, invirtieron millones de dólares para fomentar un movimiento opositor. Con el control de la mayoría de los medios de comunicación, y la ayuda de matones armados, asesinos convictos, y ex líderes de caravanas de la muerte, el empobrecido y quebrantado gobierno fue derrocado en febrero de 2004.

La gran diferencia entre los golpes contra Aristide de 2004 y de 1991 es que en 1991, el Presidente George H.W. Bush no reconoció al gobierno golpista, aunque fue la misma CIA que los financió. Tuvieron que por lo menos disimular que no estaban involucrados. Pero en 2004, bajo el segundo Presidente Bush, ni siquiera se molestaron en esconderlo. Esto representa la degeneración de la política extranjera de Estados Unidos.

Tuve una conversación hace poco con un Congresista veterano de Estados Unidos en la que le comenté que Washington derrocó a Aristide la segunda vez, en 2004, porque él abolió al ejercito. “Así es,” me respondió.

Washington es un lugar cínico. Las organizaciones de derechos humanos más importantes de esta ciudad no hicieron casi nada cuando miles de haitianos fueron asesinados después del golpe de 2004, y miembros del gobierno constitucional fueron encarcelados. Y a estos supuestos defensores de derechos humanos, y las otras organizaciones que trabajan a favor de la “democracia”, no parece molestarles que el distinguido ex Presidente de Haití sigue en exilio – en violación de la constitución haitiana y derecho internacional. Ni les molesta que su partido, el más popular del país, es prohibido de participar en elecciones. Los grandes medios de comunicación en general le siguen la corriente.

Ahora hay elecciones en Haití en que la Organización de Estados Americanos, al pedido de Washington, quiere elegir por Haití quién debería participar en la segunda ronda de sus elecciones presidenciales. Esa es la imagen que tiene Washington sobre la democracia.

Sin embargo, Aristide sigue vivo, en exilio forzado en Sur África. Continúa siendo el líder político más popular en Haití, y siete años no son suficientes para borrar su memoria de la conciencia haitiana. Aristide volverá tarde o temprano.
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jueves, 20 de enero de 2011

LISTA DE CURAS ABUSADORES DE LA ARQUIDIÓCESIS DE BOSTON

SERVICIO PÚBLICO

El abogado Mitchell Garabedian, cuya firma representa a más de 700 víctimas de las diabluras sexuales de los curas de Boston, dio a conocer esta lista de 117 nombres de curas sinvergüenzas acusados de acoso y abuso sexual contra niños y adultos. Se la dejo aquí por si usted conoce alguno, o lo tiene cerca de su vecindario, sepa de quién se trata. Nótese que la mayoría de violadores en este listado ha servido en la arquidiócesis de Boston, donde se destapó el escándalo que ha sacudido, no sólo a la iglesia católica, sino al mundo, que ha reaccionado indignado con este abuso de confianza cometido contra miles de familias que se confiaron de la prédica de estos descarados que se ampararon en la fe y ocultaron bajo sus hábitos toda la perversidad que derrocharon sobre la inocencia de muchos niños.

1. Father Richard J. Ahern, C.S.S., also known as Father Richard J. Ahern, C.P.S. (Congregation of the Sacred Stigmata, also referred to as the Stigmatines; and Diocese of Springfield)
2. Father Jose Alonzo, also known as Father Jose Alonso (Diocese of Paterson)
3. Father Joseph Angeli (Archdiocese of Boston)
4. Father John T. Atwater (Archdiocese of Boston)
5. Father José Maria Bettencourt e Ávila (Diocese of Fall River)
6. Father Eugene Bailot (Archdiocese of Boston)
7. Father Robert F. Barrett (Archdiocese of Boston)
8. Father Sydney Bayers, also known as Father Sidney Bayers (Archdiocese of Boston)
9. Father Robert P. Beale (Archdiocese of Boston)
10. Father Leon F. Beauvais (Archdiocese of Boston)
11. Father Ronald Becker (Diocese of Trenton)
12. Father George C. Berthold (Archdiocese of Boston)
13. Father Joseph E. Birmingham (Archdiocese of Boston)
14. Father Paul J. Bolduc (Archdiocese of Boston)
15. Father Barry F. Bossa, S.A.C., also known as Father F. Barry Bossa (Archdiocese of Boston)
16. Father Philip C. Breton (Archdiocese of Boston)
17. Father Anthony L. Buchette (Archdiocese of Boston)
18. Father Myron F. Bullock (Archdiocese of Boston)
19. Father Robert M. Burns (Archdiocese of Boston)
20. Father Michael J. Carew (Archdiocese of Boston)
21. Father Guido Caverzan, C.S. (Missionaries of St. Charles Borromeo, also referred to as the Scalabrinians)
22. Father Edmund P. Charest (Archdiocese of Boston)
23. Father Joseph K. Coleman (Archdiocese of Boston)
24. Father James E. Connelly (Archdiocese of Boston)
25. Father John M. Cotter (Archdiocese of Boston)
26. Father Edmund Croke (Archdiocese of Boston)
27. Father John P. Cronin (Diocese of Fall River)
28. Brother Eugene Cumerlato, S.X. (Xaverian Missionary Fathers)
29. Father Thomas M. Curran (Archdiocese of Boston)
30. Father Robert F. Daly (Archdiocese of Boston)
31. Brother Fidelis DeBerardinis, O.F.M. (Order of Friars Minor)
32. Father John J. Dewire (Archdiocese of Boston)
33. James D. Doherty (coach at Savio Preparatory High School) (Salesians of Don Bosco)
34. Father Roy Drake, S.J. (New York Society of Jesus)
35. Father William J. Duffy, S.J. (New England Society of Jesus)
36. Father John A. Dunn (Archdiocese of Boston)
37. Father Leo V. Dwyer (Archdiocese of Boston)
38. Father Frank E. Fairbairn (Archdiocese of Boston)
39. Brother Nolan Farrell (Archdiocese of Boston)
40. Father Paul J. Finegan (Archdiocese of Boston)
41. Father Peter J. Frost (Archdiocese of Boston)
42. Father Robert V. Gale (Archdiocese of Boston)
43. Father Rene Gaudin, SS.CC. (Congregation of the Sacred Hearts of Jesus and Mary)
44. Father John J. Geoghan (Archdiocese of Boston)
45. Father Louis J. Govoni (Archdiocese of Boston)
46. Father Daniel M. Graham (Archdiocese of Boston)
47. Father John E. Guiney (Archdiocese of Boston)
48. Monsignor Arthur J. Hagan (Archdiocese of Boston)
49. Father John R. Hanlon (Archdiocese of Boston)
50. Paul A. Hightower, a/k/a Father Paul A. Hightower, a/k/a Brother Paul A. Hightower (seminarian at Cardinal O’Connell Seminary) (Archdiocese of Boston)
51. Brother Edward Anthony Holmes, SS.CC. (Archdiocese of Boston)
52. Father Paul W. Hurley (Archdiocese of Boston)
53. Father Raymond L. Hyder (Archdiocese of Boston)
54. Father Donald J. Joyce, O.M.I. (Oblates of Mary Immaculate, also referred to as the Oblates)
55. Father Peter S. Kanchong (Archdiocese of Boston)
56. William Kelleher (groundskeeper at St. Ann’s Parish, West Bridgewater) (Archdiocese of Boston)
57. Father Edward T. Kelley (Archdiocese of Boston)
58. Father Edward M. Keohan (Archdiocese of Boston)
59. Father Bernard J. Lane (Archdiocese of Boston)
60. Father Richard R. Lavigne (Diocese of Springfield)
61. Father Kenneth A. LeBlanc (Archdiocese of Boston)
62. Father Charles M. Loeffler, S.J. (Archdiocese of Boston)
63. Edward Lopes (sexton or custodian, Santo Christo Parish, Fall River) (Diocese of Fall River)
64. Father John P. Lyons (Archdiocese of Boston)
65. Father James T. McDonald (Archdiocese of Boston)
66. Father Paul J. Mahan (Archdiocese of Boston)
67. Father Richard Mataconis, S.D.B., also known as Father Philip Mataconis, S.D.B. (Salesians of Don Bosco)
68. Father George V. McCabe, S.J. (New England Society of Jesus)
69. Father Richard J. McCormick, S.D.B., also known as Brother Richard J. McCormick, S.D.B. (Salesians of Don Bosco)
70. Father Paul E. McDonald (Archdiocese of Boston)
71. Father Joseph McInnis, also known as Father Joseph McInnis, S.J. (Archdiocese of Boston & New England Society of Jesus)
72. Father Benjamin J. McMahon (Archdiocese of Boston)
73. Father Gerard T. McMahon (Archdiocese of Boston)
74. Father Francis J. McManus, S.J. (New England Society of Jesus)
75. Father Robert H. Morrissette (Archdiocese of Boston)
76. Brother Thomas Mulryan (Diocese of Fall River)
77. John Murphy (teacher at Archbishop Williams High School in the 1980s) (Archdiocese of Boston)
78. Father Kenneth B. Murphy (Archdiocese of Boston)
79. Father David C. Murphy (Archdiocese of Boston)
80. Father James Nyhan (Archdiocese of Boston)
81. Father Eugene O’Sullivan (Archdiocese of Boston)
82. Deacon Joseph A. Papile (Archdiocese of Boston)
83. Father Edward O. Paquette (Diocese of Fall River)
84. Father Ronald H. Paquin (Archdiocese of Boston)
85. Father Leonard E. Pelletier (Archdiocese of Boston)
86. Father Leo E. Pollard, S.J. (New England Society of Jesus)
87. Father James R. Porter (Diocese of Fall River)
88. Brother Dennis Raeihle, S.A. (Franciscan Friars of the Atonement, also referred to as the Graymoor Friars)
89. Father Robert J. Reiss (Archdiocese of Dubuque)
90. Father George J. Rosenkranz (Archdiocese of Boston)
91. Monsignor Frederick J. Ryan (Archdiocese of Boston)
92. Father Robert Ryer (Archdiocese of Boston)
93. Father Paul P. Rynne (Archdiocese of Boston)
94. Father Paul R. Shanley (Archdiocese of Boston)
95. Father James C. Shaughnessey (Archdiocese of Boston)
96. Monsignor Francis S. Shea (Archdiocese of Boston)
97. Monsignor William B. Shea (Archdiocese of Boston)
98. Brother George Sheehan, S.D.B. (Salesians of Don Bosco)
99. Father Edward F. Sherry (Archdiocese of Boston)
100. Father Gilbert J. Simoes (Diocese of Fall River)
101. Father Brendan Smyth, O.Praem. (Diocese of Providence)
102. Father Eugene P. Sullivan (Archdiocese of Boston)
103. Father Michael D. Sullivan (Archdiocese of Boston)
104. Father C. Melvin Surette (Archdiocese of Boston)
105. Father James F. Talbot, S.J. (New England Society of Jesus)
106. Father Paul J. Tivnan (Archdiocese of Boston)
107. Father Louis Toma, P.S.S.C., also known as Father Louis Toma, C.S. (Missionaries of St. Charles Borromeo, also referred to as the Scalabrinians)
108. Father Ernest E. Tourigney (Archdiocese of Boston)
109. Father Robert K. Towner (Archdiocese of Boston)
110. Father Ronald J. Tully, also known as Monsignor Ronald J. Tully (Diocese of Paterson)
111. Father Robert Turnbull, O.S.A., also known as Father John Turnbull, O.S.A. (Brothers of the Order of Hermits of St. Augustine, also referred to as the Augustinians)
112. Father James P. Vallely (Diocese of Portland)
113. Father Joseph P. Veneto (Archdiocese of Boston)
114. Brother John Voglio, S.D.B. (Salesians of Don Bosco)
115. Father William M. Walsh (Archdiocese of Boston)
116. Father Robert A. Ward (Archdiocese of Boston)
117. Father Joseph Welsh (Archdiocese of Boston)
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martes, 18 de enero de 2011

CARICATURA


Muy expresiva. Y representa una verdad dominicana que podría ocurrir en mas de 90% de ocasiones.
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lunes, 17 de enero de 2011

Un año después del terremoto de Haití, las corporaciones se lucran mientras la gente sufre

Por Jordan Flaherty

Un año después del terremoto que devastó a Haití, gran parte del socorro prometido y la ayuda para la reconstrucción no ha llegado a los más necesitados. De hecho, la tragedia de la nación ha servido como una oportunidad para enriquecer aún más los intereses corporativos.

Los detalles de una demanda reciente, según informa Business Week, pone de relieve la manera en que los contratistas -incluyendo algunos de los mismos actores que se beneficiaron de la reconstrucción con el huracán Katrina- han seguido utilizando sus conexiones políticas para obtener beneficios a costas del sufrimiento de los demás, para recibir contratos valorados en decenas de millones de dólares, mientras que los haitianos reciben monedas de a centavo, a lo sumo. También muestra las formas en que la caridad y los esfuerzos para el desarrollo han reflejado y contribuido a los abusos de las empresas.

Lewis Lucke, un veterano de 27 años de la Agencia de EE. UU. para el Desarrollo Internacional (USAID), fue nombrado coordinador especial de EE.UU. para el socorro y la reconstrucción después del terremoto. Realizó este trabajo por unos meses e inmediatamente después, se trasladó al sector privado, donde podía vender sus contactos y conexiones al mejor postor. Rápidamente consiguió un contrato con el Grupo de Recuperación de Haití (Haiti Recovery Group, HRG) ganando $30,000 al mes (más bonos).

HRG fue fundado por Ashbritt, Inc., un contratista con sede en la Florida que había recibido acres de mala prensa por su contratación después de Katrina. El socio de Ashbritt en HRG es Gilbert Bigio, un acaudalado empresario haitiano con estrechos vínculos con el ejército israelí. Bigio hizo una fortuna durante el corrupto régimen de Duvalier y fue partidario del golpe de derecha contra el presidente haitiano Aristide.

Aunque Lucke recibió $60,000 por dos meses de trabajo, él está demandando porque dice que se le deben $500,000 adicionales por los más de 20 millones de dólares en contratos que él ayudó a HRG a obtener durante ese periodo.

Como ha informado Corpwatch, Ashbritt "ha tenido un crecimiento meteórico desde que obtuvo su primera gran subcontratación para retirada de escombros nada menos que de Halliburton, para ayudar en la limpieza después del huracán Andrew en 1992". En 1999, la compañía también enfrentó acusaciones de doble facturación por $765,000 dólares de la junta escolar del condado de Broward, Florida, por la limpieza realizada en las secuelas del huracán Wilma.

El Jefe (CEO) de Ashbritt, Randal Perkins, es uno de los principales donantes a las causas republicanas y contrató la empresa del gobernador de Mississippi, Haley Barbour, así como a Mike Parker, ex oficial del Cuerpo Armado de Ingenieros de EE. UU., como grupos de presión. Como recompensa por sus conexiones políticas, Ashbritt obtuvo 900 millones de dólares en contratos post-Katrina, con lo que se convirtió en el niño-cartel de la corrupción política en el mundo de la especulación con desastres, provocando incluso una investigación del Congreso centrada en su compra de influencias. MSNBC informó a principios de 2006 que la crítica sobre Ashbritt "se puede escuchar en casi todas las comunidades costeras desde Alabama hasta Texas".

Los contratos adjudicados a los compinches de Bush como Ashbritt dieron lugar a que empresas locales y de las “minorías” perdieran de recibir trabajos de reconstrucción. Como señaló poco después de Katrina Multinational Monitor, "al adjudicar el proceso de contratación a los contratistas principales como Ashbritt, el Cuerpo de Ingenieros y FEMA efectivamente han privatizado la aplicación de las Regulaciones Federales de Adquisición y las leyes de socorro como la Ley de Stafford, que exige a los funcionarios de contratación dar prioridad a las empresas locales y dar un 5 por ciento de los contratos a las empresas que son propiedad de “minorías”. Como resultado... los primeros informes indican que más del 90 por ciento de los $2 mil millones en contratos iniciales fue otorgado a empresas con sede fuera de los tres estados primarios afectados y que las empresas minoritarias recibieron solo 1.5 por ciento de los primeros $1.6 mil millones."

Alex Dupuy, escribiendo en The Washington Post, informó acerca de un patrón similar en Haití, señalando, "de los más de 1,500 contratos de EE. UU. repartidos, con un valor de $267 millones, sólo 20, por valor de $4.3 millones, han ido a las empresas de Haití. El resto ha sido asignado a las empresas de EE. UU., que utilizan casi exclusivamente los proveedores de EE. UU. a pesar de que estas empresas extranjeras emplean a los haitianos, sobre todo haciendo pago efectivo por trabajo realizado, la mayor parte del dinero y las ganancias se reinvierten en los Estados Unidos". El mismo artículo señala que "menos del 10 por ciento de los $9 mil millones prometidos por los donantes extranjeros ha sido entregado y no todo el dinero entregado ha sido gastado. Aparte de la reconstrucción del aeropuerto internacional y la limpieza de escombros de las principales arterias urbanas, todavía no ha comenzado la reconstrucción de grandes infraestructuras: carreteras, puertos, viviendas, comunicaciones”.

El desastre de la especulación ejemplificado por Ashbritt no es sólo el resultado de la rápida toma de decisiones en medio de una crisis. Estos contratos son adjudicados en el marco de una agenda corporativa que ve los desastres como una oportunidad y como una herramienta para promover políticas que no sería posible en otros tiempos. Naomi Klein expone evidencia de que, dentro de las 24 horas siguientes al terremoto, el influyente grupo de estrategia de derecha Heritage Foundation ya estaba haciendo planes para utilizar el desastre como un intento de privatización de la economía del país.

Las actividades de socorro y recuperación, dirigidas por los militares de EE. UU., también han traído una mayor militarización a la ayuda y criminalización de los sobrevivientes. Haití y Katrina también sirvieron como plataformas para una mayor participación de mercenarios en los esfuerzos de reconstrucción. Como le dijo uno de los mercenarios de Blackwater a Scahill cuando visitó a Nueva Orleans en los días posteriores a Katrina: "Esta es una tendencia. Vas a ver mucho más de nosotros en estas situaciones".

Y no son sólo las corporaciones las que han sido culpables de aprovecharse del sufrimiento de Haití. Un informe reciente del Disaster Accountability Project (DAP) o Proyecto de Responsabilidad de Desastres, describe una "falta de transparencia enorme en la comunidad de ayuda y socorros para desastres", y encontró que las organizaciones de ayuda han dejado muchas donaciones para Haití en sus cuentas bancarias, ganando intereses en vez de ayudar al pueblo de Haití. El director de DAP, Ben Smilowitz señala que "casi la mitad de los dólares donados todavía estén en las cuentas bancarias de los grupos de socorro y ayuda, no coincide con la urgencia de su propia recaudación de fondos y esfuerzos de marketing ni las intenciones de los donantes, pero mucho menos obedece a la urgencia de la situación en el terreno."

El poeta haitiano y abogado de derechos humanos Ezili Danto ha escrito: "la pobreza de Haití comenzó con el embargo comercial impuesto por los Estados Unidos y Europa después de su independencia, continuó con la deuda de la Independencia a Francia y el colonialismo eclesial y financiero. Además, en tiempos más recientes, los usos de la ayuda externa de los EE. UU., tal como se administra a través de USAID en Haití, básicamente ha servido para alimentar los conflictos y en secreto promover los intereses empresariales de EE. UU. en detrimento de la democracia y la salud, la libertad, la soberanía, la justicia social y las libertades políticas de Haití. Los proyectos de USAID han estado en primera línea de orquestar comportamiento antidemocrático, trayendo subdesarrollo, golpes de Estado, la impunidad de la oligarquía haitiana, el encarcelamiento indefinido de los disidentes y la destrucción de la soberanía alimentaria de Haití, esencialmente promoviendo la hambruna."

Desde antes del terremoto, Haití ha sido víctima de muchos de los que han afirmado que están ahí para ayudar. Hasta que no abordemos esta cuestión fundamental de la especulación corporativa disfrazada de ayuda y desarrollo, la nación seguirá sumida en la pobreza. Y los desastres futuros, donde quiera que ocurran, darán lugar a injusticias similares.

Traducción de Isaias Ferreira Medina (metransol@yahoo.com) del artículo One Year after Haiti Earthquake, Corporations Profit While People Suffer, publicado por t r u t h o u t | News Analysis el jueves 13 de enero 2011
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viernes, 14 de enero de 2011

Recuento de las elecciones en Haití revela enormes irregularidades más allá de lo observado por la OEA y la CEP

"Es imposible determinar quien debería avanzar a la segunda ronda"

Washington, D.C. – El Centro de Investigación en Economía y Política (CEPR, por sus siglas en inglés) ha publicado un informe que presenta los resultados de un recuento independiente de las actas de votación de las elecciones del 28 de noviembre en Haití. Algunos de los resultados fueron presentados en un comunicado el 30 de diciembre, 2010:

“La cantidad de votos no contabilizados o contabilizados erróneamente en esta elección es enorme – mucho mayor a la cantidad señalada por la Organización de Estados Americanos (OEA) o por la Comisión Electoral Provisional (CEP),” dijo el codirector de CEPR y coautor del informe, Mark Weisbrot. “No sé como un observador profesional podría legítimamente certificar el resultado de esta elección.”

El informe, “Las elecciones fracasadas de Haití,” encuentra que:
• Teniendo en cuenta la cantidad de irregularidades, es imposible determinar quién debería avanzar a la segunda ronda. Si se celebra una segunda ronda, será basada en supuestos arbitrarios y/o exclusiones.

• En el caso de 1,326 cabinas de votación, o 11.9 por ciento de todas las cabinas, las actas de votación nunca fueron recibidas por la CEP o fueron descalificadas del conteo debido a irregularidades. Esto corresponde a aproximadamente 156,000 votos, o 12.7 por ciento del voto total, el cual no fue contabilizado o incluido en los resultados publicados por la CEP y reportados por la prensa el 7 de diciembre, 2010. Se trata de una inmensa cantidad de votos no contabilizados y especialmente en una elección en la que, de acuerdo a los resultados preliminares, la diferencia entre los votos obtenidos por los candidatos en segundo y tercer lugar fue tan sólo 0.6 por ciento del voto.

• Una gran cantidad de actas adicionales presentan un número suficiente de irregularidades como para ser descalificadas. En 8.4 por ciento de las actas—o más del 13 por ciento del voto—se observan totales de votos para los candidatos principales que, normalmente, se esperaría que ocurrirían al azar en menos de un por ciento de los casos.

• La tasa de participación también fue extremadamente baja con sólo 22.9 por ciento de los votantes registrados participando en las elecciones. En comparación, las elecciones presidenciales del 2006 tuvieron una tasa de participación de 59.25 por ciento.

El informe también destaca que las fallas más serias del proceso electoral ocurrieron antes del día de las elecciones, con la exclusión de más de una docena de partidos políticos (incluyendo el partido más popular), y el “gigantesco labor” de intentar registrar cientos de miles de personas desplazadas por el terremoto – algo que obviamente fue un fracaso rotundo.
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sábado, 8 de enero de 2011

EL PAN CHIQUITO EN EL NUEVA YORK PEQUEÑO

PANCARTA
Por Raúl Pérez Peña (Bacho)
columnapancarta@yahoo.com

Tal cual se publicó es esta reproducción: “La Unión de Medianos y Pequeños Industriales de la Harina (UMPIH) anunció este jueves un aumento del precio del pan debido a que alegan que sus costos se han incrementado en un 40 por ciento”.

“Con el aumento, la unidad de pan que ahora cuesta 5 pesos tendrá un nuevo precio de 8 pesos, las unidades de pan de otras dimensiones registrarán un incremento en igual proporción”.

La siguiente es otra cita de la prensa diaria: “Las empresas de transporte de pasajeros hacia el interior y Haití acordaron aumentar desde el próximo martes los pasajes entre un 40 y un 50 por ciento”.

“Representantes de 76 empresas agrupadas en la Asociación Nacional de Empresarios del Transporte (Asetran), determinaron ayer incrementar el pasaje porque los altos costos operacionales los están llevando a la quiebra”.

Se habla de alzas sustanciales en el pan y el transporte, simultáneas con las registradas en el consumo energético y en otras vertientes básicas de la cotidianidad de los dominicanos.

Pero incluya también la pendiente de quiebra de que hablan los panaderos y los transportistas.

Quiebra en abanico y bajo el efecto “dominó”, no importa la construcción de grandes edificios de capital extranjero, así como las lujosas y decenas de torres habitacionales cuyo Wikileaks pondría al desnudo la mega lavandería instalada en este Nueva York pequeño, que también se manifiesta en una “urbe” con una vorágine delincuencial, de las drogas, la criminalidad y los vicios.

Mientras se impuso el sabotaje oficial al justo y legítimo propósito del 4% a la Educación, se anuncia el “estreno” de una nueva línea del Metro.
Las alzas recientes presagian o avisan lo que viene.

Hay una serie de productos de primera necesidad que los más pesimistas les están tomando fotografías para recordarlos en un futuro no lejano. Se trata de especies en extinción, o extinguidas, como pasó con el sancocho de siete carnes.

Hasta el histórico “Yaniqueque”, la pizza de los pobres, tiene un precio por las nubes.

Lo mismo sucede con el casabe combinado con Pica Pica, que escala precios no aptos para pobres. Este tsunami de alzaprecios apenas comienza. Ya veremos el derrotero, si queda pan chiquito.
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