jueves, 19 de marzo de 2015

GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ PARA DOMINICANOS

Por José Carvajal

Que el gobierno de Colombia haya donado 25,000 dólares (un millón de pesos dominicanos) a la Feria del Libro de Santo Domingo, “para cubrir parte del programa cultural ‘García Márquez y el Caribe’”, es una buena noticia; y muestra la sensibilidad de un país dispuesto a invertir en sus valores literarios.

Los fondos serían para “una exposición y varias conferencias en el Centro León de la ciudad de Santiago”, según una nota en los medios.

Me parece bien. Pero quiero sugerir al Ministerio de Cultura que imite el ejemplo de Colombia, y que iguale esos 25,000 dólares para hacer lo propio con una exposición similar en torno a Juan Bosch, en la Feria Internacional del Libro de Bogotá o en el Centro Gabriel García Márquez que instaló hace unos años en la capital colombiana el Fondo de Cultura Económica de México.

Esa debe ser la dinámica. Aprovechar el gesto de Colombia para el intercambio literario, y realizar en ese sentido “lo que nunca se ha hecho”. García Márquez siempre reconoció en Juan Bosch un maestro de la narrativa breve y participó incluso en un seminario sobre el cuento que el dominicano impartió en 1958 en Caracas, Venezuela. De allí salió el celebrado ensayo “Apuntes sobre el arte de escribir cuentos” que aparece en varios libros de Bosch.

Mantuvieron contacto, el necesario para que la historia los vincule literaria y políticamente. En los archivos de Juan Bosch debe haber mucho material para montar una exposición de su quehacer intelectual: manuscritos, primeras ediciones, cartas, fotos con personalidades literarias latinoamericanas, artículos de valor cultural, en fin.

Todo dependería de la voluntad del gobierno dominicano para proyectar a Juan Bosch, no el político que todos conocemos sino al escritor que en vida se ganó el reconocimiento internacional por ser uno de los teóricos y maestros del cuento hispanoamericano.

De modo que nunca es demasiado. Y a República Dominicana le falta mucho por hacer para proyectar la literatura nacional; no cualquier literatura sino la que vale la pena exhibir; la que nos puede llenar de orgullo, la que aporta algo, la de alcance regional o continental; la que no confunde a los lectores sobre los verdaderos valores culturales del país. Esa literatura existe, pero está bajo las piedras, aplastada por el poder político.

La obra de Juan Bosch responde a una época de desarrollo intelectual regional y a una tradición literaria continental, pero la estrechez mental y los intereses particulares de funcionarios públicos, ya sea de uno o de otro bando partidista, en embajadas o despachos nacionales, mantienen un “cerco diabólicamente político” que no permite detectar las fallas de esa parte de la gestión cultural en República Dominicana. O tal vez nunca ha existido la voluntad de descubrir dónde y desde cuándo viene fallando la proyección de nuestra literatura. Sin duda, es un mal que arrastramos desde el principio.

Entre tanto, mientras descodificamos la “clave del éxito”, disfrutemos la exhibición sobre García Márquez que estará abierta desde el 23 de abril hasta el 4 de mayo de 2015, en el Centro León de la provincia de Santiago. Después de todo se trata del Premio Nobel de Literatura 1982, del autor de la grandiosa novela “Cien años de soledad”, del mago de Macondo, y del más celebrado escritor latinoamericano de todos los tiempos. Asistir sería una forma de honrarlo en el primer aniversario de su muerte.

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