domingo, 6 de noviembre de 2011

El por qué mi voto es para Danilo, Margarita y el PLD

Por Enrique Santana
Cortesía de Desbrozando el camino

Definitivamente, luego de “profundas” y “juiciosas” consideraciones, reflexionando y analizando los avances logrados durante las últimas administraciones peledeistas, hemos llegado a la conclusión de que lo que más le conviene al país es mantener la “estabilidad” y el “progreso” que sólo garantizan Danilo, Margarita y el PLD.

No hay un solo día en el que la prensa nacional no nos traiga testimonios del clima de “paz”, “progreso” y “armonía” en que los dominicanos diariamente nos desenvolvemos, gracias a las atinadas ejecutorias del presidente Leonel Fernández y su gobierno.

De todos es conocido que los problemas que confrontábamos de agua y luz ya son cosas del pasado. No hay un solo barrio, una sola urbanización o un solo conglomerado humano, donde la luz no sea “suministrada” ininterrumpidamente, sin aquellos azarosos apagones, ya gracias a Dios superados.

La norma actual es de un suministro eléctrico de veinticuatro horas “continuas” a todo lo largo y ancho de la república. En la actualidad hay un programa administrado directamente por la Presidencia de la República que tiene como meta sustituir las viejas cañerías que conducen el agua a nuestros hogares, debido a las continuas roturas de las mismas, causadas por el “exceso” de presión que sobre ellas ejerce el preciado líquido.

Los pueblos, y muy especialmente la capital Santo Domingo, han vuelto al esplendor de épocas pasadas. Aquellos vertederos de basura desaparecieron como por arte de magia de nuestras vías públicas. La limpieza es tal, que no dudaríamos en decir que Santo Domingo es la “tacita de América”, por su ordenamiento y limpieza.

Ya, como una bendición divina, podemos transitar nuestras “iluminadas” calles sin el temor a caer victimas de alguno de aquellos antisociales que llegaron a atemorizar a toda una población y que gracias a nuestro “ordenamiento jurídico” y al esfuerzo unificado de fiscales y jueces, hoy están “aislados de la sociedad” en cárceles modelos construidas dentro del nuevo sistema penitenciario. No debemos pasar por alto que la nueva Policía Nacional, un ejemplo a seguir cuando se trata de “preservar la seguridad ciudadana”, contribuyó en gran medida al “clima de paz” que hoy disfrutamos.

Nuestros congresistas hoy son “orgullo de sus conciudadanos” Hoy más que nunca tiene vigencia aquel eslogan con el que lograron alzarse con la mayoría en ambas cámaras: UN CONGRESO PARA EL PROGRESO. En la actualidad las leyes y contratos que llegan a ambas cámaras con “discutidos minuciosamente” especialmente aquellas que tengan que ver con el presupuesto del gobierno, poniendo especial atención a que las mayores partidas sean “asignadas” a la educación, la salud y la seguridad ciudadana. Aquellos presupuestos donde las mayores tajadas se la llevaban la Presidencia y el Despacho de la Primera Dama, son cosas del pasado. Demás está decir que los legisladores se ajustaron sus sueldos y viáticos para estar acordes con los ingresos del resto de la población.

Los hospitales son centros de salud donde la limpieza está a la orden del día. Salas espaciosas con camas blancas y bien tendidas, personal presto y amable, ambulancias, medicinas y equipo médico abarrotan nuestros centros de salud. Ya el ser pobre no es obstáculo para que el ciudadano reciba una atención de primera. Varias clínicas particulares han tenido que cerrar al no poder competir con los servicios del sistema de salud pública.

No podemos concluir sin hacer hincapié en la transparencia con que se maneja el gobierno a todos los niveles. Aquellos préstamos como el de la Sun Land, arrendamientos de los Haitises para una cementera, contratos estilo la Barry Gold, son pequeñas manchas que quedaron en el pasado. Ya los contratos no se hacen de grado a grado sino por licitación pública y eso hay que tomarlo muy en cuenta a la hora de votar, pues por ahí es que más se nutre la corrupción que, por cierto, ha sido erradicada totalmente del quehacer público.

Por lo antes expuesto y muchas razones más que por cuestión de espacio nos es imposible exponer, es que nuestro voto será un voto por el “progreso” un voto por el “bienestar”, un voto por la “seguridad” Y eso sólo nos lo garantizan Danilo Medina, la Primera Dama y el PLD.

PS. Al hacer sus comentarios sobre este artículo, les ruego que por favor no se metan con mi madre, ya que desde que era pequeño ella ha venido luchando para que se me quite lo de “jablador”.

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