miércoles, 19 de diciembre de 2012

ENTRE USTED Y YO

DIPUTADOS IMPLACABLES CON SUS COLEGAS CALLEJEROS
Por Rafael Calderón


¿Qué pensaron que lograrían los diputados con su sanguinaria exhortación para que la Policía Nacional “le dé pa’bajo” a sus colegas, los delincuentes callejeros?

Si pensaron que mostrándose como implacables contra el crimen callejero iban a confundir a la ciudadanía, y que ésta los distinguiría haciendo coro ciegamente con su brutal y salvaje propuesta, se equivocaron medio a medio.

Su recomendación al general José Armando Polanco Gómez, jefe de la policía, ha recibido el rechazo casi total de la población. Además, entre los pocos que se han adherido a la propuesta de marras, destacan los que condicionan el apoyo a que los policías procedan por igual frente a todos los delincuentes, operen estos en el gobierno central, en los ministerios, en el congreso o en las calles.

Los ciudadanos no están en eso de hacer distinción entre los delincuentes callejeros y los políticos. Por lo que uno puede apreciar en las redes sociales, la gente ha tomado conciencia y va unificando el criterio de que los delincuentes que operan en las calles son consecuencia directa del mal ejemplo que le han dado los políticos.

No hay un solo dominicano, ni dentro ni fuera del país, que recuerde una época en la que los residentes en nuestra querida República Dominicana estuvieran tan a merced de la delincuencia como en la actualidad. Sin duda, eso es concomitante con la corrupción política desembozada y afrentosa que se ha vivido en los últimos años. Nunca el robo al estado había sido evidenciado en magnitud y en cantidad como ahora, sin que se envíe a la justicia a ninguno de los que cuentan por decenas, cientos y miles de millones los pesos que han acumulado tras su paso por posiciones ministeriales. Hay quienes, como el senador Félix Bautista, hijo putativo de Leonel Fernández, no pueden ni contabilizar a cuanto asciende su fortuna.

Los diputados son reiterativos en la persecución de sus colegas que no tienen la suerte de ellos, quienes realizan la mayoría de sus fechorías contra el pueblo reclinados en cómodos sillones, en ambiente climatizado y con la protección de la policía que están mandando a matar. Días atrás, estuvieron propugnando por el aumento de las penas a los menores que delinquen, cuyo número se ha elevado a niveles insospechados, pero siempre en correspondencia con la forma que ha sido manejado el país.

Mire, voy a reiterar algo que señalé en una columna reciente con relación a que todos los delincuentes menores de 18 años se formaron y han pasado el 75% de su vida bajo la presidencia de Leonel Fernández y el otro 25% en el cuatrienio presidido por Hipólito Mejía.

Naturalmente, los diputados no piensan en asuntos como ese. Jamás van a decir que la falta de oportunidades, el mal manejo del estado y la desigualdad que se crea desde arriba, son las causas fundamentales del aumento de la delincuencia callejera. Para los diputados todo está bien arriba, y el problema de los de abajo se resuelve a tiros.

Para ellos, la delincuencia que generó un déficit fiscal sobre los 200 mil millones de pesos este año merece ser encubierta con un paquetazo fiscal aprobado al vapor, con el argumento de que el dinero se necesita para que Danilo Medina pueda cumplir con las promesas que nadie le pidió que hiciera, pero que hizo en una campaña en la cual tiró la puerta por la ventana, sin decirle nunca al pueblo que era sacándole más dinero de sus costillas que iba a gobernar. Por el contrario, el muy ladino habló hasta de rebaja de impuestos y escondió que se proponía romper récord con la imposición de una nueva reforma impositiva a dos meses de su presidencia.

Por hoy, me voy. Que Dios le llene de bendiciones, y se apiade de la República Dominicana.

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