viernes, 11 de mayo de 2012

MELVIN OPINA

8 EMBAJADORES Y UNA VISITA EXTRAORDINARIA
Por Melvin Mañón

La semana pasada, 8 embajadores visitaron el Palacio Nacional para reunirse con el Dr. Leonel Fernández en su calidad de Presidente de la República. En el grupo estuvieron el embajador de los Estados Unidos, el de Canadá, la de la Unión Europea y el de Brasil, que se hizo representar por un funcionario de esa legación. Al salir del Palacio, los embajadores dieron breves declaraciones, todas relacionadas con deseo expresado de que las elecciones del próximo día 20 transcurran en paz, se manejen con transparencia y produzcan resultados aceptables para las partes.

¿Qué hay de extraordinario en esta visita y esas declaraciones?

Todo.

En primer lugar, la oficina de prensa del Palacio por alguna razón no difundió la noticia como es habitual y curiosamente, excepcionalmente, ningún periódico recogió la información. Tan brutal fue el silencio que llegué a creer que quién me había dado la información había errado o de cualquier manera mal interpretado. Finalmente comprobé la visita por una reseña televisiva de CDN que encontré anexa a la versión digital del periódico El Caribe. Pero ni siquiera ese mismo periódico la había recogido como noticia impresa y menos aún había producido un comentario o análisis sobre la misma y ni soñar con que otros medios hubieran –como es habitual- interrogado al respecto a otros comentaristas, analistas, politólogos o periodistas.

En un gobierno tan dado a la banalidad, tan afanado en presentar la trascendencia internacional del Dr. Leonel Fernández y tan empeñado en resaltar los logros inexistentes de su papel en el ámbito de las relaciones internacionales, el silencio sobre la visita de los 8 embajadores resulta inexplicable a primera vista. Y a segunda vista también. Cabe preguntarse si fue una omisión, que la intuición me dice que no lo fue o si acaso fue intencional la no divulgación como en efecto creo. ¿Por qué? pues porque este gobierno no ganaba nada y podía perder mucho tratando de explicar la visita de 8 embajadores para hablar de la elecciones a celebrarse menos de dos semanas antes. Porque este gobierno sabe bien que, no importan los modales ni el lenguaje empleados, esos embajadores no tienen que meterse ni opinar sobre unas elecciones que aun no han tenido lugar so pena de ser legítimamente acusados de intervencionismo en los asuntos internos de este país.

La primera clave sobre la naturaleza extraordinaria de la visita y la intencionalidad del silencio procede de las declaraciones del embajador de Venezuela. Justamente, se dio por aludido y destacó, en una noticia difundida anexo a la anterior que su país no era intervencionista, que su gobierno respetaba los procesos electorales en otros países y claro, eso explicaba la ausencia del embajador de Venezuela del grupo visitante, pero también era una manera de ponerse “adelante” como dicen. Dado las quejas frecuentes sobre el trato que recibe la oposición en Venezuela, sean legítimas o no dichas quejas, el embajador venezolano puso sus barbas (que de hecho es barbudo el hombre) en remojo. Pero bien, esas declaraciones del embajador venezolano pueden ser útiles al proceso en marcha de su país pero nos dejan a nosotros más curiosos de lo que ya estábamos sobre el significado de la visita para nosotros.

Otra curiosidad, no menos importante ha sido el silencio del Ing. Hipólito Mejía, el de todos los demás candidatos y particularmente hasta de la prensa digital que en cierto sentido favorece al PRD. La prensa digital trata de equilibrar la cobertura sesgada a favor del gobierno de la gran prensa y dentro de ésta, su especialidad última: el silencio cuando no le conviene algo o la distorsión grosera cuando puede introducirla. En este caso, la prensa oficial (léase casi toda con solamente excepciones personales y no de medios) no podía manipular las palabras de 8 embajadores ni distorsionar su interpretación, por lo tanto, lo más lógico era ignorarlas y eso es exactamente lo que hicieron.

¿Por qué tenían 8 embajadores que ir al Palacio a expresar su preocupación por las próximas elecciones? ¿Por qué intervenir donde no les han llamado ni les compete directamente? ¿De cuál embajada fue la iniciativa?

Mi intuición me dice que la iniciativa debe haber sido de la embajada de los EE.UU. Ellos invitaron a los otros –en aras de que no se viera como una acción unilateral y propia de la gran potencia- a acompañarlos porque al final, todos ellos y nosotros también saben y sabemos lo que está pasando. Todos estamos preocupados por los niveles de fraude ya cometidos por el gobierno, la descarada presencia del Presidente en la campaña, la compra de votos, el acoso legal y mediático a la oposición y esos embajadores, ¿qué dijeron en verdad? ¿Qué escribieron? Para las cámaras se dice una cosa, a puertas cerradas se dice otra. Pero, como ya sugerí en artículo anterior, EE.UU. no gana nada con más PLD y en cambio puede perder mucho. ¿Por qué enfrentarse a los resultados potencialmente desastrosos de un fraude el 20 de mayo, si creen que pueden evitarlo? Y ¿es realmente posible que la presión diplomática pueda inhibir el fraude electoral del gobierno? ¿O es acaso que existe una discrepancia importante entre las encuestas no publicadas de la embajada de los EE.UU. y las que cada día publica el gobierno a su favor?

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