martes, 1 de noviembre de 2011

4%, no es el plátano

Culpable de la brutalidad no es el plátano, es la educación precaria

Por ROSARIO ESPINAL

A veces es útil hacer analogías entre el Estado y la familia. Si los padres dicen a sus hijos que no pueden inscribirlos en una buena escuela porque no tienen dinero, pero los hijos ven a sus padres comprar una jeepeta y salir todos los fines de semana a un restaurante, pensarán que la educación no es muy importante. Igual sucede con la ciudadanía cuando el gobierno no invierte recursos suficientes en educación por más que la glorifique.

Desde que la Ley General de Educación se aprobó en 1997, los gobiernos dominicanos (tres del PLD con el mismo presidente y uno del PRD) han violado esa ley año tras año al no asignar el 4% del PIB a la educación.

En un país como República Dominicana donde violar la ley se toma como un chiste de papel en honor a Balaguer, el asunto no parecería tan relevante.

De hecho, sorprende que el gobierno no haya eliminado de un porrazo la disposición del 4% para dispersar el movimiento amarillo.

En respuesta a la lucha por el 4%, el gobierno ha ofrecido diversas excusas para justificar lo injustificable.

La primera es que la calidad de la educación es más importante que la cantidad invertida. Ja, ja, ja. No somos estúpidos, sabemos que la cantidad por sí sola no produce calidad. Pero también sabemos que sin la cantidad suficiente no es posible mejorar sustancialmente la calidad de la educación pública.

La segunda excusa gubernamental es la falta de recursos porque el Estado tiene otras responsabilidades que cumplir, entre ellas, el pago de la deuda externa. Pero resulta que la ciudadanía nunca fue consultada sobre los grandes préstamos para obras de cuestionable prioridad. Además, en República Dominicana hay tal despilfarro de recursos públicos, que el país es líder mundial en despilfarro según el Informe de Competitividad Global, 2011-2012 que publica el Foro Económico Mundial.

La tercera excusa del gobierno es la necesidad de aumentar impuestos para invertir más en educación. Pero resulta que hace varios meses aumentaron algunos impuestos, entre otras razones, supuestamente, para asignar más a educación y utilizaron el dinero para otros propósitos.

El resultado de la baja inversión en educación es conocido: las escuelas públicas continúan en deterioro, el aprendizaje es muy deficiente, y el gobierno sigue enviando al pueblo el nefasto mensaje de que la educación no es tan prioritaria.

Ah, y mientras el gobierno dice que no hay más dinero para educación, los legisladores, que hace unos días aprobaron el Presupuesto Nacional de 2012 al vapor, en un espectáculo burlesco, utilizan sus posiciones para asignarse beneficios especiales como barrilitos, exoneraciones de vehículos y apartamentos.

Hace unos días escuché a Minou Tavárez Mirabal decir en una charla que al pasar por migración en Estados Unidos, el oficial que la atendió se sorprendió de que fuera dominicana porque había llenado bien el formulario de entrada. Según contó ella, el oficial le dijo que la mayoría de los dominicanos que pasan por su fila no saben hacerlo bien.

Un formulario podrá ser un indicador irrelevante para evaluar el sistema educativo, pero si tantos dominicanos no saben llenarlo, es probable que tampoco puedan realizar tareas más complejas que requieren habilidad en lectura, escritura y análisis.

Todas estas destrezas se aprenden en buenas escuelas a edad temprana, y son fundamento para el desarrollo intelectual de los seres humanos.

En República Dominicana, los gobernantes de todas las estirpes han procurado siempre tener un pueblo iletrado para subordinarlo. El culpable de la brutalidad no es el plátano, es la educación precaria que se esmeran en ofrecer todos los gobernantes.

1 comentario:

  1. Bravo, Minou... ¡Te graduaste! ¡Qué orgullo, pendejo! ¿Por qué en lugar de alegrarte no te apena que los dominicanos estemos en tan triste estado? Tú tienes la oportunidad y estás en posición de hacer algo al respecto, pero has elegido la pasividad (y complicidad con tu silencio) y apoyas a tus "ladronazos" amigos.
    ¿Fue por eso que se inmolaron tus padres?
    Con todo respeto, es hora de que comiences a ser la diferencia en política o sal de ella y no abochornes más el legado de tus padres mártires.
    Isaías

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