jueves, 2 de junio de 2011

Uribe canoniza al angelito Balaguer

PANCARTA
Raúl Pérez Peña (Bacho)
columnapancarta@yahoo.com

Joaquín Balaguer es una de las figuras que la historia dominicana le tiene un puesto seguro en el salón de la suerte, bajo nominaciones de las franquicias politiqueras del PRD y el PLD.

El PLD celebró un multitudinario mano a mano con Balaguer en el Palacio de los Deportes con la presencia de un Juan Bosch bajo cuestionadas condiciones de salud mental.

Allí fue donde Leonel Fernández recibió el espaldarazo del caudillo de Navarrete como su candidato para las elecciones de 1996, fulminando así las aspiraciones del candidato reformista Jacinto Peynado.

Considerado dicho acto como uno de los más bochornosos de la historia dominicana, Balaguer recibió allí besos y aplausos de familiares cercanos de varias de sus víctimas.

A Balaguer se le consigna como el discípulo preferido por Trujillo, al extremo que montó el simulacro de investirlo como “presidente de la República” función que ostentaba al 30 de mayo de 1961.

Los “12 años de Balaguer” son ya famosos por ser un periodo gubernamental sangriento y represivo con un largo rosario de miles de víctimas entre perseguidos, deportados, desaparecidos, encarcelados, baleados y asesinados en sus hogares o plena calle. En documentos desclasificados en Washington aparece que la selectiva cacería fue ejecutada bajo asesoramiento de cuerpos de inteligencia como la CIA norteamericana.

No obstante, a consenso se considera que el más grave daño ocasionado por Joaquín Balaguer es haber promovido durante 22 años la desarticulación moral entre los dominicanos y una profunda involución de valores que causó estragos irreversibles en la juventud y en toda la sociedad.

Pese a esos daños de lesa patria el PRD declaró a Balaguer “Padre de la Democracia Dominicana” mediante una antológica Resolución del Senado de la República, bajo control absoluto del partido blanco en esos momentos.

En los días que cursan han aparecido titulares de prensa reseñando ceremonias laudatorias y declaraciones que pretenden consagrar a Joaquín Balaguer para la eternidad.

Particularmente en esos términos están las palabras del ex presidente colombiano Álvaro Uribe orientadas a canonizar a Joaquín Balaguer en los altares de la patria dominicana.

Muchos preguntan si el colombiano tiene credenciales para pronunciarse sobre los personajes de algún país. Se conoce todo lo contrario.

¿Será por eso el rumor de que Uribe sería declarado “non grato” en el país?

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