martes, 5 de abril de 2011

¿Puede un convicto acorralar a un gobierno?

Desde el 2007, cuando se inició la crisis financiera mundial, el delito financiero anda de boca en boca, de país en país y de organismo multilateral a organismo multilateral. Casi todos gobiernos conocen esa realidad.

Salvo la excepción del gobierno dominicano, donde el presidente Fernández y su pomposo Ministerio Público andan de la mano con los ex banqueros condenados de manera definitiva por la Justicia del país, el delito financiero es objeto de radical persecución y en la población mundial de toda clase de rechazo: desde Grecia, pasando por Irlanda y España, hasta en el mismo paraíso de la especulación, los Estados Unidos.

7dias.com.do publicó la noticia de un “corre-corre” del gobierno dominicano en Washington, ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos (OEA), que demuestra la forma ligera o cómplice como este gobierno asumió el tema de los fraudes bancarios llevados a la Justicia en el país desde 2003.

Uno de los condenados de manera definitiva por la justicia dominicana, el mentado Luis Álvarez Renta, preso en Najayo, pero también condenado por la justicia de Estados Unidos por blanqueo de capitales y fraude, elevó un recurso por ante la referida comisión de la OEA reclamando “su derecho” (pensaba que los convictos pierden sus derechos civiles, como lo ratificó un tribunal dominicano hace unos años fallando sobre el mismo Álvarez Renta) a ser atendido por un lumbago en un centro médico del extranjero.

Ese convicto tiene más de un centenar de permisos de salida de la cárcel desde que fue recluido, casi siempre bajo alegato de ir a ver a un médico, pero en realidad para asistir a fiestas, a cumpleaños y hasta a la inauguración de un restaurante en Santo Domingo. En la propia cárcel ha llevado un ritmo de vida festivo. En más de una ocasión hemos publicado fotos suyas con amigas, amantes y amigos. 7dias.com.do ha publicado decenas de informaciones de ese caso.

El gobierno tiene videos y fotos, pero no puede usarlos porque esos documentos demuestran la complicidad del mismo gobierno con el estilo de vida que llevan todos los ex banqueros presos en Najayo. Todos fueron condenados a pagar al Estado miles de millones de pesos y dólares, pero las autoridades del gobierno no pueden explicar de dónde sacan tanto dinero para mantener ese lujo en la cárcel, mientras no saldan las deudas con el Estado por las referidas condenas.

Hay un ex banquero que tiene a su disposición, dentro de la cárcel, a tres oficiales de la Policía que hacen turnos 24 horas, al mando del cual está un capitán. Ese mismo personaje recibe permiso para que cada noche su esposa duerma con él en Najayo, mientras el Ministerio Público prohíbe a Sobeida ver a sus hijos.

Si estas cosas suceden, hay que entender por qué un convicto puede poner en apuros al gobierno de Fernández con un chisme llevado a la CIDH de la OEA en Washington. Y que el gobierno o el Banco Central se gasten cientos de miles de dólares en ese caso, gasto que cae en las costillas de los contribuyentes.

Las complicidades con delincuentes de cuello blanco salen muy caras. Leonel Fernández nunca se ha convencido de que “los muchachos” que financiaron su campaña electoral en el 2004, hoy presos en Najayo, merecieron estar presos.

El tratamiento de ese chisme en Washington lo dice todo.

3 de Abril del 2011
Félix Calvo
http://www.7dias.com.do/app/article.aspx?id=96118

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