martes, 3 de noviembre de 2015

PORQUÉ DANILO NO HABLA NI DICE NADA

Por Melvin Mañón

La represión de las protestas contra la corrupción en la OISOE y las instrucciones del jefe del grupo policial ordenando que le den fuetazos a los manifestantes. El ingreso de dos oficiales de la PN a un acto en el centro Juan Montalvo para “averiguar y conocer asistentes”. El asesinato a mansalva de un joven en Santiago y la fuga de uno de los policías que lo asesinó. La fuga autorizada de dos pilotos franceses convictos de narcotráfico. La sentencia absolutoria de la suprema a favor de Félix Bautista y el retiro subsiguiente del visado de EE.UU. a ese mismo señor. El rechazo del gobierno del PLD y del señor Danilo Medina a responder preguntas de periodistas no pagados o dar explicaciones sobre los hechos arriba enumerados son manifestaciones de algo.

¿Están relacionados todos estos hechos? ¿Son reveladores de una tendencia o expresan una coyuntura momentánea?

¿Por qué la policía viola la ley y una disposición del mismo gobierno admitiendo el derecho y la legalidad de la protesta? ¿A qué carajo entran dos oficiales a averiguar contenido y asistencia a un encuentro privado, de protesta y bajo techo?

¿Por qué asesinan a Sarita en Santiago y por qué se “fuga” de la custodia uno de los policías asesinos? ¿Por y a través de quienes se fugan los dos franceses? ¿Por qué los americanos retiran la visa a Félix Bautista tras este ser “absuelto”?

Usted, apreciado lector, ¿tiene una respuesta o ensayo de respuesta verosímil a estas preguntas que no lastime, desacredite y hunda a Danilo Medina?

Si usted le suma a estas preguntas solamente una parte de todo lo que está mal en este país desde los precios de la comida, el dengue que anda por su cuenta y por ahí hasta las “visitas que no son sorpresa” podrá darse cuenta sin necesidad de asesores que todo esto anda muy mal y que el proyecto reeleccionista hace agua.

Entonces dos cosas quedan claras.

A Danilo Medina las cosas no le están saliendo como él quería y creía. Eso lo ha puesto de mal humor pero ya es muy tarde para ablandar habichuelas. Él cree que tiene que seguir adelante y al hacerlo se despoja de todas aquellas “amabilidades y humildades” que confundieron a muchos y se va tornando intolerante, despótico y peligroso. Su locura nos empuja a resistir o a sucumbir a su ambición.

Danilo Medina sufría una dermatitis facial cuando pasaba con algunos miedos y reservas a ser el nuevo protagonista de la ilegalidad y la corrupción.

Traspasado ese umbral, ya con todo claro y al desnudo, el tipo va soltando formas, vestuario, modales y amarras; va mostrándose como lo que es y como lo que fue siempre: un fraude, un impostor y un canalla.

¿Ahora entienden por qué Danilo Medina no habla ni quiere que le pregunten?

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