miércoles, 5 de noviembre de 2014

UNA SITUACIÓN COMPLICADA

Por Melvin Mañón

Hay varias preguntas importantes sobre el caso Félix Bautista. Estas líneas tratan de responder algunas.

El expediente contra el señor Félix Bautista está bien documentado, fue hecho sin prisa y muy probablemente fue estructurado con la ayuda de técnicos extranjeros lo cual se pone de manifiesto al menos en dos aspectos. Primero, en ese expediente figuran piezas de información cuya existencia había sido negada a otros investigadores y solicitantes pero ahora entregadas con ayuda externa. Segundo, las operaciones de lavado se muestran comparando la condición de la persona y los bienes declarados y/o registrados en 1996 con los adquiridos y/o tramitados en otra fecha a partir de 2004 de manera que quedan al descubierto los cambios extraordinarios acontecidos cuando el Sr. Bautista y sus asociados estaban en el gobierno. Esta metodología, parece introducida por técnicos y/o asesores extranjeros.

¿Por qué estalla el caso en este momento?

El expediente contra el señor Félix Bautista apareció inmediatamente después del escándalo de los aviones Tucano denunciado en la prensa de los Estados Unidos. La denuncia sobre la operación de los aviones se originó, como las otras denuncias del otoño de 2012, en múltiples y concertadas publicaciones de prensa de los EEUU. De modo que, en ambos casos, el momento viene pautado, escogido, desatado desde Norteamérica. Pero esa concertación de denuncias en la prensa de los Estados Unidos todavía no nos dice ¿por qué?, ¿que se busca y a quien se busca?

Todos sabemos que es imposible presentar, conocer y tramitar un expediente judicial por corrupción y lavado contra Félix Bautista sin interrogar e involucrar a Leonel Fernández. Esa certeza lo enloquece a él pero nos ilumina en algo a nosotros.

Tengo la creencia de que, a quien realmente buscan los americanos es a Leonel Fernández siendo Félix Bautista solamente el camino para llegar hasta él. Y creo que la intención es múltiple. Sacrificar a Félix Bautista, quien se ha hecho muy visible y muy odioso y cerrarle el paso al proyecto político de Leonel de buscar la nominación por el PLD como una manera no solamente de tratar de volver al gobierno, sino de reforzar la inmunidad de la que se habían dotado él y los suyos antes de dejar el gobierno.

He dejado bien claro, en artículos previos y en mi libro ENIGMA que los norteamericanos tenían y tienen buenas razones y motivos para desconfiar de Fernández y para tratar de cerrarle el paso. ¿Por qué iba Leonel Fernández a perseguir de nuevo la presidencia en 2016? Hay quienes dicen que él está embriagado de poder, enloquecido con sueños de grandeza. Quizás sea cierto, pero no es necesario ir tan lejos. Leonel tiene razones prácticas para buscar la presidencia de nuevo. Busca protección contra cualquier intento de la justicia o de un gobierno por investigarlo y someterlo y necesita mantener su vigencia como el autor de la prosperidad de su tribu y el garante de la impunidad de todos. Es esta perspectiva la que lo hace necesario y pone a los demás a gravitar alrededor suyo. Un nuevo mandato también le serviría para borrar rastros, añadirle tiempo al tiempo, cimentar el olvido y, tal vez, hasta para tratar de hacer cosas diferentes en la creencia de que una gestión bienhechora se sobrepone a todos los delitos cometidos en mandatos anteriores.

Pero así como Leonel Fernández tiene razones claras y válidas para buscar la presidencia así mismo las tiene Danilo Medina para tratar de evitarlo temiendo que, un Leonel vengativo, de nuevo en la presidencia, se vuelva contra él y, con la falta de escrúpulos que lo caracteriza, intente masacrarlo. El Lic. Medina, a mi juicio, no ha iniciado la guerra contra el clan Fernández, se ha visto obligado a tramitar un expediente y no puede devolverse. El Lic. Medina, a mi juicio, tampoco ha iniciado estas acciones para buscar una reelección aunque está consciente de ser beneficiario del descrédito de Leonel y, como decía la antigua revista humorística Cachafú, aludiendo en Balaguer al apetito reeleccionista: “ni la pido ni la goloseo, pero si me la dan, me la jondeo”.

Si el Lic. Danilo Medina no le daba curso a ese expediente hubiera aparecido como cómplice o encubridor de los delitos consignados en el expediente contra Félix Bautista. El Sr. Medina, al margen del pedimento o de las presiones de los americanos al respecto, no tenía intención de echarse encima semejante culpa. Ya bastante había hecho a favor de Leonel Fernández y su grupo respetando el acuerdo de impunidad suscrito con ellos como condición para buscar la presidencia de la república y por el que su reputación ha sufrido duros ataques y eso es sin contar las sogas con las cuales Leonel tejió la ataduras que todavía hoy lo tienen maniatado.

Además de no haber podido evitar la tramitación del expediente, el Sr. Medina tampoco puede destituir al procurador sin que esa destitución lo ensucie a él mismo poniéndolo de nuevo como cómplice, como cobarde o como encubridor. Él tampoco quiere verse en esa situación mas allá de lo que ya le ha sido imputado. Mientras tanto, ¿como avanza el expediente? En el enfrentamiento ministerio público contra jueces se juega mucho más que el destino de este caso y todos los actores lo saben. Sin soporte externo el ministerio público colapsa a la corta o a la larga. Los acusados apuestan a la tardanza, los incidentes, el cansancio, la falta de voluntad y el olvido. La opinión pública no sabe por donde irse. Quiere justicia pero teme que le den circo. El sistema político, en candidaturas cuando debería estar en la oposición.

La suprema corte, designada y controlada por Leonel Fernández designa dos jueces. Uno, Frank Soto para el tema de los bienes de Félix Bautista y otro Alejandro Moscoso Segarra para conocer el fondo. Pero todo el mundo sabe que ambos jueces son dirigentes del PLD, íntimos amigos y, a decir de muchos, incondicionales de Leonel Fernández. Por tanto, no se espera que hagan otra cosa que servir a su patrón. Mientras tanto, en medio de la coreografía montada, Leonel activa un grupo de abogados para que “voluntariamente” sometan al procurador y unos 50 legisladores hacen ruido denunciando y saliendo en defensa de Félix Bautista. ¿Que harán los norteamericanos si la suprema insiste –como se espera- en festinar y aplazar el caso?¿Qué hará el crimen organizado del cual estas mafias del gobierno son parte?¿Qué hará la sociedad dominicana? ¿Qué harán los empresarios? Solamente puedo hablar de lo que haré yo: no me decido a apoyar al procurador ni al gobierno, pero estoy más que dispuesto a hacer todo lo posible para empujar a ambos. Y empujar es lo que intento; que cumplan con su deber, que honren la autoridad sobre ellos conferida. Algunas sociedades como la colombiana pudieron sobrevivir a los estragos de la parapolítica y el narcotráfico y recuperarse porque sus tribunales y jueces aunque heridos no sucumbieron al crimen. Ese no es el caso nuestro y nadie quiere imaginarse las consecuencias.

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