lunes, 19 de octubre de 2009

Los artistas y la peligrosa creatividad de Petán (I de III)

Por José Tobías Beato | © mediaIsla

José Arismendi Trujillo Molina (a) Petán, uno de los hermanos menores del generalísimo Trujillo, pese a la rusticidad de su alma y de su conducta frecuentemente delincuencial, se convirtió en el mayor mecenas que haya tenido la nación dominicana hasta el día de hoy.

Su emisora de radio, La Voz Dominicana, fue una de las más potentes de la América Latina. Introdujo la televisión, siendo apenas el tercer país latinoamericano, después de Cuba y México, que se daba el lujo de poseer el genial invento. Y las escuelas de canto, locución y baile, junto a las orquestas que tuvo a su servicio, crearon o consolidaron la más formidable ola de artistas dominicanos. La conmemoración anual de la fundación de la planta radio-televisora, la famosa "Semana Aniversario", devino en la meca de los más afamados artistas internacionales.

Por cierto, para la época, el merengue ya había recorrido una larga historia, fomentado por algunos políticos, incluyendo a Trujillo, que desde su campaña primera en 1930 amenizó sus reuniones proselitistas con música de tierra adentro, el "perico ripiao" del campesinado pobre. Unos pocos años después el alegre y pimentoso ritmo fue urbanizado, al hacerlo suyo músicos con preparación clásica, quienes le incorporaron instrumentos como el piano, el saxofón y la trompeta.

En esa labor destacó sobremanera el maestro Luis Alberti (1906 – 1976), nacido en la ciudad de La Vega, quien creó una línea melódica bien definida que matizó con ricas armonías, como puede muy bien notarse en su "Compadre Pedro Juan". Así, el merengue dejó en el conuco y la gallera sus viejos harapos, y ahora ricamente ataviado, pasó a exhibirse con majestuosa dignidad en los salones de la clase alta y media. Para ello contó prontamente con el apoyo oficial del régimen trujillista. Casi por ese mismo tiempo, un poco antes, algo similar habían hecho los argentinos con el tango, sacándolo de mercados y burdeles, para escándalo de muchos intelectuales que abominaban del apasionado ritmo y de la sensualidad de su baile (para los que gustan de estos temas próximamente publicaré el trabajo " Gardel, los intelectuales y el poeta Le Pera").

Por supuesto, el aporte de Alberti, como todo en la vida, se basaba en los trabajos de otros, que le despejaron el camino. Incluyendo a su propio ancestro, el coronel Juan Bautista Alfonseca, que fue de los primeros, sino el primero que llevó las notas del merengue al pentagrama. Esto era necesario para la futura difusión e inmortalización n del género.

Antes de eso, de hecho, muchas de las más originales creaciones se las había llevado el viento, al no tener sus creadores modo de eternizarlas por desconocer la teoría y la escritura musical, caso de muchos de los merengues de "Ñico Lora". Pese a todo, algo quedó, y la genialidad de este compositor espontáneo puede apreciarse, a modo de ejemplo, en la muy divulgada pieza que lleva por título "San Antonio".

(Para este sucinto trabajo he aprovechado, entre otros, algunos datos aportados por el musicólogo y músico Antonio Gómez Sotolongo, quien realizó años atrás un magnífico trabajo divulgador, por encargo de la desaparecida editora "Caña Brava", trabajos que agrupó bajo el nombre de "Los Cien Músicos del Siglo").

En 1946 LVD fundó una Academia de Canto, de la que fueron profesores meritorios el tenor Rafael Sánchez Cestero, José Dolores Cerón, los argentinos Carlos Crespo y Vladi Silva y los italianos Eugenio Pasta y Mario Ferretti, entre otros. En dicha escuela perfeccionó su canto Elenita Santos (n. 1933), nombre artístico de una hermosísima mujer de origen palestino, cuyo nombre verdadero es Gilén Nazir Cabalén. Estudió en la citada academia al recibir una muy merecida beca. A partir de entonces, su voz de un timbre singularmente bello, se conoció ampliamente en media América. Y se hizo la reina del ritmo que llamamos "Salve".

A José Dolores Cerón (1897- 1969) deben los dominicanos notables trabajos, porque él mismo era una figura notable: músico profesional, especializado en la interpretación n del chelo y en la composición musical. También hizo estudios profesionales de medicina. Fue Director de la Banda de Música del Ejército a partir de 1925, a la que incorporó diversos instrumentos que le permitieron abordar el repertorio clásico. Compositor original, fue el creador de la criolla "Cómo me besabas tú" y de poemas sinfónicos como Iguanona, Enriquillo, Las vírgenes de Galindo.

El maestro Cerón fue, asimismo, el que le dio el nombre artístico a Johnny Ventura, cuyo nombre es Juan de Dios Ventura. Mas, ese era casualmente, el nombre de uno de los invasores de junio del 59, piloto desertor de la dictadura, miembro destacado de la denominada "raza inmortal", quien fuera apresado, torturado y posteriormente hecho teniente coronel, fotografiado junto al embajador norteamericano, a fin de que quedara evidenciada la supuesta magnanimidad de Trujillo, estadista cristiano tan consecuente que, era capaz de perdonar hasta a sus enemigos más enconados.

Se trataba de una de esas maniobras teatrales en las que Trujillo se especializaba para disimular sus intenciones finales. Así, un día, el avión que piloteaba Juan de Dios se estrelló debido a una aparente falla mecánica, perdiendo su vida al instante. No, Trujillo no olvidaba ni perdonaba. Lo suyo era el teatro, táctica que enseñó a su hijo espiritual predilecto, el doctor Joaquín Balaguer, quien de la mano de tan experimentado preceptor, se hizo un simulador consagrado.

Por eso, el maestro Cerón, soldado de mil batallas, le sugirió al joven aprendiz de músico un cambio prudente de nombre que le ahorró, sin duda, unos previsibles sinsabores. De modo que Juan de Dios Ventura Soriano devino Johnny Ventura, nombre con el que ha entrado gloriosamente en la historia del arte popular tropical (la referencia proviene del "Fichero Artístico Dominicano" de Jesús Torres Tejeda).

Y así, este rebautizado Johnny Ventura (n. 1940), no solamente fue un artista que transformó el modo como se presentaba la orquesta ante el público, revolucionando la manera de bailar y contonearse debido al uso habilidoso de las piernas, creando nuevos pasos llenos de viril sensualidad y gracia masculina, sino que fue cantante, arreglista y compositor de temas sumamente exitosos.

Johnny, según cuentan, pensaba ser arquitecto, pero el destino lo llevó a participar en uno de los programas de La Voz Dominicana. Tras algunos fracasos, logró un primer lugar que le valió una beca para estudiar locución, música y técnica vocal en la escuela de la citada emisora. Aunque la fama y las contribuciones de Johnny se produjeron luego de la muerte de Trujillo y de la salida obligatoria del país de Petán Trujillo y de todos sus familiares: con el Combo Caribe de Luis Pérez vino "La agarradera" y del propio Johnny, "Cuidado con el cuabero." Ya con su propio combo-show, posteriormente vendrían discos de oro: "La muerte de Martín" y "¡Ah no, yo no sé no!" Pero la formación la tuvo en la citada academia de La Voz Dominicana.

En La Voz Dominicana se consagró la inmensa Casandra Damirón (n.1919 – 1983), coreógrafa, bailarina y cantante tan excelente que superaba con creces a la cubana Celia Cruz, según el polémico criterio del erudito periodista Alvaro Arvelo hijo. Nacida en Barahona, tempranamente había mostrado un talento extraordinario para el canto y el baile. En 1945 fue contratada por Petán para que trabajara con la superorquesta San José, dirigida por el maestro Luis Rivera. En La Voz Dominicana (LVD) formó un grupo con el que estilizó definitivamente el baile y las danzas criollas.

En LVD se formó y destacó el tenor ligero Armando Recio; también tuvo contrato de exclusividad en La Voz del Yuna, Lope Balaguer (n. 1925), a quien justamente se le conoce como el "cantantazo" , que ha popularizado temas como "Arenas del Desierto" de Héctor Cabral y Rafael Colón, "Sígueme" del maestro Solano, entre otras.

Nicolás Casimiro (n. 1911 – 1964), un negro con una voz poderosa, pero que podía ser suave y siempre afinada, no obstante ser un músico empírico, hacía galas de su voz de oro con anterioridad a Petán. Este lo contrató como artista exclusivo de La Voz del Yuna. Posteriormente en LVD hizo grabaciones de discos sencillos de 45 RPM, y luego LP's, o sea, discos de larga duración en pasta, muy exitosos en el período someramente estudiado.

Francis Santana (n. 1929), bolerista y merenguero de voz pegajosa, tenía años cantando cuando fue contratado como artista exclusivo de LVD en 1951, y luego para la "Orquesta Angelita" en 1957. Para las nuevas generaciones anotamos que Angelita es (porque aún vive), la hija menor de Trujillo. De aquella época se recuerdan en la voz de Santana "Massá Massá", una pieza bellísima del folklore haitiano, que por cierto, una noche que fue interpretada ante el generalísimo Trujillo, y éste no estaba de buen humor, se quejó inquiriendo la razón por la que tenía que escuchar música haitiana.

Todos sabían lo que había pasado en el año 1937, cuando Trujillo ordenó una "limpieza étnica" en la que murieron alrededor de veinte mil haitianos. En consecuencia, los músicos, al escuchar el comentario del hombre que había provocado tal matanza, espantados, pasaron a interpretar al instante merengues dominicanos (la anécdota, si mal no recuerdo es de Joseíto Mateo, contada en uno de los programas nocturnos de Freddy Beras Goico). Otra pieza famosa de la era en la voz de Francis Santana, lo fue "Salve San Cristóbal", del maestro Enriquillo Sánchez. Después grabaría piezas que se harían merecedoras de la eternidad, bajo la dirección de un hombre que bajo su modesta apariencia es un músico genial: Rafael Solano; pero esto es harina de otro costal.

Fueron artistas destacados de La Voz Dominicana, Tony Curiel (1931 – 2009) y Angela Vásquez, padres de la conocida vedette "la mulatona". Pero en el caso de Curiel hay que dar unos breves pincelazos más, pues fue destacado cantante de ópera que supo adaptar muy bien su voz al canto popular. El tenor había tenido su oportunidad al participar en un conocido programa de La Voz Dominicana, "Buscando Estrellas". Su destacada actuación le mereció una beca. Estudió bajo la dirección de José D. Cerón, Mario Ferreti y Dora Merteen. En 1959 grabó un LP con doce boleros (Orquesta San José, dirigida por el maestro Ramón Ant. Molina, mejor conocido como "Papa Molina").

Por cierto, el maestro Papa Molina (1925), nacido en la ciudad de Moca, fue un precoz músico que hizo de la trompeta su instrumento. Y en esta condición fue contratado como artista exclusivo por "La Voz del Yuna" para trabajar en la superorquesta San José, de la que llegó a ser su director. Compositor, es el creador, entre otras piezas notables, del bolero "Evocación", grabado por Alberto Beltrán y por la sin par Betty Misiego. También es el creador del poema sinfónico "Tres imágenes folklóricas".

Joseito Mateo (n. 1920) fue un talento multifacético, que por un tiempo fue exclusivo de La Voz Dominicana, tanto que en una ocasión en que debía viajar para grabar con la Sonora Matancera, le fue negado el permiso para viajar a Cuba, cosa nada rara en los tiempos de la dictadura trujillista: en la ocasión se grabó el famoso merengue "El negrito del batey" que había sido compuesto en su honor por el poeta Héctor J. Díaz con música de Medardo Guzmán. La pieza, por esta arbitraria circunstancia, pasó a ser más conocida dentro del repertorio de Alberto Beltrán. Bailarín, cantante de bolero, sonero y merenguero que impuso escuela, aparte de ser fructífero compositor, fue Joseíto Mateo el primer cantante del grupo puertorriqueño o "El Gran Combo", una de las agrupaciones emblemáticas de la música tropical. Su forma de bailar y de cantar hizo que se le llamara "el rey del merengue".

De esa formación salieron composiciones imprescindibles para la música dominicana: "La patrulla", "Madame Chuchú", "Los indios" (interpretado por J. Ventura), nombre por cierto, con el que fueron conocidos los policías, una vez que se presentaban a reprimir a los estudiantes y obreros en sus frecuentes luchas reivindicativas durante los gobiernos de Joaquín Balaguer. Por supuesto, el ritmo se convirtió en un himno, aunque ciertamente no fueran esas las intenciones de Mateo al componerlo, quien era más bien balaguerista (compuso luego un merengue para la campaña del citado político, "Chiquito, pero tupío"), pero ese es otro cantar. [José Tobías Beato, escritor dominicano, autor de La mariposa azul]

mediaIsla, según su propia descripción, más que un grupo o comunidad cerrada, constituye hoy por hoy una modesta sala de lectura donde convergen una serie de personas interesadas en la construcción de un puente de doble vía, a través de la reflexión y el ameno intercambio de información interesante.
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sábado, 17 de octubre de 2009

Lecciones de vida - 3

La Dra. que reemplazó la auto conmiseración con la esperanza
Tomado de NPR.org

Cuando Andrew DeVries se recobraba de un serio accidente en el año 2002, conoció una doctora que le ayudó a navegar en las dificultades de recobrar su salud y, en el proceso, a entablar una amistad para el resto de su vida.

El accidente — DeVries fue chocado por un automóvil mientras conducía su motocicleta — destrozó su pierna. Y el daño fue tan devastador que los cirujanos comenzaron a prepararlo para la posibilidad de que su pierna tuviera que ser amputada.

Hablando recientemente con su amiga Karyl DeBruyn, DeVries recordó: “mientras todo el mundo se preparaba para mi vida sin una pierna, una joven doctora se me acercó y me preguntó,‘Andy, ¿qué clase de bolas de golf prefieres?’”.

La doctora — quien funge como médico de cuidado primario para los pacientes del hospital — era Sarah Scholl.

DeVries, quien ahora tiene 62 años, recuerda que en medio de las noticias de los doctores de que iba a perder su pierna por la mitad del muslo, “hablar de bolas de golf me pareció casi una idiotez”.

Pero le contestó a Scholl que él prefería las bolas Pro V1 de Titleist.

El próximo día, al despertarse, DeVries encontró flores en su cuarto.

“Y justo en medio de todas esas flores, había un paquete de 12 bolas de golf Titleist Pro V1”, dice DeVries. “La Dra., Sarah, las había comprado para mí. Y con ello me trajo esperanza”.

“Ella me ayudó a parar de pensar en la lástima que debía sentir por mí mismo al contemplar la vida sin una pierna y me trajo un destello de esperanza”, recalca DeVries.

DeVries fue sometido a otra cirugía, la que podría resultar en una amputación.

“Desperté en la sala de recuperación y tenía los 10 dedos de los pies”, dice DeVries.

“Había un pequeño flujo de sangre — y decidieron no cortarme la pierna”.

Cuando DeVries fue dado de alta del hospital, Scholl fue quien lo condujo en una silla de ruedas a la ambulancia que lo conduciría a su casa. Y ella quería pedirle un favor a su paciente.

Dice DeVries: “Ella y yo habíamos entablado una muy, muy estrecha relación de doctor a paciente”.

Scholl le dijo a DeVries que ella había perdido su padre unos años antes y que cuando la ocasión se presentara ella quería que fuera él quien la condujera al altar y la entregara.

“Yo le dije, ‘Sarah, tú ni siquiera tienes novio’”.

A lo que Scholl replicó, “algún día tendré”.

En esa oportunidad, DeVries no estaba seguro si volvería a moverse sin su silla de ruedas. En total, le tomó cinco años para recuperarse completamente de la lesión en su pierna.

Él y Scholl mantuvieron la comunicación.

“Y este verano”, dice DeVries, “recibí un correo electrónico de ella que decía ‘ya tengo novio, ¿vas a venir?’”.

“Yo tuve el privilegio de caminar con mis propios pies, en lugar de una silla de ruedas, al conducir a Sarah por el pasillo hasta el altar”, dice DeVries.

Scholl se casó en Oregón. Cuando ella vio a DeVries en el aeropuerto de Portland, era la primera vez que lo veía en postura vertical.

La historia fue narrada en NPR el día 16 de octubre de 2009. Traducido al español del original The Doctor Who Replaced Self-Pity With Promise, por Isaías Medina Ferreira (metransol@yahoo.com)

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viernes, 16 de octubre de 2009

Michel Camilo-Caribe


Músicos
- Michel Camilo (piano)
- Paquito D'Rivera (sax)
- Michael Philip Mossman (trumpet)
- Israel Lopez "Cachao" (bass)
- Cliff Almond (drums)
- Guarionex Aquino (percussion) Siga Leyendo...

jueves, 15 de octubre de 2009

¿Qué impide a las mujeres avanzar?

Por Jack y Suzy Welch

Estamos en el [Siglo XXI] y todavía no hay muchas mujeres con el rango de Oficial Ejecutiva Jefe (CEO) en los Estados Unidos. En algunos países no hay siquiera muchas mujeres ejecutivas. ¿Por qué parece ser que las mujeres no pueden avanzar en el mundo corporativo?

La respuesta fácil es que el mundo corporativo es fundamentalmente sexista, que los hombres a cargo no quieren que las mujeres tengan éxito y conspiran para negarles promociones, les pagan por debajo de lo normal, o ambos. Esta es básicamente la explicación “los hombres son Neandertales”; y, tristemente, en algunos países y compañías, esa es la norma. Principalmente debido a la cultura o a prejuicios, hay hombres que piensan que las mujeres no caben en las corporaciones, y se las idean para crear ambientes de trabajo donde las mujeres no puedan avanzar aun se esfuercen como locas. Por lo general, esta resistencia de los varones es sutil y solapada. Algunas veces los hombres ni se dan cuenta de lo que están haciendo. De cualquier manera, las mujeres pagan el precio.

Hay una segunda respuesta que no resulta tan fácil. Decimos así porque cada vez que lo mencionamos en nuestras exposiciones, la audiencia gruñe inconforme. Esa respuesta es la “biología”. Hay pocas mujeres CEOs y un número desproporcionadamente pequeño de mujeres ejecutivas de alto nivel porque éstas tienen bebés. Y a pesar de lo que los bien intencionados pero despistados expertos digan, eso importa. Y se debe a que cuando las mujeres se deciden a tener hijos, a menudo también cortan sus horas de trabajo o viajan menos. Algunas mujeres cambian de trabajo prefiriendo posiciones con más flexibilidad, en las cuales generalmente tienen menos visibilidad. Otras, abandonan la fuerza laboral por completo. Una encuesta hecha por la Harvard Business School en 2002 con las graduadas de 1981, 1986 y 1991, reveló que 62% habían abandonado el mundo profesional para ese entonces. Cierto, de todas esas mujeres que inmediatamente fueron a trabajar en consultorías, finanzas y como gerentes, solamente 38% estaban trabajando a tiempo completo.

La decisión de tener hijos es completamente personal, pero como cualquier evento que altera la vida, éste tiene ramificaciones en la carrera de esa persona. Más que nada, tiene la tendencia a aminorar la posibilidad de avance profesional.

¿Es eso malo? No lo creemos así. Es la vida. Cada decisión tiene consecuencias. Como madre que trabaja, usted gana algo de valor inmensurable: más tiempo con sus niños. Al mismo tiempo, también abandona algo: su posición en la línea acelerada de avance. En los negocios, donde los jefes reciben compensación para triunfar y los accionistas están observando, las posiciones cimeras no son adjudicadas a las personas que no estén disponibles.

Habrá usted de preguntarse, y el talento, ¿no cuenta? La respuesta es si. Y el talento es a menudo la tabla de salvación para las mujeres que persiguen tener familia y una vibrante carrera profesional. Si es usted una madre de trabajo que consistentemente produce resultados dinámicos, la mayoría de jefes le facilitarán la flexibilidad que usted necesita. Pero usted debe ganarla. Y eso lleva tiempo. A veces años. A menudo, sin embargo, las mujeres no pueden o no quieren esperar mucho para ser madres. Entonces optan por salir de la competencia, disminuyendo la reserva de talento disponible para promoción y contribuyendo a otra razón por la que menos mujeres avanzan.

Muchas compañías han progresado enormemente en ayudar a las mujeres a mantener sus carreras en curso mientras sus niños están pequeños por medio de la creación de posiciones a tiempo parcial. Sin embargo, mientras el avance profesional esté basado en alto grado en la disponibilidad, el compromiso y el rendimiento consistente, y mientras las mujeres quieran pasar tiempo con sus hijos, las carreras de éstas siempre tendrán un camino diferente y más tortuoso que las de los hombres.

Jack y Suzy Welch son los autores del libro Winning, ‘Triunfando’. Jack Welch fue el Oficial Ejecutivo Jefe (CEO) de General Electric por mucho tiempo. El título original de este artículo es What’s Holding Women Back; traducido por Isaías Medina-Ferreira (metransol@yahoo.com)
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martes, 13 de octubre de 2009

José Luis González (1926-1997)

Perfiles breves
Autor desconocido (*)

Nació en Santo Domingo, el 8 de marzo 1926. Su padre era puertorriqueño y su mamá dominicana. Culturalmente, se formó en Puerto Rico. Estudió bachillerato en la Universidad de Puerto Rico. Recibió la Maestría y Doctorado en Filosofía y Letras, en la Universidad Nacional Autónoma de México.

Fue novelista y cuentista. Según sus críticos recibió influencias de Ernest Hemingway, Sartre, Kafka y William Faulkner. Su prosa es de profundo contenido, pero su discurso es sencillo, en el lenguaje que todos entienden. No abusa del adjetivo y a través de la reticencia sigue comunicando después de la palabra escrita. Ejemplo de esto es La carta, (en El hombre en la calle, 1948) donde en unos párrafos nos da un relato dentro de otro relato. El cuento, en la reticencia, nos ofrece un amargo motivo para la reflexión.

Nunca negó que a partir de 1943 su pensamiento político se enmarcara en el marxismo militante. Fue partidario de la independencia de Puerto Rico. Algunos de sus trabajos narrativos: En la sombra, (cuentos 1943); Cinco cuentos de sangre (1945), premiado ese año por el Instituto de Literatura Puertorriqueña; El hombre en la Calle (cuentos, 1948); En este lado (1955): Paisa, (un relato de la emigración, 1950), novela corta, de fondo socio-político. El estilo de esta novela es realista, en dos planos. Don Cesáreo Rosa Nieves ha señalado que "su tesis es la desesperación del hombre boricua en el clima punzante de Nueva York; sus miserias y luchas contra los prejuicios antipuertorriqueños del ambiente. Sus personajes son trágicos. Los temas en la obra de José Luís González son: el dolor del obrero en su lucha de justicia social, la tristeza agónica de los hogares humildes y la pelea por el derecho del proletario en desgracia económica frente a una sociedad capitalista" (Rosa-Neves, Colección Puertorriqueña, 276).

En el cuento En el fondo del caño hay un negrito, relata el dolor de una familia que vive en la extrema pobreza, en el fango del manglar, y el negrito, hijo del matrimonio, quien busca su imagen en el espejo del agua. El oído de Dios es un cuento que expone las contradicciones del ser humano en sus códigos de valores. Mambrú se fue a la guerra (1972). El país de los cuatro pisos y otros ensayos (1980). Las caricias del tigre (1985); Nueva visita al cuarto piso (1986); La luna no es de queso (1988).

Publicó además los libros de cuentos La galería (1972), de biblioteca ERA y En Nueva York y otras desgracias (1973), de Siglo XXI editores, SA.

Vivió en México desde 1953 y le otorgaron la ciudadanía de ese país en 1955. Fue corresponsal de prensa en Praga, Berlín, París y Varsovia. Trabajó como profesor en las universidades de Tolouse, Francia; Guanajuato, México; Universidad de Puerto Rico, recinto de Río Piedras, Colegio de Cayey y Universidad Autónoma de México. Murió en México, en 1997.

(*) Esta reseña biográfica ha sido copiada casi en su integridad de PRTC

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domingo, 11 de octubre de 2009

Cuentos memorables


Por Isaías Medina Ferreira

En un escrito anterior, cuyo título era De libros y lecturas, hablaba sobre los libros, casi todos de ficción, que me habían impresionado a lo largo de mi vida y en él dejaba entrever que dedicaría un segundo escrito exclusivamente al cuento o relato corto. Como lo ofrecido es deuda, por fin he logrado estructurar dicho artículo y aquí lo ofrezco, siempre con la esperanza de establecer diálogo o por lo menos tocar a algún joven aficionado a la literatura y éste le sirva de orientación. Esto último sería la mejor recompensa que podría recibir.

El cuento, si es bien manejado, es el género más fascinante que hay en literatura. Dicen los expertos que por su brevedad y la intensidad que requiere, es también el más difícil.

Las imágenes que crean una tensión tan densa que se podría cortar; la manipulación magistral del tiempo y el espacio de ficción que dan la sensación de un mundo tridimensional; la secuencia de actos que aunque parezcan absurdos, dentro de su contexto, el narrador los hace creíbles; la creación de expectativas de algo que no ocurre o si ocurre es diametralmente opuesto a lo que esperabas; y las ironías de la vida que te alcanzan hondo y te hacen pensar, meditar y explorar la condición humana, son algunos de los ingredientes que hacen a un relato estupendo.

¿Qué es un cuento? La pregunta no es nueva y las respuestas varían. En lo que sí parece haber consenso es en que el cuento debe ser intenso, tratar un solo tema central, ser económico en cuanto a las palabras escogidas y por ello insinuar, sugerir, tanto como decir. En un cuento, tan importante es lo dicho expresamente como lo tácito y las luces como las sombras. En un cuento sí que no puede haber desperdicios, como le gusta tanto decir a la gente hoy día.

¿Cuán extenso debe ser un cuento? Alguien ha dicho que un cuento no debe tener más de 10,000 palabras de extensión. Por supuesto, esa es una determinación arbitraria. Algunos cuentos como El perseguidor de Julio Cortázar se extienden por más de 50 páginas y otros hay que no llegan a las cien palabras como éste de García Márquez: "...el drama del desencantado que se arrojó a la calle desde el décimo piso, y a medida que caía iba viendo a través de las ventanas la intimidad de sus vecinos, las pequeñas tragedias domésticas, los amores furtivos, los breves instantes de felicidad, cuyas noticias no habían llegado nunca hasta la escalera común, de modo que en el instante de reventarse contra el pavimento de la calle había cambiado por completo su concepción del mundo, y había llegado a la conclusión de que aquella vida que abandonaba para siempre por la puerta falsa valía la pena de ser vivida". Otros, como El dinosaurio, de Augusto Monterroso, sólo constan de una línea: Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí. Estos dos ejemplos son una muestra de lo que hoy se ha dado en bautizar como micro-relatos. Aunque es aceptado que tanto El perseguidor como El dinosaurio son dos extremos de lo que puede ser un cuento en cuanto a extensión; típicamente, un cuento consta en promedio de 700 a 2,400 palabras.

Notará el lector que los cuentos que expongo en este escrito son todos latinoamericanos. Eso es adrede, por falta de espacio y de tiempo. Sin embargo, siendo el cuento un género que se practica, y se ha practicado por siglos, universalmente, existen tantos maestros en ese género, que para hacerles justicia habría que hacer otra selección con objetivos más amplios. Pienso en figuras como Antón Checkov, Fran Kafka, Ernest Hemingway, William Faulkner y Mark Twain, entre otros.

Por ahora, he aquí algunos relatos de maestros latinoamericanos indiscutibles del género que me han impresionado de tal forma que los tengo que releer cada cierto tiempo. La mayoría, si no todos, están al alcance de los lectores:

La autopista del Sur (Julio Cortázar); La galería (José Luís González); La mujer (Juan Bosch); La gallina degollada (Horacio Quiroga); El almohadón de plumas (Horacio Quiroga); La nochebuena de Encarnación Mendoza (Juan Bosch); El matadero (Esteban Echeverría); La siesta del martes (Gabriel García Márquez); Míster Taylor (Augusto Monterroso); Soliloquio o monólogo de Isabel viendo llover en Macondo (Gabriel García Márquez); En este pueblo no hay ladrones (García Márquez); No oyes ladrar los Perros (Juan Rulfo); El hombre que lloró (Juan Bosch); Hombre de la esquina rosada (Jorge Luís Borges); Los fugitivos (Alejo Carpentier) y Ahora que vuelvo, Ton, de René del Risco Bermúdez.

Si de esos relatos tuviera que elegir uno sólo, sin lugar a dudas sería La autopista del Sur. En esa historia Cortázar, usando como vehículo de narración un tapón de tráfico descomunal, crea un microcosmo fugaz que tiene su génesis (como en la creación), va a través de una expansión similar a la civilización en general, con sus reglas, injusticias y desórdenes, y luego colapsa, cuando se desbarata el tapón, dejando desubicados a quienes asimiló ese mundo por unos cuantos días y en cuya sociedad de infortunios floreció el amor o la camaradería, que la carrera loca de los autos que se alejan en la autopista al deshacerse el tapón diluye y destruye para siempre.

El cuento de nuestro malogrado René del Risco Bermúdez, Ahora que vuelvo, Ton, insinúa que la pobreza de espíritu nos hace más miserables que la pobreza física.

En El matadero somos testigos de los extremos a que pueden llegar hombres que individualmente son pacíficos y que una vez asociados en grupos se pueden convertir en salvajes irracionales.

Quiroga es el maestro de los finales chocantes: El almohadón de plumas, y La gallina degollada tienen un final tan inusitado, que tiempo después de haber leído ambos relatos, el efecto horripilante del desenlace le hace a uno estremecer el cuerpo.

En el desenlace de La Galería, del domínico-puertorriqueño-mejicano González, confluyen lo inhumano y la indiferencia ante el infortunio ajeno de manera anonadante y repugnante.

Juan Bosch es el maestro del tema campesino y social, y la vida trágica que a veces impone la pobreza a sus moradores. Aunque menciono sólo tres de sus cuentos, del gran maestro se puede decir que casi todo lo que escribió era excelente, pero tenía que poner un límite al escrito. En La nochebuena de Encarnación Mendoza, confluyen lo irónico y lo trágico de manera magistral. Bosch es asimismo un maestro del tema social, en el que sin ser panfletario retrata la lucha del hombre contra las injusticias de su medio y las consecuencias que esa lucha tiene en la condición humana. En El Hombre que lloró, la impotencia de un hombre camino al exilio y la ironía de no poder ver su familia, la que sin saberlo se aloja frente a la casa donde está escondido por motivos políticos, son un precio caro que paga el protagonista. En La mujer, lo irónico y lo absurdo se dan la mano para crear un desenlace sólo comprensible por ser sus protagonistas seres elementales en una sociedad primitiva.

Míster Taylor, de Monterroso, es la quintaesencia del victimario convertido en víctima de su propia invención cruel.

El perro es el amigo más fiel del hombre, pero ¿qué sucede cuándo la propia libertad está en juego? En Los fugitivos se da el caso de un perro guardián y un esclavo que escapan juntos sólo para que al fin, después de la pareja haber compartido mil infortunios, el perro salte a la garganta del negro esclavo y lo mate, como alguna vez había sido entrenado a hacer por sus amos.

Jorge Luís Borges es un mago. En Hombre de la esquina rosada acontece un crimen en las narices del lector. ¿Quién fue el victimario? Ahí está la gran incógnita. Sólo después de una segunda o tercera lectura, descubre uno quién fue el criminal.

Los cuentos de García Márquez están considerados por los críticos entre lo mejor que se ha escrito en el género en cualquier época y lugar, llegando algunos a considerar todos los cuentos de su libro Los funerales de la Mamá Grande, como obras maestras. Parte de este libro es el cuento La siesta del martes el cual es una lección de firmeza y determinación ante la hostilidad. En el cuento En este pueblo no hay ladrones ocurre un robo estúpido, de algo de por sí sin valor para el ladrón, unas bolas de billar, pero sí de gran valor social para un pueblo donde no existe mucho más que el billar para divertirse. Las consecuencias sociales y el impacto que el robo tiene en la conciencia del ladrón, lo conducen a un desenlace aún más estúpido, pero justo. El Monólogo o Soliloquio de Isabel viendo llover en Macondo parece ser la semilla del diluvio que anegó a Macondo en Cien años de soledad, sólo que esta vez, la lluvia subyugante es el tema central del monólogo.

No oyes ladrar los perros, de Juan Rulfo, trata sobre la desesperada carrera de un padre por salvar a un hijo crecido a quien a pesar de haber desheredado, con todo el esfuerzo descomunal y las precariedades que enfrentan en el camino, lleva en andas hasta un pueblo lejano, sólo para cumplir una promesa que ha hecho a su difunta esposa.

Hasta aquí mi lista de cuentos memorables y mis centavos de interpretación de los mismos. Espero que aun siendo tan breves, las explicaciones encuentren terreno fértil, sobre todo en las mentes de los jóvenes que tienen intención de dedicarse al trabajo creativo y puedan expandirlas con sus propias versiones y apreciaciones.
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sábado, 10 de octubre de 2009

¿Para qué sirve el Premio Nobel de Literatura?

Por Andrés Hax | © CLARIN

Otra vez nos quedamos sorprendidos con la elección para el premio más importante de literatura en el mundo. Desde 1901 se otorga el Nobel y mientras que autores de excelencia indiscutible como William Faulkner o Gabriel García Márquez se quedaron con el galardón, son muchos más aquellos que después del premio quedaron en el olvido. Aquí, más que una respuesta, una opinión hecha de preguntas.

Una pregunta: ¿Qué tienen en común León Tolstoi, James Joyce, Marcel Proust, Ezra Pound, Franz Kafka, Joseph Conrad, Vladimir Nabokov, Jorge Luis Borges, Jack Kerouac y William Burroughs?

Que ninguno de ellos ganó el Premio Nobel de Literatura.

Segunda pregunta: ¿Qué tienen en común: Bjørnstjerne Bjørnson, Rudolf Eucken, Carl Gustaf Verner von Heidenstam, Carl Friedrich Georg Spitteler, Frans Eemil Sillanpää, Halldór Kiljan Laxness y Herta Müller?

Me imagino que ya adivinó la respuesta. Todos ganaron el Premio Nobel de Literatura.

Apuesto que el lector común, como lo definió Virginia Woolf, podría nombrar una obra de cada uno de la primera lista. Y apuesto que el mismo lector común (un amante voraz de la literatura, el que no se va ni siquiera al baño sin un libro) tendría gran dificultad en nombrar solo una obra de la segunda lista de autores.

Esto es un juego de salón, vale. Pero en el juego se ejemplifica la pregunta que da título a esta columna de opinión: ¿Para qué sirve el Premio Nobel de Literatura?

Vamos a la fuente. Según el dice el testamento de Alfred Nobel el su premio en la categoría de letras es para "un autor de cualquier país en el campo de literatura el trabajo más extraordinario en una dirección ideal."

Puede ser que por aquí empiezan las dificultades, porque es una definición ambigua.

Pero sin duda La guerra y la paz, Ulises, Los cantos, El corazón de las tinieblas, Almuerzo desnudo, o La metamorfosis podrían ser considerados como ejemplares dignos de esta definición. O Vida, instrucciones de uso de George Perec. O hasta la obra bizarra de H.P. Lovecraft o las novelas de Philip K. Dick o Raymond Chandler e Italo Calvino.

Ya se discutió hasta el hastío sobre el uso político del premio de literatura. Veamos los otros premios. Obviamente el de la paz es un premio político. ¿Pero el de física? ¿El de medicina? ¿El de química? ¿Y el de economía?

El problema central para contestar esta pregunta es que resulta difícil que nuestro lector común tenga la educación suficiente para entender los trabajos científicos de vanguardia. La ciencia se ha especializado y se ha ido a un nivel de abstracción que hace falta por lo menos un pos-grado para realmente comprender qué es lo que hacen los mejore físicos, químicos y médicos del planeta.

Tal vez el premio de economía –la ciencia atroz ("the dismal science" como lo denominó Thomas Carlyle)- sea tan ambiguo como el de literatura y se explota con fines políticos. Pero la economía, en su más alta expresión teórica también es lejana a la inteligencia común y corriente, hasta de una persona considerada culta.

Además, si entendieran de verdad los economistas cómo funciona la economía, ¿por qué no pudieron predecir la catástrofe financiera de los últimos años? ¿Por qué no pueden solucionar el problema de la pobreza mundial? Pero eso quedará para otra columna de opinión.

La excelencia en la literatura es subjetiva. No podría ser de otra manera. La literatura no descubre nada. O sí: descubre la vida. La que vivimos todos, yendo al trabajo, tomando café, enterrando nuestros muertos... Los grandes escritores, premiados o no, son los que nos dan vida con su obra. Que crean con letras sobre papel un simulacro de la vida tan potente que casi se parece más a la vida que la vida misma.

El problema, al fin, del Premio Nobel, es que ya nos dejó de sorprender (e, irónicamente, si hay una cualidad que comparte toda la gran literatura es aquella de sorprender). O se le otorga a una eminencia gris que se lo merece de sobras (en la lista de esta categoría que aún esperan el premio, los conocemos a todos: Mario Vargas Llosa, Carlos Fuentes, Milan Kundera, Philip Roth, Don Delillo...); o se le da a un escritor o escritora que –francamente– es de muy poca trascendencia (lo que no significa que sea mala escritora). Como es el caso este año con Herta Müler.

¿Me van a decir que Herta Müller ha escrito textos "más extraordinarios" y que van más en "una dirección ideal" que Cormac McCarthy, Thomas Pynchon, James Ellroy, Gonzalo Rojas, William T. Vollmann, Geoffrey Hill, Steven Millhauser, Jonathan Littell o –si, también- Carlos Fuentes, Mario Vargas Llosa y etcétera.
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viernes, 9 de octubre de 2009

Oscar Arias: "Algo Hicimos Mal" los Latinoamericanos

Serie Lo mejor de la Red-II

El discurso del presidente de Costa Rica, Oscar Arias, en la Cumbre de las Américas de Trinidad y Tobago, el 18 de abril de 2009, está circulando con gran energía por todo Internet. En el mismo, Arias pide a los líderes latinoamericanos que hagan un "mea culpa" por los errores políticos que han colocado a América Latina en desventaja frente a otras regiones del mundo, en lugar de culpar a terceros de sus problemas. Arias, artífice de la paz en Centroamérica en los años 80 y Premio Nobel de la Paz, ilustra sus puntos de vista con gran cantidad de ejemplos (*). Estas fueron sus palabras en la Cumbre de las Américas:

"Tengo la impresión de que cada vez que los países caribeños y latinoamericanos se reúnen con el presidente de los Estados Unidos de América, es para pedirle cosas o para reclamarle cosas. Casi siempre, es para culpar a Estados Unidos de nuestros males pasados, presentes y futuros. No creo que eso sea del todo justo.

No podemos olvidar que América Latina tuvo universidades antes de que Estados Unidos creara Harvard y William & Mary, que son las primeras universidades de ese país. No podemos olvidar que en este continente, como en el mundo entero, por lo menos hasta 1750 todos los americanos eran más o menos iguales: todos eran pobres. Cuando aparece la Revolución Industrial en Inglaterra, otros países se montan en ese vagón: Alemania, Francia, Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda… y así la Revolución Industrial pasó por América Latina como un cometa, y no nos dimos cuenta. Ciertamente perdimos la oportunidad. También hay una diferencia muy grande. Leyendo la historia de América Latina, comparada con la historia de Estados Unidos, uno comprende que Latinoamérica no tuvo un John Winthrop español, ni portugués, que viniera con la Biblia en su mano dispuesto a construir “una Ciudad sobre una Colina”, una ciudad que brillara, como fue la pretensión de los peregrinos que llegaron a Estados Unidos.

Hace 50 años, México era más rico que Portugal. En 1950, un país como Brasil tenía un ingreso per cápita más elevado que el de Corea del Sur. Hace 60 años, Honduras tenía más riqueza per cápita que Singapur, y hoy Singapur –en cuestión de 35 ó 40 años– es un país con $40.000 de ingreso anual por habitante. Bueno, algo hicimos mal los latinoamericanos. ¿Qué hicimos mal? No puedo enumerar todas las cosas que hemos hecho mal. Para comenzar, tenemos una escolaridad de siete años. Esa es la escolaridad promedio de América Latina y no es el caso de la mayoría de los países asiáticos. Ciertamente no es el caso de países como Estados Unidos y Canadá, con la mejor educación del mundo, similar a la de los europeos. De cada 10 estudiantes que ingresan a la secundaria en América Latina, en algunos países solo uno termina esa secundaria. Hay países que tienen una mortalidad infantil de 50 niños por cada mil, cuando el promedio en los países asiáticos más avanzados es de 8, 9 ó 10.

Nosotros tenemos países donde la carga tributaria es del 12% del producto interno bruto, y no es responsabilidad de nadie, excepto la nuestra, que no le cobremos dinero a la gente más rica de nuestros países. Nadie tiene la culpa de eso, excepto nosotros mismos. En 1950, cada ciudadano norteamericano era cuatro veces más rico que un ciudadano latinoamericano. Hoy en día, un ciudadano norteamericano es 10, 15 ó 20 veces más rico que un latinoamericano. Eso no es culpa de Estados Unidos, es culpa nuestra.

En mi intervención de esta mañana, me referí a un hecho que para mí es grotesco, y que lo único que demuestra es que el sistema de valores del siglo XX, que parece ser el que estamos poniendo en práctica también en el siglo XXI, es un sistema de valores equivocado. Porque no puede ser que el mundo rico dedique 100.000 millones de dólares para aliviar la pobreza del 80% de la población del mundo –en un planeta que tiene 2.500 millones de seres humanos con un ingreso de $2 por día– y que gaste 13 veces más ($1.300.000. 000.000) en armas y soldados.

Como lo dije esta mañana, no puede ser que América Latina se gaste $50.000 millones en armas y soldados. Yo me pregunto: ¿quién es el enemigo nuestro? El enemigo nuestro, presidente Correa, de esa desigualdad que usted apunta con mucha razón, es la falta de educación; es el analfabetismo; es que no gastamos en la salud de nuestro pueblo; que no creamos la infraestructura necesaria, los caminos, las carreteras, los puertos, los aeropuertos; que no estamos dedicando los recursos necesarios para detener la degradación del medio ambiente; es la desigualdad que tenemos, que realmente nos avergüenza; es producto, entre muchas cosas, por supuesto, de que no estamos educando a nuestros hijos y a nuestras hijas.

Uno va a una universidad latinoamericana y todavía parece que estamos en los sesenta, setenta u ochenta. Parece que se nos olvidó que el 9 de noviembre de 1989 pasó algo muy importante, al caer el Muro de Berlín, y que el mundo cambió. Tenemos que aceptar que este es un mundo distinto, y en eso francamente pienso que todos los académicos, que toda la gente de pensamiento, que todos los economistas, que todos los historiadores, casi que coinciden en que el siglo XXI es el siglo de los asiáticos, no de los latinoamericanos. Y yo, lamentablemente, coincido con ellos. Porque mientras nosotros seguimos discutiendo sobre ideologías, seguimos discutiendo sobre todos los “ismos” (¿cuál es el mejor? capitalismo, socialismo, comunismo, liberalismo, neoliberalismo, socialcristianismo...), los asiáticos encontraron un “ismo” muy realista para el siglo XXI y el final del siglo XX, que es el pragmatismo. Para sólo citar un ejemplo, recordemos que cuando Deng Xiaoping visitó Singapur y Corea del Sur, después de haberse dado cuenta de que sus propios vecinos se estaban enriqueciendo de una manera muy acelerada, regresó a Pekín y dijo a los viejos camaradas maoístas que lo habían acompañado en la Larga Marcha: “Bueno, la verdad, queridos camaradas, es que mí no me importa si el gato es blanco o negro, lo único que me interesa es que cace ratones”. Y si hubiera estado vivo Mao, se hubiera muerto de nuevo cuando dijo que “la verdad es que enriquecerse es glorioso”. Y mientras los chinos hacen esto, y desde el 79 a hoy crecen a un 11%, 12% o 13%, y han sacado a 300 millones de habitantes de la pobreza, nosotros seguimos discutiendo sobre ideologías que tuvimos que haber enterrado hace mucho tiempo atrás.

La buena noticia es que esto lo logró Deng Xioping cuando tenía 74 años. Viendo alrededor, queridos presidentes, no veo a nadie que esté cerca de los 74 años. Por eso solo les pido que no esperemos a cumplirlos para hacer los cambios que tenemos que hacer. Muchas gracias".

(*) Introducción de Miguel A. Buitrago-MABblog.



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Sobre la perseverancia

A veces tenemos que agarrarnos con lo
que tengamos... aun sea con los dientes



Por Isaías Medina Ferreira

Ernest Hemingway, premio Nóbel de Literatura, autor del clásico El viejo y el mar, y uno de los más influyentes escritores en los componentes del llamado Boom de la literatura iberoamericana de los años de 1960 y 1970, llegó a decir, refiriéndose a lo difícil que podía ser el oficio de escritor: “A menudo necesitaba toda una mañana de trabajo intenso para escribir un párrafo”.

Si se tiene en cuenta que García Márquez concibió Cien Años de Soledad temprano en su carrera y tuvo que escribir tres novelas y dos libros de cuentos antes de dar con la voz apropiada para expresar aquel torrente de exhuberancia verbal que es la citada obra; si se tiene en cuenta, además, que el concepto básico de la computadora como la conocemos hoy día fue expuesto por el inglés Charles Babbage a mediados de 1800 y no fue hasta mediados de 1900, después de incontados ensayos más o menos exitosos de muchas personas, que el estado de la tecnología permitió lograr una computadora aceptable; si tenemos en cuenta, por último, que el inventor de la bombilla eléctrica, Thomas A. Edison, tuvo que experimentar con más de 10,000 tipos de materiales para producir la luz incandescente antes de conseguir el apropiado, estamos ante una lección poderosa: ¡TODO LO IMPERECEDERO LLEVA TIEMPO!

Las computadoras de hoy están a 100 años-luz de distancia de lo que fue el primer computador electrónico, el ENIAC, un armatoste conteniendo 18,000 “tubos al vacío” que consumía electricidad como un pequeño pueblo y tenía menos potencia que la más simple calculadora de hoy día. Esas primeras computadoras, más que una obra de ingeniería, fueron un ensayo en coraje. Pero ya vemos como nos maravillamos ante el avance que hemos obtenido en poco más de 50 años. Sin embargo, la obra no está completa porque el estado de la tecnología en cierto momento determinado no permite que hagamos más y por eso cada día vemos nuevos computadores más poderosos que los de ayer y así seguiremos avanzando hasta que logremos una herramienta tan sofisticada que hará risible a la que hoy nos maravilla.

En otras palabras, ninguna obra, no importa lo funcional y adelantada, está terminada ni es perfecta. Siempre hay espacio para mejorarla y acercarnos a la perfección, aunque de hecho ésta no exista. Construimos sobre la base de lo construido anteriormente. La dinámica de nuestros avances en seguir luchando sin desmayo. Pero esto último, aunque lo comprendemos, no siempre es fácil.

Un aspecto notorio que obstaculiza nuestra decisión a luchar por algo en lo que creemos, es que a veces el reto que representa emprender una obra determinada parece infranqueable y su análisis puede conducir a parálisis y confusión que nos impide actuar. Es el momento en que debemos de echar hacia atrás, cambiar la perspectiva, desglosar el problema en elementos más pequeños, cuestión que lo podamos manejar mejor, y producir el mejor prototipo con los elementos que poseemos. Sobre la experiencia de lo logrado, podremos construir un prototipo más completo la próxima vez y seguir avanzando. Sería ventajoso en este momento recrear en nuestras mentes cómo los niños empiezan a caminar: pasito a pasito, cayendo y levantándose.

La práctica conduce al perfeccionamiento y la inacción a la atrofia. Muchos humanos tenemos la tendencia a amilanarnos ante lo que presenta un poco de dificultad. Somos propensos a tomar, y a buscar deliberadamente, el camino de menos oposición, el camino trillado, y si no lo encontramos, derrotarnos y no procurar buscar otro camino.

Algo que debemos aprender y pasar a nuestros niños temprano en la vida, sobre todo en las escuelas, es que lo difícil no es sinónimo de imposible. Lo difícil debe ser propulsión a la acción y una oportunidad para desarrollarnos y crecer hasta satisfacer nuestro potencial humano.

Lo que no es aceptable es cruzarnos de brazos y esperar el maná del cielo.

A propósito, Edison decía: “genio es 1% inspiración y 99% transpiración”; es decir, trabajo arduo.

Cuando miramos los logros de la humanidad, muchas veces contra viento y marea, debemos concluir que sólo la acción y la perseverancia son omnipotentes e indómitas.
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jueves, 8 de octubre de 2009

José Carvajal publicará libro con artículos polémicos sobre Washington Heights


NUEVA YORK. - Los artículos más polémicos del escritor y periodista José Carvajal acerca del quehacer cultural dominicano en Washington Heights y el cierre de la librería Calíope, en el alto Manhattan, aparecerán en un libro que saldrá al mercado a finales de noviembre.

De acuerdo con el sello Isla Publishing Group, el libro se titula “A quien pueda interesar / Reflexiones sobre Washington Heights y otros temas” y se espera que circule ampliamente en un foro de cultura dominicana organizado por la entidad Culturarte, en el alto Manhattan, donde Carvajal podría participar como invitado especial.

Los artículos en cuestión fueron publicados originalmente en el blog de Carvajal y reproducidos por decenas de diarios dominicanos. El libro incluye también opiniones inéditas sobre dominicanos en otras ciudades estadounidenses.

La polémica surgió cuando Carvajal calificó de mediocre a la intelectualidad dominicana de Washington Heights y sus alrededores, mientras pasaba balance a más de 20 años de la vida cultural del alto Manhattan, incluyendo una tertulia popular que se hacía los jueves por la noche en la recién desaparecida librería Calíope.
Para Carvajal, en la tertulia de Calíope se reunían principalmente “los amnésicos, políticos frustrados, dirigentes de nadie, y los remanentes de una intelectualidad dominicana aferrada todavía a los años setenta”.

Asimismo, Carvajal describe el quehacer literario de los años ochenta como un hecho lamentable, después de una “revisión (crítica y autocrítica) de los hechos y ‘desechos’ literarios de aquella época”, de la cual afirma “no se salva ni una sola obra de la diáspora marginal”.
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¿Quién es Herta Müller? Premio Nóbel de Literatura 2009


Fuente: El Cultural

A entender de la Academia Sueca, la ganadora del Premio Nóbel de Literatura, la rumano alemana Herta Müller, “con la concentración de la poesía y la franqueza de la prosa, describe el paisaje de los desposeídos”. Miembro de la Academia Alemana de Escritura y Poesía, sufrió la censura y el exilio al negarse a cooperar con la policía secreta del régimen comunista rumano. Vive en Alemania desde 1985, y entre sus obras destacan las novelas La piel de zorro y La bestia y el corazón.

El tema del conjunto de su obra es la vida bajo regímenes sin libertades. Su última novela Atemschaukel narra la cruenta odisea de un muchacho alemán de 17 años secuestrado por los rusos al final de la II Guerra Mundial para obligarlo a trabajar en la reconstrucción soviética.

Herta Müller se ha convertido hoy en la duodécima mujer que recibe el premio Nóbel de literatura, un galardón en el que se confunden los criterios políticos y literarios, y en el que siempre se ha leído entre líneas un mensaje del progresismo europeo.

Si con el ganador anterior, concedido al francés Jean-Marie Gustave Le Clézio, Europa intentaba erigirse nuevamente como la guía moral de las economías emergentes, la distinción de la Müller parecería un espaldarazo en contra del avance de la derecha más recalcitrante y berlusconiana en la Unión Europea.

Que le sirva de consuelo a Vargas Llosa.

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Entretenimiento-1

Cuartetos mágicos

Los egipcios comenzaron a resolver cuartetos mágicos hace ya miles de años.

Para resolver, inserte los números del 1 al 9 de manera que cada columna, cada hilera y las dos diagonales sumen 15.

     
     
     
     
     
     
     
     
     

La solución está más abajo.

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miércoles, 7 de octubre de 2009

Código de barras

De Wikipedia, la enciclopedia libre

En este mes de octubre de 2009 se cumplen 57 años de la creación del Código de barras por Joseph Woodland, Jordin Johanson y Bernard Silver.

El código de barras está basado en la representación numérica de un producto u objeto mediante un conjunto de líneas paralelas verticales de distinto grosor y espaciado que en su conjunto contienen una información determinada. De este modo, el código de barras permite reconocer rápidamente un artículo en un punto de la cadena logística y así se puede realizar inventario o consultar sus características asociadas.

Actualmente, el código de barras está implementado globalmente de forma masiva.
La correspondencia o mapeo entre la información y el código que la representa se denomina simbología. Estas simbologías pueden ser clasificadas en dos grupos, atendiendo a dos características diferentes:

• Continua o discreta: los caracteres en las simbologías continuas comienzan con un espacio y en el siguiente comienzan con una barra (o viceversa). Sin embargo, en los caracteres en las simbologías discretas, éstos comienzan y terminan con barras y el espacio entre caracteres es ignorado, ya que no es lo suficientemente ancho.

• Bidimensional o multidimensional: las barras en las simbologías bidimensionales pueden ser anchas o estrechas. Sin embargo, las barras en las simbologías multidimensionales son múltiplos de una anchura determinada (X). De esta forma, se emplean barras con anchura X, 2X, 3X, y 4X.

Historia

La primera patente de código de barras fue registrada en octubre de 1952 (US Patent #2,612,994) por los inventores Joseph Woodland, Jordin Johanson y Bernard Silver en Estados Unidos. La implementación fue posible gracias al trabajo de los ingenieros Raymond Alexander y Frank Stietz. El resultado de su trabajo fue un método para identificar los vagones del ferrocarril utilizando un sistema automático. Sin embargo, no fue hasta 1966 que el código de barras comenzó a utilizarse comercialmente y no fue un éxito comercial hasta 1980.

Nomenclatura


• Módulo: Es la unidad mínima o básica de un código. Las barras y espacios están formados por un conjunto de módulos.
• Barra: El elemento (oscuro) dentro del código. Se hace corresponder con el valor binario 1.
• Espacio: El elemento (claro) dentro del código. Se hace corresponder con el valor binario 0.
• Carácter: Formado por barras y espacios. Normalmente se corresponde con un carácter alfanumérico.

Si quiere leer el artículo completo vaya a Wikipedia
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¿El Quijote en espanglish?

Por Isaías Medina Ferreira

Si bien este artículo lo escribí hace unos tres años, las razones que lo impulsaron siguen vigentes, y por ello es tan válido hoy como cuando fue publicado.

Cuando vi la nota de Eva Orúe en la que hablaba de la traducción del Quijote al espanglish, creí que se trataba de una broma, pero al seguir leyendo comprobé que no (aunque muy profundamente creo que sí, que es una morisqueta de los traductores a los académicos, pues se necesita ser muy osados para con cara de “no-hice-nada” hacer pasar “eso” como intento serio de literatura). Ahí estaba, en jerigonza ininteligible, un fragmento de la venerable obra, de la que los autores (Ilan Stavans y comparsas) han logrado traducir el primer capítulo.

Como sabemos, el comienzo de El Quijote dice así: “En un lugar de La Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor...”, no precisamente su plato de conversación de cada día, pero sí expresiva, fluida y magistral.

Ahora veamos la “joya” que nos regalan los seguidores de Ilan Stavans, el profesor mejicano de Amherst College impulsor del uso del espanglish como una lengua más, expresión genuina del pueblo, según dicen. Dice la traducción: “In un placete de La Mancha of which nombre no quiero remembrearme, vivía, not so long ago, uno de esos gentlemen who always tienen una lanza in the rack, una buckler antigua, a skinny caballo y un grayhound para el chase...”

¿Qué le parece? No hay que ser un purista de la lengua para comprobar que se trata de un disparate mayor que, como apunta Eva Orúe, “mueve a la risa... [Y en el cual] es imposible recuperar el sabor literario de Miguel de Cervantes”.

En primer lugar, admito que el espanglish es un hecho —que se usa y se seguirá usando en las calles y sobre todo en la Internet—, que nace muchas veces de la necesidad, de la ignorancia o del simple “estar de moda” de quien lo usa, pero creo que no pasará de ser una expresión de la subcultura latina en los Estados Unidos, pues conllevaría más esfuerzo aprenderlo que aprender el inglés o el español por sí solos, pues el dialecto espanglish de Los Angeles, por ejemplo, no es el de Nueva York, como apunta Xosé Castro.

Téngase en cuenta, además, que el espanglish, por nacer precisamente de las entrañas del pueblo, se usa preponderantemente en forma oral, no escrita. Imponer reglas para escribirlo sería una tarea titánica y, por la falta de lógica en el uso de las palabras, una pesadilla. Además, ¿cuál de las dos lenguas madres, el inglés o el español, sería usado como punto de referencia?

Comprendo que hay voces inglesas que expresan una situación o idea mejor que las que conocemos en español o que muchas veces no tienen un equivalente en español; estas voces, a fuerza de uso, se impondrán tarde o temprano en nuestro idioma, no importa lo que expresen los puristas de la lengua, y serán parte de nuestro léxico. Pero de ahí, al afán de unos cuantos a querer dar carta de legitimidad académica a un híbrido que, además de mal sonante, no “sale” con la espontaneidad con que se expresa el pueblo y es excluyente —pues si se fija usted en la bendita traducción a que aludimos arriba, se necesita conocimiento de ambos idiomas para entenderla—, hay mucho trecho.

Admito el espanglish en contexto, como lo usan, entre otros, Junot Díaz en “Drown”, colección de cuentos desarrollado en Baní, República Dominicana, y en las calles de Nueva Jersey; o Ernesto Quiñónez, en “Bodega Dreams”, novela desarrollada en las calles del Bronx hispano. Pero usarlo de forma antojadiza, sin estructura, “pegando” palabras inglesas y españolas sin ton ni son, porque sí, y quererlo hacer pasar como algo genuino, es pura charlatanería, irresponsabilidad y narcisismo literario, que nada tienen que ver con reflejar el habla del pueblo, pero sí con la autopromoción y el “dárselas” de graciosos de unos cuantos académicos.

NOTAS: (1) El primer capítulo de El Quijote ha sido traducido y puede encontrase en Quijote en espanglish

(2) Más sobre las ponencias de Xosé Castro y González-Echeverría puede encontrarse en la página del idioma español bajo el título Hablar espanglish es devaluar el español
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martes, 6 de octubre de 2009

La doble vida de Castel

Cuento
Por César Sánchez Beras

Inspirado en la novela El Túnel, de Ernesto Sábato. Note en el protagonista los mismos celos e inseguridad enfermiza del personaje de El Túnel.
César Sánchez Beras es un escritor oriundo de San Pedro de Macorís quien al presente reside en Lawrence, Massachusetts. César es ante todo poeta y decimero, pero también escribe obras infantiles y, por supuesto, cuentos. Su obra, El Sapito Azul, ganó el Premio Nacional de Literatura Infantil (2004). Ese mismo año, su obra Días de Carne ganó el Premio Nacional de Poesía Salomé Ureña de Henríquez, en la República Dominicana. César es poeta laureado de Cambridge College, de Cambridge, Massachusetts


La primera vez que llegó al pueblo causó un alboroto de tal magnitud, que fue necesario que los más viejos del pueblo arrastraran a los pequeños que llegaban en masas para ver la vieja camioneta Ford que hacía su entrada.

Yo no estaba ni entre los más jóvenes ni entre los más viejos. Tenía entonces 15 años, pero ya tenía la mala costumbre de no juntarme con los muchachos de mi misma edad, por lo cual parecía mucho más adulto de lo que en realidad era.

La camioneta hizo su entrada triunfal un domingo de 1946, sé con seguridad que era domingo porque ese día yo estaba en el parque y sólo voy al parque los domingos. La camioneta era una vieja Ford que en un tiempo debió ser azul pero que para entonces era de un color impreciso, igual que la camisa que me pongo para recoger el café a final de la cosecha.

La cama del vehículo era enorme y estaba repleta de unos tramos de maderas, que de tan parejos, daban la impresión de que originalmente eran de una bodega. Sobre cada tramo colgaba un rótulo escrito a mano, con una letra hermosa y simétrica. Eran los campos de las ciencias y las letras a la que pertenecían los libros, que estaban colocados en largas hileras, ordenados de mayor a menor y con los lomos hacia afuera para que fuera fácil encontrar cualquiera de ellos en un momento dado.

Sólo al final de los tramos, casi escondido a la vista de los más curiosos como yo, se encontraba el letrero que rezaba: “Bibliobús Emilio Demorizi”. Don Pablo, el encargado de la biblioteca ambulante, era un señor regordete, con unos bigotes como de charro mejicano, pero más descuidado. Nunca lo vi sin su sombrero marrón de alas cortas. Siempre tenía un libro de color negro en las manos, pero que yo sé que fingía leerlo, porque nunca le vi cambiar una página ni mover la vista de dirección.

Don Pablo y su Bibliobús llegaban al pueblo de improviso, sin decir cuándo se marcharían y mucho menos insinuar cuándo volverían por el pueblo, con su carga de historias fascinantes y su multitud de conocimiento. La primera vez que hablamos, él me pareció un hombre buena gente, yo quería pedirle un libro de poesía que le vi a mi maestra de noveno grado, pero pensé que me iba a tomar por un afeminado cursi. Por eso opté por dejar que él me recomendara un libro y así yo no me delataba.

Le conté que estaba enamorado de una muchacha a la que no entendía y que ella tampoco me entendía a mí, pero que ambos nos amábamos por encima de cualquier impedimento terrenal. Él me miró extrañado, se alisó un poco los bigotes y como si fuera un autómata, se encaminó hasta el fondo de la camioneta, se acuclilló y extrajo un pequeño libro, que de lejos me pareció insignificante. Era El Túnel, de un escritor argentino de apellido Sábato.

El tiempo para leer el libro era hasta el otro día, puesto que la biblioteca ambulante permanecía solamente un día en cada pueblo que visitaba. Pasé la noche entera leyendo a la luz de una lámpara el pequeño libro que me fue embriagando con el amor tormentoso de uno de los personajes, el cual se llamaba Castel. Había tanta similitud entre la vida de los personajes del librito azul y mi propia vida, que sin querer, yo vivía la vida de Castel y le atribuía a Teresa, mi novia, la vida de la muchacha de la novela El Túnel.

Cuando el sueño me venció en la madrugada, sólo había alcanzado 24 páginas del libro. Fue imposible rogar que me lo dejara hasta que regresara la biblioteca al pueblo, porque ni él mismo sabía cuándo vendría. Dos meses y seis días tardó don Pablo en volver. Desde que escuché el alboroto de los niños en el parque, me vestí lo más rápido posible y casi sin saludar le pedí el libro de Sábato y lo fui leyendo en el camino.

Al llegar a la página 70 ya no me quedaban dudas, ese libro fue escrito para Teresa y para mí, eran nuestras vidas contadas de forma literaria por alguien que bien pudo imaginarse la historia.

Han pasado seis meses y don Pablo regresó con su biblioteca ambulante. Es increíble. Asombrosamente delicioso ver que Castel tiene los mismos temores que yo, los mismos celos infundados, el mismo vacío de pensar que en cualquier día ella lo va a dejar, como pienso yo que lo hará Teresa conmigo. Con Teresa la coincidencia es total. La misma ternura en la voz, la misma forma de explicar su ausencia, la misma forma de querer dejarme por mis extravagancias.

Sin que Teresa lo sepa, no hago nada sin antes compararlo con el libro. Después de todo, puedo ver con más claridad las cosas, como si yo fuera un doble espectador, mirando por un lado la vida de Castel y por el otro comparando la novela con mi propia vida. Leer la novela y vivir mi vida es lo mismo. Yo puedo ver tan sólo el día que me toca diariamente y don Pablo regresa cada cierto tiempo en el que yo alcanzo a leer sólo unas páginas.

Teresa lleva diez días que no me habla y hace más de un mes que no hacemos el amor. La gente dice que ella no me quiere, que se fue aburriendo poco a poco de lo loco que me estoy poniendo con eso del libro que narra nuestras vidas. Pero yo estoy calmado, debo estar calmado, porque yo soy un tipo sereno de cabeza fría. Pero la verdad es que me molestan las dudas, por eso estoy esperando la biblioteca de don Pablo, porque sé que en el túnel de Castel está la verdad de todo esto. Estoy seguro que antes de llegar al final del capítulo siete, sabré si Castel mata a la muchacha y si Teresa realmente ya dejó de amarme.
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lunes, 5 de octubre de 2009

Ernesto Sábato (1911-...)

Perfil breve
Por Isaías Medina Ferreira

Contradictorio, polémico, intransigente y honesto en sus juicios, sin pelos en la lengua para expresar sus puntos de vista, ensayista agudo, novelista extraordinario, pintor... genio. Quizás a esos atributos deba añadirse su pesimismo e inseguridad, que lo llevaron a destruir la mayoría de lo que escribió, de lo cual se salvó su mejor novela, Sobre Héroes y Tumbas, por la intervención de Matilde, su esposa, a quien la dedicó.

Parte de Sobre Héroes y Tumbas es su aclamado “Informe sobre ciegos”, que muchas veces se ha publicado como pieza separada. De este pasaje de la novela de marras dice el Dr. Hugo Acosta: “Si hay un escritor que ha logrado descender a los infiernos regresando ileso para contarlo, si existe un Dante en nuestra literatura, no es otro que Ernesto Sábato. A través de un alucinante y no menos tenebroso portal compuesto por ciegos y tinieblas, por cavernas, por criaturas y alimañas de la noche, por pasajes subterráneos, por monstruosas pesadillas y perversiones, Sábato accede a los inextricables dominios de las “potencias infernales”. Pocos escritores han podido interpelar tan vastas y abominables regiones sin perderse, sin caer en la locura o el suicidio. Sábato es uno de ellos y sus más oscuras obsesiones cobran existencia, una terrible existencia…”.

Nacido en Rojas, pueblo de la provincia de Buenos Aires, Argentina, el día 24 de Junio, de 1911, Ernesto Sábato, a sus 98 años es una figura de letras respetada, casi venerada, aunque no siempre fue tan “popular”, fruto quizás de su poca producción ficcional —apenas tres novelas: El Túnel (1948); la mencionada Sobre Héroes y Tumbas (1961) y Abbadón el Exterminador (1974)—, quizás opacado por la presencia avasalladora, primero de Borges, y luego de Cortázar, o quizás desdeñado por su formación científica: es Dr. en ciencias físico-matemáticas, campo que lo llevó a investigar a los laboratorios Juliot-Curie, en París, y al Massachusetts Institute of Technology (MIT), en Cambridge, Massachusetts.

Sábato, disgustado por lo que considera la deshumanización del hombre, tras un conflicto interior que le causó una “crisis existencial”, según sus propias palabras, que lo puso al borde del suicidio, renunció definitivamente a la ciencia en 1943.

En 1940, alentado por su antiguo profesor en el Colegio Nacional, Pedro Henríquez Ureña, ya había comenzado a colaborar en Sur, la revista literaria donde conoció a Jorge Luís Borges, a Adolfo Bioy Casares y a las hermanas Victoria y Silvina Ocampo. Antes de eso, en 1938, había frecuentado en París el movimiento surrealista y entablado una fuerte amistad ante todo con los pintores Oscar Domínguez y Víctor Brauner.

Entre sus obras de ensayos se encuentran Uno y el Universo (1945), en el cual rechaza abiertamente la ciencia. En 1951 publica Hombres y Engranajes. Reflexiones sobre el dinero, la razón y el derrumbe de nuestro tiempo, en el que arremete contra “los postulados que han fundado la concepción del mundo y de la vida en la era moderna”. Otras obras de ensayos son Heterodoxia (1953), que es como un “diccionario del hombre en crisis”; El Escritor y sus Fantasmas (1963); Pedro Henríquez Ureña (1967); Tres Aproximaciones a la Literatura (1968), un estudio sobre Jean Paul Sartre, Alain Robbe-Grillet y Borges; Diálogos con Jorge Luís Borges (1976) y por lo menos una docena de obras más, entre las que se encuentra Nunca Más. Informe de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP), que por encargo del gobierno argentino él presidió en 1984.

En 1998 publicó Antes del Fin, que considera su testamento literario.

Sobre Sábato y su obra se ha escrito extensamente, en decenas de lenguas. Sus obras han sido traducidas a una treintena de idiomas; ha recibido innumerables doctorados de universidades alrededor del mundo y hasta estampillas de correos se han emitido en su nombre. Entre los premios que ha recibido están el Cervantes y el Gabriela Mistral, en 1984. Ahora sólo falta el más prestigioso, el Nóbel, para el cual ha sido nominado repetidamente. Ojalá se le otorgue pronto. El tiempo apremia.




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domingo, 4 de octubre de 2009

Murió cantante del pueblo Mercedes Sosa

Con una trayectoria de casi medio siglo, Sosa dedicó 40 álbumes al cancionero popular latinoamericano

Domingo 4 de octubre de 2009, 10:58:26 AM (AST)

Tomado de Eco Hispano

BUENOS AIRES _ Mercedes Sosa, la llamada “Voz de Latinoamérica'', que sobrevivió la censura de la dictadura argentina y siguió cantando con éxito hasta sus últimos días, falleció el domingo en Buenos Aires luego de dos semanas de estar hospitalizada debido a una falla cardiorrespiratoria, dijeron sus familiares. Tenía 74 años

La intérprete de clásicos como “Gracias a la vida'' y “Si se calla el cantor'' falleció cuando su carrera pasaba por un buen momento: su más reciente álbum, “Cantora 1'', disfrutaba de grandes ventas y había sido postulado a tres premios Latin Grammy, que se entregan el 5 de noviembre en Las Vegas.

Con una trayectoria de casi medio siglo, Sosa dedicó 40 álbumes al cancionero popular latinoamericano, con otros éxitos que incluyen “¿Será posible el sur?'', “Amigos míos'' y “Misa criolla''.

El estado de salud de la cantante se había deteriorado en forma aguda en los últimos tres días. Falleció poco después de las 05:00 (0800 GMT).

Por su garganta privilegiada y sus letras sin fronteras, se la conocía como “La voz de Latinoamérica'', pero ella prefería que le dijesen “La Negra'', como la llamaban con cariño sus fieles admiradores.

Nacida en la norteña San Miguel de Tucumán el 9 de julio de 1935, en un hogar humilde, desde niña empezó a sentir apego por las expresiones artísticas populares y recién salida de la adolescencia le gustaba bailar y enseñaba danzas folklóricas.

Empujada por el entusiasmo de un grupo de amigas, en octubre de 1950, cuando tenía 15 años, se animó a participar en un certamen organizado por una radio de Tucumán, a la que fue escudada tras el seudónimo de Gladys Osorio, según dice su sitio oficial.

Allí afloró su calidad como cantante, ya que triunfó en un concurso cuyo premio era un contrato por dos meses de actuación en la emisora.

“Yo no elegí cantar para la gente'', dijo Sosa en una reciente entrevista en la televisión argentina. “La vida me eligió a mí para cantar y bueno...''.

La intérprete de la obra cumbre “Gracias a la vida'' recorrió su carrera marcando a fuego lo que en los años 60 se conoció como el “nuevo cancionero'' latinoamericano y que tenía como impronta fundamental al compromiso social. En tal sentido, marcó un sendero que fue seguido por Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y Víctor Jara, entre muchos otros.

En 1965 se hizo notar con “Romance de la muerte de Juan Lavalle'', de Ernesto Sábato y Eduardo Falú y un año después dio a conocer “Yo no canto por cantar''.

A partir de entonces enhebró una serie de éxitos como “Misa criolla'', “¿Será posible el sur?'', “Amigos míos'', “El grito de la tierra'', “Canción con todos'', “Cuando tenga la tierra'' y “La Navidad de Juanito Laguna'', entre muchos otros.

Consolidada en el podio del canto, en 1983 se conoció “Mercedes Sosa'', un disco en el que registró varias canciones que llegarían a ser algunos de sus grandes éxitos: “Un son para Portinari'' y “María María'', además de “Inconsciente colectivo'' de Charly García, “La maza'' y “Unicornio'', de Silvio Rodríguez; “Corazón maldito'' de Violeta Parra y “Me voy pa'l mollar'', junto con Margarita Palacios.

También participó de varias películas, como “El Santo de la Espada'', sobre la vida del general José de San Martín, y además tuvo el significativo papel de Juana Azurduy en el filme “Güemes (La tierra en armas)'', ambas dirigidas por Leopoldo Torre Nilsson.

Durante su carrera paseó su voz por los principales escenarios del mundo. Cantó en Estados Unidos, primero en el Lisneer Auditorium de Washington, luego en el Parque Central de Nueva York, más tarde en el Teatro Auditorium Lakeview de Chicago. Además viajó por Europa, Australia, Canadá y América Latina.

Hizo presentaciones con algunos de los más destacados músicos latinoamericanos: Pablo Milanés, Teresa Parodi, Charly García, Fito Páez, Silvina Garré, Leonor González Mina, Lilia Vera, Beth Carvalho, Amparo Ochoa, León Gieco, Víctor Heredia, Julia Zenko, Nito Mestre, Piero, Celeste Carballo, el dúo de rap Illya Kuryaki and the Balderramas y Mariano Mores, entre otros, según su página Web.

En 1972, cuando su arte sufría la constante censura impuesta por el gobierno militar, lanzó “Hasta la Victoria'', un disco con canciones cargadas de contenido social y político.

En agosto de 1976, cuando los militares ya habían dado otra vez un golpe de Estado, publicó el álbum “Mercedes Sosa'', con temas de los chilenos Víctor Jara y Pablo Neruda, la peruana Alicia Maguiña y el cubano Ignacio Villa.

La cantante era blanco de la censura en Argentina por parte de los gobiernos militares de turno porque simpatizaba con el comunismo y apoyaba a los partidos de izquierda.

En 1979, en plena dictadura militar, fue detenida sobre el escenario durante un concierto en la ciudad de La Plata. El público asistente también fue arrestado.

Días después inició un exilio en París y Madrid, hasta que en 1982 regresó a la Argentina cuando agonizaba la última dictadura militar, a la cual organismos de derechos humanos le atribuyen la muerte o desaparición de unos 30.000 disidentes. Datos oficiales aseguran que los desaparecidos fueron 13.000.

Lejos de esas épocas turbulentas, “La Negra'' atravesaba en estos días uno de sus mejores momentos: “Cantora 1'' fue postulado a los Latin Grammy al álbum del año, mejor álbum de folklore y mejor diseño de empaque.

En este CD doble, Sosa interpretó clásicos del folklore latinoamericano junto a figuras como Shakira, Fito Páez, Gustavo Cerati, Julieta Venegas, Joan Manuel Serrat, Joaquín Sabina, Lila Downs y Calle 13.

“La Negra'' anunció a mediados de setiembre la suspensión de una actuación en Buenos Aires para presentar “Cantora 1'', debido a que padecía de un fuerte resfrío.

No fue la primera vez que su estado de salud la alejaba de los escenarios: en el 2003 sufrió un problema cardíaco que la obligó a retirarse por un tiempo.

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sábado, 3 de octubre de 2009

Cómo apagar un fuego en la cocina...

... si no está fuera de control:

1- No se deje vencer por el pánico.
2- Apague la estufa.
5- Moje un paño (o toalla) y exprímalo hasta retirar el exceso de agua.
4. Ponga el paño mojado encima del fuego y espere hasta que éste se apague.

Muy importante:
1. No trate de mover la paila, olla o sartén de lugar mientras arde el fuego; pero, sobre todo,
2. No eche agua al fuego… lo alimentará más y hará que éste se propague… y esto puede ser devastador.

Si esto falla, ¡salga de inmediato del lugar y llame a los bomberos!



Este video se presenta aquí como información general. No todos los fuegos son iguales y usted debe juzgar si esta información es válida en una situación específica. Recuerde: lo más importante es su seguridad personal y la de los suyos.
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viernes, 2 de octubre de 2009

2 de octubre: Natalicio del gran Gandhi

Mahatma Gandhi


Mohandas Karamchand Gandhi, nacido un 2 de octubre de 1869 y fallecido un 30 de enero de 1948, fue un abogado, pensador y político indio. Se le conoce en todo el mundo con el sobrenombre de Mahatma Gandhi (en sánscrito e hindi, la palabra majātmā significa ‘gran alma’, siendo majā: ‘grande’ y ātmā: ‘alma’), nombre honorífico acuñado por primera vez por Rabindranath Tagore.[1] En India también es conocido como Bapu: ‘Padre’).

Desde 1918 figuró abiertamente al frente del movimiento nacionalista indio. Instauró nuevos métodos de lucha (las huelgas y huelgas de hambre), y en sus programas rechazaba la lucha armada y predicaba la no violencia como medio para resistir al dominio británico. Pregonaba la total fidelidad a los dictados de la conciencia, llegando incluso a la desobediencia civil si fuese necesario; además, bregó por el retorno a las viejas tradiciones indias.

Fuente: Wikipedia.
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Cuando un jefe es malo

Consejo experto-2
Por Laurie Davies

Los malos jefes abundan. Y si bien un gerente cascarrabias puede resultar entretenido, en realidad, un mal jefe puede hacer la vida imposible a quienes le rodean. De hecho, una encuesta Gallup realizada entre un millón de trabajadores, reveló que la razón citada más a menudo por estos para dejar una compañía era debido a una situación estresante o problemática con un supervisor inmediato.

Sea que usted supervise a un mal jefe o trabaje para uno, la situación es preocupante.

Desde el punto de vista del superior, dejar a un mal jefe sin supervisar es un riesgo que se podría traducir en pérdidas económicas costosas. En 2004, en los Estados Unidos, la compañía promedio duró 48 días para llenar una posición vacante a un costo promedio de $3,270 por posición.

“Los costos tangibles de reclutar y entrenar empleados son sólo el comienzo. Hay costos intangibles que es imposible cuantificar, pero que son importantes”, dice Gary Lahey, cofundador del website www.badbossology.com. “En el mundo súper competitivo de hoy, ¿cuántas ideas creativas y estratégicas está un empleado dispuesto a aportar si trabaja para un mal jefe? Baja moral no es el final del proceso, sin embargo. La situación crea, además, costos en la forma de ausentismo, robo, menos esfuerzo y descontento general”, añade Lahey.

Y si sus empleados están descontentos, seis meses después sus clientes lo estarán también, apunta Robert Levit, Ph.D. “Si bien la naturaleza de los negocios son los números y las ganancias, no retener empleados, hay un secreto que todo buen gerente sabe”, dice Levit. “Los humanos no rinden a niveles máximos a menos que no se les conecte como humanos. Si usted quiere máxima productividad y servicio superior al cliente, usted debe engranar con el espíritu humano, con el mérito de lo que sus empleados están haciendo”.

Si es usted quien sufre la mediocridad, o peor aún, la maldad, de su jefe, he aquí algunas estrategias para enfrentar la situación.

• No haga nada, al principio. Trate de comprender hasta qué punto es usted el problema. ¿Qué actuaciones causan la dificultad? ¿Habría algo que usted pueda hacer para disminuir esas situaciones?
• De a su jefe el beneficio de la duda. Apague un poco su susceptibilidad, los jefes son simplemente humanos y están bajo presiones enormes.
• Aprenda de su jefe. Vea las travesuras de su jefe como un mal necesario que sucede dos o tres veces a cada quien a lo largo de su vida como empleado.
• Haga un trato. Apele a la vanidad de su jefe. Un jefe sin destreza sabe que ésta le falta. Usted podría decir, “ya sé que no nos llevamos muy bien, pero yo voy a trabajar para apoyar sus objetivos y proteger su reputación”.
• Ármese de paciencia y enfrente la tormenta. Si su jefe es terrible, es posible que otros lo hayan notado y que en el mercado de hoy éste no dure mucho. Hágase de cuenta que la situación no es para siempre.
• Sea sensato y use discreción. Si su jefe toma crédito por un proyecto que usted realizó, elógielo ante cualquiera que quiera escucharle alabándolo por haberlo apoyado en el proyecto.
• Confronte su jefe. Pero aténgase a las consecuencias. Esto puede ser en la forma de pedir una reunión privada.
• Apele al jefe de su jefe. Otra vez, cuidado, esto le puede costar su trabajo. Asegúrese que tiene usted evidencia concreta.
• Planee su estrategia de salida. Si el trabajo afecta su salud, es tiempo de renunciar.

¿Es usted un mal jefe? A lo mejor no es usted el jefe que cree ser. Cuídese de no estar cometiendo estos seis errores.

1. Juzga a sus trabajadores por las horas que trabajan, no por su efectividad de ejecución.
2. Para usted, los errores son inaceptables.
3. Usted cubre sus errores.
4. Usted no estimula el espíritu de equipo entre sus empleados.
5. No apoya y defiende a sus empleados.
6. Su departamento tiene altos índices de renuncia de personal y ausentismo.

Título original: When bosses go bad, publicado en Future, revista de los egresados de University of Phoenix, Winter, 2005. Condensado y traducido por Isaías Medina-Ferreira (metransol@yahoo.com).
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jueves, 1 de octubre de 2009

¡Tú puedes salvar el planeta!

¡Tú puedes!
Por Isaías Medina Ferreira

Recicla todo material reciclable. Cuando sea posible, evita usar fundas o bolsas de plástico. Cuando vayas al supermercado, pide bolsas de papel. Resístete a tirar basuras en las calles. Evita contaminar los ríos con desperdicios, aparatos electrónicos, neumáticos, baterías y grasas. No botes el aceite caliente de tus frituras en el fregadero: contamina y se adhiere a las tuberías creando una concha. Opta por automóviles eficientes y de mínima emisión de gases contaminantes al ambiente. Cuida los árboles; si es posible planta uno hoy y cuídalo como si tu respirar dependiera de él. Edúcate y educa a los demás acerca del peligro de aniquilación que sufre el planeta si no actuamos ya.

Sí, ¡tú puedes ser un ente de cambio! Podemos salvar el planeta si cada individuo contribuye a ello.

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Michel Camilo

Perfil breve
Por Isaías Medina Ferreira

“Con una sonrisa que ilumina y una personalidad magnética y contagiante... dedos que parecen volar sobre el teclado y un rico conocimiento tanto de música clásica como de Jazz, Michel Camilo, pianista y compositor dominicano, una figura prominente del Jazz contemporáneo, tiene el fuego de Tito de Puente y la sofisticación de Bill Evans”. Jazz Review Magazine.

Michel Camilo, quien compusiera su primera canción a los 5 años, nació en Santo Domingo, República Dominicana, el día 4 de abril de 1954. Estudió música en el Conservatorio Nacional de su país durante 13 años y tiene la distinción de haber empezado a formar parte de la Orquesta Sinfónica Nacional dominicana a los 16 años de edad. En 1979 se mudó a New York donde continuó sus estudios en Mannes y The Juilliard School of Music. Durante ese período formó parte también de la banda de Paquito D’Rivera el famoso saxofonista cubano, quien grabó una de las composiciones de Camilo, Why Not?, cuya interpretación vocal por el grupo Manhattan Transfer le reportó un premio Grammy, en 1983.

Camilo debutó en el legendario Carnegie Hall con su trío en 1983 y desde entonces ha sido una de las figuras más impactantes en la escena del Jazz internacional paseando su arte por todo Estados Unidos, el Caribe, Japón y Europa.

Diciembre de 1987 marcó su debut como director clásico de orquesta cuando dirigió la orquesta sinfónica nacional de su país. Ese mismo año pasó a ocupar el puesto de director musical del festival de Jazz Heineken en la República Dominicana, posición que ocupó hasta 1992.

Los logros de Camilo durante los años de 1990 son vastos y ocuparían mucho más espacio del que disponemos; por eso, si desea más información acerca de este extraordinario músico, visite Michel Camilo, o Camilo entre otras páginas de la Red que contienen información acerca de Michel. En YouTube hay varios “clips” de su música.

Camilo recibió un doctorado Honoris Causa de la Universidad Tecnológica de Santiago (UTESA), ha tocado con casi todos los músicos prestigiosos de jazz de su época, incluyendo al legendario Dizzie Gillespie, quien grabó una de sus más populares composiciones, Caribe, en 1991; ha aparecido en documentales tales como “Calle 54”, ha participado en los más prestigiosos festivales de Jazz del mundo, incluyendo el Newport Jazz Festival, y ha recibido la Cruz de Plata de la orden de Duarte, Sánchez y Mella, de su país natal.

En el 2000, junto a Tomatito, famoso guitarrista español de Flamenco, Camilo ganó un Grammy al “Mejor álbum de Jazz latino” en la primera edición de estos prestigiosos galardones, por su disco Spain. En 2006, su álbum Rhapsody in Blue ganó el Grammy Latino como mejor grabación clásica.

Michel Camilo es un artista incansable y polifacético. No sólo ha compuesto música para varias películas, sino que sigue incursionando en la música clásica, habiendo estrenado su concierto para piano y orquesta en el teatro Monumental de Madrid. Camilo está constantemente de gira con su trío compuesto la mayoría de veces por Anthony Jackson, contrabajista, y Horacio “el Negro” Hernández, batería, dos talentosos músicos; neoyorquino el primero, cubano el segundo. Si tiene la oportunidad, trate de ver a Michel Camilo: es un espectáculo memorable.

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