sábado, 28 de mayo de 2011

¡POR QUÉ EL TREINTA DE MAYO!

Por Ramón Echavarría

El autor, como víctima de la tiranía trujillista, recibió torturas en la tristemente famosa cárcel la 40.

Para los que olvidan que la lealtad es una de las condiciones más importantes del hombre, deseo recordar que el bautismo en el principio de la Era de Trujillo fue la traición.

En el año 1930, siendo Horacio Vásquez presidente constitucional de este país y siendo Trujillo jefe del ejército protegido de Horario Vásquez, este le pagó lo que paradójicamente el jefe le pedía a sus subalternos, militares y ciudadanos (lealtad). Recuerda la historia que los amigos del presidente Vásquez le aconsejaron que destituyera a Trujillo porque consideraban que lo estaba traicionando. El presidente decidió reunirse con Trujillo en la fortaleza Ozama y le pidió: General, deseo saber si soy su presidente o su prisionero. Trujillo, saludando militarmente, respondió: Usted es mi presidente, ¡ordene!, mientras ya había organizado un golpe de estado. Se inician treinta años oscuros: crímenes, robos, torturas, violaciones; violación como aconteció en junio de 1919 cuando Trujillo violó en los llanos la jovencita de 17 años Isabel Guzmán y donde Trujillo fue juzgado por una corte marcial.

Se puede, en síntesis, relatar algunos hechos de la tiranía trujillista porque con detalles tendríamos que escribir muchos libros, pero para esta fecha es bueno refrescar la memoria de algunas personas que por ignorancia o conveniencia política quieren tergiversar los hechos. He aquí algunos hechos y vivencias que serían muy provechosos saber, especialmente para la juventud.

En 1931 fue fundado el Partido Dominicano. Todos tenían que afiliarse a ese partido de forma obligatoria, de lo contrario no podían optar por un empleo en el gobierno y hasta podía acarrearles la muerte.

El lema del Partido Dominicano era “Rectitud, Libertad, Trabajo y Moralidad”, que eran las iniciales de su presidente Rafael Leónidas Trujillo Molina. Era obligatorio portar la palmita (identificación de que era miembro del PD), de lo contrario iba a parar a la cárcel.

A los cuatro años, el hijo de Trujillo, Ranfis, es hecho coronel en mérito a su servicio; como diría el campesino: cójame un número.

En 1930, Trujillo es electo presidente sin oposición. En 1934 se reelige también sin oposición. En 1935 es asesinado en New York Sergio Bencosme, exiliado dominicano muerto a balazos por Luis Fuente Rubirosa, pariente de Porfirio Rubirosa, esposo de Flor de Oro, hija mayor de Trujillo. Bencosme era hijo del asesinado General Cipriano Bencosme y vivía junto a Ángel Morales, candidato a la vicepresidencia en 1930. Al no encontrar a Morales, mató a Bencosme; el plan era matar a los dos. En ese año la calle el Sol de Santiago pasa a tener el nombre de Trujillo.

En 1936, la ciudad de Santo Domingo pasa a llamarse Ciudad Trujillo. En 1937, Trujillo, en medio de una borrachera de coñac, ordena la matanza de 18,000 haitianos. En 1938, el Gobierno Dominicano paga la suma de 750,000 al Gobierno Haitiano por la masacre; si usted es buen matemático, calcule a como salió cada Haitiano.

En 1938, a Trujillo, con solo ocho años en el poder, se le hace un estimado de su fortuna y los resultados dicen que es casi dueño del país. El tirano es dueño absoluto del monopolio de la sal, incursionaba con una planta piloto del aceite a tiempo que ponía traba a las importaciones de manteca. Era propietario de las principales fábricas de calzados, cigarrillos, embutidos; tenía el monopolio de la venta de carnes y de la leche, también de una pequeña flota marítima, de una empresa distribuidora de automóviles y planeaba la apertura de una fábrica de cemento; producto que mientras se importó, lo controlaba por medio de la Ferretería Read, controlada por su cuñado Martínez Alba. Su fortuna en esos momentos sobrepasaba los treinta millones de dólares, también tenía inversiones en Puerto Rico y New York.

En 1938, además de 14 ingenios de azúcar, los datos indican la existencia de 212 fábricas de muebles, un sinnúmero de fábricas de zapatos y ataúdes, fábricas de chocolate, veintiocho fábricas de cigarros, veintisiete fábricas de camisas, dieciséis molinos de harina, diez jabonarías, seis de licores y una fábrica de cerveza.

En 1940 asesina al General Vásquez Rivera acusado de complicidad para matar a Petán, uno de los hermanos del dictador. Dos hermanos del General que reclamaron el cadáver, también fueron asesinados.

En 1942, Trujillo es presidente nuevamente. En el mismo año, el gobierno estrangula económicamente el Listín Diario y el periódico es obligado a cerrar sus puertas. En 1949, con una inversión personal de Trujillo, circula el periódico el Caribe; toda la prensa está controlada por el gobierno de Trujillo.

En el 1949, el 19 de julio, expedicionarios dominicanos descendieron de dos hidroaviones anfibios en la primera invasión contra el régimen de Trujillo. En estos aviones perecieron carbonizados cuatro patriotas; los demás, de un total de quince que descendieron de un avión catalina, fueron muertos y capturados en la bahía de Luperón. Esta expedición estuvo encabezada por Horacio Julio Ornes. El jefe supremo de la expedición fue Juan Rodríguez (Juancito), quien estaba supuesto a llegar a la región del Cibao. Otro contingente estaba supuesto a llegar por el sur, pero ambos grupos fueron detenidos en México cuando trataban de abastecerse de gasolina. En la lucha por la libertad de su pueblo, fue asesinado en Cuba el dirigente obrero Mauricio Báez.

En 1952, mientras el tirano usaba como una marioneta a su hermano Héctor como presidente, es asesinado el escritor Andrés Requena en la ciudad de New York; mientras en Estados Unidos Ranfis el hijo del tirano dilapida los millones sustraídos al pueblo dominicano, su padre se hace nombrar padre de la patria nueva. En 1956, es secuestrado en New York, y luego asesinado, Jesús de Galíndez, profesor universitario de origen español, por escribir la novela La Era de Trujillo, donde afirmaba, entre otras cosas, que Ranfis era hijo ilegítimo del tirano.

En 1957 comienza a funcionar el Servicio de Inteligencia Militar (SIM) con oficina instalada frente al despacho presidencial. Este cuerpo de seguridad fue puesto bajo la dirección de Arturo Espaillat junto a su sucesor Johnny Abbes García; a los integrantes de este cuerpo de represión, el pueblo los llamaba calieses. A ese departamento fueron a parar los hombres más despiadados de este país (RD), se usaron instrumentos de tortura jamás imaginados por los hombres; ahí fueron a parar todas las personas que tuvieron ideas de libertad; hombres y mujeres, de todas las clases sociales eran torturadas con instrumentos tales como la silla eléctrica, donde su voltaje era tan fuerte que solo la muerte podía liberarte de ese diabólico instrumento.

Los bastones eléctricos lo dirigían a la parte más sensible de tus órganos. Imagínese usted lo que duele un majón en uno de sus dedos, pero nada comparado con un instrumento para sacar las uñas a sangre fría. En uno de esos antros de muerte, llamado la 40, fueron torturados y luego asesinados los panfleteros de Santiago, veintiocho jóvenes, muchos de ellos menores de edad, les fueron introducidos estiletes en el pecho en dirección al corazón. Las heroínas de Salcedo (Las Mirabal) también pasaron por ese infierno. Los héroes del catorce de junio, jóvenes de un alto ideal democrático, también pasaron por la cuarenta; en la cuarenta muchos fueron muertos después de ser torturados, al ser desvelado el movimiento clandestino 14 de junio; la Iglesia no pudo soportar más los crímenes de la tiranía y los curas fueron apresados y torturados.

El 14 de junio de 1959 llegan por Constanza, comandados por Enrique Jiménez Moya, un grupo de patriotas con el fin de terminar con la tiranía; también el 20 de ese mismo mes llegó por Maimón la nave Carmen Elsa y por Estero Hondo, la nave Titina. El tirano usó todo su poder militar para eliminar todos aquellos que llegaron a combatirlo llenos de patriotismo.

Aquí, en esta ciudad de Mao, se pidió la colaboración de ciudadanos para perseguir a esos patriotas; yo, como enemigo del tirano me presenté a la fortaleza con el fin de unirme a esos guerrilleros y la única sorpresa que me llevé fue ver dos cuerpos de esos luchadores que yacían en una carreta desnudos, ya muertos y profanados por grupos trujillistas.

En 1961, ya el dominicano conoce la historia, se gesta un complot para ajusticiar al tirano. A las nueve treinta de la noche, el 30 de mayo, fue ajusticiado Trujillo, pero la tiranía aún sin cabeza tenía sed de sangre; fuimos apresados nuevamente, siete en esta ciudad de Mao. Llegué a las tres de la mañana y todos nos preguntamos qué estaba pasando. Amaneció el 31 de mayo. A las 6:00 de la tarde, llegan unos militares con fusiles en mano. De inmediato ordenan sacarnos de las celdas. Fue un infierno, llovía y la sangre y el agua de lluvia hacían lagos rojos en el pavimento.

En el pequeño espacio que ocupábamos yacíamos como cerones teñidos de rojo. Ya creyéndonos casi muertos, se les ordenó a los presos, garrotes en mano, acabarnos de matar, resultando brazos y costillas rotas, ojos sacados de raíz y todo fue un espectáculo dantesco.

¡He ahí el porqué del 30 de Mayo! ¡Vivan los valientes héroes del treinta de mayo!

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