viernes, 25 de diciembre de 2015

EL GOBIERNO ESTÁ EN EL SUELO

Por Melvin Mañón

Y no ha sido por una exitosa gestión de la oposición. El gobierno, Danilo Medina y todo lo que es y representa el PLD está en franco proceso de descrédito, bancarrota y desarraigo. Pero lo grande y extraordinario de la situación actual, es que, el discurso, la gestión y el activismo de la oposición no tiena nada que ver (o haciendo una concesión, tiene muy poco que ver) con la caída en picada del proyecto reeleccionista.

La carretera de nadie, las denuncias, documentos y testimonio de corrupción entre tantos jueces e instancias que ninguna queda a resguardo, las denuncias contra OISOE refrendadas con el suicidio y la sangre del ingeniero David Rodriguez, los muertos y heridos del pasado domingo en los procesos convencionales del PLD donde fascinerosos de ambas tendencias peledeistas sepultaron cualquier idea o pretensión que pudiera alguien haber albergado sobre la calidad del PLD como partido son evidencias y consecuencias de una cadena de desciertos asentada a su vez en una visión destartalada de la historia y ejercida con una perversidad tan desconocida como despiadada.

No es la oposición, ni sus dirigentes quienes han sacudido el proyecto reeleccionista construyendo a su alrededor la confianza que necesita el electorado para votarlos. No son estos dirigentes los que hayan dado un grande o mediano ejemplo de destreza política. Nadie ha elaborado consignas oportunas ni enarbolado un discurso que haya sacudido las entrañas de un régimen incompetente y despótico. Los partidos de oposición salen a las calles en caravanas mas bien festivas, el candidato presidencial del PRM se va a cenar con los pobres en el barrio de Cienfuegos en Santiago y en vano trato de imaginarme un recurso de campaña mas gastado e irrelevante que este. Yayo, el candidato a senador o aspirante dispara diariamente decenas de tuits que no dicen nada y que me causan mucho pesar al ver un tipo joven hacer política como los viejos mas viejos que yo y que además nunca se renovaron.

La gente sigue en las calles, indignada y protestando, molesta, acosada por los impuestos, los precios, la inseguridad, el calor, la lluvia, el AMET, el abuso, el tráfico, la negligencia de los empleados públicos y privados, los apagones, las medicinas caras, los hospitales que no sirven, la salud de los pobres es la de joderse, su destino en la justicia es sucumbir, la esperanza de mejorar solamente es viable con trampas y trampas hacen todos y todos los días. Este país es una mierda de país, total, completa, cotidiana y hasta los diplomáticos extranjeros se extrañan de la tolerancia de los dominicanos para con los males que les agobian y para con los culpables de dichos males.

La oposición, desgraciadamente, no tiene, ni se le ocurre reclamar el mérito por lo mal que le han estado saliendo las cosas al señor Medina. Entonces este país, ahora ni tiene gobierno que sirva ni tiene oposición que convenza y muchos se preguntan si acaso tiene futuro. Lo que hay no sirve y ya, al día de hoy, además del fraude descomunal para el cual habrá que atreverse y en grande, a Danilo Medina nada mas lo salva un milagro. Sus desgracias políticas son de su propia hechura. Y si alguna posibilidad hubiera tenido para reelegirse tendría que haber acudido a elecciones de nivel presidencial solamente porque, el reguero de cadáveres, rencores, rencillas y desamores desatado por los pactos que fueron inevitables para legalizar la reelección sobreviven a la complicidad de los dirigentes y echan raíces propias que prosperan como pasto en primavera. Ningún gobierno que haya sembrado el descontento generalizado con su gestión puede tener éxito en imponer un proyecto reeleccionista contra el cual conspira una parte de su propio partido y donde los aliados comprados a tan alto precio no van a ser respaldados en los hechos ni siquiera por los que pertencen a la facción reeleccionista que los compró.

La gente está pefectamente enterada y al tanto de lo que ocurre en ambos lados de la ecuación política nacional. Un país caotizado, endeudado, en desorden no tiene ni gobierno ni oposición. Uno se hunde pero el otro no es beneficiario de la bancarrota del primero. Y contrario a lo que dan a sugerir las apariencias, las debilidades, fallas, ineptitudes o como se le quiera llamar de la oposición han facilitado los errores del gobierno porque ellos le habían perdido el respeto a sus adversarios, desconfiaban de su talento y determinación, subestimaban su visión estratégica y públicamente descalificaron su capacidad para conceptualizar. De un enemigo que subestimo de manera tan categórica y amplia no tengo que preocuparme y esa falta de preocupación por las capacidades de mi adversario me hace incurrir en otros errores.

Por eso insisto: nunca fue mas propicio el escenario para la emergencia de un liderazgo nuevo, no en el nombre necesariamente, sino en la formulación de una estrategia, una visión de poder y una ejecución táctica juiciosa. En períodos como este, lo que mas importa en un partido, un candidato y una organización no es tanto lo que dice ni lo que promete, sino lo que hace. No hay campaña publicitaria que pueda suplir la falta de carácter. No hay estudio de televisión que reemplace a la comparecencia popular en la vida real. No hay declaración que valga en ausencia de compromisos concretos. Si esto no cambia, y francamente he dejado de esperar que lo haga, cualquier cosa puede pasar. Mi grado de conocimiento de la historia no me permite asegurar o predecir el desenlace de una situación en la que repito, un país caotizado no tiene gobierno ni oposición uno porque esta desacreditado, desautorizado y desarticulado, la otra porque no logra fijar una imagen de competencia, de destreza, de determinación y de poder.

¡Ohh Dios!, diría Andrés.
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domingo, 20 de diciembre de 2015

TRES MUERTES Y UNA REFLEXIÓN

Por Fernando Rodríguez Céspedes

La tragedia en que perdió la vida, el alcalde Juan de los Santos, su escolta Archie de la Cruz y el homicida-suicida Luis Esmerlin Féliz, es un hecho que debe llevarnos a una seria reflexión sobre los momentos que vive la sociedad y el aporte que puede hacer cada uno de nosotros para que esta cambie.

Las circunstancias que llevaron al homicida, víctima de un cobro compulsivo, a cometer un acto de desesperación, abundan en nuestro medio y son muchas las situaciones que a diario se dan y que involucran cobros excesivos de intereses por mora que no trascienden por el bajo perfil de los afectados.

El grado de desesperación del victimario hay que entenderlo, no justificarlo, con el hecho de que atentó contra su vida luego de ultimar a Juan de los Santos y su guardaespaldas cuando acudió fallidamente al primero en busca de que desactivara una acción de embargo inmobiliario que se ejecutaba en su contra.

Las autoridades tendrán que escuchar a la señora Surelly Bonilla Reyes, hoy viuda Feliz, al hermano del fenecido alcalde, Richard de los Santos, autor del cobro compulsivo, y a los abogados actuantes en el impasse, para tener una idea más precisa de lo que pasó y para que la realidad de los hechos sea conocida.

Finalmente, exhorto a mis amigos lectores, a evitar comprometerse con deudas que excedan a sus posibilidades reales de pago, y a los señores prestamistas, banqueros o usureros, a no acorralar a sus víctimas porque pueden ocasionar tragedias en las que resulten víctimas inocentes como es el caso que hoy todos lamentamos.

Tres muertos, tres viudas y doce huérfanos es un balance demasiado trágico para la causa que los provocaron, pues un problema de deuda por grande que sea, no justifica la provocación de situaciones que puedan llevar a la desesperación a ninguna persona, sobre todo si entre los involucrados existen vínculos que facilitan la comunicación y el entendimiento.
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domingo, 6 de diciembre de 2015

LA MITAD MAS UNO Vs. MAYORÍA SIMPLE

Por Melvin Mañón

Polarizar los procesos electorales no necesariamente favorece el sistema democrático ni tampoco constituye ventaja segura para la oposición.

El reclamo de mucha gente para que toda la oposición a Danilo Medina quede unida en una gran coalición expresa una aspiración angustiosa por salir del PLD pero no toma en cuenta que en política 2+2 no es, necesariamente, igual a cuatro. De hecho, en política 2+2 puede ser igual a 7 tanto como disminuir a tres. Y, el valor y efectividad práctica de una gran coalición no es igual cuando se gana por mayoría simple que cuando se requiere la mitad mas uno.

Albergo la creencia de que concertar acuerdos municipales y legislativos donde quiera que sea posible favorece a la oposición aunque lamentablemente no parece que vayan a ir muy lejos y en todo caso, habrá que esperar que la definición de candidaturas esté mas avanzada. En el plano presidencial, obligar al electorado a votar por uno de dos candidatos, excluye a casi todos los votantes exigentes que no se sientan representados por dicha candidatura. La idea de una gran coalición contra el PLD cuenta con gran arraigo en el alma de los dominicanos de hoy, no requiere explicación y la gente la asume; sin embargo, presenta serios inconvenientes y uno de ellos es que tiende a reducir el número de votantes en lugar de aumentarlo.

Conozco gente que votaría por Guillermo Moreno pero no lo haría por Abinader. Nada personal, es asunto de posicionamiento y entorno. Si Guillermo no acude con una propuesta independiente mucha de esa gente prefiere no votar. Igualmente, conozco muchos que le reprochan a Guillermo su renuencia a concertar una alianza y con gusto estarían dispuestos a castigarlo electoralmente por eso. Lo mismo puede decirse de Minou y su proyecto. Empero, lo mas importante es que las opciones opositoras concurran a las presidenciales sin canibalizarse ni agredirse como ha sido el caso hasta ahora y entendiendo que los demás deben apoyar a quien obtenga el derecho a acudir a la segunda vuelta y que, concurrir separados ni perjudica las posibilidades de la oposición ni constituye ventaja para el gobierno porque aquí no se gana con mayoría simple sino con la mitad mas uno.

Muchos dicen que se debe tratar de ganar en primera vuelta y otros tantos creen que concurrir separados debilita a la oposición y favorece al gobierno. Ambas creencias me parecen equivocadas. Puesto que no se gana por mayoría simple sino por la mitad mas uno, todo el voto que no sea para el PLD o sus aliados eleva la cifra de votantes y el umbral de cualquiera para irse en primera vuelta y es, por definición, un voto contra el gobierno y por la segunda vuelta. Por lo tanto, y esto me parece esencial esclarecerlo: concurrir separados no favorece al gobierno. Al contrario, perjudica al PLD que necesitaría mas cantidad de votos para alcanzar el umbral de la mitad mas uno.

Naturalmente, aunque quienes conocen al señor Medina aseguran que él está convencido de que lo está haciendo superbien, la verdad es que, ni siquiera lo que él crea es lo mas importante sino lo que decida y haga la maquinaria del fraude; un esfuerzo logístico descomunal concebido para ganar en una primera vuelta. Y ese es justamente el objetivo que debe serle negado.

Hay al menos tres grandes riesgos para el PLD al ser llevado a una segunda vuelta:

1ro.- La compra masiva de abstenciones vía el secuestro de cédulas de opositores y la compra igualmente masiva de votos positivos (cuando el PLD paga lo acordado en cada mesa después de la votación) representan un esfuerzo nacional, extraordinario, costoso y complejo que no es fácil repetir y que trastorna a una parte de los mismos que vendieron su voto llenándolos de dudas, aumentando las exigencias e introduciendo un factor de conducta impredecible. No es fácil sobornar a la misma persona dos veces. Lo parece, pero no lo es. El PLD lo sabe, tensa sus fuerzas, su capacidad logística, la demanda de dinero, el control de los tiempos, la multiplicidad de funciones para el mismo plazo de tiempo y la organización pues se trata del montaje de una operación gigantesca pero de una sola vez.

2do.- No haber podido imponerse en primera vuelta asesta un golpe importante a la confianza, la credibilidad y la organización del proceso. La gente, en general sabe que la diferencia en votos con que se impuso el PLD es consistente y proporcional con la cantidad estimada de votos positivos comprados a nivel nacional sin incluir las abstenciones compradas. Al no irse en primera vuelta se abre una brecha. La gente se percata de que no obstante todo lo que hicieron no pudieron imponerse y eso envalentona a muchos descontentos que, por descreimiento, divergencias o desmoralizados no votaron en primera vuelta. El efecto contrario se produce en la periferia del PLD porque el núcleo duro no logra contener la disensión, las deslealtades y la fuga de dinero. Una parte del electorado mas escéptico, neutral e incluso apolítico llega a la conclusión de que, es hora de salir de esta gente.

3ro.- Entre la primera y la segunda vuelta, la oposición tiene el tiempo, la oportunidad y la autoridad moral para denunciar, documentar e instrumentar recursos contra el fraude mientras todavía hay tiempo para que, entre la presión popular interna, la presión diplomática externa puedan inhibir, limitar o de cualquier manera contrarrestar el montaje de la repetición del fraude para dicha segunda vuelta. Si el resultado de una primera vuelta es final, cualquier protesta que no vaya hasta las últimas y sangrientas consecuencias termina siendo percibida dentro y fuera del país como el tradicional “derecho al pataleo”. Igual conducta de lucha, protesta y determinación tras una primera y frente a una segunda vuelta, ofrece la oportunidad de corregir, de prevenir y de enmendar sin correrse el riesgo de ser considerada inútil por enfrentarse a un “hecho consumado”.

Danilo Medina puede imponerse, puede quedarse en el gobierno pero no tiene la mas mínima posibilidad de ganar limpiamente las elecciones como no ganó las del 2012. La sociedad dominicana está harta de Medina desabrido, autoritario y corrupto quien a base de fraude tiene posibilidades. A golpe de votos no gana sin importar lo que digan las encuestas pagadas, manipuladas y utilizadas como instrumento para inducir resultados.
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