viernes, 29 de noviembre de 2013

LA LÍNEA DE HOY: HAITÍ NO CUMPLE NUNCA SUS ACUERDOS

Por Juan Santos
Tomado de Desde La República Dominicana
Viñeta: Weil


El tema no es Haití. Tengo años explicando cómo funciona la red de convencimiento de la opinión pública y por más que he afanado muchos compatriotas no la entienden. La cleptocracia gobernante mantiene un cuarto mediático de guerra, en él se discuten diariamente los temas a poner en el tapete, a quién van a combatir y qué desean conseguir. Luego, esa línea se baja a todos los beneficiarios y a todos los asalariados de la isla y los que están haciendo la misma labor en el extranjero.

Todo arranca los lunes. En la prensa escrita, digital, radio y televisión. Según los acontecimientos van sucediendo, así los van abordando. Es una fábrica de manipulaciones y de mentiras con un presupuesto anual multimillonario. Estos negocios salen caros al Estado. Implican publicidad y salarios de muchos empleados y funcionarios, a nivel nacional y en el extranjero. Para la pandilla que nos gobierna también ha sido fructífero, han dado cinco pelas corridas en los comicios, engañando a este infeliz pueblo de iletrados y muertos de hambre que se dejan comprar por estos mafiosos profesionales y que por un pote de romo y un plato de comida dan su voto.

Ha sido un negocio beneficioso para ambas partes. Gente que sus ingresos no les daban para llegar a fin de mes, hoy son potentados millonarios. Con sólidos programas de tv y radiales. Fincas, casas veraniegas, etc. El trabajo a realizar es sucio, pero en esta era en que los valores y la comunicación se cambian por dinero malhabido, eso es lo de menos, estos 'cueros de la palabra', como los definiera un distinguido intelectual de las letras, solo creen en el Dios Dinero. Su misión diaria es mentirle a los dominicanos, magnificar las cosas "buenas" de sus mecenas y despotricar, desacreditar y destruir la honra de todos aquellos que no comulguen con el régimen autoritario que nos han impuesto.

Como los dominicanos somos tan incrédulos doy las pruebas. La línea de este 'black friday', me refiero al día de hoy, es, inculcarle a usted y a todo el que los lea o escuche que Haití no cumple con sus acuerdos. Todo programa de televisión o radio que usted va a escuchar en el día de hoy tendrán estas palabras repetidas de una manera o de otra. Lo mismo harán por todos los otros medios de comunicación del país.

Déjeme anticiparle que esto está ocurriendo desde 2004 en República Dominicana, que ha costado miles de millones de pesos de nuestros impuestos y que esto no parará hasta el 2044, según vaticinios del Jefe de Jefes.

En un solo diario (que puede ser en cualquiera), detecté las palabras claves que envían la línea del día a todo el país y al extranjero. Lea usted y juzgue.

1 - Pero todos sabían que Haití no iba a cumplir lo acordado... Porque Haití jamás ha cumplido los acuerdos que firma ni con República Dominicana ni con nadie. Puede verlo aquí.

2 - Con los haitianos no valen acuerdos, los han violado todos, y solo se mantienen atentos a lo que suceda que favorezca su causa. Puede verlo aquí.

3 - No creo que el gobierno dominicano pueda alegar sorpresa ante la conducta de Haití. Son ladinos y nunca cumplen lo pactado. Se pasan el tiempo urdiendo sus patrañas contra República Dominicana. Puede leerlo aquí.

Este artículo no es sobre el problema haitiano. Simplemente quería que usted se convenciera de que hay un equipo de desinformación y de terrorismo mediático que busca torcer la percepción que usted tenga de la verdad, de la realidad. Haga la prueba, ponga la radio o la televisión y escuchará hoy en todos los medios a la protegidos de la cleptocracia, como loros, repitiendo lo mismo que le mandaron a decir: Haití no cumple sus acuerdos. Haití nunca ha cumplido sus acuerdos con nosotros. Haití no cumple ni con nosotros ni con nadie. Luego de usted leer y escuchar esto 30 veces en el día, llega uno a su casa y le dice a su mujer: ¡Los haitianos son muy irresponsables, no cumplen con nada de lo que acuerdan! ¿Lo duda?
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jueves, 28 de noviembre de 2013

TEORÍA DE LA CORRUPCIÓN

Por ANDRÉS L. MATEO
yulendyn[@]gmail.com


Con motivo de que soy un “demandado”, en los últimos días he tenido que hablar abundantemente sobre el tema de la corrupción, y me he percatado de que es necesario desalojar del imaginario dominicano algunas ideas respecto de este cáncer que ha azotado históricamente a la sociedad.

Por ejemplo, no se puede explicar la desbordada corrupción de los últimos años situando la historia como si la corrupción fuera una naturaleza, una esencia de la dominicanidad, porque la corrupción se vincula con un orden histórico particular, con un manejo del poder, con una ideología patrimonialista, con la ausencia dramática de instituciones verdaderas; y no con las grandes formas neutras de la naturaleza humana. Lejos del ser, los humanos están anegados en las cosas. La corrupción no es una maldad de origen, sino un vastísimo sistema circulatorio (“El tiburón se baña, pero salpica”), una enorme palanca de movilidad social, ante cuyo funcionamiento el poder es como el susurro de las escamas del réptil. Quienes mejor saben esto son los funcionarios ex pequeños burgueses del PLD, porque toda su naturaleza de clase se transformó súbitamente, abriéndose con la movilidad social unos apetitos cuya ausencia de límites ha borrado cualquier escrúpulo ético.

Cuando al ex presidente Leonel Fernández le hablaban de la corrupción en sus gobiernos, lo atribuía a la “percepción”. Los grandes arquetipos mentales con los que siempre intentó impresionarnos salían desahuciados por meras imágenes sensoriales. Las ideas le salían artríticas, antañonas. Y desde la decepción uno pensaba que cuánto más cambiaban las cosas, más idénticas permanecían. La “percepción”, sin embargo, era tan generalizada que en medio de la reelección del 2008 en una encuesta de la Gallup, el 98% de los encuestados “percibía” corrupción en el Gobierno, lo que quiere decir que los propios corruptos la “percibían”.

En el año 1978 los perredeístas llegaron al poder, abrasados de un ardiente deseo de justicia social, pero no pudieron encarcelar ni uno solo de los corruptos. Y siguiendo la escuela de Balaguer, produjeron su propia camada de corruptos, y se adhirieron a la saga de usurpadores de la riqueza pública que cuentan con la impunidad y el olvido. Pero el peledeísmo, viniendo de una prédica moral angustiosa y terminal, nos clavó con violencia en lo impensable, en las alucinaciones y los simulacros, en la desventura de vivir la práctica de la hipercorrupción como un discurso invertido. ¿Qué es lo que ha hecho diferente la hiper corrupción de los últimos años, de esas sistemáticas formas de corrupción que registra la historia política dominicana? Simplemente, que conforman un sistema que posibilita la continuidad en el poder. Ambas se roban un porcentaje de la felicidad ciudadana, pero la hiper corrupción tiene necesidad de volver y volver.

Además del enriquecimiento personal de los dirigentes, la corrupción ha propiciado la aparición de un grupo económico que compite en diferentes esferas con los grupos tradicionales del aparato productivo y financiero. Se han repartido el Estado. En la reelección del 2008 la nómina pública aumentó un 33%, pero después siguió aumentando como pago a los 426 movimientos y los 12 partidos que la apoyaron. Todavía muchas instituciones infuncionales del Gobierno sobreviven porque forman parte de esa piñata, y son frecuentes los actos de corrupción que escenifican los “líderes” de esos ventorrillos políticos. El caso es que, cuando hablamos de corrupción, denominamos una práctica que se perpetúa en la política dominicana conformando un sistema, y cuya acumulación originaria de capital tiene como fuente el erario. ¿Por qué razón, después de haber sido electo Danilo Medina, en ese largo periodo transicional, Leonel Fernández gastó más de 120 mil millones de pesos del presupuesto, agudizando el déficit sin ninguna piedad por su pueblo? Es que desgajaba la acción del Estado en actos personales, y hacía fluir de su exclusiva laboriosidad toda la política de construcciones públicas, permitiendo un incremento de comisiones, pago de deudas, etc. El Estado como botín, el despojo de la riqueza social, cual si los políticos fueran un ejército de ocupación.
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miércoles, 27 de noviembre de 2013

¡VIVA LA REPÚBLICA DOMINICANA!, EXCLAMA MINOU TAVÁREZ FRENTE AL FALLO DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

SANTO DOMINGO (R. Dominicana).- La diputada Minou Tavárez Mirabal fijó su posición sobre la sentencia del Tribunal Constitucional que desnacionaliza a cientos de miles de dominicanos de origen haitiano, con una vibrante apelación a recordar, entre otros hechos históricos significativos, que fue en estas tierras donde primero surgió el derecho internacional con el sermón de Fray Antón de Montesinos.

Pueden estar felices los tradicionales traficantes del miedo, esos que desde las penumbras de la dictadura todavía no superada, sobreviven gracias al temor de unos, el oportunismo de otros y la desidia de quienes han olvidado que la política es un servicio a todos, que no se puede hacer sin ideas, sin valores y sin convicciones.

Tavárez Mirabal reclama a su Partido de la Liberación Dominicana fijar públicamente su posición frente a la sentencia.
Por considerarla de interés para sus lectores, 7dias.com.do la reproduce íntegra.

¡VIVA LA REPÚBLICA DOMINICANA!

El mundo es uno. Sobre todo frente a la masacre y al horror el mundo es uno. La Declaración de los Derechos Humanos de 1948 nos defiende y nos obliga. Por ella podemos llamarnos mundo civilizado.

Nuestro país hace mucho tiempo es parte de la comunidad internacional y eso significa compromisos, no significa renuncias. La soberanía se mide por la capacidad de cumplir esos compromisos, no por la irresponsable intención de violarlos o ignorarlos.
“Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.”

Esa Declaración Universal de los Derechos Humanos de la que somos signatarios desde el primer día, nos obliga en el mejor sentido a esperar del Estado dominicano, la protección y la seguridad de quienes habitamos su territorio. Ése es el ejercicio de soberanía que queremos. Basta de seguir el discurso de Trujillo, Pinochet, Videla o Somoza que ante la exigencia de la comunidad internacional para que respetaran la vida de sus nacionales recurrieron al burdo y torpe ejercicio de querer confundir los intereses nacionales con los de una camarilla de fascistas que no descansan en su intención de hacernos infelices y de avergonzarnos.

Hay dos asuntos que están en la preocupación de muchos dominicanos y dominicanas: uno es el principio de la irretroactividad de la ley y el otro tiene que ver con las consecuencias de las acciones de la comunidad internacional, asumiendo que nadie tiene dudas acerca de lo graves que pueden ser las consecuencias de la resolución del Tribunal Constitucional.

El principio de la irretroactividad de la ley fue el tema de la tesis universitaria de una dominicana ejemplar, la Dra. Minerva Mirabal de Tavárez, que nunca, nunca se inclinó ante la injusticia, nunca la paralizó el terror y no temió ayer a los que todavía hoy pretenden continuar su hazaña inhumana, egoísta, antidemocrática y cobarde.

Sobre lo que será la acción de la comunidad internacional y lo que podemos esperar, viene también a mi memoria el viaje de mi padre Manolo Tavárez Justo a la sede de la Organización de Estados Americanos en Washington en el año 1961 para impedir el levantamiento de las sanciones de los países de América a República Dominicana mientras no se dieran condiciones reales de avance en la democratización del país. ¿Ese recurso de Manolo Tavárez ante la comunidad interamericana podría ser interpretado como un intento de lesionar la soberanía del pueblo dominicano?

Pero sobre estos temas hay mucho más, muchos más episodios de nuestra historia que deben hacernos sentir orgullosos y también agradecidos.

Dominicanos y dominicanas no podemos olvidar que el derecho internacional se escuchó aquí primero, surgió de aquí. Fue Fray Antón de Montesinos quien en su defensa de los pueblos originarios motivó el “derecho de gentes” concebido por Francisco de Vitoria. ¿Cómo poder ocultar nuestro orgullo de ser dominicana?

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, surgió de la V Conferencia de Consulta de la OEA en Santiago de Chile en agosto de 1959 en gran medida como reacción frente al horror que provocó en los países civilizados la masacre de los expedicionarios del 14 de junio. ¿A quién puede sorprender la animosidad contra estas iniciativas de la comunidad internacional por parte de quienes celebraron aquellos crímenes?

En un país que se reclama cristiano no debemos olvidar que el ejemplo más impactante de lo que significa el compromiso con los seres humanos viene dado por un extranjero, no precisamente bien valorado en su tiempo y lugar: un buen samaritano.

Es el momento de asumir con responsabilidad que necesitamos un profundo cambio cultural y político. Mientras sigamos reproduciendo las actitudes que denunciamos nada va a cambiar: en nuestros procederes egoístas y desconfiados está la explicación de la sociedad que insistimos en mantener. Una sociedad en la que el engaño, el robo, la violencia y el fraude se han ido transformando en mérito.

Y, dominicanos y dominicanas tenemos derecho a saber lo que piensan los partidos políticos. Yo, por mi parte, especialmente reclamo conocer la posición oficial de mi Partido, el de la Liberación Dominicana.

Se sabe que la resolución afectará a un número indeterminado de personas, por lo que también reclamo del Gobierno los cambios que fueren necesarios para que quienes tengan que implementar las medidas anunciadas nos aseguren que se intentará reducir el dolor en todo lo que sea posible.

También espero que la responsabilidad gubernamental alcance para darse cuenta de que los intereses del país deberán ser bien defendidos y tenemos un Ministerio de Relaciones Exteriores ausente, que no previó absolutamente nada y que en su situación actual difícilmente pueda ayudar a mejorar los retos que deberemos enfrentar en el complejo marco de la comunidad internacional.

Una de las primeras consecuencias de la resolución del Tribunal Constitucional es que ha puesto en primer plano lo peor de nosotros mismos. En los comentarios de los periódicos digitales, televisivos y radiales, en la prensa escrita, la descalificación, la incapacidad de aceptar y aceptarnos se ha adueñado del escenario.

Pueden estar felices los tradicionales traficantes del miedo, esos que desde las penumbras de la dictadura todavía no superada, sobreviven gracias al temor de unos, el oportunismo de otros y la desidia de quienes han olvidado que la política es un servicio a todos, que no se puede hacer sin ideas, sin valores y sin convicciones.

Pero esta sensación de malestar, de incomodidad y de profundo pesar, nos debe llamar a la reflexión tranquila y a la acción decidida por una República Dominicana civilizada de la cual ahora y más tarde nos sintamos todas y todos orgullosos.

¡Viva la República Dominicana!

Minou Tavárez Mirabal

7dias.com.do
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TOLENTINO DIPP LE DEVUELVE CARTA Y LIBRO A RAY GUEVARA

El dirigente perredeísta Hugo Tolentino Dipp devolvió una carta y un libro que le había enviado el presidente del Tribunal Constitucional, Milton Ray Guevara, porque señala desconfía en los planteamientos que este plasma en ese escrito.

A continuación la carta enviada por Tolentino Dipp a Ray Guevara

25 de noviembre de 2013
Señor Milton Ray Guevara
Presidente del Tribunal Constitucional
Santo Domingo, República Dominicana

Señor Presidente del Tribunal Constitucional:

Ha sido hoy en la mañana, a mi regreso del interior del país, cuando he podido advertir que Usted me había enviado un libro de su autoría. Le acompañaba una carta en la que en su segundo y penúltimo párrafo, expresa: “Esperando reciba este ejemplar a modo de profundo agradecimiento por permitirme contar con su respeto y amistad”

Debo confesarle que de ser otras las circunstancias actuales hubiese valorado esas palabras como manifestaciones sinceras. Le confieso asimismo, que ese recelo no pudo menos que acrecentarse tras ojear las páginas de su libro. Dos artículos publicados por Usted en el pasado e incluidos en el texto, atrajeron mi atención: el primero se titula “Peña Gómez” y el segundo “Panteón de la Patria Peña Gómez y Bosch”. En ellos y en orden sucesivo Usted escribe estas elogiosas frases: “…en la iglesia de Santa Bárbara de Samaná, sin disimular la emoción elevé, junto a mis compañeros Perredeístas, una vibrante oración por un dominicano inmortal: José Francisco Peña Gómez”. En el siguiente, Usted propone: “En el caso nuestro, José Francisco Peña Gómez, maestro, jurista, líder político, visionario, demócrata permanente, líder de masas, internacionalista, solidario y combativo, amoroso del fortalecimiento institucional debe reposar en nuestro Panteón”.

Tengo la impresión de que esos enaltecimientos a José Francisco Peña Gómez, a ese “dominicano inmortal” no pueden reflejar la realidad actual de sus sentimientos. Y esto así, porque esa realidad nos dice que su libro merece un colofón, el cual, tratándose de José Francisco Peña Gómez y adaptado el género, no puede ser otro sino la frase central de la sentencia del Tribunal Constitucional apadrinada por su principalía como juez presidente de esa Corte: “…si bien nació en el territorio nacional, es hija (léase “hijo”) de ciudadanos extranjeros en tránsito, lo cual la (léase “lo”) priva del derecho al otorgamiento de la nacionalidad dominicana”.

Su carta y su libro no me son gratos, de allí que tenga a bien enviárselos de vuelta.

Hugo Tolentino Dipp

elcaribe.com.do
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EL MUNDO QUE SE LE ¿DERRUMBA? AL CARDENAL

Por Sara Pérez

El Cardenal López Rodríguez, desde su posición de jerarca católico, ha incidido con un peso muy importante sobre la vida contemporánea de La República Dominicana.

En las últimas décadas, siempre ha estado ahí, no solo para oponer resistencia cada vez que se ha corrido el riesgo de adquirir alguna pequeña conquista democrática, o de los derechos humanos, sino para impulsar y apuntalar algunas de las menos elogiosas particularidades del sistema de ideas y valores a los que él sirve, y sobre todo, para el acrecentamiento de las riquezas materiales y del poder político de la más vieja y exitosa corporación multinacional del mundo: La Iglesia Católica.

Con un carácter extremadamente arbitrario y petulante, la condición de “príncipe” de la iglesia en una sociedad medievalizada, con un precario ejercicio de los derechos y deberes políticos y ciudadanos, le cayó como anillo al dedo a un aspirante a sátrapa.

Nadie ha disfrutado como él, los mundanos oropeles de una iglesia con estructura y estética monárquicas, tan ostentosa como los políticos, los mafiosos, los narcotraficantes y los ladrones de mayor cuantía, que siempre ha tenido entre sus devotos y aliados.

Ataviado con toda la parafernalia de oro y piedras preciosas que corresponden a su uniforme, compite con La Reina de Inglaterra y hasta luce más extravagante que el cantante de rap Snoop Dogg, lo cual también suele aplicar a papas y otros cardenales.

Sin embargo, los tiempos han cambiado, al menos en algunos aspectos de su fachada y los días de la ancianidad del Cardenal, amenazan con no transcurrir con la apacible rutina e incuestionada autoridad, que él esperaba.

Por estos días, El Cardenal ha tenido más de un disgusto. Primero fue el catastrófico cambio de Papa. Esto ha traído una serie de novedades que, aunque hasta el momento solo han sido cosméticas, le genera mucha angustia a gente reacia a renovaciones, sean estas reales o simuladas.

Cuando él estaba encabezando una cruzada a favor del alegado orden natural divino de las cosas y en contra del nuevo embajador gringo por ser gay, tuvo que interrumpir sus discursos de discriminación y odio y salir corriendo para Roma, a explicarle al nuevo Papa Francisco, las andanzas del Nuncio Apostólico -entre otros episodios similares- que salía a violar niños y a contratar servicios sexuales de adolescentes, al pie de la estatua de Fray Antón de Montesino.

Hay quienes dicen que algunos de los desórdenes más memorables de la Zona Colonial -de lo que tanto se ha quejado El Cardenal- en realidad eran fiestas protagonizados por El Nuncio y sus amigos. Desde que este anda prófugo (no se sabe de quién, porque ninguna autoridad le ha caído atrás) el silencio y la tranquilidad reinan en las calles aledañas al palacio cardenalicio, donado y renovado durante uno de los gobiernos de Balaguer, que como Trujillo y los demás gobernantes, bien pueden reclamar el título de “Benefactores” de la iglesia, con el dinero del país.

Hace un par de días, el Papa tuvo la desconsideración de enviarle al Cardenal una carta explicándole lo que debía ser obvio, aunque se quede estrictamente en lo teórico, llegando casi a lo cínico: que los abusadores deben responder por sus conductas, lo que debió generar mucho movimiento y más de un soponcio, bajo las protectoras togas del Cardenal.

Por si fuera poco, el nuevo Nuncio es una fuente de inquietudes, no por el tipo de conductas atribuidas a su predecesor -por lo menos hasta donde se sabe- sino por algo que desde el punto de vista de las evaluaciones que suelen hacerse en el entorno de La Catedral sí es imperdonable: el color de la piel. Un Nuncio negro, con una espléndida sonrisa blanca, puede crisparle los nervios a cualquier fascista hispánico trujillo-franquista, que ande hablando de purezas de culturas, razas y nacionalidades.

A menos que se trate de alguien al estilo del intelectual Manuel Núñez, bien puede considerarse que el principal mensaje del nuevo Nuncio es el propio Nuncio en sí mismo y que este no es precisamente una felicitación para El Cardenal.

La posición racista y discriminante del Cardenal, aunque enraizada en la tradición católico-hispánica con relación a los dominicanos descendientes de haitianos y con relación al tema de la inmigración haitiana en República Dominicana, en la actual coyuntura, no representa al Vaticano.

No tiene nada que ver con una humanización o sensibilización del Vaticano, ni con asuntos de bondad, solidaridad, hermandad, ni siquiera con una noción tan pervertida como la de la caridad, ni con coherencia con el discurso evangélico; sino con un problema de intereses políticos, que El Cardenal no puede asumir, rígidamente posicionado en su papel de regente todopoderoso, que se niega a despojarse de sus doradas túnicas de oro, para ponerse el humilde atuendo de un pastor de ovejas, como sí ha hecho El Papa.

De hecho, a este Papa lo eligieron porque ni siquiera había que cambiarle la túnica, ni desbabilonizarlo (como tendrían que haber hecho con El Cardenal dominicano o con el Papa puesto en retiro); ni esconderle los zapatos rojos (como los de Dorothy) en los armarios, ni los cayados de de oro, que para fabricarlos hubo que derretir el tesoro del templo de Jerusalem.

El Vaticano, que ha tenido tremendas pérdidas económicas y de influencias políticas en Estados Unidos, entre otros lugares, a causa de los escándalos por sus pederastas, se solidariza con los inmigrantes y pugna y espera una amnistía, porque una gran parte de esos inmigrantes son mexicanos y suramericanos católicos, que en caso de poder votar, le devolverían a la Iglesia Católica,el poder político que ha perdido, lo que de paso redundaría en la recuperación económica.

Eso no quiere decir, en lo absoluto, que dentro de la Iglesia y dentro del propio Vaticano, no haya mucha gente que por sus convicciones religiosas y cristianas y por su sentido de justicia y de bondad (definidas ambas en una de las variables del contexto de esa misma iglesia) asuman como suyas las causas de sectores discriminados, perseguidos y maltratados.

Solo quiere decir que las posiciones oficiales -explícitas o no- de la Iglesia Católica hace mucho tiempo que no responden a los mejores principios del cristianismo, sino a otras necesidades no muy etéreas.

Al Cardenal lo ha dejado el tren, porque se ha anquilosado de tal forma en su ataúd de Barnabás Collins, que no se da cuenta de que la serpiente solo deja de ser serpiente cuando pierde los colmillos, no cuando muda la piel y que puede respirar y relajarse, hasta que El Papa le mande a decir que él tiene que devolver sus pistolas -y sus cheques, si los tiene- de Vicario, capellán -o lo que sea- de las Fuerzas Armadas y que debe evitar la complicidad con políticos ladrones y el macuteo de obras a cargo del presupuesto nacional.

acento.com.do
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domingo, 24 de noviembre de 2013

AQUELLOS AGRIDULCES DÍAS EN MONTECRISTI...

Por Sergio Reyes II

- a Minou -

Le acompañan sus hijos, la afición por las manualidades y las flores cultivadas con denodado esfuerzo en el jardín improvisado en el patio trasero de la casa. A ratos, deja volar la imaginación y en frenéticos trazos y pinceladas plasmadas en el lienzo va sembrando los ahogados sollozos que su férrea personalidad le impide exteriorizar a viva voz.

En las tibias y, a veces, solitarias noches provincianas, con el salado aliento del Atlántico flotando en las alas del taciturno viento que le llega desde el norte, la angustiante soledad le arroja en la absorbente adicción de la lectura, y solo de esta suerte puede conciliar el sueño, bien entrada la madrugada, tras deambular sin rumbo, una y mil veces, sumergida en los pasajes de los clásicos de la narrativa y la filosofía o luego de haber revisitado los incontables volúmenes y libracos de la carrera de Leyes que, por obra y gracia de la prohibición, de bien poco le han servido.

En la momentánea estancia con señales de forzoso exilio en que le ha tocado vivir, en estos confines de la Línea Noroeste, se escuece por momentos a causa del candente clima imperante en todos los espacios y rincones hacia donde dirige su altiva y afanosa presencia. Mientras, su profunda mirada se aleja con rumbo al oriente y, luego de rebasar las llanuras, los dilatados ríos y las escarpadas montañas de la porción occidental del Valle del Cibao, sus ojos se posan amorosos y llenos de melancolía en los tupidos terrenos poblados de café, naranjos y cacaotales que conforman la heredad de su familia, en el acogedor frescor de la comarca de Ojo de Agua, allá por los predios de Salcedo.

Su visionario consorte no le acompaña, en este día. Su segura y varonil pisada le habrá llevado al lugar de celebración de alguna de las continuas reuniones y encuentros en los que participa a diario, envuelto, como siempre, bajo el manto de la práctica profesional en las lides del ejercicio de la abogacía, o en el edificante pero peligroso tránsito por el mismo vórtice de la navaja, metido hasta el tuétano en la insegura labor de la sedición, en aras de redimir a su pueblo de una larga y funesta noche de abusos, crímenes y pesadillas que ya supera lo humanamente aguantable.

Y para doblegar el orgullo de la mujer e incrementar sus mortificaciones, las lenguas viperinas del pueblo relatan que, entre una y otra ocupación, el apuesto y promisorio galán también saca tiempo para echar sus canas al aire, aun sea de cuando en vez.
Sin embargo, Minerva hace caso omiso a estas posibles veleidades en las que pudiese estar enfrascado su Manolo. Otros asuntos de mayor trascendencia ocupan su mente, a estas horas de la noche. Refrenadas, como lo están, las riendas de la libertad y acogotado en toda su extensión el listado de los sacrosantos e inalienables derechos del individuo y la humanidad, la Nación ha seguido un derrotero que mantiene al borde del paroxismo a sus habitantes y la juventud militante no resiste un minuto más el oprobioso asedio de la aberrante dictadura que arriba a su tercera década, encarnada por Rafael Leónidas Trujillo Molina.

Por ello, refugiada en la tenue placidez de la casita pueblerina en que discurre su matrimonio por culpa de la tozudez e intolerancia que tipifican el accionar del tirano y lejos de permitir que tomen cuerpo en su pecho las típicas rencillas conyugales que salen a flote en estos casos, tras escuchar por un breve espacio de tiempo las emisiones radiofónicas de alguna de las estaciones que desde Cuba o Venezuela mantienen vivo el espíritu solidario de los pueblos del mundo en contra del Trujillato, se enfrasca en pasar balance -cuidando hasta el más nimio detalle- de los datos, nombres, códigos y otras informaciones de infinito valor que constituyen la intríngulis de la trama revolucionaria en que se encuentra envuelta, junto a su marido y el sector más aguerrido, sano y visionario de la región noroestana y el resto del país.

Haciendo acopio del espíritu guerrero que le corre por las venas, Minerva Mirabal Reyes toma nota de los preparativos de una próxima reunión organizativa en donde ha de quedar definitivamente constituido el movimiento conspirativo y han de definirse los objetivos programáticos, los postulados ideológicos del mismo y su equipo directivo. Repasa los nombres en clave asumidos por cada uno de los conjurados, su nivel de confiabilidad y las responsabilidades asignadas, al tiempo que pasa balance al armamento que poseen, su calibre y el parque bélico disponible.
Y junto a esto, rememora la relación de los secretos lugares en donde dichas armas han sido depositadas, a la espera del momento en que han de ser empleadas para cumplir el papel protagónico que el amor al más puro ideal les tiene reservado en las páginas de la historia.

El sopor le cierra los párpados, por momentos, al tiempo que los aleteos de su corazón le llevan, nueva vez, tras las huellas del esposo, vencida ya su capacidad de espera y abatida su resistencia ante la angustiante certeza de saber el peligro que éste corre, a expensas de los esbirros de la tiranía.

Envuelta en estos afanes, de repente el bullicio ensordecedor provocado por los incesantes ladridos de los perros del vecindario le hacen ponerse de pie. Con la premura que imponen las circunstancias, atraviesa en dos trancos la habitación y tomando las previsiones de lugar franquea el paso a su abnegado esposo Manuel Aurelio Tavárez Justo, quien, una vez más, ha logrado burlar la tenaz persecución de los enemigos de la libertad y llega a su casa, a salvo.

… Al menos, por esta vez!!

sergioreyes1306@gmail.com
Santo Domingo, Noviembre 20, 2013.
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CHAPUCERÍA MILLONARIA EN CULTURA

Por José Carvajal
www.josecarvajal.com


¿Quién pide cuentas al Ministerio de Cultura? ¿Quién observa el manejo de los recursos de esa dependencia del gobierno? Me hago estas y otras preguntas ante el gasto de casi 200 mil dólares, o unos nueve millones de pesos, en la publicación de las obras completas del mayor humanista dominicano Pedro Henríquez Ureña, hoy sacada de circulación por descuido y errores inexplicables que avergüenzan a la clase pensante del país.

Por mucho menos de esa suma, en una empresa privada hubieran rodado cabezas. La primera hubiera sido la del director de la Editora Nacional, el poeta León Félix Batista; y luego la del coordinador del proyecto, el viceministro Luis O. Brea Franco, además de otros funcionarios y varios “asesores” vinculados directamente a la fallida “operación de rescate literario”. Pero el gasto ocurrió en el Ministerio de Cultura, y ni hablar de sanciones.

Los funcionarios que participaron en la imperdonable chapucería literaria solo tomaron la decisión de sacar los libros de circulación, sin informar ni dar una explicación pública al respecto. Los tomos malogrados de las obras completas de Pedro Henríquez Ureña están por ahí guardados en una bodega con la intención de hacerlos pedazos con una guillotina y luego desecharlos en algún vertedero.

La compilación de las obras estuvo a cargo del editor Miguel D. Mena, que reside desde hace mucho tiempo en Alemania. Al parecer fue contratado por José Rafael Lantigua, cuando este era ministro de Cultura. Sin embargo, el nuevo titular José Antonio Rodríguez, que se precia de exhibir transparencia durante esta gestión que encabeza, debería dar un ejemplo de seriedad administrativa y sancionar a los responsables, o en el peor de los casos cancelarlos como ocurre en las sociedades organizadas y respetuosas de los fondos públicos.

He intentado hablar del tema con personas cercanas a este asunto, pero lo evaden o simplemente insinúan que lo mejor es guardar silencio para evitar discordia y revanchas indecorosas. Aquí no se trata de denunciar a nadie por corrupción ni nada por el estilo, sino de alertar acerca de la demostrada incapacidad de gestión de algunos que dirigen proyectos millonarios al interior del Ministerio de Cultura; también se busca una explicación por una chapucería literaria que habría costado unos nueve millones de pesos.

Cuando logré conversar con Miguel D. Mena, este no dejó de reconocer escuetamente que “eso fue tremendo rollo”, pero al final me dijo que no tiene “tiempo ni ganas ni fuerzas para hablar de tantas cosas negativas”. A Miguel lo agobian otros asuntos más importantes para él, por ejemplo la salud de su madre, algo entendible, y el vender en el país algunos títulos de su propio sello editorial Cielo Naranja, que opera desde Berlín y se especializa en difundir la literatura dominicana fuera del país.

El Ministerio de Cultura es uno de los organismos menos cuestionados públicamente por malas decisiones que cuestan mucho dinero al Estado, y quizá por eso ocurren descuidos como los del proyecto Pedro Henríquez Ureña. Lo peor de este caso es que lo harán de nuevo para subsanar los errores (horrores), pero con la misma gente que participó en la primera ronda. O sea, que en vez de rodar cabezas y aplicar sanciones, el Ministerio desembolsaría otros nueve millones de pesos para que el mismo equipo fallido corrija los errores en una segunda oportunidad. Solo en República Dominicana.
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sábado, 23 de noviembre de 2013

MIS TRAIDORES FAVORITOS

Por Bernardo Vega

La sentencia del Tribunal Constitucional ha provocado que portavoces y grupos de la extrema derecha acusen públicamente a los críticos de la misma, que incluyen a directores de diarios, periodistas, intelectuales e importantes representativos de la sociedad civil, de ser traidores a la patria, quedando, consecuentemente, incorporados a una larga lista.

Mis “traidores a la patria” favoritos lo son Duarte, Sánchez y Mella, declarados así por resolución de la Junta Central Gubernativa en agosto de 1844. Ocho de los nueve que firmaron esa resolución, de apellidos Mercenario (¡qué apropiado!), Mañón, Medrano, Linares, López, Marcano, Jiménez y Bobadilla, quedaron olvidados por la historia, como seguro ocurrirá con los que hoy día difaman a prestigiosos ciudadanos.

Otros de mis favoritos son los que Trujillo hizo que el Congreso los declarara traidores en 1933 y 1937: Federico Velásquez, Ángel Morales, Manuel Alexis Liz, Juan Isidro Jiménez Grullón, Buenaventura Sánchez, Luis F. Mejía y el doctor Ramón de Lara, entre otros. Los de 1937 fueron traidores por haberse atrevido a criticar desde el exilio la matanza de entre 4,000 y 6,000 haitianos a finales de ese año.

Invito a los portavoces de ese falso nacionalismo a declarar traidor al que justamente hace 30 años osó sugerir lo siguiente: “Sería posible el establecimiento entre Haití y Santo Domingo de una Constitución paralela que garantice la existencia en toda la isla de un régimen democrático fundamentalmente idéntico para los dos países. Bajo una carta orgánica refrendada por los dos pueblos y similar en sus líneas esenciales, Haití y Santo Domingo podrían ayudarse mutuamente… Bajo esa Constitución podría reconocerse inclusive, con determinadas restricciones, la doble ciudadanía a los naturales de ambos países”. Ese candidato a la hoguera inquisicional lo es Joaquín Balaguer (“La isla al revés”, página 220).

Igual suerte podría sufrir el desvergonzado que en carta pública dijo: “Cómo es posible amar al propio pueblo y despreciar al ajeno, cómo es posible querer a los hijos de uno al tiempo que odia a los hijos del vecino así, sólo porque son hijos de otro. Creo que ustedes no han meditado sobre el derecho de un ser humano, sea haitiano o chino, a vivir con aquel mínimo de bienestar indispensable para que la vida no sea una carga insoportable, que ustedes consideran a los haitianos punto menos que animales”. Ese candidato al fuego divino lo es Juan Bosch (“La Opinión”, 16 de agosto, 1943).

Podríamos también sugerir a un tercer candidato, el que se atrevió a decir hace apenas un mes en New York: “Lo que puede verse en la reciente decisión de la Suprema Corte del Tribunal Constitucional es si tiene efecto retroactivo o solamente rige para el futuro. Pero si se interpreta simple y llanamente de regir para el futuro, no hay discusión, porque es una expresión de la soberanía del Estado dominicano de determinar quiénes son nacionales dominicanos. Si tiene efecto retroactivo, entonces implicaría un problema de determinar el estatus legal de quienes han vivido en el país, que han tenido la impresión de ser dominicanos, en algún momento tuvieron hasta la documentación dominicana, y ya eso engendra otro tipo de problema”. Se trata de Leonel Fernández (“El Caribe”, 2 de octubre, 2013).

¿Se atreverá la ultra derecha de también acusar de traidores a los antes citados ex-presidentes?

hoy.com.do
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viernes, 22 de noviembre de 2013

DANILO MEDINA ESTÁ ENTERADO DE TODO

A LA ESPERA DE LA ACCIÓN PRESIDENCIAL
Por Jeannelle Koss
Tomado de Desde La República Dominicana


1 - El presidente Danilo Medina sabía que su predecesor y sus funcionarios usaban los recursos del Estado en la campaña electoral donde resultó vencedor, que tiraban unas capitas de asfalto facilitado por Venezuela en las calles de los barrios y que se regalaban millones de raciones de comidas crudas y cocidas antes de su llegada a los lugares que visitaría. Cuando llegó a Palacio el 17 de agosto de 2012, sabía que había un déficit fiscal de 200 mil millones de pesos (Un poco más o un poco menos) en las arcas nacionales, no fue ninguna sorpresa para él, eso y mucho más costó el que él fuera el Presidente de la República.

2 - Danilo Medina asignó el 4% en el presupuesto del ministerio de Educación. Condicionado esto a que lo manejara un estrecho colaborador suyo y que nombraran personal suyo. Nada transparentes estas condiciones, desmantelar la estructura de enseñanza del ministerio para favorecer adeptos.

3 - Danilo Medina sabía de antemano la sentencia del Tribunal Constitucional. Todos sus comentarios posteriores pudieran suponerse como pura demagogia. Sus actuaciones incluyendo la de hoy, no muestran respeto a la independencia de los poderes del Estado, sino complicidad en la resolución.

4 - Danilo Medina tiene dos miembros de su gabinete haciendo política. Dos ministros que utilizan su tiempo y sabrá Dios que otras cosas más en hacer política partidaria. Danilo Medina no se da por enterado que es una falta del Ejecutivo a la sociedad, a su partido y al Estado que esta situación se mantenga como si nada pasara y no tome las medidas de lugar.

5 - El presidente Danilo Medina sabe que un asistente suyo, así como un alto funcionario que maneja fondos ajenos están involucrados en un fraude inmobiliario en Nueva York. Lo sabe porque todo el país ya está enterado, sin embargo ambos siguen en sus puestos. El Presidente no puede ignorar este escándalo internacional y hacerse de la vista gorda.

6 - El presidente Danilo Medina conoce al dedillo el caso de Aduanas de Santiago. Sabe que fue un supuesto fraude contra el Estado de más de 100 millones de pesos. Allí supuestamente se pasaron armas, dinero y no se sabe qué más sin pagarle los impuestos a la DGA, sin embargo conociendo todo esto el Presidente supuestamente autoriza al director de Aduanas a retirar la querella contra los hijos de dirigentes peledeistas acusados de este gravísimo delito. Esto violaría el juramento de cumplir y hacer cumplir las leyes que realizó al asumir la presidencia del país.

7 - Danilo Medina sabe, lo sabe porque un diario electrónico lo publicó y es de conocimiento general que su director general de Ética e Integridad Gubernamental supuestamente omitió en su Declaración Jurada de Bienes datos que convertirían dicho documento en falsedad de escritura. De eso hace meses y el presidente Medina no ha dicho esta boca es mía y el funcionario sigue ejerciendo su cargo y dictando cátedras de moral en los medios de prensa .

8 - Danilo Medina sabe que el Jefe de la Iglesia Católica viajó al Vaticano a informar al Papa Francisco de los actos delincuenciales de su embajador en el país. Lo hizo antes de que estallara el caso en los medios y antes de notificarlo a las autoridades del ministerio Público, para que procedieran legalmente. Y sabe también que al cura de Juncalito, otros sacerdotes dominicanos le advirtieron que no volviera al país porque sería apresado. Sabiendo estas dos informaciones, el Presidente incorpora a ese mismo Jefe de esa iglesia a supervisar el plan de alfabetización y a las premiaciones de la Red Nacional de Servicios Comunitarios. Como si no le importara la suerte de sus gobernados y de sus hijos violados y mancillados por los curas pederastas de la Iglesia Católica.

9 - Danilo Medina sabe lo que está haciendo su Jefe político judicialmente a través de uno de sus testaferros contra los comunicadores y medios de comunicación del país. Sabe de la trama contra una alta funcionaria del ministerio Público y sabe lo que los ultranazionalistas (sic) nazis del patio están realizando contra ciudadanos honestos. Lo sabe y no hace nada para parar esas inconductas, de sus acólitos y compañeros de partido y Gobierno.

10 - Danilo Medina sabe que un ministro de su gabinete, un senador de su partido y directores departamentales de su Gobierno están buscando la forma de explotar Loma Miranda. Lo sabe como lo sabe todo el mundo. Debe saber, si no lo sabe, que si se autoriza la explotación de ese recurso acuífero las consecuencias serán impredecibles.

Danilo Medina es el Presidente de la República. Se le quiere y se le respeta. Como sabe tanto, como está enterado de todo, estamos esperando que tome las medidas de lugar para evitar que su Gobierno se salpique más de lo que ya está a nivel nacional e internacional.
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miércoles, 20 de noviembre de 2013

¿POCOS AFECTADOS?: OTRA FALACIA

Por Rosario Espinal

En acción veloz, la Junta Central Electoral (JCE) realizó una auditoría de los libros de registro de nacimiento de 1929 al presente, según estableció la Sentencia TC 168/13.

Los resultados de la auditoría de 84 años de registros, realizada en ocho días, son los siguientes: hay 53,847 extranjeros inscritos en el registro civil dominicano. De ellos, 29,455 (55%) fueron inscritos de acuerdo a la normativa correspondiente y 24,392 (45%) irregularmente. Del total de extranjeros registrados, 36,326 (67.4%) son de origen haitiano, y de estos, 13,672 fueron inscritos irregularmente.

En base a estos datos, los propagandistas de la Sentencia TC 168/13 dicen que pocas personas serán afectadas por dicha sentencia. ¿Es eso cierto? Veamos la falacia.

La Primera Encuesta Nacional de Inmigrantes (ENI) de 2012 estimó que en el país hay alrededor de 500 mil inmigrantes haitianos y unos 200 mil descendientes nacidos en República Dominicana. Esta encuesta se realizó porque los censos dominicanos nunca han contado bien los inmigrantes. El gobierno ha ignorado su existencia, y si no los cuenta, no existen como sujetos de derechos.

Dado que sólo hay 36,326 personas de origen haitiano en el registro (13,672 irregularmente inscritos), y unos 200 mil descendientes de inmigrantes haitianos según la ENI, podemos concluir que: 1) una ínfima cantidad de descendientes de indocumentados se ha inscrito en el registro civil dominicano en los últimos 84 años; 2) el registro civil nunca ha estado repleto de haitianos ni de sus descendientes. Esto es buena noticia; no ha habido tanta tramposería como se decía.

¿Afecta la Sentencia TC 168/13 sólo a los 24,392 inscritos incorrectamente (13,672 de origen haitiano), o a muchos de los más de 200 mil descendientes de inmigrantes que actualmente hay en el país?

La Sentencia TC 168/13 niega la nacionalidad dominicana a todos los descendientes de inmigrantes indocumentados a partir de 1929, estén o no en el registro civil.

El argumento utilizado es el mismo de la Suprema Corte de Justicia en diciembre 2005: los descendientes de inmigrantes indocumentados son equiparables a los nacidos de personas en tránsito. Por tal motivo, las disposiciones de la Sentencia TC 168/13 afectan a todos los descendientes de indocumentados, la gran mayoría de origen haitiano.

Como la mayoría de esos descendientes nunca se inscribió en el registro civil, según muestran los datos de la JCE, probablemente seguirán viviendo en el anonimato, y la Sentencia TC 168/13 los desincentiva aún más para que se registren porque les niega la nacionalidad.

Por razones de justicia humana y de seguridad nacional, el gobierno dominicano debería documentar la población inmigrante y sus descendientes, pero siempre ha preferido el desorden y la ilegalidad. Por ejemplo, la Ley de Migración fue aprobada en el año 2004 y a la fecha se han registrado pocos inmigrantes.

Si negar la nacionalidad a los descendientes de inmigrantes indocumentados hace feliz a muchos dominicanos, que disfruten. Pero eso no resuelve los problemas fundamentales.

Para enfrentar el tollo migratorio y sus consecuencias sociales, República Dominicana tiene que controlar eficazmente la frontera. Para nadie es un secreto que Haití es el país más pobre e inestable de las Américas, y un alto porcentaje de su población desea emigrar. Pero también hay que integrar a los descendientes de inmigrantes que nacieron y se criaron en territorio dominicano.

Lo demás puede servir de arenga nacionalista, pero no contribuye a resolver el tollo migratorio, fundamento de la súper-explotación de la mano de obra inmigrante.

La soberanía se sustenta en el orden, la justicia y la ley. La ley injusta es mala ley y socava la soberanía.
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martes, 19 de noviembre de 2013

A PROPOSITO DE...

Por Melvin Mañón
www.fines.org.do


Defender la dominicanidad y enarbolarla exige enfrentar la corrupción del PLD y de todo el sistema político porque ha sido esa corrupción la que ha desguarnecido la frontera, permitido que podamos contratar haitianos y engañarlos en el pago, negarle sus derechos laborales y arriba de eso acusarlos de invasores. Todo lo que aquí se diga para denigrar a los haitianos legitima lo que en otros países dicen de y hacen contra nuestros propios emigrantes. Nuestro problema nacional no son los haitianos sino los dominicanos corruptos y sinvergüenzas. Para poner en orden en nuestra frontera tenemos que adecentar nuestro sistema político y traer decoro y competencia al gobierno.

El gobierno haitiano de Martelly está corrompido hasta el tuétano como bien saben los dirigentes y asociados del peledeísmo que hacen negocios con ellos y que financiaron parte de la campaña electoral que llevó al poder a ese individuo. Han sido socios en los negocios y lo son en la política que para ellos es una y la misma cosa.

Cada gobierno haitiano ha empobrecido a su pueblo y se ha recostado del vecino para que le resuelva problemas como el alumbramiento de miles de mujeres en hospitales dominicanos. No muy distinto ha sido el caso por la parte dominicana cuyas autoridades tampoco son mejores y quienes también han visto y usado a los haitianos para que les resuelvan problemas de mano de obra pero sin querer asumir las consecuencias. Exactamente como Inglaterra y Francia entre otros, que colonizaron a decenas de países, explotaron y abusaron de ellos en nombre de la civilización y cuando fueron forzados a retirarse no quisieron cargar con la masa de inmigrantes que esa colonización había producido.

Cuando ha habido problemas con Haití, generalmente de discriminación, el arbitraje, la sentencia o la denuncia ha sido desfavorable a las autoridades dominicanas. Y existe todo un registro de precedentes porque, entre otras cosas, las autoridades y voceros haitianos han sabido labrar una fuerte opinión pública internacional a su favor. Así, en cierto modo, han compensado su debilidad relativa y le han hecho frente a esos expedientes tanto cuando tenían ellos la razón como cuando no la han tenido. Y valga la aclaración, Haití, desde que proclamó su independencia en 1804, siempre ha llevado una política exterior astuta y efectiva guiada por sus propias necesidades de supervivencia frente a un mundo que le fue hostil desde el principio. Todavía hoy son pocos los dominicanos que entienden el papel haitiano en apoyo a la conjura contra Santana que le costó el fusilamiento a Francisco del Rosario Sánchez y los que entienden el apoyo haitiano a Simón Bolívar cuando emprendía la lucha contra España a principios del siglo XIX.

Todo eso es verdad y también lo es que, está dentro de las prerrogativas de cada país definir y establecer sus leyes migratorias. En su momento, cuando haya un gobierno con autoridad, que respete y sea respetado, habrá que dialogar, negociar, legislar y poner orden. Pero ese momento no es ahora, ni estas son las autoridades con credibilidad y autoridad moral.

Mientras tanto, que nadie me venga con la historia de que los haitianos le quitan el trabajo a los dominicanos. No conozco el primer caso ni creo que nadie lo conozca, pero es una excusa conveniente porque siendo tan estúpida y simplista puede circular como moneda de curso corriente. Los haitianos aquí, siempre han hecho los trabajos que los dominicanos ya habían abandonado por ingresos bajos, por dureza en las condiciones o por estatus. Igual hacen los dominicanos, nicaragüenses, salvadoreños, filipinos etc. en los Estados Unidos y otros países adonde emigran, legal e ilegalmente.

Que nadie me venga con la estupidez de la invasión haitiana atribuyéndole una intencionalidad de la que carece. Los haitianos vienen aquí por las mismas razones que nosotros emigramos a Europa y a los Estados Unidos como antes emigrábamos a Venezuela, México y otros países. Donde quiera que la gente pueda ir, creyendo que vivirá mejor, irá. Ninguna sentencia ni muro va a modificar eso. Los haitianos dejarán de “invadirnos” cuando su economía, sociedad e instituciones se estabilicen en un curso progresista y/o cuando el nivel de desorden nuestro termine empobreciéndonos y anarquizándonos al igual que a ellos.

Que nadie me venga con la historia del tema haitiano en ninguna de sus modalidades como sustituto del tema de la corrupción rampante del PLD y de sus asociados quienes han perpetrado la mas extraordinaria y extensa labor de saqueo del erario público en la historia dominicana. Ahora, esos mismos dirigentes y esos mismos asociados se erigen en defensores de una dominicanidad que solamente se define como antihaitiana y de una soberanía que sola y únicamente han invocado en relación a la sentencia del Tribunal Constitucional.

Defender la dominicanidad y enarbolarla exige enfrentar la corrupción del PLD y de todo el sistema político porque ha sido esa corrupción la que ha desguarnecido la frontera, permitido que podamos contratar haitianos y engañarlos en el pago, negarle sus derechos laborales y arriba de eso acusarlos de invasores. Todo lo que aquí se diga para denigrar a los haitianos legitima lo que en otros países dicen de y hacen contra nuestros propios emigrantes. Nuestro problema nacional no son los haitianos sino los dominicanos corruptos y sinvergüenzas. Para poner orden en nuestra frontera tenemos que adecentar nuestro sistema político y traer decoro y competencia al gobierno.
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LAS VISITAS “SORPRESA”

Por Juan TH
http://portal.z101digital.com


Ya forman parte de la cotidianidad semanal las “visitas sorpresa” del presidente Danilo Medina a distintas comunidades, procurando, eso sí, que lo que dé una mano lo sepa la otra, lo cual sirve para mantener una imagen populista que se reflejará positivamente en las encuestas.

Es por eso que las visitas “sorpresa” aparecen en todos los periódicos, impresos y digitales, en la radio, la televisión y las “redes sociales”. (El gasto en “bocinas” de la prensa, propaganda y publicidad, debe ser enorme).

El presidente aparece en manga de camisa, con rostro alegre, aunque el lenguaje corporal muchas veces lo desmienta.

En esas “sorpresas”, el presidente promete o soluciona problemas pequeños que resultan grandes para productores agrícolas marginados. Buscan mantener su popularidad ante la incapacidad de enfrentar y solucionar los males de fondo del país; primero por falta de recursos económicos; segundo, por el “borrón y cuenta nueva” suscrito con Leonel Fernández; y tercero, por falta miedo a los verdaderos “dueños del país”. (Los del sector eléctrico, por ejemplo, que le están haciendo la vida imposible a Rubén Bichara).

Danilo llegó al Gobierno atado de pies y manos. Los miles de millones de pesos que gastó Leonel para hacerlo presidente, no fueron de gratis. Lo hizo a cambio de impunidad y protección tanto para él como para sus lacayos. Es por eso que no ha podido cancelar, aunque ganas no le falten, ni someter a la justicia los que se robaron el país.

Leonel le dejó un maletín lleno de facturas por pagar acompañado de un déficits fiscal que rondaba los 200 mil millones de pesos y una deuda externa de 26 mil millones de dólares que ya sobrepasa los 30 mil millones de dólares.

Lejos de hacer justicia enviando a los corruptos a los tribunales, Danilo puso al pueblo a pagar la crisis con una reforma fiscal. Y para coronar su complicidad, pidió no lanzarle ladrillos al pasado. Y colorín colorado, el Ministerio Público se cruzó de brazos y dijo “aquí no ha pasado nada, que siga la fiesta”.

Atrapado en sus propias redes políticas, a Danilo no le quedó más opción que jugar al marketing para salvar su imagen, dando saltos y brincando cañadas en campos y barrios olvidados llevando un poco de esperanza.

Y mientras hace el papel de hombre bueno, lo cual no dudo, el país se deshace. Sus enemigos, dentro del partido y del Gobierno, tienen más poder que él, pues controlan y dirigen la justicia y el Congreso. Esas fuerzas tenebrosas controlan, además, los medios de comunicación. Y como si fuera poco, tienen mucho dinero. Los últimos ocho años le permitieron acumular miles de millones de dólares con los cuales pueden comprar la República Dominicana y Haití juntos. (Esas fuerzas financiaron la campaña electoral de los presidentes de ambas naciones).

Danilo no puede hacer muchas cosas, aunque quiera. Es prisionero de su propio destino. Hizo un pacto con el diablo para llegar al Gobierno y ahora paga las consecuencias. El Gobierno no es suyo, es de Leonel. (Hasta prueba en contrario).

Las visitas “sorpresa” no lo salvaran de la hoguera de la historia si no le da un giro radical a su Gobierno, haciendo “lo que nunca se ha hecho”, pero de verdad. De lo contrario se quedará suspendido en el aire en las fotos, saltando un charco o una empalizada de alambre dulce, para siempre. Y será una verdadera lástima.
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¿QUIÉN DICE NO A ESTOS FUNCIONARIOS?

Por Venecia Joaquín
http://portal.z101digital.com

Cuando los peledeístas escucharon ¡el león está en la calle!, los aspirantes a la presidencia de la República, salieron corriendo, despavoridos, a presentar sus proyectos para las elecciones 2016, antes de que fuera tarde. En la prisa, olvidaron el glamour, el protocolo. Por ejemplo, el Ministro de Turismo, desde su despacho, lanzó su candidatura y puso en marcha una estrategia pro recaudación de fondos. Anunció la rifa de un penthouse, valorado en siete millones, una yipeta y un carro.

Necesita vender miles de números. Se le facilitará. ¿Quién relacionado con este ministerio se negará a comprarlos? Los que tienen un proyecto turístico, los que planean hacerlos, los contratistas, suplidores, empresarios, etc., así como los empleados de ese ministerio, participarán “espontáneamente” en su venta o compra. ¿Quién se atreve a decir que no? Esa rifa será un éxito.

Los boletos se venderán en todo el territorio nacional con el valor del salario mínimo, cinco mil pesitos. En caso necesario se imprimen más. Si yo planeara un proyecto turístico o tuviera uno funcionando, fuera a buscarlos por sacos. Es un presentar credenciales. Lo que va, viene. Es cuestión de negocio y esa es una inversión.

La ventaja de ser funcionario y candidato es que no hay que salir con una cantarita por las calles a mendigar cheles, tienen una plataforma establecida para que lluevan millones.

El ministro de Economía y Planificación, quien también aspira a la presidencia, está recibiendo apoyo de empresas, que necesitan suavizar el camino. El Procurador General de la República y el presidente del Senado, con los mismos objetivos, esgrimen mecanismos especiales, discretos, menos aparatosos pero muy efectivos.

El león blindado se encargó de recordar que está en la calle. La señal no fue para defender a Danilo Medina, quien recién comienza a gobernar, le faltan tres años. Su alarido fue para iniciar la campaña. Leonel Fernández, expresidente de la República, presidente del partido en el Gobierno y de la multimillonaria Fundación Global, recuerda su fuerza. De hecho, está utilizando senadores para hacer su campaña. Ellos tienen poder, un “barrilito” y tiempo disponible para ayudarlo. ¡Imagínense!

Usar la posición pública para fines electorales no está en el capítulo de corregir lo que está mal. Tampoco a los senadores y diputados les ha pasado por la mente legislar sobre la fecha para iniciar la campaña ni establecer requisitos para la participación de funcionarios. Sabemos que es a destiempo, desestabiliza al Gobierno, confunde la población, puede desviar fondos y pone en desventaja a los que no son funcionarios pero el león salió y hay que correr...

La verdad que hay privilegios irritantes. Hacer campaña desde una posición pública es uno de ellos. Hacen daño al individuo y la sociedad y explican, por si solos, los motivos por lo que mantienen al pueblo sumergido en el hambre e ignorancia, así no piensa ni cuestiona nada.

Bueno, como lo que no está prohibido está permitido, sólo resta desearle la mejor de la suerte a los funcionarios, a quienes no le importa usar la posición y recursos del pueblo para sus proyectos políticos y personales. Por eso no renuncian. Con esa actitud, dan clara señal de los principios que regirán sus acciones. Ojalá el león les permita avanzar o ¿será una estrategia para que vayan abonándole el terreno? Todo es posible en la viña del Señor y todo se espera de los que saben conceptualizar, presentar shows y disfrazarse para actuar. Veremos.
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EL PRIMER ACUSADO COMO “TRAIDOR A LA PATRIA”

Por HUCHI LORA

La primera acusación de traicionar a esta Patria fue blandida cuando acababa de nacer: Pedro Santana la lanzó sobre Juan Pablo Duarte.

Los propósitos de Santana no resistían un debate abierto y democrático, así que, ya con el poder de la República que Duarte concibió y creó, decidió quitar del medio a los trinitarios.

La familia Duarte sufrió desde antes de nacer Juan Pablo la presencia militar haitiana, cuando el ex esclavo y general Toussaint Louverture ocupó el país en 1801, a nombre de Francia, aplicando así el Tratado de Basilea, mediante el cual Madrid cedió a París esta parte de la isla, en 1795.

Muy pronto don Juan José Duarte cerró su ferretería en La Atarazana, recogió sus cosas y se fue con doña Manuela Diez en una goleta a Mayagüez, Puerto Rico, donde alquiló una casa y se radicó hasta la reconquista, en 1809, cuando Santo Domingo volvió a ser colonia española.

Juan Pablo nace cuatro años después, el 26 de enero de 1813, así que cuenta 9 años cuando la Independencia Efímera de Núñez de Cáceres sucumbe en 40 días ante la ocupación haitiana el 9 de febrero de 1822.

Duarte, a los 15 años, es enviado por sus padres a Europa para estudiar, se interesa allí por los ideales liberalistas que bullían por todas partes y se decidió a luchar por fundar la Patria dominicana como un Estado de derecho.

A los 20 años, regresa Duarte al país en 1833 y de inmediato inicia su lucha, organiza La Trinitaria y cuando los interventores haitianos se dan cuenta de que su movimiento va cobrando fuerza, lo deportan el 2 de agosto de 1843.

Aún sufriendo la persecución del poder extranjero, sus compañeros continuaron su lucha y la idea de Duarte dio a luz la República Dominicana el 27 de febrero de 1844. El nuevo gobierno mandó a buscarlo en Saint Thomas, lo recibió como un héroe y lo nombró militar.

No hubo final feliz, porque quien se alzó con el poder fue Pedro Santana, cuyos propósitos requerían silenciar a quienes concibieron la Patria y la crearon.

Pedro Santana acusó entonces “traidor a la Patria” al mismísimo Padre de la Patria, y lo deportó el 2 de agosto de 1844 junto a varios trinitarios más.

Pedro Santana celebró el 27 de Febrero de 1845 el primer aniversario de la independencia fusilando a María Trinidad Sánchez y a otros trinitarios; en 1847 a los hermanos Puello, en 1855 a Antonio Duvergé, en 1861 a Francisco del Rosario Sánchez y en el camino a muchos más.

Las últimas palabras de Sánchez antes de su sacrificio, son muy claras: “Para enarbolar el pabellón dominicano fue necesario derramar la sangre de los Sánchez; para arriarlo se necesita también la de los Sánchez”.

Una acusación tan infamante contra los padres de la Patria como la de “traidores a la Patria”, tenía un propósito muy definido, así que después de quitarlos del medio, el “nacionalista” Pedro Santana perpetró la anexión y entregó la soberanía dominicana a España.
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LAS VERDADES DEL INFORME SOBRE REPÚBLICA DOMINICANA DEL CENTRO PARA ESTRATEGIAS Y ESTUDIOS INTERNACIONALES

Por Margarito Carlos De León

La sociedad política de la República Dominicana ha sido estremecida por un informe que retrata de cuerpo entero la preocupante y no menos peligrosa realidad por la que atraviesa el sistema de partidos.

El informe emitido por Carl Meacham, Director del programa América del Centro para Estrategias y Estudios Internacionales (Center for Strategic and International Studies -CSIS-), un banco de cerebros del actual modelo de poder del Nuevo Orden Mundial, se ha convertido en el principal tema de discusión de políticos, empresarios, inversionistas, comunicadores, politólogos y personas independientes conocedoras de la situación que vive la Patria de Juan Pablo Duarte.

La opinión del gobierno no se hizo esperar, a través de sus funcionarios, quienes naturalmente tratan de descalificarlo el informe, restándole calidad y méritos. Uno de los funcionarios es el Embajador en Washington, Sr. Aníbal de Castro, quien en una extensa comunicación lo califica de decepcionante y un flaco servicio al “debate académico” alega que los consultados fueron personas desafectas al actual gobierno y que además de tendenciosos son repetitivos en este tipo de denuncias.

El embajador De Castro justifica que la corrupción existente en el país obedece a un mal que afecta a todos los países y sociedades del mundo. En su afán por justificar su rol de representante del actual gobierno y las barbaridades en que éste incurre y apadrina, aduce que no hay evidencias de que el sistema judicial esté influenciado por el actual partido de gobierno.

El embajador se va más lejos en su defensa del estado de cosas imperantes en el país: Afirma que no hay evidencias de que exista impunidad y que nuestros ciudadanos confían firmemente en el actual sistema judicial, no existiendo a su criterio un solo ejemplo de que nuestros ciudadanos hayan tenido que dirimir conflictos ni disputas de manera extra judicial. O lo que es lo mismo. tomando la justicia en sus manos.

Yo también leí el informe y difiero totalmente de las opiniones emitidas por el embajador de la Republica Dominicana en Washington, quien debió visitar el país antes de redactar su desafortunada respuesta. No vamos a hacer un relato tan largo de nuestras diferencias, porque en el país casi todos conocemos la realidad y por lo tanto otorgamos crédito y validez al informe del CSIS.

Resulta risible tratar de descalificar este documento porque algunas de las informaciones fueron producto de entrevistas a comunicadores de reconocida tradición en defensa de los valores éticos y morales de los dominicanos.

Los blogs, las redes sociales, las páginas de los dos o tres diarios digitales dominicanos que todavía se mantienen independientes, están repletas de denuncias de corrupción, de sentencias venales, de acciones deshonestas por parte de los jueces comprometidos en con el partido de Gobierno, que han dictado sentencias inconcebibles por parte del Tribunal Superior Electoral, con la aviesa intención de favorecer a una de las partes en conflicto dentro del Partido Revolucionario Dominicano.

Las denominadas altas cortes, entre ellas el Tribunal Constitucional y la Suprema Corte de Justicia están controlados por dirigentes políticos miembros del actual partido de gobierno y los demás obedecen a recomendaciones de quien fungió como contraparte de la firma del pacto conocido como Las Corbatas Azules.

La inseguridad jurídica es una realidad en el país. No es posible adquirir ningún permiso sin que medie el soborno y la coerción por parte de los representantes de los organismos correspondientes, obstaculizando la inversión extranjera. Es innegable que se han firmado contratos extra-nacionales sin la aprobación del Congreso, como fue el caso de la SunLand, que tal como dijera el escritor y economista Jaime Aristy Escuder, se convirtió en la protagonista del mayor robo ocurrido en la historia de la República Dominicana.

El clientelismo político está a la vista de todos. Solo tenemos que echar un vistazo a la nómina oficial y los planes sociales del gobierno, que no están regulados por ninguna ley y son utilizados por el gobierno de turno, para mantener cautivo una cantidad considerable de votantes o electores, otorgándole ventajas al partido de gobierno. ¿Y qué decir de la composición de la Junta Central Electoral? ¿Podremos exigir imparcialidad a su presidente, quien salió del Comité Político del actual partido Gobernante?

Difiero del informe en algunas cosas, como que Miguel Vargas no era Presidente del Partido Revolucionario Dominicano cuando firmó el Pacto de las Corbatas Azules. El fue un usurpador de esas funciones. Y también, en la República Dominicana no existe una ley de Partidos Políticos ni penalización del delito electoral.

Lo dejamos hasta aquí, tratando de satisfacer la promesa de ser breve.

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domingo, 17 de noviembre de 2013

HAITÍ DEBE GUARDAR CORDURA

Por José Carvajal
www.josecarvajal.com


Haití debe tener cuidado con las ínfulas, con la prepotencia, con la exigencia que hace al Estado dominicano. Si bien al nivel internacional aparece como la víctima del desatinado fallo del Tribunal Constitucional que trata de regularizar la presencia de indocumentados en República Dominicana, en el plano local Haití debe comportarse y no perder los estribos; de lo contrario hará más difícil este lastimoso proceso para ambos países.

Las autoridades dominicanas tienen todo el derecho de aplicar la ley, por más descabellada que parezca, y los haitianos deben acatarla de manera civilizada y buscar soluciones mediante el diálogo y las negociaciones diplomáticas, como ocurre en un sistema de orden democrático.

Así como se condena o se cuestiona el fallo del Tribunal Constitucional, se debe también observar de cerca y cuestionar las acciones de organizaciones y grupos de haitianos que se creen con “derechos universales” sobre República Dominicana.

No se puede permitir que ocurran disturbios como los que se registraron recientemente entre las ciudades fronterizas de Dajabón y Juana Méndez; ni que los haitianos utilicen la violencia para obligar a los dominicanos a ceder cuando del cumplimiento de la ley se trata.

El acto de interrumpir con barricadas y escombros el tránsito entre ciudades fronterizas debe ser condenado, porque no tiene justificación. Haití no puede darse el lujo de violentar el proceso iniciado por República Dominicana tras el fallo del Tribunal Constitucional, por un asunto de soberanía nacional que nunca debe cuestionarse.

Lanzar consignas en contra de las autoridades de República Dominicana y exigir que se permita la entrada ilegal al país no es ni será nunca la solución al grave problema que vive la isla Hispaniola desde tiempos inmemorables.

Me parece bien que los haitianos busquen la mejoría, pero no por medio de amenazas ni exigencias, ni mucho menos poniendo plazos a las autoridades dominicanas para que solucione una situación determinada, en este caso el que a trabajadores y escolares haitianos se les permita cruzar diariamente la frontera para laborar y recibir una educación en República Dominicana.

Debemos aclarar que una cosa es salir en defensa de los miles de afectados por el fallo del Tribunal Constitucional en territorio dominicano, y otra alentar a que los haitianos tomen las leyes migratorias por los cuernos y que irrespeten masivamente la soberanía nacional.

Lo más sensato es que guardemos las pasiones en los bolsillos y enarbolemos el diálogo con decoro y decencia. Solo así saldremos airosos de este conflicto antes que la sangre llegue al río en plena civilización del siglo 21.
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viernes, 15 de noviembre de 2013

¡QUÉ FUSIÓN NI FUSIÓN!

ENTRE USTED Y YO
Por Rafael Calderón


NEW YORK. Si los gobernantes de las naciones a las cuales se les atribuye el interés por la fusión de los pueblos dominicano y haitiano consideraran el asunto realmente posible en 2010 hubiesen encargado para llevarlo a término a Leonel Fernández, quien por dinero y poder entra en todas. Esto es algo que no se ha cansado de demostrarnos con reiteración, firmeza, determinación y perversidad rigurosas en los últimos 18 años. Veamos:

La primera demostración contundente de que por su beneficio personal hace lo que sea la ofreció Leonel el 25 de octubre de 1995 cuando, para sorpresa de todos, acudió al Palacio Nacional a dar públicamente la señal de que había arreglado su mundo con Joaquín Balaguer, el hombre al que acusaba en un libro de su autoría de encabezar un gobierno cuya corrupción se tragó $30 mil millones de las arcas nacionales.

En aquella visita sorpresiva y memorable a Balaguer se le dio carácter oficial al reclutamiento de Leonel hecho por un par de ingenieros, uno que era repartidor de las obras del estado (los vehículos tradicionales de la corrupción gubernamental) y otro que era beneficiario de los repartos, a la vez que mecenas de Leonel.

Durante el encuentro, Balaguer le informó que haría que el candidato de su partido, Jacinto Peynado (EPD), a quien le tenía ojeriza, terminara tercero en las elecciones del 16 de mayo de 1996, para franquearle el paso a él, candidato del PLD. Leonel sólo tenía que ratificar su renuncia a los conceptos y principios que le había inculcado Juan Bosch, lo que de hecho ocurrió con esa reunión en la que elementos políticos que habían aparentado ser agua y aceite se emulsionaron.

Con la silla presidencial como objetivo, Leonel no titubeó para acoger ese pacto de renuncia y traición que salió a pedir de boca porque en esos días la que fuera mente brillante de Bosch ya sólo se debatía entre la senilidad y la aversión a su antiguo pupilo José Francisco Peña Gómez. Así tenemos que entre dos viejos cargados de odio y un joven cargado de ambición se formuló la entonces extraña emulsión que fue vendida a los incautos como “Frente Patriótico”. Un frente que en corto tiempo le dio a Leonel la oportunidad de dar otra severa demostración de que por dinero y poder entra en todas.

Al “patriota” y líder morado no le tembló el pulso para liquidar a precio vil las empresas del estado, siguiendo al pie de la letra el dictamen del neoliberalismo foráneo. Con esto se ganó la confianza, el derecho de abrir de par en par las puertas del sojuzgamiento económico de la entonces República Dominicana, nación que mediante el endeudamiento desaforado con el FMI, el Banco Mundial, la Sun Land, etcétera, ahora no pasa de ser una especie de finca cercada de morado.

Una finca de la cual, con el aplauso de la peonada “legislativa”, hasta el oro entregó a su conveniencia -por reconocimiento y prebendas personales- el propietario de la Fundación Global y, más importante que eso, accionista mayoritario de los negocios conocidos como altas cortes, de las tres corporaciones mafiosas que se conocen como los tres grandes partidos del sistema, los cuales formaron un “joint venture” conocido como congreso que produce barrilitos y cofrecitos de dinero y otras cosas a granel.

Duele tener que reconocer al país como una finca, pero es en lo que ha sido convertido. Es impropio hablar de que somos nación con libre determinación cuando el país no puede siquiera elaborar un presupuesto sin incluir un renglón de más préstamos que exclusivamente se usan para pagar los intereses de la deuda contraída con las mismas instituciones prestamistas internacionales.

Nuestro país es un dependiente económico de los garroteros internacionales hoy más que nunca en su historia. Eso es algo que no pueden negar los gobernantes que aceleraron violentamente la entrega de la soberanía económica que hace medio siglo disfrutó el país.

Gobernantes que solamente pueden usar la palabra patriotismo para asustar y hacer creer que hay un interés de fusionarnos con Haití, asunto que si de verdad quisieran conseguirlo las grandes naciones empezarían por apretar un chin la tuerca económica. Es más, simplemente en los días posteriores al terremoto que devastó a Haití le hubiesen dado la orden a Leonel de hacer lo mismo que hizo con el patrimonio estatal. Si no lo hicieron es porque saben que el asunto no es posible.

Hay que destacar que no se arriesgaron ni siquiera viendo los afanes de Leonel para colocarse como el líder del momento en la isla, cosa que logró. Tal fue el espejeo de liderazgo que hizo que escribí una columna bajo el título “Leonel: ¿Presidente de la isla?, destacando que en el reclamo de ayuda para Haití en los foros internacionales había sido mucho más activo que el presidente haitiano René Préval y que él, y no Préval, llevó la voz cantante en la “Conferencia Técnica Preparatoria sobre Haití”, durante la cual se esforzó en demostrar que conocía todo lo que había que hacer para la reconstrucción del hermano país.

Añada a las gestiones de protagonismo que hacía Leonel que la genuina solidaridad de todo el pueblo dominicano hacia nuestros vecinos salió a flote a plenitud. Y que los haitianos aceptaron el protagonismo exhibido por el mandatario dominicano durante esos días sin chistar.

No hubo quien no aplaudiera la generosidad mostrada por Leonel, quien abrió las puertas del país de par en par para atender a los heridos, y hasta ordenó con el dinero nuestro la construcción de una universidad. En ese momento el acuerdo con esas acciones fue unánime, puede decirse, aunque poco después nos quejamos y criticamos porque la diligencia del ambicioso político devino en la adjudicación en Haití de contratas con valor de cientos de millones de dólares para su hijo putativo, y socio, Félix Bautista.

Recalco, ese era el momento. En torno a la desgracia, espontáneamente se unieron ambos pueblos y directamente en el mando de Quisqueya estaba Leonel, el tipo de confianza del FMI, el águila que voló hasta donde otras no se atrevieron para liquidar el patrimonio empresarial estatal y poner al capital internacional a lucrarse con el negocio eléctrico del país haciendo una pírrica inversión para ello.

Por más que digan, repito, no hay tal plan de fusión. Y si llegara a existir para capitanearlo no hay otro como Leonel, avalado como está ante el criminal sistema internacional por la entrega de la economía y el oro nacionales que les hizo, y porque es quien tiene la capacidad de poner a andar sobre sus pasos a las altas cortes y demás yerbas que hoy exhiben un falso patriotismo con vocación criminal demostrada al pedir muerte para quienes se oponen a la irracionalidad de la desnacionalización contenida en la sentencia 168-13 del famoso TC.

Sentencia que a quienes vivimos fuera del país -no pocos atravesando en algún momento por la ilegalidad de status migratorio- nos avergüenza y nos pone en entredicho porque en cierta medida por aquí somos nosotros los haitianos, con la diferencia de que las leyes migratorias de aquí no se manipulan en contra de nuestros descendientes con fines politiqueros.

Asquea ver la desnacionalización de pobres dominicanos descendientes de haitianos por parte de los mismos que desnacionalizaron la economía y el oro del país, aquellos que se han enriquecido con el robo de los bienes del estado y puesto el dinero en bancos extranjeros. Mire, no conozco a ningún dominicano descendiente de haitiano que sea multimillonario ni siquiera rico, de la misma manera que no conozco a un pobre entre los que detentan el poder. Si Usted conoce alguno en uno u otro bandos que sea la excepción señálelo por favor.

Del hundimiento del estado dominicano no son responsables los dominicanos descendientes de haitianos, tampoco los que cruzan a buscar cómo ganarse la vida. Los grandes responsables son los que tienen el control político en la actualidad, los que tratan de agarrar desprevenido una vez más al pueblo dominicano, luchando contra un fantasma, para que no vea lo que le viene encima.

Por hoy, me voy. Que Dios le llene de bendiciones, y se apiade de la República Dominicana.
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DE UN PLUMAZO

Por Fernando Rodríguez Céspedes

Para el Tribunal Constitucional resulta muy cómodo resolver de un plumazo un problema casi centenario, con graves implicaciones humanas y raíces creadas por la irresponsabilidad de nuestros gobernantes y la conveniencia mercurial de las industrias azucarera y de la construcción.

El problema de los dominicanos descendientes de haitianos ilegales pero radicados aquí toda su vida, sin importar el número, no lo crearon ellos y por eso es injusto pretender cobrarle las faltas de sus progenitores, aunque lo quiera el más santo, patriota y legal de los tribunales.

Si el flamante T.C. quería encontrar culpables de una situación migratoria irregular, debió empezar condenando a los gobernantes y traficantes que, desde Trujillo, auspiciaron la importación masiva de haitianos para abaratar el costo de la industria azucarera y las construcciones oficiales y privadas.

Resulta cuesta arriba aceptar que personas nacidas, registradas, criadas y educadas aquí, sin ningún vínculo con Haití ni conocimiento del creole, se vean de repente convertidas en apátridas en su propio país con todos los prejuicios y consecuencias jurídicas que entraña esa condición.

No importa la cantidad, si son 13,000 o 5, lo que importa es que contra ellos se comete una injusticia al dejarlos en un limbo jurídico con la obligación de iniciar un proceso en el que tienen que demostrar lo que ya había sido demostrado y aceptado por las autoridades al extenderles documentos de identidad.

Cualquiera pudiera pensar que la draconiana sentencia tiene algo de retaliación por las prohibiciones de importación de Haití contra varios productos alimenticios que se introducían al vecino país sin el pago de impuestos, beneficiando así a grupos de comerciantes de ambos lados de la frontera.

Otros más atrevidos consideran que se ha pretendido dañar la imagen internacional del presidente Danilo Medina quien disfrutaba, hasta que se desató el lío, además de una favorable imagen a lo interno del país, de una proyección internacional que competía con la de Leonel Fernández pese al poco tiempo que lleva en el poder.

A quienes hemos estudiado nuestra convulsa vida republicana, no nos sorprendería que una alta corte, creada y entronizada en el poder para lo presente y lo porvenir, por el presidente saliente, haya actuado de mala fe y que la respuesta inmediata del afectado haya sido, quitar de un tirón 2,800 millones a su juguete favorito, el metro.

Mientras tanto, el nombre de la República Dominicana y su presidente Danilo Medina siguen en la picota, recibiendo el desprecio y la crítica de decenas de entidades públicas y privadas así como de personalidades independientes de todas partes del mundo a causa de la siniestra sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional.
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BLOGS Y PÁGINAS SON INVADIDOS POR PROGRAMAS PIRATAS QUE LOS COLMAN DE VISITANTES FALSOS

HASTA UN 33% DE LAS VISITAS A SITIOS SON FALSAS
Por Marihal


Tomado de Desde La República Dominicana

DLRD estaba investigando desde hace varios días visitas masivas a publicaciones que no son temas que están vigentes en la actualidad. Nos encontramos con la novedad de que tres lugares de la Internet son los responsables de esto.

Los sitios www.vampirestat.com, www.7secretsearch.com y www.adsensewatchdog.com, se dedican a la tarea de hacer visitas masivas a los blogs y a las páginas abultando las estadísticas falsamente.

Según los expertos, la única finalidad de estos vagos es que los propietarios o administradores de las páginas web, interesados en saber quién es que le envía tantos lectores entren a esos lugares y les aumenten el rating de las visitas de ellos.

La recomendación es, que bajo ninguna circunstancia debe usted entrar a estos sitios porque al hacer click en sus links, podrían colocarle arañas espías e incluso anuncios publicitarios en su blog o página web.

Según lo que entendimos de todo lo explicado, las estadísticas de todos los que poseemos medios en la red están subestimadas hasta en un 33%. Esto quiere decir que si usted tiene mil visitas al día, 333 de ellas son provocadas por spam y Google no se las computa, no son válidas. Esto va igual para los usuarios de Blogger, Wordpress, Facebook, Twitter, periódicos, etc.

Lo que no entendemos de todo esto es por qué Google y los otros buscadores que existen, si ya saben que esto está pasando, no bloquean en la red a estos ciberdelincuentes. Y mucho menos entendemos que si ya conocen que son falsas estas visitas, para qué nos las muestran, si todo es un engaño.

La confusión nos invade, no estamos seguros desde cuando esto está sucediendo ni cuán engañado estamos en cuanto a la real cantidad de visitantes que recibimos. Usamos desde hace años StatCounter y Blogger como medios que nos han suministrado las estadísticas, con esta confusión ya no sabemos qué es verdad y qué es mentira.

Agradeceríamos a nuestros visitantes que nos informen si cuando visitan este lugar le salen pop-ups o anuncios. Nosotros no tenemos publicidad. A los colegas y amigos propietarios de medios les damos la noticia para que estén al día.
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miércoles, 13 de noviembre de 2013

DOMINICANA Y LA ESTRANGULACIÓN DE SALARIOS

Por José Carvajal
www.josecarvajal.com


Me pregunto ¿cómo parar esta mafia laboral que al parecer se ha convertido, sabrá Dios desde cuándo, en una de las más viles prácticas de la corrupción en organismos del gobierno dominicano?

Comienza con la ambición del verdugo y termina en los pobres bolsillos del empleado público. El primero tiene el poder gerencial, a veces por decreto presidencial, de tener a cargo una nómina y ofrecer a su víctima un empleo por un salario equis, digamos que de unos 20 mil pesos al mes pagados por el gobierno.

Hasta ahí vamos bien. El empleado ha logrado por fin un salario digno de acuerdo con su preparación académica y experiencia. Pero la corrupción asoma sus narices y convierte el salario de 20 mil en uno de 15 mil o quizá de 10 mil, antes del pago de impuestos.

Muchos se preguntarán ¿cómo? ¿qué pasó ahí? Sencillamente el jefe estrangula el salario y cobra una cuota mensual para que el pobre empleado pueda mantener su puesto. Si no entra en el juego de esa sociedad secreta, de esa mafia salarial, el resultado es el despido. Y si el empleado patalea, el despido puede ser deshonroso, para que se lo trague la tierra. Si no lo hace este, lo hace otro más agradecido con el sistema.

Imaginen que un jefe inescrupuloso haga eso con 50 empleados. Con solo 5 mil pesos al mes que deriven de su mañosa corrupción lograría 250 mil pesos, es decir, unos 3 millones al año, aparte de su propio sueldo; todo eso en efectivo y libre de impuestos, porque esto último lo paga el empleado por concepto de la suma que recibe en nómina.

Esta es una práctica de corrupción administrativa del sector público que se da incluso en organismos impensables y cometida por personas de “mente progresista” y que en público exhiben un discurso de tono socialista. Me han llegado informes tímidos que hacen sospechar directamente de ciertas dependencias; de gente que al tener el poder de administrar una nominilla se han convertido en seres indecorosos, dudosos, cuestionables, chantajistas y quién sabe si despreciables.

Pero nadie dice nada porque no hay manera de probar dicho robo de lesa laboral. Ni siquiera el empleado afectado puede denunciar la situación, porque no tendría argumentos sin que estos lo afecten en el futuro. La verdad, para el pobre empleado eso sería como desparramar un café en una camisa blanca; la mancha quedaría a la vista de todo el mundo, además de ganarse los calificativos de traidor y soplón.

Ante la situación, el empleado víctima se somete y aprende a maniobrar la corrupción e incluso agradece a su jefe la oportunidad que le da de ganarse por lo menos un salario en medio de tanta crisis laboral, mientras el verdugo se garantiza a sí mismo una ganancia fríamente calculada, imposible de ser detectada por auditor alguno.

¿Cómo enfrentar eso? Tal vez creando en cada organismo una comisión de transparencia que no dependa de favores políticos, cosa difícil, de modo que pueda rendir un informe objetivo y exento de dudas.

Mientras tanto, que las masas sigan cantando el himno nacional dominicano; Dios, Patria y Libertad.
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