jueves, 25 de septiembre de 2014

LOS NUEVOS PATRIOTAS SON UNA OLEADA DE ANIMALES IMBÉCILES

Por Catalina Hooper Armenteros

Este país necesita que lo defendamos. Totalmente de acuerdo con eso. Pero no de los haitianos. Este país hay que defenderlo de los dominicanos de mierda que ocupan posiciones influyentes, que se comen vivo al país y le dejan los huesos a la población.

El “orgullo dominicano” es una estupidez y los nuevos patriotas una oleada de animales imbéciles

Uno siente orgullo por sus logros, por aquello por lo que ha luchado, por aquello por lo que se ha esforzado, por aquello cuya realización fue posible, al menos en parte, debido a las acciones propias. Uno se enorgullece del éxito de su empresa, de graduarse del colegio o de la universidad; uno se enorgullece de los hijos a quienes crio y educó, uno se enorgullece de poder brindarle a su familia lo necesario, fruto del trabajo diario. Uno se enorgullece de las cosas por las cuales uno se fajó. El que se haya fajado y haya pasado trabajo para poder nacer en República Dominicana, que pare de leer aquí, porque esto no aplica para usted.

Enorgullecerse de su país per se, de un país que usted NO independizó, un país cuyas playas no son producto de su esfuerzo, como tampoco lo son sus montañas, ni sus ríos (al contrario, usted es probablemente uno de los causantes de su deterioro), un país con una cultura de corrupción que desborda los poros de todos los que pisamos esta tierra, ya sea porque es un político o funcionario que “llegó en chancleta y salió en jeepeta” o un simple conductor que sobornó exitosamente a un AMET para que no le pusiera una multa ni le llevara el vehículo… enorgullecerse de un país cuyo pueblo permite que saqueen su media isla, robándole todos los recursos habidos y por haber, es una soberana estupidez.

¿Qué es la cultura dominicana y qué motivo de ORGULLO nos ofrece? A ver… Somos hospitalarios. Extremadamente hospitalarios: le hemos dado la bienvenida a miles de criminales deportados sin demasiados miramientos, a criminales internacionales que se alojan en nuestros pueblos costeros sin despertar las sospechas de nadie… Después, cuando aparecen un par de extranjeros muertos, nadie sabe qué fue lo que pasó.

Somos un paraíso, sí, especialmente para los narcotraficantes, que tienen aliados en nuestro querido y respetado gobierno, al menos hasta que Estados Unidos apriete un poco y haya que entregarles en bandeja de plata uno que otro capo.

Nuestra gastronomía es buenísima, aunque en mi experiencia, comer es algo que se disfruta en todas partes del mundo, y aquí hay más restaurantes de comida internacional que de comida típica.

¿Nos enorgullecemos de nuestra música? Nuestros ritmos criollos son bellos, la vaina es que la generación actual tiene que luchar cada vez más por poder expresarse libremente, sin ningún sentido de calidad, melodía o esfuerzo lírico con respecto a su deseo de degradar a las mujeres, su necesidad de violencia y de enseñar el “cash” a como dé lugar… obra que ofrece un bonito contraste con los merengues que hablan en contra del régimen, de la lucha que pasan los campesinos para echar adelante, o del romance sencillo y humilde entre una pareja de enamorados… Se oye más “La Chapa que Vibra” que “Marola”, ¿me explico?

Nuestros recursos naturales…nuestras playas y montañas, que estaban ahí desde antes de llegar Colón, o sea, que no tuvimos mucho que ver con eso. Tenerlas es más suerte que otra cosa. Nuestras reservas naturales, esas mismas que el gobierno no respeta lo suficiente para proteger como debería, para evitar que nosotros (¡los patriotas!) entremos a cazar, a ensuciar, a cortar árboles o provocar incendios… ¿de eso nos enorgullecemos? ¿O nos enorgullecemos de nuestra democracia? Nuestro gobierno democrático que tiene feliz a todo el pueblo con su transparencia, su buen uso de recursos del Estado, erigiéndose como un proveedor confiable de salud, educación, seguridad y orden para todos. Ese gobierno elegido por nosotros (es decir, lo único en lo que sí hemos tenido un poco de responsabilidad como ente colectivo), el que nos roba en nuestras narices, nos sube los impuestos para llenar el hoyo de sus robos, el que nos hace quedar como ridículos internacionalmente con un equipo de “diplomáticos” que ni siquiera se presentan en el país al cual están asignados (saludos, César Medina y comparsa). ¿Nos debemos enorgullecer de la seguridad de nuestras calles? ¿Del alto nivel de educación que se le brinda a todos los dominicanos? ¿De la calidad de nuestros servicios de salud? ¿De nuestra Iglesia, tan “respetuosa” de los límites entre la Fábula y Estado; tan respetuosa de quienes piensan de forma diferente; tan posesiva de depravados como el ex-nuncio, por nombrar solo un caso? ¿Exactamente DE QUÉ hay que enorgullecerse?

No hay que enorgullecerse por la sencilla razón de que uno es dominicano por CASUALIDAD. Uno no tuvo ningún tipo de poder de decisión, ni tuvo que hacer ningún esfuerzo para nacer de este lado de la isla. Fue una casualidad. Fue suerte. El destino o como usted quiera llamarle lo mandó a nacer aquí. Esfuércese por hacer lo que usted pueda para MEJORAR esto, si ha decidido quedarse, pero venir a “defender la patria de los invasores haitianos”, esos que construyeron su casa, esos que cortaron la caña para producir el azúcar que usted usó para endulzar el café de esta mañana, esos que recolectaron el café para poder tostarlo y molerlo y que usted se lo beba, ESO es una estupidez.

Si a los dominicanos que han emigrado ilegalmente a los Estados Unidos, a España, o a cualquier otra parte del mundo donde estamos regados y sin papeles, los trataran como tratamos nosotros a los haitianos, nos sentiríamos indignados, atacados y mil cosas más (mataron a Monkey Black y todos nos acordamos de la cobertura que se le dio a eso). Si los haitianos han cruzado en grandes cantidades a este lado de la isla no ha sido a lo loco. Ha sido porque SABEN que aquí los ponen a trabajar, y aunque los tratemos como una mierda, quieren trabajar. Los dominicanos que los traen (los dueños de ingenios, los ingenieros y constructores, empresarios, etc.), esos que no les quieren pagar, y el día de pago llaman a inmigración para que vengan con la camiona a llevárselos sin averiguar (en el mejor de los casos), y que en el peor de los casos llaman a un amigo policía o militar para que los acribille sin más, porque saben que mañana habrá un grupo nuevo de obreros dispuestos a probar suerte. O las haitianas que piden en los semáforos, con un bebé que quizá ni de ella es, a la que violan regularmente, y que el dinero que pide no es para ella, sino para el que la trajo (Slumdog Millionaire versión R.D.)

Usted nació de este lado de la isla POR CASUALIDAD, igual que los haitianos nacieron allá POR CASUALIDAD, y pudo haber sido al revés. Una regularización real, y civilizada de la frontera, sin espacio para empresarios corruptos que quieran traer haitianos de contrabando para que le trabajen más barato, o gratis, es algo de lo que todos nos beneficiaríamos. Tratar a toda una raza como si fuera una PLAGA solo porque usted se cansó de beneficiarse de ellos, porque de repente están pidiendo derechos HUMANOS de ese país al que han entregado su trabajo, porque piden que no se les trate como animales… tratarlos de esa forma nos hace animales a nosotros. Y creer que de esta forma somos patriotas, nos hace imbéciles. En resumen, animales imbéciles.

Este país necesita que lo defendamos. Totalmente de acuerdo con eso. Pero no de los haitianos. Este país hay que defenderlo de los dominicanos de mierda que ocupan posiciones influyentes, que se comen vivo al país y le dejan los huesos a la población. Hay que defender a la República Dominicana, pero hay que comenzar desde adentro. De nada sirve que tu pareja te proteja en la calle de peligros potenciales si te está haciendo puré a golpes diariamente en tu propia casa. De nada sirve volverse locos con los haitianos, que de mucho que nos han servido, cuando los que realmente somos una amenaza al país somos nosotros mismos, que optamos por la comodidad individual antes que por el bien común. Que seguimos votando por quien nos brinde un pote y un pica pollo (o un buen puesto o contrato), sin importar el daño que vaya a hacer desde su puesto.

Yo personalmente, antes que ser dominicana, soy humana, igual que los haitianos, que los estadounidenses, igual que los mexicanos, los españoles, los chinos, los vietnamitas, igual que los tailandeses, los egipcios… Cuando dejemos de juzgar a la gente por cosas involuntarias (empezando por su raza) y nos fijemos más en su humanidad, y en la nuestra, quizá cambie algo. Cuando tomemos responsabilidad por nuestro rol en las cosas que de verdad son importantes (como la elección de un gobierno competente, el orden en nuestras calles, el respeto a las leyes, el civismo, entre otras cosas), en lugar de dejarnos llenar las orejas y las cabezas con la propaganda racista que publican la mayoría de los medios de comunicación locales, puede que las cosas tomen un giro.
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lunes, 22 de septiembre de 2014

7 RAZONES PARA OPONERNOS A LA CONSTRUCCIÓN DE LAS PLANTAS DE CARBÓN MINERAL EN PUNTA CATALINA

El carbón mineral es la causa principal del smog letal de Pekín

1. La construcción de las plantas de carbón mineral en Punta Catalina, Provincia Peravia, es ilegal. Se inició su construcción sin licencia ambiental en violación al artículo 40 de la Ley Medioambiental y de Recursos Naturales No.64-00, y después de 9 meses el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales le otorgó esta licencia sin tener los documentos y las consultas que la ley y los reglamentos exigen.

2. Las plantas de carbón mineral que se construyen en Punta Catalina duplicarán la actual cantidad de C02 que emite el país, contribuyendo al cambio climático, cuyos efectos nos amenazan gravemente, siendo la República Dominicana uno de los 10 países del mundo más vulnerables al cambio climático. Cada día estas plantas arrojarán a la atmósfera 14,504.88 toneladas de C02, uno de los principales gases de efecto invernadero causante del cambio climático. Para los próximos años por efecto del cambio climático, muchas de las playas del país quedarán sumergidas, se incrementarán y se intensificarán las tormentas, huracanes e inundaciones, los ciclos de sequías serán más prolongados y habrá más epidemias por el aumento de la temperatura promedio y por las lluvias.

3. Las plantas de carbón mineral que se construyen en Punta Catalina producirán graves daños a la salud y al medio ambiente. Entre las enfermedades que causarán estarán las respiratorias, especialmente en la niñez y en los adultos mayores, las cardiovasculares y cancerígenas. Estas plantas producirán 174,140.07 toneladas de cenizas y 14,155.26 toneladas de escorias cada año que serán depositadas en las cercanías de la comunidad de Catalina.

4. La ubicación en Punta Catalina de las plantas de carbón mineral es pésima desde el punto de vista de la seguridad de la instalación e incrementa la contaminación ambiental. No se debe construir estas plantas en ningún lugar del planeta, pero Punta Catalina es un lugar que aumenta los riesgos y los impactos al medio ambiente y a la población local que causarán estas plantas.

5. Las plantas de Punta Catalina no son de tecnología de punta, ni un proyecto de clase mundial como dice la CDEEE. Por el contrario usara la tecnología más tradicional y convencional, la sub-critica. Según los estándares internacionales este proyecto cuesta unos 1,500.00 millones de dólares y aquí nos lo están vendiendo en 2,040.7 millones de dólares, es un acto de corrupción descomunal que implica una sobrevaluación de 540.7 millones de dólares, más de 23 mil millones de pesos que nos robarán.

6. Para darle más terreno y mayor libertad de operación a estas plantas, el gobierno, la CDEEE y los Vicini han iniciado el desalojo de moradores cuyas viviendas están en el lidero de este proyecto y se disponen a sacar a todo el pueblo de Catalina de los terrenos donde ha vivido desde su fundación.

7. Estas plantas de carbón, a pesar del gran daño que producirán en la salud y el medio ambiente de la Provincia Peravia y su alto costo, no solucionarán la actual crisis energética del país con sus secuelas de apagones. La solución de esta crisis depende de la eliminación de las pérdidas técnicas y por fraudes que llegan a un 35% de la energía producida, del cambio gradual de la matriz energética basada en combustibles fósiles por fuentes de energías limpias, eficientes y renovables que permitan la soberanía energética del país, y de establecer un marco legal y contractual beneficioso para la nación diametralmente opuesto al acuerdo de Madrid y a los onerosos contratos vigentes suscritos con las empresas privadas de generación eléctrica.

COMITÉ NACIONAL DE LUCHA EN CONTRA DEL CAMBIO CLIMÁTICO
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miércoles, 10 de septiembre de 2014

FRANCAMENTE

Por Melvin Mañón

Varios grupos y gente de mérito que merecen respeto tratan de armar una mesa de diálogo. Hace poco fue inaugurada La Convergencia. Se habla de un Bloque Progresista. Esfuerzos loables y bien intencionados que para producir resultados decisivos probablemente necesiten algo más. La mesa discute- al menos eso es lo que presumo- quienes podrían aliarse con quien y sobre cuales bases para avanzar el resultado buscado de desplazar al PLD del poder. Han habido encuentros, reuniones, críticas veladas, observaciones pertinentes, algunas impertinentes, en fin, un poco de todo.

Pero falta más.

Sigue faltando algo.

Por más que hablemos, por mas mesas de diálogo que hagamos sigue faltando algo. Aquí, en este país.

1ro.- No estamos haciendo oposición al gobierno.

2do.-No escogemos el instrumental apropiado para hacerlo.

Toda mesa de diálogo o equivalente deberá darle respuesta a estos dos problemas pero la respuesta no es teórica sino practica. No necesitamos un acuerdo para actuar. Necesitamos actuar y que sea la actuación la que determine las modalidades de los acuerdos. Los acuerdos son el producto de la acción no su premisa.

Es el ejemplo lo que nos falta. Hay que atreverse a salir a la calle no para hacer campaña extemporánea sino oposición. No para pavonearse en interminable ejercicio hedonista sino para asumir una enorme responsabilidad y también riesgos.

Hay demasiados de nosotros, desde la capital, desde una oficina, frente a una pantalla de ordenador o un teléfono móvil aconsejando a otros, recomendando a otros, orientando a otros, convocando a otros.

La unión no es mala. Es bueno luchar por ella y es bueno hablar de ella y es bueno trabajar para lograrla. Pero la unión, bajo cualquier mesa, convergencia, acuerdo, coalición no se formará de palabra sino de hecho. Hay que tirarse a la calle, hay que asumir la representación de un pueblo apaleado y puteado por una canalla política. Hagámoslo. Y ya verán la diferencia.

Joan Manuel Serrat, hace una eternidad de años cantaba:

Todo está listo el agua el sol y el barro
Ayy, Pero si falta usted no habrá milagro.

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miércoles, 3 de septiembre de 2014

SE LLEVARON LA RAYA DE CAL ENTRE EL ‘HOME’ Y PRIMERA

Raúl Pérez Peña (Bacho)
lasmanaclas@gmail.com


Los rotativos La Información, Nuevo Diario, Hoy, El Día, Listín Diario, Diario Libre y El Nacional, mas un bojote de periódicos digitales, informaron lo ocurrido con un expediente por corrupción en el Palacio de Justicia.

El sábado fue de “tanda extendida” en los medios radiales y televisivos dando cuenta del sonado expediente de un personaje de la OTAN morada.
La fiscal del Distrito Nacional reaccionó así: “Esta decisión confirma lo que todo el pueblo dominicano sabe, que aquí hay un absoluto clima de impunidad para la corrupción”.

La historia de la cal (o ceniza) y las reglas de juego explican la línea divisoria entre el ‘home’ (caja de bateo) y la almohadilla de primera base siguiendo hasta la pared del jardín derecho. Igual, desde el plato hasta el final del jardín izquierdo. Respetar la raya fue una regla violada por el PLD.

La OTAN no dejó ni la raya de cal. Buscan que no se distinga el “foul” del “fair” para perpetrar travesuras como archivar el expediente del viernes con carácter “definitivo”.

Consumado el propósito, el imputado y sus cófrades de la OTAN celebraron por todo lo alto de una de las torres de la mega lavandería del Nueva York chiquito.

Esta nueva evidencia del descalabro institucional del país, advierte inexorablemente un futuro ominoso con la quiebra del Estado de Derecho.
Los politiqueros auspiciadores con su gama de soportes ignoran que son los primeros que deben prever las consecuencias de sus provocaciones.
El pueblo no teme porque sigue ganando terreno en su resistencia contra el despojo, como el caso de Bahía de las Águilas y Loma Miranda, parque nacional.

La lucha contra la impunidad debe ser prioritaria para la ciudadanía debido al monto de la corrupción y a las irritantes canalladas de los corruptos que burlan las instituciones y procedimientos legales.

Por la importancia moral que entraña, urge cerrar filas contra la impunidad, aunque los corruptos laven sus riquezas mal habidas. Hay que denunciar las maquinaciones orientadas a pasmar procesos legales.

Los abogados honestos opinan que si el ordenamiento jurídico dominicano se descalifica para enfrentar la corrupción, el pueblo buscará una fórmula constitucional y democrática.
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