domingo, 10 de febrero de 2013
LA OPINIÓN DE MELVIN
Por Melvin Mañón
La suerte final del Coronel Caamaño tras el desembarco de Playa Caracoles el 3 de febrero de 1973 sorprendió a los dominicanos de entonces y aun mantiene perpleja y desconcertada a una parte no pequeña de la sociedad dominicana que no podía comprender ni aceptar que el líder que comandó miles de dominicanos en abril de 1965 se viera reducido a un grupo de 9 guerrilleros.
No era ni es posible explicar este final sin acudir a la lectura de la carta/documento escrita por Amaury Germán Aristy que la policía incautó tras su caída en combate el día 12 de enero de 1972 y en la cual Amaury hacía preguntas y formulaba planteamientos que todavía hoy no han sido debidamente respondidos y sobre los cuales las autoridades cubanas jamás se han pronunciado.
No era ni es posible entender el desenlace de Caracoles sin preguntarse qué había sucedido durante los años 1967-1972 tanto en términos de los hombres que nunca llegaron a unirse a Caamaño en Cuba como de aquellos que lo hicieron y posteriormente renunciaron.
No se podía ni se puede pensar que los cambios ocurridos en la política exterior cubana tras una serie numerosa de fracasos importantes en la implantación de guerrillas en varios países y, especialmente el asesinato del Ché después de haber sido capturado herido en Bolivia no iban a tener consecuencias prácticas importantes en la conducción cubana de su política de solidaridad internacionalista.
No era ni es posible ignorar los cambios profundos que a raíz de la guerra de abril de 1965 y el ascenso de Balaguer al poder habían tenido lugar en la sociedad dominicana transformándola, alejándola del laborantismo político y seduciéndola con el consumo de bienes y servicios así como despertando su apetito por el progreso y la prosperidad individual en sustitución de cualquier idea de proyecto de nación como había sido el caso en los años precedentes de inestabilidad política desatada tras la muerte de Trujillo en 1961.
No es razonable analizar los hechos de Caracoles sin valorar los cambios que se habían producido en la escena internacional en general y en el impacto de estos cambios en la República Dominicana donde se implantaba la más coherente y exitosa campaña de contrainsurgencia que jamás hubieran auspiciado los Estados Unidos.
Tampoco era ni es posible explicar el trágico desenlace de Caracoles sin abordar los errores –sobre todo los determinados por el temperamento- cometidos por el propio Coronel Caamaño tanto los de índole militar como aquellos de naturaleza política sin que el análisis resultante sugiriera ni siquiera indirectamente que se trataba de restarle méritos a un héroe nacional ni en modo alguno disminuir su estatura.
Todos estos factores enumerados eran necesarios, realmente imprescindibles para poder proponer y documentar una explicación de las condiciones, circunstancias y factores que condujeron a Caracoles. Ninguna explicación de estos aspectos podía ser abordada sin investigar y estudiar, sin asumir determinados niveles de riesgo político sin afectar sensibilidades, y sin al menos un cierto nivel de formación y entrenamiento político militar.
La primera y más duradera explicación la produjo el señor Hamlet Hermann, mientras estaba en cautiverio tras haberse entregado al enemigo y acusó a Juan Bosch de traición siguiendo el guión pautado por sus captores y así mismo delató el papel de otros participantes que como el suscrito operaban en la retaguardia. Quizás avergonzado de sus debilidades o acaso para mejor encubrirlas se propuso satisfacer la curiosidad general y el genuino interés nacional por conocer el destino del Coronel Caamaño tras Caracoles inventando nuevos traidores y traiciones entre los cuales incluyó a Manuel Ramón Montes Arache y a Héctor Lachapelle Díaz, oficiales constitucionalistas de alta graduación y servicio distinguido y meritorio a la patria, proponiendo fábulas, fabricando mentiras y distorsionando los hechos para acomodarlos a una versión simplista de consumo masivo de la cual derivar un protagonismo que no le corresponde y una nombradía que tampoco se merece. Todas las versiones, tanto las que ha plagiado, como las que se contradicen entre sí, caminaron tranquilamente como moneda de buena ley hasta que en 1989 apareció la primera edición del libro OPERACIÓN ESTRELLA proponiendo una explicación que ha sobrevivido sin enmiendas hasta la fecha, a la cual se adhiere un número creciente de personas y la cual nadie, hasta el sol de hoy, ha podido rebatir, cuestionar ni corregir.
40 años después de aquellos hechos, reporteros, comentaristas y políticos de ocasión invitan a participantes, analistas y/o sobrevivientes a hablar de aquellos hechos, hacen preguntas en TV y con cierta frecuencia la pregunta misma no estaba correctamente formulada. La gente, la opinión pública del país, sigue en buena medida confundida y desinformada porque el debate se convirtió en chisme, maledicencia y rivalidades. Reporteros y productores de TV o redactores de periódicos hacen lo que pueden y acometen una tarea para la cual algunos no están profesionalmente equipados, no disponen del tiempo o no abrazan la metodología apropiada.
Para sacar en claro una explicación coherente, convincente, justa e históricamente válida hace falta la labor de historiadores, investigadores, técnicos forenses, periodistas de investigación y asesores con experiencia judicial para, sin prejuicios, sin la presión de los plazos de un periódico y con la conciencia de que se está escribiendo historia, se estudien los documentos, los testimonios, las evidencias, las pruebas. No basta con denunciar cosas, hay que probarlas, hay que responder por los cargos que se formulan y el testimonio verbal o escrito tiene que ser capaz de sobrevivir al escrutinio de los expertos y en última instancia del sentido común.
El manejo y difusión irresponsable, incompetente e intencionalmente distorsionado de los procesos, decisiones y situaciones que condujeron al trágico destino de Caracoles han impedido que los dominicanos pudieran entender estos hechos y aprender de ellos; en aras de mantener una falsa imagen del Coronel Caamaño se ha degradado y envilecido su legado despojándolo de las cualidades que eran indispensables para que pudiera ser admitido e incorporado a la conciencia popular y este penoso legado ha sido y es obra, principal, pero no exclusivamente, del Sr. Hamlet Hermann.
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miércoles, 6 de febrero de 2013
ENTRE USTED Y YO
Por Rafael Calderón
NEW YORK. Lo que ahora tenemos en el escenario político de la República Dominicana es el “tres pa’ uno declara’o” en que se convirtió la lucha de relevos. PLD, PRSC y PRD actúan unidos a la franca, lo que nunca se había hecho, contra el pueblo que está postrado, desalentado, desesperanzado, extenuado, abatido como nunca antes, por lo que paga religiosamente su carga impositiva de lo más tranquilo.
El PLD que hace varios torneos electorales presumía de que el país estaba dividido entre “peledeístas y corruptos” hoy es el jefe o capo más exitoso que ha tenido la corrupción dominicana en toda su historia. Ha cohesionado un bloque con sus antiguos rivales que luce tan sólido como Baninter cuando lo acaparó prácticamente todo en el país, poco antes de su desplome.
El secreto del éxito del PLD está en que en la persona del doctor Leonel Fernández encontró al psicópata ideal para profundizar -sin remordimiento alguno y con auténtico orgullo- la prolongada crisis que debilitó y ahora tiene al borde del aniquilamiento la voluntad de lucha de la población por justicia y libertad.
Nada es más efectivo que un período de crisis para causar, individual o colectivamente, agotamiento, desfallecimiento, desánimo, degradación y arruinamiento. Y la crisis del pueblo dominicano, con el camuflaje de democracia, lleva ya más de 50 años en manos de impíos que han apostado a la superación de la maldad de su predecesor. Hay que reconocer que no es fácil mantener la fe en crisis largas y profundas.
Y sin fe no hay visión de futuro, sólo sumisión y preocupación para sobrevivir un día más. Por ello, los propiciadores y administradores de la crisis pueden a mansalva oprimir, pisotear, azotar y recargar a un pueblo que ya actúa como el típico boxeador groggy, que a lo único que atina en su subconsciencia es a recostarse en las cuerdas y cubrirse, sin tirar sus puños, para ver si puede sostenerse sin caer hasta que su rival se canse de golpearlo.
Con el PLD cogiendo para su gente, para el PRSC y para el PRD de Miguel Vargas Maldonado la paliza al pueblo es tan apabullante que su capacidad de reacción es ya prácticamente nula. Así lo indica la mayúscula facilidad con que (en un enero que se anticipaba como difícil) el gobierno cobró el suculento 18% del Itebis, con una base ampliada de productos. No conforme, el presidente nominal Danilo Medina, aumentó los precios de los combustibles durante cinco semanas consecutivas. El pueblo, sin duda, se acostumbró al aumento de la intensidad del castigo.
Me imagino que, con lo gandías e insaciables que son las pandillas políticas, estarán lamentándose de no haber llevado hasta el 20% el impuesto de marras. No hay duda de que la blanqueada que le dio el gobierno a los bolsillos de los pobres en enero es por mucho superior al inesperado triunfo 5-0 de los Leones del Escogido sobre las aguerridas Águilas Cibaeñas en la serie final del pasado torneo de béisbol.
Permítame la disquisición, je je, porque me da la impresión de que la barrida pasada ha sido la derrota que más ha dolido a los aguiluchos. Hasta el doctor Negro Veras hizo un “llora’o” triste en un artículo escrito con la enjundia y el sentimiento que caracteriza a ese santiaguero que está en el grupo de las tres voces más notables que en la actualidad se escuchan desde La Hidalga. Me falta por identificar a uno de los componentes del trío en el cual también ubico a Sara Pérez.
Bueno, no voy a entrar en el análisis del artículo del doctor Veras, aunque quiero. Tampoco hablaré si fue falta de pitcheo o bateo lo que perjudicó a las Águilas. Debo terminar esta columna en la que se colaron pasajes de lucha libre, boxeo y béisbol señalando una sucesión de asuntos, varios muy planificados, que a mi juicio facilitaron el desvío de la atención de la población para que el novedoso 18% de Itebis pasara suave y se convirtiera en costumbre.
Mire, arrancando enero nos entretuvieron con cosas tales como: la aguantadita que el gobierno dio en la frontera a los haitianos ilegales que regresaban a su trabajo, después de pasar las navidades en su país; los viajecitos de Danilo, con el ridículo saltito del charquito; Vargas Maldonado aportó lo que le tocaba desde el PRD con la expulsión de Hipólito Mejía, ratificada luego por el TSE; no podía quedarse fuera Leonel y puso lo suyo con su provocador discurso sobre Duarte. La tapa al pomo fue el “juidero” de Vargas Maldonado y sus socios cuando estrellaron la primera silla en el local del PRD.
Pero como nada es perfecto y los dominicanos residentes en el exterior no estamos “groggy” por estos predios se preparan asuntos como respuestas contundentes al golpe que se le dio a la diáspora con la suspensión de los servicios que le ofrecía la Junta Central Electoral. De eso hablaremos luego.
Por hoy me voy, que Dios le llene de bendiciones, y se apiade de la República Dominicana.
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martes, 5 de febrero de 2013
ABRAZO PERVERSO
LOS EFECTOS PERVERSOS DE LA ALIANZA ENTRE EL ESTADO DOMINICANO Y LA IGLESIA ROMANA
Por Argelia Tejada Yangüela
Los días 21 de enero, la Iglesia Católica Romana y el Estado Dominicano celebran con una misa y un Tedeum una de las identidades de la madre de Jesús que viste la bandera dominicana. Visitada por miles de peregrinos, su imagen es símbolo del nacionalcatolicismo y la más alta expresión de la religiosidad popular.
En 1938, el Arzobispo de Santo Domingo envió un mensaje al clero, para que en el día de la “festividad Nacional de Nuestra Señora de la Altagracia, madre de los dominicanos” se le pida “que ilumine al Honorable Señor Presidente de la República [Rafael Trujillo] en el sentido de reconsiderar su decisión expresada en el histórico documento que acaba de reconocer el país…Vuestra Reverencia exhorte a los fieles que eleven una ferviente plegaria colectiva con el fin indicado”.[1]
Esta es una de las Cartas que a la Conferencia del Episcopado Dominicano no le interesa que usted conozca. La “iluminación” de que habla el Arzobispo, tiene el objetivo de mover al pueblo a una movilización que clame por la re-elección del genocida después de 8 años en la presidencia y haber creado un escándalo internacional el año anterior por la masacre haitiana. Toda similitud, no es pura coincidencia.
Esa fidelidad de los príncipes de la Iglesia a sus presidentes, es lo que explica que el Concordato Trujillista aún esté vigente. Por esa razón, es importante sistemáticamente participar y apoyar iniciativas como las tomadas por Guido Riggio y su abogado Rhadamés Bonilla de intimar a los jueces del Alto Tribunal Constitucional para que respeten la Constitución Dominicana que en sus artículos decreta un estado laico, no un estado confesional. (Ver artículo en Acento.com.do titulado Movimiento intima al TC para que se abstenga de promover una religión en particular, el mismo contiene un enlace para la lectura del Acta de Alguacil enviada a cada juez).
El Estado Laico es el único modelo de relación Iglesia-Estado que garantiza igualdad de todas las religiones ante los poderes del Estado, que respeta el derecho a la libertad de conciencia de cada persona, y que no discrimina a nadie por sus creencias religiosas o por la ausencia de las mismas.. Veamos a continuación la importancia de cambiar este modelo de relación, que de facto gobierna en República Dominicana y obstaculiza la educación cívica de la ciudadanía y el disfrute pleno de sus derechos.
Primero: lo que el Estado Laico no es. Un estado laico es diferente a un estado ateo. Éste último discrimina a los creyentes impidiéndoles su plena participación política y obstaculiza las prácticas religiosas en el espacio privado de sus Iglesias. Niega así la libertad de conciencia a quienes no son ateos, como sucedió en el Siglo XX con el inicio de los comunismos históricos en la Unión Soviética, China, Corea del Norte, y más tarde Cuba entre otros.
El Estado Laico es además diferente del Estado Plurireligioso o Multicultural que floreció en Europa y Canadá a finales del Siglo XX. Resultados de diversos estudios concluyen que en Europa el modeloplurireligioso está agotado y en vías de extinción—evangélicos, tomen nota. No ha podido integrar a la población de inmigrantes al conjunto de la población nativa--una de sus metas principales—y discrimina a la población de los “nones” que no profesan ninguna religión.[2]
El grupo de los nones o no afiliados a ninguna religión se proyecta como dominante en el paradigma religioso de las sociedades avanzadas de la Europa Oriental y Occidental, así como en la generación del milenio estadounidense. Mundialmente es tan numeroso como el grupo de la Iglesia Católica Romana.
Un estado laico tampoco es un estado confesional por carecer de una Iglesia Oficial. Éste último constituye el modelo de relación iglesia-estado que de facto opera en República Dominicana. El estado confesional financia a la Iglesia estatal, le otorga el monopolio de la enseñanza de sus dogmas y cumplimiento de sus preceptos en las escuelas públicas y otras instituciones estatales, y la favorece con privilegios jurídicos. Entre ellos, la excepción de no encarcelar a clérigos, monjas o religiosos criminales, algo muy conveniente para ocultar pederastas. Si la misma Iglesia no los destituye de su investidura, no acudirán a los tribunales, como ocurrió con los curas pederastas identificados por las niñas violadas en la Institución Católica de Higüey.
Segundo: Lo que el Estado Laico es. El Estado Laico es neutral ante todas las religiones y ante las personas ateas, agnósticas o que no profesan ninguna religión—los “nones”. Este último es un segmento importante de la población mundial que incluye a más de 1 millón de dominicanos y dominicanas de más de 18 años de edad.
Para comprender el concepto de la relación iglesia-estado que denominamos estado laico, es necesario estudiarlo en el contexto histórico de su surgimiento: en el momento en que los derechos humanos fundamentales se convierten en la esencia del estado de derecho.
El estado laico es un legado del pensamiento de la humanidad sobre los ejes que legitiman la gobernabilidad. Patricia Linares Prieto, una de las intelectuales contemporáneas que contribuyó a sustentar la base filosófica y jurídica para lograr la anulación del Concordato y el establecimiento del Estado Laico en Colombia, nos explica los cambios en el pensamiento filosófico que hicieron posible la separación del estado y la iglesia en la historia occidental.
Desde una perspectiva filosófica, Linares Prieto describe la ruptura con la filosofía clásica de Aristóteles y Santo Tomás de Aquino y el surgimiento del pensamiento renacentista que sustituye el paradigma religioso de la autoridad propia del Medievo, por uno más racional, como consecuencia del surgimiento del método científico en Inglaterra con Sir Francis Bacon (1561-1642) y su aplicación a las ciencias naturales con Isaac Newton.
Pero no es hasta el siglo XVIII con la Ilustración, donde surgen las ideas que conforman el pensamiento de la humanidad contemporánea y el surgimiento del Estado Laico:
“En términos políticos la modernidad se expresa en la consolidación de la democracia constitucional, el Estado de derecho y el reconocimiento de los derechos fundamentales. En esta perspectiva, el hombre ya no es concebido como parte de un orden preexistente al que debe sujetarse para alcanzar un ideal de justicia. Por el contrario el hombre nace como sujeto y toma un lugar preeminente en la vida social y política y la protección de sus derechos individuales se convierte en obligación fundamental del Estado. La modernidad constituye al hombre en responsable de la construcción de un orden social justo, en hacedor de la historia y por ello, para actuar, el mismo ya no necesita autorización distinta a la propia, ya no debe recurrir a la providencia….Es así como la modernidad se caracteriza por la racionalización de las creencias y la separación nítida entre lo privado y lo público, entre lo religioso y lo civil.”[3]
Es esta evolución histórica, particularmente en Occidente, la que determina que los primeros estados laicos surgieran a finales del Siglo XVIII en Francia y en 13 colonias del Nordeste Americano. Fueron el resultado de movimientos que se rebelaron contra el sistema de dominación impuesto por la nobleza y el clero católico en Francia; y por el Imperio de Gran Bretaña y la Iglesia Anglicana en sus colonias.
En los Estados Unidos, la proclamación de la Independencia de las 13 colonias norteamericanas el 4 de julio de 1776, definió tres derechos que los gobiernos debían proteger: la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad. En 1791 se estableció como primer enmienda a la Constitución original, lo que Thomas Jefferson llamó “un muro de separación entre el estado y las iglesias”, dando lugar al primer estado laico.
Francia, el segundo estado laico, es un ejemplo del poder de la Iglesia Católica para revertir los procesos liberadores a través de Concordatos. La Revolución Francesa de 1789 enfrentó la alianza de la nobleza y el clero católico y enarboló la declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano inspirando movimientos liberadores alrededor del planeta. Pero los cambios políticos posteriores a la Revolución Francesa determinaron que Napoleón Bonaparte firmara el Concordato de 1801 para establecer un estado confesional. No fue hasta la proclamación de la Ley del 9 de diciembre de 1905, que Francia definitivamente estableció la separación del Estado de las iglesias.
Relaciones Estado-Iglesia en República dominicana
En República Dominicana, la primera Constitución del 6 de noviembre de 1844 en su artículo 38 declara que: “La religión católica, apostólica, romana es la religión del Estado”. Esta confesionalidad no puede atribuirse a Juan Pablo Duarte, exilado en Venezuela, y quién previamente había sido excomulgado y con sentencia de muerte si no abandonaba la nación. El poder del clero católico para incidir en la vida pública de la naciente República se concentró en el Obispo Tomás de Portes, quién además amedrentó a los que no apoyaran a Pedro Santana con excomunión.
La Carta Pastoral de julio de 1844, es otro de los acontecimientos históricos que la Iglesia quiere que usted no lea y que espero los historiadores asuman con integridad en los volúmenes históricos que escribirán en ocasión del 200 Aniversario del Padre de la Patria. No es posible entender el surgimiento de la República Dominicana con una dictadura en vez de democracia si intencionalmente se oculta la conspiración eclesiástica en contra de Juan Pablo Duarte y el proyecto de soberanía nacional. (Ver un artículo en dos partes que publiqué en este blog, La Traición de la Iglesia a Duarte).
Las modificaciones que siguieron a la Constitución de noviembre de 1844 continuaron definiendo el carácter confesional del estado hasta el 1924. Estas reconocen en algunos casos la presencia de otros cultos, pero limitando su radio de acción a la esfera privada de sus templos.[i] No fue hasta la revisión del 13 de junio de 1924 donde se omite el artículo sobre la oficialidad de la Religión Católica, y en el Art. 6to se consagra “la libertad de conciencia y de cultos como inherentes a la personalidad humana”.
La actual Constitución del 26 de enero de 2010 declara en su artículo 45 la esencia del estado laico: “El Estado garantiza la libertad de conciencia y de cultos, con sujeción al orden público y respeto a las buenas costumbres”. Además, amplía en el Artículo 39 el Derecho a la Igualdad ante la ley y el disfrute de los mismos derechos, libertades y oportunidades y en su artículo 6to expresa la supremacía de la Constitución sobre el Concordato de 1954 con las palabras siguientes: “Todas las personas y los órganos que ejercen potestades públicas están sujetos a la Constitución, norma suprema y fundamento del ordenamiento jurídico del Estado. Son nulos de pleno derecho toda ley, decreto, resolución, reglamento o acto contrarios a esta Constitución”. [Mi subrayado]
Nuestra Constitución actual consagra la separación del estado dominicano de las iglesias y asume una posición neutral ante las mismas. El problema es que de facto, la relación del Estado Dominicano con la Iglesia Católica está regulada por el Concordato de 1954, violatorio a la Constitución. Según el Concordato, las relaciones entre las partes contratantes se hacen “en conformidad con la Ley de Dios y la tradición católica de la República Dominicana”. El problema es que para los políticos, la Constitución parece que todavía constituye “un pedazo de papel”.
Es por eso que hago un llamado a la población para que se una al movimiento por un estado laico, el cual demanda que los poderes del Estado no violen los derechos constitucionales de la ciudadanía. Es necesario renegociar con el estado del Vaticano un acuerdo que se limite a las relaciones diplomáticas entre dos estados libres e independientes como se establece con otros estados soberanos.
Es hora de finalizar la manipulación política de la Iglesia Romana y la manipulación religiosa de los representantes de los poderes del Estado Dominicano. ¡Basta ya de presenciar con pasividad y cobardía extrema este abrazo perverso de la política y la religión!
[i] Esta confesionalidad estatal se mantuvo en las revisiones del 25 de febrero de 1854 en su artículo 25; 14 de noviembre del 1865 en su artículo 28; 14 de Septiembre de 1872, en su artículo 10; 24 de marzo de 1874 en su Artículo 30; y la del 12 de junio de 1896 en su artículo 13.
[1] Félix A. Mejía. Via Crucis de un Pueblo. México Editorial Veracruz, 1951, p. 48. Citado por William Wipfler, Poder, Influencia e Impotencia, p. 95.
[2] Will Kymlicka. The current state of multiculturalism in Canada and research themes on Canadian multiculturalism 2008–2010. Canada: Minister of Public Works and Government Services, 2010.
[3] Patricia Linares Prieto. ¿Cómo surge y porqué se hace necesario un estado laico en Colombia? Accesible enhttp://www.estadolaico.info/IMG/pdf/Ponencia_Final_Patricia_Linares_28-04-2011.pdf
[4] Esta confesionalidad estatal se mantuvo en las revisiones del 25 de febrero de 1854 en su artículo 25; 14 de noviembre del 1865 en su artículo 28; 14 de Septiembre de 1872, en su artículo 10; 24 de marzo de 1874 en su Artículo 30; y la del 12 de junio de 1896 en su artículo 13.
Publicado en Acento.com.do
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domingo, 3 de febrero de 2013
INSISTO: MIGUEL VARGAS ESTÁ POLITICAMENTE MUERTO Y ENTERRADO
Por Miguel Espaillat Grullón
New York, USA. El prestigioso periodista Miguel Guerrero, en su columna del pasado martes 29 de presente mes, toca un punto sumamente importante del actual acontecer político dominicano, donde pide aclaraciones inaplazables, a Miguel Vargas y a Leonel Fernández.
Veamos este pedido con sus propias palabras:
“Me refiero –escribe Miguel Guerrero- a la publicación de un fragmento de los interrogatorios practicados por las autoridades a la reclusa Sobeida Félix Morel, amante del narcotraficante José Figueroa Agosto, preso en Puerto Rico en una cárcel de extrema seguridad. Según ese documento, el presidente del PRD, Miguel Vargas Maldonado, habría recibido del reo la suma de 300 mil dólares en tres partidas iguales, más una yipeta blanca mientras era el candidato presidencial de su partido a las elecciones del 2008.
La otra – sigue narrando Miguel Guerreo- tiene que ver con el supuesto uso de Leonel Fernández de su Fundación Global, mientras ejercía la presidencia, para desviar fondos públicos provenientes de donaciones ilegales de departamentos del gobierno y captar recursos de otras fuentes, como aportes de contratistas de obras estatales. La querella fue presentada por el presidente de Alianza País, Guillermo Moreno, y al igual que en el primero, ninguno de los dos casos, ha generado una investigación ni reacción alguna de las autoridades judiciales.
El periodista termina su columna sugiriendo:
Es de la mayor prioridad, que Miguel Vargas y Leonel Fernández despejen, toda duda respecto a tan graves revelaciones, por cuanto uno de ellos puede ser en 2016, presidente de la República, si alcanzaran a postularse por sus partidos, librando así a la nación de la vergüenza de verse obligada a votar por políticos que carguen tan deshonroso estigma.
Pues bien…, a propósito de este pedido de aclaración a Miguel Vargas y a Leonel Fernández, el 22 de enero pasado, dirigí una carta pública a la Internacional Socialista, en la cual, precisamente informaba a esa entidad, de la situación planteada por Miguel Guerrero, y a la vez, solicitaba a su Presidente, Señor George Papandreus, y a su Secretario General, Señor Luis Ayala, y a los Señores Miembros del Comité de Ética, investigar los hechos ilegales que se le incriminan a Miguel Vargas, y que de ser ciertos, dicho político sea destituido del cargo que ostenta de Vicepresidente Mundial de esa institución, y posteriormente expulsado, pues es lógico, que una agrupación política de esa naturaleza, no puede bajo ninguna circunstancia, estar dirigida por personas cuya conducta esté en entredicho o públicamente manchada, y más, si es con asuntos ligados al narcotráfico.
Para más, a ésta denuncia contra Miguel Vargas, se suman otras que lo descalifican para ser Vicepresidente de la Internacional Socialista y por corolario, presidente del Partido Revolucionario Dominicano, o de cualquier otro partido. Es gravísimo, que él siendo el presidente del partido, se haya aliado al partido opositor para que “su partido” perdiera las elecciones.
Pero también es grave, su inexplicable enriquecimiento, que se hace acompañar por hombres con conocidos antecedentes delictivos, su aprobación al contrato con la Barrick Gold, su contubernio con Leonel para saquear el país, y su pérfida conducta política frente al partido y a la nación, que en ningún aspecto conforma el perfil, que demanda ser, el gobernante de un estado; hechos todos, que lo descalificarían automáticamente en un país con leyes que se respeten, ante las instancias que tienen en sus manos la validación de una postulación, y para los dominicanos en general, que no pondrán en semejantes manos, los intereses de la República.
Entiendo que la Junta Central Electoral (JCE), como ente rector electoral, y el Tribunal Superior Electoral (TSE) y una ley de partidos, deberían tener un código de ética, al cual debieran estar sujetos los candidatos a cualquier posición electiva para ocupar una posición en el Estado, pues es lógico, que esos organismos deberían impedir que llegue, digamos a la presidencia de la República, una persona con antecedentes delictivos probados, o la vista de todos, pero sin condena definitiva, sólo porque un régimen de impunidad ha evitado el sometimiento a la justicia del infractor, pero que es de conocimiento de las mayorías, que el tal, es carente de la decencia y de toda la honra, que debe ser consustancial a toda persona que aspire a dirigir los sacros destinos de la patria, cosa que es posible, si los tribunales, juntas y leyes, son parte de una corrupción rampante, como la que hoy impera en la República Dominicana, que no se abocan a la inhabilitación política de alguien, por más corrupto, que comprobada y visiblemente esté. En nuestro país, de ésta aberración, ejemplos sobran.
Pero aún así, no entiendo como Vargas sigue creyendo que él será postulado a la presidencia de la República en el 2016 por el PRD, y que ganará esas elecciones con todos los negativos antecedentes señalados.
Es un absurdo que solo cabe en la cabeza de alguien que no está en sus cabales, pues si Hipólito no pudo llegar al poder, en un momento en que una gran mayoría del pueblo y el 95 % del Partido lo apoyaban, muchos menos él, que no disfruta ni disfrutará de esa aprobación.
Sumado todo lo anterior, mas su torpeza política, y actualmente comprendiendo todo el país que Miguel Vargas y su pandilla, no conforman un equipo idóneo para dirigir los sagrados intereses de la nación, es racional pensar, que Vargas Maldonado, está políticamente muerto y enterrado. Su entierro, con todos los posteriores ritos funerarios -nueve días, novena, Hora Santa, rosarios, credos, responsos, cabo de vela y demás…- ya es historia.
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sábado, 2 de febrero de 2013
A LOS 40 AÑOS DEL DESEMBARQUE POR CARACOLES
Por Claudio Caamaño
Combatiente de Abril y Caracoles
La elección presidencial de 1966, en que la ocupación militar norteamericana trae a Balaguer de Estados Unidos, donde huía por crímenes trujillista, y lo impone como presidente. Juan Bosch candidato derrotado, se fue a Europa y se reunió con Francisco Caamaño Deñó, Presidente Constitucional, guía y líder combatiente de la Gesta Patria de 1965, ejemplo de luchador por la soberanía nacional para América y el Mundo. Caamaño recriminó a Bosch su participación en unas elecciones hechas por las fuerzas militares de ocupación del gobierno norteamericano, que invadió nuestra patria para oponerse en guerra a su retorno como Presidente Constitucional e impedir soberanía, democracia, libertad, justicia y honestidad en República Dominicana, contrario a sus intereses imperiales. Bosch se justificó diciendo que los norteamericanos le amenazaron, que si no participaba para desmontar la oposición de los combatientes constitucionalistas, habría más muertos que en Yakarta, Indonesia (seiscientos mil en la primera noche). Dijo además: “Balaguer será presidente criminal, dependiente y servil de los gobiernos norteamericanos, como fue Trujillo y gobernará con su apoyo mientras viva”. Por eso debemos preparar un proyecto para combatir el régimen de Balaguer. El Partido Revolucionario Dominicano, bajo mi dirección, será el brazo político y los militares y combatientes constitucionalista mandados por usted serán el brazo armado. En varios días en Benidorm, España, se pusieron de acuerdo.
Bosch secundado por Peña Gómez comenzó a preparar al PRD y Caamaño con militares constitucionalistas en el exilio comenzó a ubicar para reunir 500 de los mejores combatientes. Bosch que tenía contacto con dirigentes cubanos les informó del proyecto y solicitó ayudas, el Gobierno Revolucionario les dio toda la ayuda necesaria incluida un área en Cuba para el entrenamiento de los combatientes con Caamaño. En Octubre de 1967, Caamaño recibe de los cubanos documentos y dinero para el PRD y para reunir en Europa y viajar a Cuba 500 combatientes, y una invitación a un viaje secreto que había solicitado, para concretar los planes con la máxima dirección cubana. Se reúne en Holanda con Manuel Montes Arache y Héctor Lachapelle Díaz que participan desde el inicio encargados de viajar a Cuba con los combatientes. Les entrega dinero para el PRD, de ayuda familiar que habían pedido y los documentos y el dinero para reunir a los 500 en Europa y viajar a Cuba. Lachapelle acompaña a Caamaño a Paris Francia, donde agentes cubanos lo esperan con documentación y enmascaramiento para el breve viaje a Cuba.
Días después Montes Arache y Lachapelle Díaz traicionan a Caamaño, informan a los norteamericanos del “Proyecto Bosch-Caamaño” de enfrentamiento político y militar a Balaguer, se roban todo el dinero y abandonan en Europa a los combatientes que habían llegado. Los ladrones y traidores, como los llamó Caamaño y lo dejó escrito, viajan a Santo Domingo y delatan durante días ante dominicanos y norteamericanos, según me narraron los generales José Ernesto Cruz Brea y Neder. De estas delaciones nacieron los antiguerrillas Cazadores de Montaña, concebidas por los norteamericanos para esperar a Caamaño. Juan Bosch, fue amenazado de nuevo en Europa por los norteamericanos y obligado a retirarse del proyecto con Caamaño y viajar a República Dominicana, para desactivar el aparato militar creado en el PRD, al que llamó públicamente garrapatas.
Caamaño no pudo regresar en unos días como era su propósito, pues al conocerse su actividad revolucionaria por la Soberanía Nacional, la Justicia y la Dignidad de los dominicanos; su vida corría peligro. Quedó aislado de los combatientes constitucionalistas con la traición. Se informó de los dominicanos en Cuba que eran del MPD, 14 de Junio, PCD y otros. Con el apoyo total de los cubanos consiguió organizar un nuevo proyecto con los mismos fines. Envió emisarios a la patria, contactó con el aparato militar del PRD al que tomó bajo su orientación y lo reorganizó en dos grupos: en el sur de Santo Domingo a Barahona incluido San Juan, Padre Las Casas y San José de Ocoa; en el norte de Montecristi a Nagua, incluido Santiago, Moca, Salcedo y San Francisco de Macorís. Envió bajo su mando a Amaury Germán y Virgilio Perdomo a organizar la resistencia armada en Santo Domingo.
Se recibieron en Cuba decenas de dominicanos y dominicanas, llegamos a ser en el entrenamiento de la guerrilla rural un poco más de cuarenta y en la urbana mas de cien y miles nos esperaban en República Dominicana. Todo marchaba bien con la cooperación absoluta de los cubanos en 1971. Pero la organización creada por Caamaño y dirigida también por Heberto Lalane, Mario Galán y Amaury Germán estaba formada mayoritariamente por militantes de la izquierda dominicana donde predomina el personalismo y el divisionismo; sufrió varias divisiones y deserciones hasta quedar sólo nueve compañeros que divididos en cuatro equipos salimos de Cuba entre finales de 1972 y principios de 1973. Nos reunimos en la isla de Guadalupe el 25 de enero y salimos el 26, día del natalicio de Duarte, a unas islas venezolanas donde recogimos nuestros equipos enterrados por los compañeros cubanos, y llegamos a la Bahía de Ocoa el 2 de febrero de 1973, en la tarde. Éramos Francisco Alberto Caamaño Deñó (Román), Heberto Geordano Lalane José (Eugenio), Mario Nelson Galán Duran (Juan), Alfredo Pérez Vargas (Armando), Ramón Euclides Holguín Marte (Braulio), Ramón Payero Ulloa (Ismael), Toribio Peña Jaqués (Felipe), Hamlet Hermann Pérez (Freddy) y Claudio Caamaño Grullón (Sergio). Cada uno con su historia, su familia, sus amigos. Que supimos poner la patria por delante de nuestros miedos, y al pueblo por encima de nosotros mismos.
El desembarco seria a las ocho pero por negligencia de Hermann y otros errores, tuvimos una llegada a tierra tan difícil, que un compañero quedo separado y perdimos dos mochilas. Salimos a la carretera con un atraso de varias horas; pasando por militares tomamos un vehículo hasta el pueblo de Las Charcas y de ahí un camión a Cañada Cimarrona, otro vehículo hasta La China, llegamos al amanecer a casa del Alcalde, desayunamos y a pie al poblado del Cercado, donde comimos en casa del Alcalde y compramos dos mulos y algunos artículos. Dormimos antes de llegar a Mesa de Domingo por el cual pasamos muy temprano el día 4. En la tarde nos alcanzaron dos militares y dos policías a caballos, mandados para investigar lo que hacíamos, le hicimos un cuento y se fueron no muy creídos. Avanzamos hasta las diez de la noche, el día 5 salimos al amanecer para llegar temprano a La Cienaguita, en la Cordillera Central, para recoger un entierro hecho por nuestra avanzada, Amaury y Virgilio, de 360 latas de leche condensada y 360 latas de sardinas. Para eso compramos los dos mulos en El Cercado.
Llegamos al sitio. Lalane y Hermann de vigilantes y los demás buscando el entierro, que se coordinó entre Caamaño, Amaury y yo en Cuba en el año 1970. Tres horas después y sin encontrarlo, nos alcanzaron y atacaron militares. Solo los enfrentó Lalane, en segundos les hizo cuatro muertos y varios heridos, cuando llegamos los demás al área de combate vimos a decenas de militares y algunos civiles correr en retirada. Nadie les disparó. Lalane fue herido dos veces sin gravedad. Quedamos en control del área, pero evitando otros choques con los militares, Caamaño ordenó suspender la búsqueda del entierro, soltar los mulos y retirarnos por dentro de un arroyo para no dejar huellas.
El día 6, avanzamos lento porque el pie herido de Lalane dificultaba su marcha, aunque nunca se quejó. Nos deleitamos con los muchos dulces criollos del Cercado. El día 7, mejoró y avanzamos más rápido evadiendo durante todo el día encuentros con miles de militares, helicópteros y aviones. Al oscurecer guiados por dos niños llegamos a su casa aislada en la montaña y su familia nos proporcionó una gran comida; recogimos varias informaciones y nos despedimos a las once de la noche. El día 8 al amanecer llegamos al poblado Las Cuevas, donde esperábamos encontrar leche condensada y sardinas. Había solo latas de avena. Varias conversaciones, un copioso desayuno de cerdo y desinformaciones para los miles que nos perseguían. Hicieron un cerco estratégico y varios cercos tácticos. Esa noche al prepararnos para romper los cercos Caamaño ordenó abandonar todo lo que no fuera imprescindible, hamacas que nadie usaba, cambiar latas de avena a fundas y otros. Hermann dejó también un cuaderno de notas de un diario que hacía en secreto, lo que estaba totalmente prohibido en esta etapa de la guerrilla.
Evadimos los cercos, caminamos toda la noche y nos alejamos más de treinta kilómetros de los militares. Pasamos el día 9 vigilando, descansando, estudiando los mapas, planeando donde encontrar comida enlatada y oyendo los noticiarios radiales, cuando oímos con sorpresa nuestros seudónimos en las noticias. Caamaño nos cuestionó a todos y nadie se explicó cómo pudieron llegar a las noticias.
Las latas no encontradas en el enterramiento, eran vitales para trasladarnos sin hacer contacto a un área entre San Juan de la Maguana y Padre las Casas al norte, en la Cordillera Central donde nos esperaba parte del aparato militar que había sido creado en el PRD y que por presión de los norteamericanos Bosch había sacado. Fuimos en tres días durante las noches a varios poblados en la Cordillera Central y estaban abandonados. Los militares estaban en todas partes y los oíamos hablar, así nos enteramos que cuando dejamos artículos para Evadir los cercos muy densos, fueron encontrados entre estos una libreta con un diario guerrillero. Caamaño nos reunió y dijo: “solo tú Freddy (Hermann) eres capaz de violar las prohibiciones de escribir, perderlas y luego mentir. Dijo que tomaba notas para la historia. Caamaño y Lalane le interrogaron sobre las informaciones que pasó a los militares con sus apuntes y luego lo amonestaron fuertemente.
Encontramos de noche maíz seco regado en el camino, aconsejé que recogiéramos todo el que fuera posible, el maíz es un buen alimento. Llegamos a media noche a la carretera Ocoa-Constanza al norte del cruce de Alto Bandera y caminamos hacia el sur y luego acampamos. Al amanecer del día 14 estábamos a cuarenta metros de tres helicópteros, nos internamos mas entre los árboles, y Caamaño mandó a Galán y a mí a explorar al sur y paralelo a la carretera durante cuatro horas. Vimos a lo lejos varias edificaciones algunas grandes, creímos por los mapas y algunas señales que al sur habría comida más cercana.
A las 07:00 pm, salimos después de un rodeo por la carretera hacia el sur bajo una llovizna y mucho frio, nubes bajas; exploramos varias casas y otras edificaciones, estaban abandonadas. Caminamos más deprisa y separados por las emboscadas y el clima frio y lluvia. Lalane herido y Payero se fueron quedando atrás, y yo como enfermero debía acompañarlos. A eso de las doce de la noche, vimos por los relámpagos a Pérez que nos esperaba junto al camino en la fuerte lluvia y nos guía hacia una pila de restos de madera de un aserradero, donde protegidos del viento y con una pieza impermeable los compañeros habían hecho una fogata sobre cemento. Nos calentamos y cocinamos hasta que el agua a raudales lo inundó todo. Entramos al bosque acampamos y dormimos bajo la lluvia a menos 2 grados centígrados. Al amanecer entre nubes el día 15, nos dimos cuenta que estábamos entre miles de militares y decenas de vehículos transitaban con ellos. En la noche habíamos pasado por varias emboscadas bajo la lluvia.
Cocinamos entre las nubes a 2300 metros de altura, pasamos el día descansando y a las 09:00 pm, salimos al sur con agua a las rodillas. Cuando íbamos hacia la carretera y a unos cien metros de la misma, Hermann y Holguín hablaron alto y la vanguardia, Galán y Pérez, fueron tiroteados por una emboscada que no dejaba de disparar. Caamaño ordenó que Payero, Holguín, Hermann y yo bordeáramos por el sur a los que disparaban hasta que llegáramos a la carretera y contraatacáramos para que la vanguardia pudiera salir de la trampa. Acordé cruzar la carretera y atacar desde atrás en dos minutos. Lancé una granada y al explotar salté en ráfaga sobre la emboscada, reaccionan, me disparan y vuelo a la zanja lateral de donde salí. Eran muchos y solo les contraataqué yo. A 300 metros, cientos o miles disparaban al aire. Cuando terminaron los disparos crucé de nuevo la carretera y encontré reunidos a los compañeros, Galán y Pérez salieron ilesos. Pero estábamos descubiertos; desde La Cienaguita hacia diez días habíamos evitado el contacto con los militares. A la emboscada llegaron varios vehículos a transportar las bajas e informarse. Al haber hecho contacto Caamaño decidió como propaganda armada emboscar un camión de los que en el día habíamos visto transportando más de veinte militares cada uno. Tomamos posiciones y destruimos el camión a media noche. La retirada fue a monte traviesa en la oscuridad y lloviznando. Al amanecer con las primeras claridades todo el suelo se veía blanco, estaba congelado. A las 8:00 am del día 16 paramos, no podíamos seguir caminado de día, había muchos militares.
A las 10:50 am, estando yo de guardia me dejo sorprender y un primer disparo me roza la cara y se inició el combate, detengo el avance de los militares, que nos atacan también con granadas de mano y M-40, hasta que se retiren mis compañeros. Lalane es herido grave por una granada y le ayudan a retirarse Galán y Holguín, al no poder ranear por las heridas, se levanta un poco y recibe dos balazos en el tórax, muriendo les ordena que se retiren que él aguanta a los atacantes. En ese sitio soy el único que está disparando y cuando Payero que es el penúltimo desaparece, me retiro con el apoyo de dos tiradores nuestros y encuentro a Payero herido, mientras le ayudo una granada explota sobre mi mochila me hiere leve en la cabeza y fuertemente en la espalda. Son Caamaño y Pérez que salieron primero y desde una altura disparan para ayudarnos en la retirada. Llego de ultimo donde me esperan cuatro compañeros, estoy luchando por respirar cuando oímos en medio de la balacera y las explosiones gritar:”teniente aquí hay un muerto”. ¡Me sané! pregunto, ¿quién es el muerto? Y Galán me responde es Eugenio y pregunto por Román y Armando (Caamaño y Pérez). Son los que combaten en retirada a unos cien metros de nosotros. Las explosiones decrecen y Galán ordena ir al punto de reunión que Caamaño indicó. Llegamos y no están. Nos desplegamos a esperarlos. Minutos después, los militares rompen la disciplina de combate y comienzan a vocearse de un grupo a otro, que hay dos muertos y Caamaño capturado herido. Galán ordena retirarnos a una mejor posición ya que sabemos por la voceadera donde está la mayor concentración de los más de diez mil militares que nos combaten.
Caamaño es capturado herido en varias partes, ninguna mortal, por el pelotón al mando del teniente Raúl Almonte LLuberes, quien lo entrega al coronel Carlos Castillo Pimentel, que tenía orden de asesinarlo. No lo hace y lo lleva vivo bajo su custodia y la del teniente José Almonte Castro al alto mando en la carretera: generales Ramón Jiménez Reyes, Enrique Pérez y Pérez, Juan Beauchamps Javier y Ramiro Matos Gonzales. Jiménez informa por radio teléfono al presidente Joaquín Balaguer, y este ordena castigar a Castillo Pimentel y los llama a una Junta de Gobierno. Todo el que oyó las comunicaciones sabe lo que está pasando, Cuba las gravó casi todas. En la junta, en el Palacio de Gobierno, acuerdan anunciar la muerte de Caamaño por sus heridas en combate.
Caamaño es prisionero desde las once y minutos de la mañana. Regresa el alto mando horas después, y al atardecer del 16 de febrero de 1973, el coronel Héctor García Tejada sale del alto mando y organiza y dirige el asesinato. Caamaño al entregar su grandiosa vida grita: ¡viva la República Dominicana! Eran las 05:47 pm, cuando los miles que nos perseguían, disparan al aire en una balacera que nos pareció interminable, comenzó por la carretera pasó entre nosotros y se perdió en la distancia y supimos que estaban celebrando el asesinato de Caamaño. La balacera nos informó, donde los cercos tácticos y estratégicos eran débiles o inexistentes. Dos horas y media después evadimos los cercos, acampamos a las nueve de la noche e intercambiamos informaciones y analizamos lo sucedido; habían muerto tres compañeros y tres estábamos heridos. A las diez de la noche oímos en un noticiero radial anunciar la muerte de Caamaño en combate. Habían asesinado al Patriota más grande del Siglo XX, y la reserva moral y revolucionaria más importante de la República Dominicana: Francisco Alberto Caamaño Deñó.
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LA JUVENTUD DESPIERTA
Por Gustavo Ariza Matos
SABER MÁS ACERCA DEL AUTOR
16 años. Estudiante meritorio del tercero de bachillerato del colegio Carol Morgan. Marcada vocación de liderazgo. Encabeza el equipo de mercadeo del programa de Robótica y del equipo de beisbol de su escuela. Disfruta leer y escribir sobre política dominicana.
La naturaleza amable y perseverante de los dominicanos me ha llenado siempre de orgullo y admiración. Cuando queremos algo, hacemos lo imposible para lograrlo. Esta fuerza, esencia de nuestra dominicanidad, lamentablemente la hemos ido perdiendo.
Cuando los trinitarios fundaron esta gran nación, nuestra pelea por la libertad fue exitosa. Después de ese histórico Febrero, esa libertad, producto de sangre y sudor, se ha visto amenazada numerosas veces. Los dominicanos, sin embargo, nos hemos mantenido victoriosos.
Hoy día, esta libertad que tanto trabajo nos costó conseguir, que con tanto ardor hemos defendido, nuevamente se ve amenazada. Y hoy digo “soy dominicano” sin el orgullo de antaño. Esta vez, y lo repito con dolor en el alma, nuestra libertad es puesta en riesgo por aquellos que están supuestos a luchar por ella: nuestros líderes. Triste realidad.
Me atrevo a decir con certeza que la gran mayoría de nuestros políticos hoy practica la corrupción. El más reciente y grave crimen de estos “ladrones con corbata” es la controversial reforma fiscal. Después de gastar por años el dinero que nosotros, los “inversionistas” de esta empresa, pagamos para contar con una sociedad civilizada y progresista, hoy quieren hacernos pagar la fiesta en la que ellos bailaron y a la que a no fuimos invitados.
No se sabe a ciencias ciertas adonde fue a parar este dinero, un fondo millonario que nuestros “líderes” gozaron en forma de viajes, simposios, carros, apartamentos y mil lujos más. Repito: yo no gocé en esa fiesta. No bebí, no comí. Sin embargo la factura, como a ustedes, dominicanos y dominicanas, me toca pagar.
El Banco Central anuncia un crecimiento mayor año tras año y nuestro pequeño país tiene la segunda economía más grande del Caribe pero, tristemente, más del 25% de la población dominicana despierta con el estómago vacío y viviendo en los niveles más bajos e indignos de la pobreza.
Entonces pregunto ahora, ¿Cómo puede ser que a un pueblo hambriento se le robe su futuro y la nación muera lentamente en silencio? ¿Cómo puede ser que nuestros líderes, en quienes depositamos nuestra confianza y nuestro bienestar, abusen del poder y queden libres con las atrocidades que han cometido y siguen cometiendo? ¿Cómo puede ser que se haya vuelto normal para nosotros ver madres caminando por las calles con tanta carga de dolor y tristeza en sus miradas? Tanto nivel de insensibilidad no soy capaz de comprender.
Somos la segunda economía más grande del Caribe (una bullita, por favor) pero también somos la nación más corrupta. ¿Es esto libertad? Ciudadanos sin educación, sin salud, sin transporte público. Ciudadanos desamparados, porque el gobierno quita mucho y cuando da es de a poco.
No hay recursos, dicen. Y la sangre me hierve. El problema no es la falta de recursos. El problema es la mala administración de estos recursos. Por eso, que el gobierno ahora reciba mayores ingresos no nos ayuda en nada. Al contrario: ahora es que vamos a estar jodidos. Y mientras tanto, los titulares de los noticiarios se llenan de asesinatos, violaciones y robos.
Aunque los que forman parte de nuestro gobierno cargan con un gran saco de culpa, sería estúpido decir que solo ellos son los malos de la película. Nosotros cargamos parte de la culpa también. Quien calla en presencia de injusticias de este calibre es casi tan culpable como el que las comete.
Como dice la famosa politóloga Rosario Espinal: “Somos Pariguayos gobernados por Sabelotodo”. Ella lo puso suave. Yo diría que somos unos verdaderos pendejos.
Los líderes de una nación tienen tanto poder como sus ciudadanos le permiten. Nosotros abrimos la boca para quejarnos, pero no movemos el cuerpo para actuar. Tanto es así que la frase “el jodio gobierno” me suena cada vez más a cliché.
Entonces, dominicanos y dominicanas, ¿qué vamos a hacer para cambiar esto? Sencillo. Dejar a un lado nuestro silencio. No permitir más irrespeto a nuestra Constitución. No bajar la guardia por el simple hecho de que nos hayan aprobado el tan anhelado 4% para la educación. Seguir vigilantes. Cómo se invierte ese 4% es la tarea ahora. Tenemos una economía mucho más vigorosa que la de Haití pero estamos seis puestos por debajo de ellos en educación (de 144 países somos el último).
Como dijo el diputado José Paliza: “no puede haber una reforma fiscal sin antes haber una reforma moral”. Tenemos, todos, que demandar y exigir justicia. Hay una frase que nos va como anillo al dedo: “el que no quiere a su Patria, no quiere a su madre”, y yo creo firmemente que es nuestra obligación como dominicanos dar la pelea.
¿Nos están tratando como indios? De acuerdo, somos indios. Pero que no se quejen cuando les lleguen las flechas. Que si caemos, caeremos peleando.
A nuestros líderes hay que recordarles y demandarles que su rol es servir, no servirse. Y mostrar cero tolerancia a la corrupción. No podemos dejar que secuestren nuestra bandera.
“Ningún pueblo ser libre merece, si es esclavo, indolente, y servil.”
Tomado de acento.com.do
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