viernes, 27 de marzo de 2015

JUAN BOSCH, AUTOR DE UNA OBRA INFINITA

Por José Carvajal

La obra de Juan Bosch es infinita. Y no es una exageración si reconocemos que cada libro suyo trae consigo el sello de la sorpresa y una frescura textual que no caduca, que no envejece. Tanto así, que da la impresión de que Bosch escribió para que no lo olviden, para crecer y reproducirse en manos de lectores y estudiosos.

La última gran sorpresa que me da la monumental obra de Bosch ni siquiera son textos nuevos, ni fueron escritos para libros. Me sorprenden como el primer día la claridad, la enseñanza, el encanto con que sin duda fueron escritos estos pequeños ensayos y artículos que hoy conforman “Miradas sobre nuestra América”, y que encontré por casualidad en la VII Feria de Libros Raros y Antiguos que se celebró en los espacios de la Sociedad Dominicana de Bibliófilos, en Santo Domingo.

A eso voy a una feria de libros; para que la causalidad me ponga en el camino obras de las que nadie habla y que no aparecen en las librerías convencionales. En ese sentido, la de Libros Raros y Antiguos me sirvió de mucho, pues la lectura de “Miradas sobre nuestra América”, además de recoger textos probablemente dispersos de Bosch, también demuestra una vez más el alcance internacional de sus ideas.

El libro fue publicado por el Ministerio de Cultura del Ecuador. Debió ser una edición para corresponder al gesto de República Dominicana al distinguir a Ecuador como país invitado de honor en la Feria Internacional del Libro de Santo Domingo, en 2013. Recuerdo que la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) aprovechó la ocasión para otorgar un Doctorado Honoris Causa al presidente ecuatoriano Rafael Correa.

Cualquiera que haya sido la circunstancia, lo cierto es que “Miradas sobre nuestra América” está entre nosotros avalado por un estudio introductorio del historiador ecuatoriano Jorge Núñez Sánchez. Hay algunas imprecisiones de datos en la primera parte de dicho estudio, pero lo esencial, lo que nos interesa, ha quedado claramente plasmado en esas 250 páginas.

De modo que debemos agradecer este libro a Núñez Sánchez, que es miembro de las academias nacionales de Historia de Ecuador, Colombia, Perú, Nicaragua, Paraguay y Cuba, además de la Real Academia Española de Historia.

Para el historiador ecuatoriano, Bosch “se empeñó en ver y comprender la realidad histórica más allá del siempre estrecho horizonte de lo nacional, observándola en los amplios escenarios de lo continental y lo mundial. Esa tendencia se mantiene inclusive en sus obras de análisis de la particular realidad dominicana, la que es estudiada siempre con referencia a otros fenómenos mayores que la enmarcan, como la acción colonialista y neocolonialista en el Caribe, la presencia del imperialismo o los flujos y reflujos del capitalismo internacional”.

Las palabras de Núñez Sánchez son importantes por ser una voz autorizada en materia de Historia y una valoración extranjera sobre nuestro Juan Bosch, a quien el estudioso reconoce que “nos enseñó a mirar la historia latinoamericana con una visión amplia y totalizadora, por encima de los deslindes aldeanos impuestos por una tradición colonial y un nacionalismo estrecho, y nos orientó a establecer los grandes fenómenos de nuestra historia común, encuadrados, a su vez, en los grandes fenómenos de la historia universal”.

Saber que no solo los dominicanos consideramos grandioso a Juan Bosch es siempre alentador. Que otros reconozcan que Bosch fue “un buscador [investigador] permanente, un hermeneuta clásico, que no se conformaba con lo ya sabido (…)” es todavía mejor.

“Miradas sobre nuestra América” recoge treinta textos, entre ensayos, artículos, y el discurso que Bosch pronunció en marzo de 1979 ante el llamado Coloquio de Caracas, un encuentro de expresidentes latinoamericanos convocado por el Instituto de Altos Estudios de América Latina de la Universidad Simón Bolívar.

Los temas son tan variados que el título de la introducción del historiador Núñez Sánchez no podía ser mejor: “Juan Bosch oteando a nuestra América”. De hecho, leer estas páginas es, precisamente, otear toda América, la nuestra y la ajena, de la mano del sabio intelectual dominicano fallecido en 2001.

En nombre de lo que me toca, doy las gracias al historiador ecuatoriano Jorge Núñez Sánchez por este importante libro que engrosa la infinita obra de Juan Bosch.

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