lunes, 31 de octubre de 2011

PROPUESTAS ALTERNATIVAS

SOBRE EDUARDO ESTRELLA
Por Melvin Mañón

Primer artículo de una serie sobre candidaturas y movimientos de cara al 2012.

-Es buena persona, podría votar por él, pero se me hace muy difícil ignorar su origen Reformista y los 12 años de Balaguer- me ha dicho más de un amigo de izquierda y también algunos que, sin proceder de ese litoral, comparten el rechazo a ese pasado. Todavía en fecha muy reciente, una amiga en el acto de proclamación de su candidatura presidencial para el 2012, no pudo evitar un escalofrío al escuchar, en un video, los elogios de Balaguer a Eduardo Estrella.

Esta, me parece una de esas situaciones que, si no forman parte del absurdo, al menos lo cortejan.

En primer lugar, Eduardo Estrella quien nació en 1953, no estuvo políticamente activo hasta mucho tiempo después de los 12 años y su primera designación pública importante data de 1986 como subsecretario de Obras Públicas de donde pasó cuatro más tarde a dirigir INAPA y de allí, otra vez, a Obras Públicas pero esta vez como titular y luego ganó la senaduría por Santiago. Entonces, este hombre no fue parte directa ni indirecta de actos reprochables y otros criminales que tuvieron lugar durante los doce años. De manera todavía más directa. Eduardo Estrella no ha sido nunca mencionado ni de ninguna manera vinculado a actos ni conductas reprochables para ni siquiera hablar de corrupción. Al contrario, siempre se ha dicho dentro de cualquier bandería política que además de haber sido un funcionario honesto era un hombre decente, un tipo de carácter que se dió a respetar y no se dejó manipular ni mangonear.

¿Hasta qué punto entonces resulta justo o es simplemente prejuicio matizar o mitigar la adhesión a su proyecto partiendo de sus orígenes y no de sus hechos? ¿Con qué y con quién lo comparamos? Bueno, podría haber alegatos. Eduardo Estrella nunca ha negado a Balaguer ni los vínculos que tuvo con él, lo cual podría parecer politicamente inoportuno pero que, a mi se me antoja correcto y fundamental porque, poca confianza me inspiraría una persona que, como Pedro a Jesús, lo negara tres veces para salvarse... ¿salvarse de qué? ¿De una crítica inoportuna o una adhesion abortada?

Cuando fue presentada su candidatura el pasado 18 de septiembre el maestro de ceremonias dió el nombre de su padre, un general del ejército ya fallecido, a quien tampoco se le imputan inconductas ni crímenes, pero ese día, me llamó la atención que el mismo maestro de ceremonias no mencionara que, además de hijo de un general Guarionex y nieto de otro, Piro, Eduardo Estrella también es sobrino de un Héroe Nacional en la persona de Salvador Estrella Sadhalá, instrumental y esencial en la conjura que terminó con la vida y el gobierno de Trujillo.

Una vez más hay que preguntarse: ¿Cómo guiarnos?, ¿cómo evaluar y enjuiciar un hombre que se presenta como candidato para ejercer la primera magistratura de la nación? Primero el hombre diría yo y sobre esta parte no tengo dudas. Conozco la persona hace tiempo y creo en su honradez, en su sencillez, en su decencia y en su carácter.

Ahora el candidato: Eduardo Estrella anunció en su discurso de aceptación que era necesario revisar y renegociar el DR-CAFTA, trabajar para restaurar la capacidad e infrastructura productiva del país descuartizada por las malas políticas, prometió traer la ley al manejo del sector energía; bajar el ITBIS, perseguir la corrupción y combatir el crimen para devolver seguridad ciudadana a quienes la necesitamos, es decir a casi todos.

Esta plataforma es incompleta para los que queremos más, no tiene los detalles y especificaciones necesarios pero la apoyo porque está a la altura de lo que es posible ante el cuerpo social y porque le creo capaz de ponerla en práctica. Además, y esto no es poca cosa, Eduardo Estrella, por su condición de ingeniero y persona vinculada a la vida real del país ha visto y tratado en el terreno muchos de los problemas que otros candidatos solamente conocen por los períodicos. Su decencia y calificaciones no la disputa nadie, su austeridad es proverbial y su aceptación es amplia. Sin embargo, hay un pero y es un pero importante.

La carreta va detrás de los bueyes, no por delante. La credibilidad de un programa de gobierno descansa no solamente en las credenciales del candidato, su equipo y su organización sino en la forma que emprende y organiza la lucha para alcanzar la posición desde la cual ejecutar esa agenda. Eduardo Estrella ha sido hasta ahora muy tradicional en su ejercicio politico, responsable y veraz pero poco atrevido; no ha logrado estremecer a la ciudadanía ni entusiasmar a su seguidores de la periferia.

Para romper el cerco que lo mantiene entre las alternativas minoritarias Eduardo Estrella tendría que, en palabras de un amigo, “ voltear la mesa”, escoger el escenario y las armas donde pelear, subvertir en su totalidad la lógica del sistema politico dominicano, atreverse a un discurso distinto, ensayar innovaciones, propuestas, metodologías y prácticas que rompan el maleficio.

Son muchos los que han creído y creen que Eduardo Estrella sería un buen presidente. Son pocos los que, el día de las elecciones han dado un voto para hacerlo realidad. Es el major candidato pero no va a ganar. El futuro político de Eduardo Estrella, y en buena medida el de nosotros mismos, depende de la solución de esta paradoja.

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