lunes, 4 de junio de 2012

SE COSECHA LO QUE SE SIEMBRA...

MARTÍN FIERRO Y EL PRD
Pablo McKinney
pmckinney@codetel.net.do

José Francisco Pueblo les señala la estrella de la unidad, pero ellos, torpes, insisten en mirar el dedo de la división.

Tal que cuando creíamos haberlo visto todo en el PRD, se aparece somnolienta otra vez la división y sus fantasmas.

De dónde c… les habrá salido a estos señores del PRD este peledeísmo tan precipitado, este hacerlo todo para que siga el PLD muriéndose de éxitos, cada vez más perdido de sus caminos fundacionales, pero exitoso, pírricamente exitoso, pero exitoso.

El PRD ha sufrido su quinta derrota porque una vez más le ofreció al PLD el caramelito electoral de sólo tener que hacer una campaña recordando oprobios, sentados en el colmadón de la calle Cervantes esperando paciente a que -como ocurrió- el candidato opositor mandara a parir a su propio líder muerto, se expresara en términos racistas sobre el presidente de los Estados Unidos, emitiera consideraciones clasistas sobre nuestras asistentes del hogar, y amenazara con romper la continuidad del Estado al no pagar las deudas viejas, y de paso insultara a los miembros de la Suprema Corte de Justicia. Y así no.

Todos quisimos imaginar que después de este “acumulo de errores” que fue la campaña del candidato del PRD, este partido se iba a encerrar en Bayahibe con su comisión política ampliada o con su CEN cuantos sean, a analizar por qué el PRD y su bloque pierden siempre frente al bloque del PLD.

Claro que el PLD y sus maldades, don Vincho y sus programas. Si, si, pero eso ustedes no lo controlan. Hablen de lo que ustedes sí pudieron controlar, frenar. Expliquen por qué en esta ocasión la tendencia ganadora (PPH) no repartió el botín de la victoria con la tendencia vencida sí, pero no mucho a poco como ganó Miguel a Milagros a quien le entregaron la vicepresidencia, sino con un 43%. Hablen de qué hacer para lograr presentar candidatos a quienes un 30 por ciento del electorado no le tema como el Diablo a la cruz. (O como yo a tu ausencia, amor)

Ya, ya. Por supuesto que se utilizan los recursos del Estado, del gobierno, del Congreso y de los ayuntamientos para favorecer los candidatos del PLD y del PRD, en menor monto en este momento para los blancos, pero la cultura es la misma.
Uno escribió hace ahora mil años, que el PRD no es un partido sino la suma de ambiciones presidenciales, pero cuidado, el PRD es también un sentimiento que para algunos raya en lo irracional.

Hablo de gente, familiares, vecinos queridos, que son del PRD porque en su casa desde el viejo sabio de Río Verde de aquel glorioso gobierno de 1963 no se ha sido otra cosa. Para ellos, el PRD es como las Águilas Cibaeñas, una pasión, un sentimiento, un cariño, sin importar el manager o el lanzador. (¡Ya me enfrié!).

Tan grande es el PRD, que ni siquiera el terrible PPH que lo ha tenido bajo su alocado y anárquico control desde 1999, ha podido destruirlo. Pero tampoco se debe abusar.

¡Cinco derrotas consecutivas y en vez de la reflexión la división!

¡Qué vaina!

Cómo es posible que no encuentre uno la manera de que en el PRD lean en voz alta los consejos del Martin Fierro, de Hernández: “Los hermanos sean unidos, porque ésa es la ley primera. Tengan unión verdadera en cualquier tiempo que sea, porque si entre ellos pelean los devoran los de afuera”.

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