martes, 5 de abril de 2011

Strauss Kahn: el consenso de Washington ya es historia

El denominado "consenso de Washington" que orientó la política económica de países en vías de desarrollo durante décadas ya es historia, declaró este lunes el jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn.

Tras la crisis financiera de 2008 que devastó la economía mundial, el Estado debe ejercer un mayor papel y controlar los excesos del mercado, según el discurso del director gerente del Fondo, pronunciado en la universidad George Washington de la capital estadounidense.

"El consenso de Washington tenía una serie de lemas básicos: reglas simples para la política monetaria fiscal y monetaria garantizarían la estabilidad, la desregulación y la privatización, liberalizarían el crecimiento y la prosperidad, los mercados financieros canalizarían los recursos a las áreas más productivas", enumeró Strauss-Kahn.

"Todo esto se derrumbó con la crisis. El 'consenso de Washington' ya es historia", añadió.

Ante la imposición de países emergentes como nuevos motores del crecimiento mundial, ese consenso debe ser superado, mediante una nueva política económica, con acento en la cohesión social y el multilateralismo, explicó.

El consenso de Washington, que durante los años 1980 y 1990 protagonizaron el FMI y el Banco Mundial (BM), fue luego vilipendiado como responsable de crisis en países como Argentina o en países en transición en Europa del Este.

"Al designar un nuevo marco macroeconómico para un nuevo mundo, el péndulo oscilará -al menos un poco- del mercado al Estado, y de lo relativamente simple a lo relativamente más complejo", explicó Strauss-Kahn.

"Claramente, la política monetaria debe ir más allá de la estabilidad de precios, y velar por la estabilidad financiera", propuso Strauss-Kahn.

Eso no debe hacerse mediante la utilización de la tasa de interés, sino con otros instrumentos como liquidez, explicó.

Es necesario un impuesto sobre las actividades financieras para forzar a ese sector a asumir parte de los costes sociales de su actividad inherentemente arriesgada.

"No me malinterpreten: la mundialización dio muy buenos resultados, y sacó a centenares de millones de la pobreza", explicó.

"Pero la crisis y sus consecuencias han alterado fundamentalmente nuestra percepción", advirtió.

"Necesitamos una nueva forma de mundialización, una mundialización con un rostro más humano", adujo.

Los países ricos y emergentes deben proseguir con su cooperación en el seno del G20 para asegurar que se superan los intereses nacionales, pidió Strauss-Kahn.

El jefe del Fondo ratificó además las previsiones de crecimiento económico mundial para 2011, anunciadas por el organismo en enero.
"Prevemos algo en torno a 4,5% este año", afirmó.

Publicado el 4 de Abril 2011
© ANP/AFP

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