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miércoles, 18 de junio de 2014

UNA TAREA PARA EL MINISTRO DE CULTURA

Por José Carvajal

Una nota filtrada a la opinión pública, si es auténtica, pondría una vez más en evidencia que el Ministerio de Cultura está manipulado por funcionarios que tienen estrangulados los premios anuales de literatura en República Dominicana, y que los votos para galardonar a los autores son productos de arreglos internos entre literatos que hoy viven del erario, y no tanto por la calidad de las obras. El último de estos episodios se habría generado en torno al Premio Anual de Poesía Salomé Ureña de Henríquez, otorgado este 2014 al prolífico Alexis Gómez Rosa.

Comencemos anotando que Alexis Gómez Rosa, además de un poeta excelente que goza de los afectos y desafectos del poder, es Ministro Consejero de la embajada dominicana en Uruguay; y que los miembros del jurado fueron tres poetas comprometidos laboralmente o que están muy relacionados con el oficialismo: Pedro Pablo Fernández (Director de Publicaciones de la Biblioteca Nacional), José Enrique García (exasistente del hasta hace poco Director Ejecutivo del Instituto Dominicano de Telecomunicaciones [Indotel], el también poeta Pedro José Gris), y Plinio Chahín.

Uno de los aspirantes al premio era Pedro José Gris, y como la lógica no traiciona su exlugarteniente José Enrique García, considerado en ciertos círculos como uno de los críticos más respetados del país, tenía tal vez la obligación de favorecer la obra de su exjefe de Indotel. Al menos eso es lo que se deduce del acta del veredicto: “Hacemos constar, y a solicitud de la parte interesada, que el señor José Enrique García emitió su voto a favor del libro, ‘Aniversario’, de Pedro José Gris”.

Pero eso no es todo. El otorgamiento del premio a Alexis Gómez Rosa al parecer creó revuelo al interior del Ministerio de Cultura. El titular de la Dirección Nacional de Gestión Literaria, Basilio Belliard, encargado de coordinar los premios y cuya esposa trabaja en Indotel, se habría quejado de la siguiente manera, según la nota filtrada: “Joder! Plinio es débil con él [presuntamente con Alexis Gómez Rosa]. Jarta ya! Yo se lo hubiera dado a Martha Rivera o a PJG [Pedro José Gris]. JEGarcía, que fue jurado, está que arde. Salvó su voto por PJGris en el acta. Quien acabó de joder la vaina fue Pedro Falo F.”

Parece un exabrupto de Belliard. Una nota que debió haber escrito al caer la tarde, por la carga de frustración que transmite debido a que las cosas no salieron como fueron posiblemente planeadas. Otra observación: da la impresión de que Belliard intenta denigrar al poeta Pedro Pablo F. llamándolo Pedro Falo F., aunque creo que lo de “Falo”, por “Pablo”, puede ser parte de una jerga de círculos de amigos que reconocen en Pedro Pablo un poeta del tema erótico; pero en este caso la jocosidad se traduce a una intención de ridiculizarlo.

Por otro lado, no queda claro lo de “joder la vaina”. Y por eso uno se pregunta: ¿qué vaina? ¿Querrá esto decir que sí hubo componenda y que el premio había sido negociado o decidido antes del veredicto del jurado?

Todo es posible. El beneficio de la duda siempre deja la posibilidad a equívocos, aunque los documentos relacionados con este nuevo escándalo literario dominicano que circulan en las redes sociales, parecen más verdad que mentira.

Por cierto, el Premio Anual de Novela Manuel de Jesús Galván fue declarado desierto. ¿Será porque ninguno de los miembros del jurado se dejó manipular por funcionarios literatos? Creo que después de todo esto al ministro de Cultura José Antonio Rodríguez le queda la tarea de investigar a fondo lo que pasó bajo sus propias narices y limpiar un poco la casa; a ver si se atreve.
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lunes, 16 de abril de 2012

SOCIEDAD Y CULTURA

VARGAS LLOSA PRONOSTICA LA DESAPARICIÓN DE LA CULTURA
Por Ana Mendoza / Efe
Elespectador.com


En su nuevo ensayo, "La civilización del espectáculo", critica la banalización de la cultura, la política y el periodismo.

Mario Vargas Llosa suele decir lo que piensa aunque sus opiniones levanten ampollas, y polémica suscitará sin duda su nuevo ensayo, "La civilización del espectáculo", una dura radiografía de la actualidad en la que critica la banalización de la cultura, la política y el periodismo.

En este libro, que Alfaguara publica ahora en España y que paulatinamente se irá distribuyendo en Hispanoamérica, el escritor peruano pronostica la desaparición de la cultura, "en el sentido que tradicionalmente se ha dado a este vocablo", y constata "el eclipse" del intelectual en la sociedad actual.

"El intelectual sólo interesa si sigue el juego de moda y se vuelve un bufón", escribe Vargas Llosa en su nuevo ensayo, un libro valiente y lúcido con el que denuncia la excesiva importancia que se le da al entretenimiento y a la diversión en nuestro mundo.

Querer divertirse "es legítimo", afirma este gran novelista, Premio Nobel de Literatura, pero convertirlo en un valor supremo tiene sus consecuencias: "la banalización de la cultura, la generalización de la frivolidad, y en el campo de la información, que prolifere el periodismo irresponsable de la chismografía y el escándalo".

Ese afán de diversión influye en la literatura y hace que la que triunfe sea la "light", y tiene también como consecuencia que la crítica literaria, tan necesaria para arrojar luz en el confuso panorama cultural, tenga una influencia cada vez menor.

El escritor también critica el gran espacio que se le dedica a la moda y a la cocina en las secciones de cultura. Los "chefs" y los modistos tienen ahora "el protagonismo que antes tenían los científicos, los compositores y los filósofos", señala Vargas Llosa en su ensayo, el primer libro que escribe después de ganar el Premio Nobel.

En esta cultura "de oropel" imperante, "las estrellas de la televisión y los grandes futbolistas ejercen la influencia que antes tenían los profesores, los pensadores y (antes todavía) los teólogos", añade el autor de novelas tan esenciales como "La casa verde", "Conversación en la Catedral" o "La fiesta del Chivo".

Los políticos no salen bien parados en el sombrío panorama que dibuja Vargas Llosa en su libro.

"El desprestigio de la política en nuestros días no conoce fronteras", debido en parte a que "el nivel intelectual, profesional y sin duda también moral de la clase política ha decaído", afirma Vargas Llosa, quien también llama la atención en su libro sobre la escasa influencia que ejercen los intelectuales en la sociedad actual.

El intelectual "se ha esfumado de los debates públicos, por lo menos de los que importan", sostiene el escritor, consciente de que el pensamiento ha ido perdiendo peso en "la civilización del espectáculo" y de que hoy priman "las imágenes sobre las ideas".

El cine, dice en el libro, ya no produce creadores como Bergman, Visconti o Buñuel. Hoy se considera un "ícono" a Woody Allen, "que es, a un David Lean o un Orson Welles, lo que Andy Warhol a Gauguin o Van Gogh en pintura, o un Dario Fo a un Chéjov o un Ibsen en teatro".

En su libro, que el autor presentará el 25 de abril en la Casa de América, de Madrid, se detiene también en las artes plásticas y asegura que, en ellas, "la frivolización ha llegado a extremos alarmantes".

Todo parece estar permitido, desde las provocaciones de Damien Hirst hasta que un artista defeque ante el público en una galería de arte y luego se coma sus propias heces.

Vargas Llosa, que incluye en el ensayo algunos de sus artículos aparecidos en el diario El País, sostiene que la prensa contribuye, y mucho, "a consolidar esa civilización 'light" que lleva a olvidar que la vida "no sólo es diversión, también drama, dolor, misterio y frustración".

Entrevista con Mario Vargas Llosa

"Las pasarelas y la cocina están suplantando al arte y la filosofía"

NURIA AZANCOT 13/04/2012

Con sus 76 años recién cumplidos (“no me felicite, deme más bien el pésame”), Mario Vargas Llosa tiene previsto llegar hoy a Madrid para presentar su último ensayo, La civilización de espectáculo (Alfaguara), un libro nacido de la certeza de que gran parte del arte, la literatura, la cultura de nuestros días son una “tomadura de pelo” en las que “abundan las imposturas, la frivolización, faltan valores y sobra banalización”.

Seductor como siempre y como nunca, Mario Vargas Llosa (Arequipa, Perú, 1936) no baja la guardia ni descuida su gentileza. Tiene ganas de hablar. De decir, por ejemplo, que si ha publicado este libro, en el que combina artículos ya aparecidos en Prensa con reflexiones nuevas, es por esa “sensación creciente de incomodidad frente a algunas manifestaciones culturales en el arte, en la literatura, en la música” que le parecen “verdaderas tomaduras de pelo”. Ese desasosiego fue el punto de partida. También lo fue la sensación “deprimente -nos insiste- de que la cultura se estaba convirtiendo en algo muy distinto de lo que había sido, que se estaba banalizando y eso, en una época de un desarrollo tan extraordinario de la ciencia y de la tecnología, puede tener consecuencias que amenazan a toda la sociedad”. Y nace también de la certeza de que hay demasiados impostores, demasiados fraudes, “aunque al menos en la literatura aún se mantienen vigentes unos valores que permiten distinguir lo que es original y auténtico del puro engaño, del fraude del impostor”. Sin embargo, afirma, “no creo que el libro sea pesimista, sólo describe una etapa. Créame, la historia no está escrita, pero si no hay una reacción crítica, puede tener consecuencias negativas para la supervivencia de la cultura democrática”.

¿Adiós a la alta cultura?

Mientras trabaja en su próxima novela, “ambientada en el Perú de nuestros días, en Lima y Piura. Llevo escribiéndola desde hace varios meses y probablemente se titulará El héroe discreto”, confiesa el Nobel que la primera vez que tuvo esa sensación de estafa “fue hace muchos años, visitando la Bienal de Venecia, considerada una vitrina de la modernidad en el campo de la creación artística: me pareció una especie de circo en el que prevalecía una falsa modernidad hecha de gestos, de exhibicionismo, de frivolidad. Era como la justificación del facilismo, de la impostura”. Pero el fenómeno, denuncia, está en todas partes. Basta revisar “la influencia que tiene hoy la chismografía, y cómo ha creado un mundo periodístico de enorme influencia a base de escarbar en la vida privada de las gentes, que es una especie de pasión malsana de grandes masas en las que no están excluidas las supuestas élites culturales”.

-¿Y no es catastrofista defender que la cultura “en el sentido que tradicionalmente se ha dado al término, está a punto de desaparecer”?

-Bueno, es que lo que entendíamos por cultura hace 50 años ya casi no existe. En un mundo en el que las pasarelas de la moda o las cocinas son los referentes centrales de la vida cultural y están suplantando al arte y la filosofía, no se tiene la misma idea de cultura que entonces: hay una frivolización y un facilismo que ha desnaturalizado el concepto mismo de cultura, y hemos perdido los valores que la sostenían: lo verdadero se confunde con los fraudes, y hay, hemos sufrido, a demasiados impostores.

Un par de impostores

-¿Como quiénes?

-Como Jacques Lacan o Derrida, por ejemplo, figuras que en parte son míticas en la crítica literaria y que en parte son también verdaderos fraudes intelectuales, porque acabaron cayendo en un oscurantismo detrás del cual no había complejidad alguna ni profundidad del pensamiento, sino sólo vacío, y un vacío destructor.

Contra la banalización

-Hablando de vacíos, si nos olvidamos de las pasarelas de la moda, de la cocina, y empezamos por el principio, ¿qué es para usted la cultura?

-Es algo que definió muy bien Eliot: todo aquello que hace más vivible la vida de la gente. Ésa ha sido la gran función de la cultura, enriquecer la vida de las gentes, darles unas convicciones, una sensibilidad que les permitiera defenderse contra la adversidad. Al mismo tiempo, un gran entretenimiento, pero si sólo es entretenimiento se banaliza, y ése es el gran fenómeno que vivimos hoy. Aunque, afortunadamente, hay excepciones y grandes creadores originales que huyen de la vaciedad y de lo publicitario.

-¿Hay alguna manera de evitar que la literatura más representativa de nuestros días sea, como denuncia, fácil y ligera?

-Bueno, creo que depende de muchos factores, y que uno de los más importantes es la educación. Queremos que haya buenos lectores pero hay que crearlos desde la niñez, en la escuela y en la familia. Si los mayores no leen o consideran que la literatura es una especie de adorno prescindible, no van a surgir nuevos lectores en las generaciones futuras. Es esencial enseñar a leer, a preocuparse por los sistemas de pensamiento que dan una explicación a lo que es la vida. El desarrollo puramente material y pragmático deja un vacío muy grande y tiene pies de barro.

-Sin embargo, como retrata en su libro, nunca ha habido tanta violencia en las aulas ni se ha despreciado tanto al profesor...

-Desde luego. El problema es que el maestro no tiene hoy el amparo ni el respeto de la sociedad. Foucault consideraba que el maestro era el representante del sistema opresor que castraba el espíritu de rebelión de las nuevas generaciones y eso es un disparate que ha llevado a una minusvaloración del profesor como la figura respetada por todos porque era quien mantenía viva la mejor tradición cultural, quien difundía la gran literatura, el arte esencial...

En La civilización del espectáculo, Vargas Llosa comenta casos espeluzantes de violencia en las aulas y no ahorra censuras a la sociedad que lo permite, pero sus mayores críticas van dirigidas a los intelectuales, al menos a los de Occidente, que hoy -explica- "prácticamente no existen. Sólo en países en los que ha desaparecido la libertad. En muchas dictaduras (China, Corea del Norte, Birmania, Cuba) los escritores, los pintores, son quienes representan la resistencia al sistema. Pero en las democracias donde la libertad existe no tienen ni audiencia ni función. Y es culpa suya, porque han renunciado a las preocupaciones cívicas y éticas que antes les eran fundamentales”.

-Creíamos que la democratización de la cultura era la solución. ¿Qué ha fallado?, ¿deben acaso volver las élites?

-La democratización de la cultura me parece muy justa; crear las condiciones en las que todos puedan acceder a la cultura es una obligación de toda sociedad democrática, pero al mismo tiempo pensar que la cultura puede llegar a todos de la misma manera es una soberana ingenuidad. No todo el mundo tiene ni la misma vocación ni el mismo talento para las actividades culturales y esa situación establece jerarquías. El problema es que la democratización de la cultura ha beneficiado lo cuantitativo en perjuicio de lo cualitativo. Y no se puede igualar sacrificando la excelencia porque el resultado es la catástrofe actual.

Erotismo y religión

-Hablando de catástrofes, asegura en el libro que la actual desaparición del erotismo lo es. ¿Con qué consecuencias?

-Con un gran empobrecimiento de una fuente extraordinaria de placer y de creatividad; si el sexo se convierte en algo rutinario, en una gimnasia despojada de rituales o de formas y deja de ser un acto creativo es como si desaparecieran la alta literatura o la gran cultura.

-Y del eros a la religión...

-Yo creo que sólo a una minoría la cultura le sirve para reemplazar a la religión, porque la mayoría de los seres humanos necesita algo que le garantice alguna forma de supervivencia, para no caer en la anomia, la angustia o la desesperación. Pero tampoco creo que sea incompatible la existencia de una rica vida espiritual con una sociedad democrática, siempre que la religión no se identifique con el Estado, porque entonces desaparece la libertad. El Estado debe ser laico, pero eso no es obstáculo para que la sociedad disfrute de una vida espiritual muy rica en el dominio de lo privado. Y debe ser aceptada, porque si no puede ocurrir que se vea suplantada por cultos extraños, sectas o supercherías.

-Hace unas semanas vivimos los crímenes xenófobos de Francia: ¿por qué cree que a muchos les pareció casi “aceptable” que el asesino fuese un nazi, y les molestó que tras los siete asesinatos estuviese un yihadista?

-Bueno, me parece terrible que razones ideológicas puedan considerarse atenuantes de un asesinato; detrás de eso lo que hay es un salvajismo homicida que procede del fanatismo político-religioso, y hay que combatirlo, hay que ser implacables.

-¿Pero no somos cómplices cuando permitimos el velo en las escuelas, en aras de la tolerancia cultural?

-Yo tengo una posición muy clara: creo que una sociedad democrática no puede permitir, en nombre del respeto a las otras culturas, que surjan enclaves donde todavía se siga discriminando a la mujer, y se sigan aceptando cosas monstruosas como los matrimonios arreglados por los padres o la ablación. Hay que aceptar la diversidad pero siempre dentro de los patrones de la legalidad y de la libertad, que son las grandes conquistas de las sociedades democráticas, en eso no se puede claudicar.

Obama y el desastre republicano

-¿Cómo ve la inminente campaña presidencial de Estados Unidos? Porque hace unos años Obama le parecía el presidente ideal, y ha confesado su decepción...

-Esperaba más cosas de él, pero tal y como se presenta el panorama norteamericano en estas elecciones hay que desear que gane Obama y no ninguno de estos candidatos republicanos que parece que están en una puja para ver quién es más intolerante o más prejuicioso frente a los inmigrantes y frente a la modernidad científica. Me parecen terribles los debates entre los candidatos republicanos, sobre todo porque el republicanismo tiene una tradición liberal que parece haber desaparecido. Sí, hay que desear que ninguno de esos fanáticos intolerantes gane las elecciones norteamericanas; sería gravísimo para el futuro de la libertad y de la tolerancia en el mundo.

-Comenta en el libro que es víctima de la piratería, y que de cada ocho libros suyos que se compran, por ejemplo, en Perú, siete son ilegales: ¿cree que es posible impedir los abusos?

-Espero que sí. Yo lamento mucho la situación, pero no sólo por mis ingresos, sino porque me parece lamentable que no haya ningún tipo de censura social contra la piratería, sino al contrario, que sea alentada. Afortunadamente en otros países de América Latina, en Europa y Estados Unidos se está combatiendo, pero en Perú aún no hay conciencia de la gravedad de ese fraude ni de sus consecuencias si se contagia a otros estratos de la vida económica del país.

-Ahora que todo el planeta está en crisis, Estados e instituciones públicas y privadas recortan drásticamente sus ayudas a museos, editoriales, artistas...

-Bueno, yo creo que no sólo es malo sino peligroso para la salud democrática de un país que la responsabilidad de financiar la cultura sea fundamentalmente estatal, porque el Estado, cuando presta ayudas, busca beneficios. Por eso estoy convencido de que el conjunto de la sociedad debería asumir esa responsabilidad, y eso afortunadamente ocurre en los países anglosajones, donde el grueso del gasto cultural viene de la sociedad civil. En Estados Unidos, por ejemplo, es muy interesante qué es lo que hace que funcione el MOMA, un museo absolutamente extraordinario: el 90 por ciento de su presupuesto procede de la sociedad civil, de empresas privadas, de fundaciones, de familias. Lo mismo ocurre con el Metropolitan, que recibe una parte de sus recursos del Estado pero creo no equivocarme al decir que el grueso de sus recursos proviene de organizaciones privadas. A mí me parece eso más sano que depender del Estado, que es la tradición europea.

Tomado de elcultural.es
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jueves, 1 de diciembre de 2011

Experto dice jeroglíficos de México no predicen apocalipsis

Por ADRIANA GOMEZ LICON

CIUDAD DE MÉXICO (AP) — El final no está cerca.

Al menos según un experto alemán que dice que su decodificación de una tableta Maya con referencia a una fecha de 2012 denota una transición a una nueva era y no un posible fin del mundo, como otros lo han interpretado.

La interpretación de los jeroglíficos por Sven Gronemeyer de la Universidad La Trobe en Australia, fue presentada por primera vez el miércoles 30 de noviembre 2011 en el sitio arqueológico de Palenque, en el sur de México.

Sus comentarios se produjeron menos de una semana después que el instituto de arqueología de México reconociera que había una segunda referencia a la fecha de 2012 en las inscripciones mayas, inspirando otra ronda de conversaciones sobre si predice el fin del mundo.

Gronemeyer ha estado estudiando la tableta de piedra encontrada años atrás en el sitio arqueológico de Tortuguero en la costa del Golfo de México, en el estado de Tabasco.

Dijo que la inscripción describe el regreso del misterioso dios maya Bolon Yokte al final del 13er período de 400 años, conocido como Baktuns, que cae el 21 de diciembre de 2012. Para los Mayas, el 13 era un número sagrado. No hay nada apocalíptico en la fecha, dijo.

El texto fue tallado alrededor de 1,300 años atrás. La piedra se ha roto, lo que ha hecho que el final del pasaje sea casi ilegible.

Gronemeyer dijo que la inscripción se refiere al final de un ciclo de 5,125 años desde el inicio del calendario Maya de Cuenta Larga en el 3113 A.C.

El fragmento fue una profecía del entonces gobernante Bahlam Ajaw, que quería planificar el pasaje del dios, dijo Gronemeyer.

"Para la elite de Tortuguero, estaba claro que tenían que preparar el terreno para el regreso del dios y a Bahlam Ajaw para ser el anfitrión de esta iniciación", dijo.

Bolon Yokte, dios de la creación y la guerra, prevalecería ese día en un santuario de Tortuguero.

"La fecha adquirió un valor simbólico, ya que es vista como un reflejo del día de la creación", dijo Gronemeyer. "Es el pasaje de un dios, y no necesariamente un gran salto para la humanidad."

La semana pasada, el Instituto Nacional de Antropología de México dijo que una segunda inscripción mencionando la fecha del 2012 está tallada o moldeada en la cara de un ladrillo encontrado en las ruinas de Comalcalco, cerca del sitio de Tortuguero. Este se mantiene en el instituto pero no en exhibición.

Muchos expertos dudan que la segunda inscripción sea una referencia clara a la fecha citada como el posible fin del mundo, asegurando que no hay tiempo futuro marcado como hay en la tableta de Tortuguero.

El instituto ha tratado de disipar las conversaciones sobre un apocalipsis en 2012, tema de numerosas publicaciones y artículos en el Internet. Su más reciente actividad fue organizar una mesa redonda especial de expertos en cultura Maya esta semana en Palenque, que es donde Gronemeyer hizo sus comentarios.

AP Associated Press.

Título original: Expert: Mexico glyphs don't predict apocalypse. (Yahoo! News) Traducción de Isaías Ferreira (metransol@yahoo.com)
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viernes, 25 de noviembre de 2011

Vargas Llosa cree que debe haber un armisticio entre la pantalla y los libros

"Si la educación enseña a los ciudadanos desde niños que los libros son tan importantes o más que las mismas pantallas, entonces la cultura venidera puede perfectamente ser de pantallas y de libros"

El escritor hispano-peruano Mario Vargas Llosa dijo este jueves, 24 de noviembre, en Panamá que debería darse un armisticio entre las pantallas y los libros en momentos que se está viviendo una revolución digital, porque ambos pueden perfectamente coexistir, aunque todo dependerá de la educación que se reciba.

"Si la educación enseña a los ciudadanos desde niños que los libros son tan importantes o más que las mismas pantallas, entonces la cultura venidera puede perfectamente ser de pantallas y de libros", expresó Vargas Llosa a los periodistas minutos antes de ser investido como doctor honoris causa por parte de la Universidad Latina de Panamá.

"Creo que si desaparecieran los libros devorados por las pantallas habría un gran empobrecimiento de la vida, seguramente no de la información, pero sí de la cultura en general", ahondó el laureado escritor y premio Nobel de Literatura 2010.

Sin embargo, precisó que la historia aún no está escrita y que todo dependerá de las decisiones que se tomen, aunque insistió que la idea debe ser siempre de mutua colaboración.

Por otro lado, el autor de la "Guerra del fin del mundo" indicó que la libertad de expresión en América Latina está mejor que en el pasado, aunque hay países donde no existe o está siempre amenazada, al igual que la libertad de prensa.

"Hay países donde se están aprobando leyes o tomando decisiones judiciales que claramente significan una restricción para la libertad de prensa y que crean un peligrosísimo precedente para el futuro", añadió.

Señaló que, cuando existen estas amenazas, todos los creyentes en los principios de libertad deben movilizarse en contra de éstas.

Finalmente, Vargas Llosa dijo que tiene un proyecto de novela en marcha el cual ha tenido que dejar casi todo el 2011 por su agitada agenda, pero espera culminarla muy pronto. EFE

www.acento.com.do

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sábado, 8 de octubre de 2011

Gallinero del libro dominicano en Nueva York

Por José Carvajal
Periodista y escritor

No hay nada más vergonzoso que la cultura administrada desde el oficialismo. Vergonzoso porque para gozar del beneficio de esa administración los intelectuales infelices tienen que doblegarse; deben convertirse primero en corderitos de líderes populistas que en la mayoría de los casos no generan ni siquiera un pensamiento consecuente con la errada política que practican.

Sin embargo, los únicos culpables de que la cultura caiga en manos del oficialismo son esos intelectuales desesperados por lograr con las relaciones sociales esa fama que nunca alcanzarán con las obras malogradas que acumulan en su historial de vida.

En ese panorama cae sin miedo a equivocarme la Feria del Libro de Nueva York, organizada por el Comisionado Dominicano de Cultura, y dedicada este año al ex jefe de esa dependencia del gobierno, Franklin Gutiérrez, que a lo próximo que aspira, sin lugar a dudas, es ganar el Premio Nacional de Literatura.

No pongo en tela de juicio la trayectoria académica del homenajeado, ni el aporte que haya hecho a la literatura dominicana, pues todo activista, por más malo que parezca, algo aporta a su alrededor, aunque sea una sarta de mediocridad intelectual en una obra cargada de imprecisiones y falta de vuelo creativo, como la de Franklin Gutiérrez.

Pero los trabajadores de la cultura que se sirven del oficialismo pierden todo derecho de cuestionamiento, y a veces carecen de una amplitud del sentido común que no los deja darse cuenta cuándo sus acciones rayan en lo ridículo. Porque ridícula fue la Feria del Libro de Nueva York dedicada a Jorge Piña, y ridícula es también ésta (del 7 al 9 de octubre) dedicada a Franklin Gutiérrez.

El año pasado la Feria se utilizó como una plataforma política para acercar más a Piña al oficialismo, y este año sería quizá la última oportunidad del actual gobierno dominicano para agradecer, mediante un homenaje ridículo, el aporte de Franklin Gutiérrez a la creación del mismo Comisionado Dominicano de Cultura.

Por supuesto, ¿qué más se puede esperar de la mediocridad? Sería como pedirle peras al olmo; y las peras no se verían bien en ese magnánimo gallinero del libro dominicano que se celebra en Washington Heights.
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viernes, 6 de mayo de 2011

Feria de Santo Domingo, donde el libro se viste con sotana

Por REINALDO DEL ORBE
Librusa - Santo Domingo

La Feria Internacional del Libro de Santo Domingo regresa por decimocuarta vez, y este año está curiosamente dedicada a la Santa Sede, El Vaticano, y por consiguiente a dos religiosos de prestigio: monseñor Francisco J. Arnaiz, y al padre José Luis Sáez.

Un recorrido por la histórica Plaza de la Cultura Juan Pablo Duarte, hoy convertida en recinto ferial, fue suficiente para notar que los organizadores de esta cita con el libro, una de las más importantes de Centroamérica y el Caribe, han aprendido de los errores del pasado. Todo estaba casi listo cuando faltaban menos de cinco días para la inauguración. A simple vista, la estructura física del magno evento se veía completada en un 90 por ciento, aunque en conversaciones con Librusa el director general de la Feria, Alejandro Arvelo, insistió en que era en un 94 por ciento.

Arvelo hizo énfasis en que todo quedaría completamente terminado para la inauguración, ya que los técnicos trabajaban día y noche, incluso bajo la lluvia.

Los datos oficiales ofrecidos por Arvelo a Librusa indican que este año hay un total de 32 países invitados, 254 stands, 14 pabellones o perímetros de actos y 192 editoriales, incluyendo la propia del Vaticano.

La organización es tal, que la administración de la Feria presentó el programa de actividades con mucho tiempo de antelación, y el Ministerio de Cultura entregó, también a tiempo, 21 libros editados por esa dependencia para ponerlo en circulación en una serie de actos que serían celebrados por separado.

Esto se suma a un presupuesto de austeridad: este año el costo de la Feria es de 80 millones de pesos dominicanos, según declaraciones de Arvelo, con la reducción que establece el decreto 186-11, de un once por ciento en todos los presupuestos del Estado.

Parte de los 80 millones quedaron invertidos en pabellones especiales, construidos con mucha creatividad para llamar la atención de los asistentes. El Pabellón de la Primera Dama, por ejemplo, tiene la forma de un árbol, mientras que el de la Música destaca por simular un ecualizador, y el del Instituto Dominicano de Telecomunicaciones (Indotel) es la figura de un radio gigantesco.

Esos pabellones serán sin duda parte del atractivo de la Feria, a la que según Arvelo asisten alrededor de 1.500.000 entusiastas y profesionales del mundo del libro y que en años pasados se han convertido en degustadores de comidas típicas preparadas en una cantidad de carpas que por alguna razón han superado el número de stands dedicado exclusivamente a la venta de libros.

Una cosa que no deja de despertar curiosidad es el hecho que la Feria tenga al Vaticano como “Estado Invitado de Honor”.

“Nuestro país está íntimamente ligado al Catolicismo. Desde el juramento de La Trinitaria: en el nombre de la Santísima, augustísima e indivisible Trinidad de Dios Omnipotente”, explicó Arvelo a Librusa.

“En el proceso de constitución de Duarte dice claramente que la religión de nuestro país, será la católica, apostólica y romana, lo cual se mantiene hasta la Constitución actual”, agregó el funcionario.

Arvelo, que hace sentir su imperiosa necesidad de defender una decisión oficialista, tal vez más política y de compromisos ineludibles que ligada al quehacer literario, profundizó en que este 2011 el país conmemora los 500 años del sermón de fray Antonio Montesinos, y los 500 del establecimiento de las primeras dos diócesis en América.

El director de la Feria se refirió además a la importancia de resaltar a poetas y escritores católicos como sor Juana Inés de la Cruz, santa Teresa de Jesús, san Juan de la Cruz y Gertrudis Gómez de Avellaneda.

Hay también un dato interesante, y es que a pesar de que la Feria tiene al Vaticano como País Invitado, y por ende el tema central gira en torno al catolicismo, se permitió que religiones o creencias no católicas, como los Testigos de Jehová o el esoterismo, construyeran carpas propias para vender y promocionar sus materiales.

En conclusión, esta cita con libros religiosos está dividida en tres secciones: Feria Infantil, Feria del Libro Católico y la Feria Internacional. Asimismo, entre los invitados extranjeros destacan el mexicano Carlos Cuauhtémoc Sánchez y el crítico peruano José Miguel Oviedo, además del cardenal Gian Franco Giabasi, presidente del Consejo Pontificio de Cultura.

La Feria se celebra del 4 al 22 de mayo en la Plaza de la Cultura, en Santo Domingo.

Librusa <> Publicado 4 de mayo, 2011
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