jueves, 14 de octubre de 2010

HUMORADA: CASTIGO A LOS CORRUPTOS

Raúl Pérez Peña (Bacho)
columnapancarta@yahoo.com.

Se le atribuye a Hipólito Mejía enriquecer el repertorio de términos, parábolas y alegorías que usan los dominicanos para comunicarse en su cotidianidad. De ahí que no causa sorpresa escuchar “eso es una hipolitada”.

Pero así como la calle tiene dos aceras, los morados hacen sus ricos aportes en expresiones que son acopiadas a fi n de recogerlas en un proyecto editorial.

En materia estrictamente gramatical, me gustaría consultar a Lalo González sobre el significado y los sinónimos de esta palabra: Humorada.

Mientras tanto, en un diccionario de fácil acceso, me encontré con los siguientes sinónimos de humorada: broma, chiste, gracia, ingeniosidad, salida, ironía, socarronería, arranque, ocurrencia, humor, sarcasmo, sátira, perogrullada, burla, jocosidad, chuscada, disparate, desatino, desacierto, despropósito, desvarío, tontería, dislate.

Hace unos días, el título de una información atribuida a Rafael Aburquerque decía así: “Gobierno castiga a los corruptos”.

Una lectora reaccionó diciendo: “Las palabras de Alburquerque recuerdan aquellas de Leonel Fernández diciendo que su gobierno extirparía la corrupción por un monto en dinero equivalente a 30 mil millones de pesos”. En otras palabras, dijo la ciudadana, eso es una “broma”, o una típica humorada.

Humorada porque se trata de una ironía o jocosidad morada. Se parece mucho a otra humorada publicada en estos días “Rosario garantiza elecciones democráticas”, como también a las amenazas del Palacio de “acabar con la pobreza”.

Es para explotar con una carcajada la afirmación de Alburquerque de que el “Gobierno castiga a los corruptos”.
Si le toma la palabra, pudiera decirse que se trata del castigo más disimulado de la bolita del mundo.

Así como de las dependencias gubernamentales que dirige Alburquerque se publican páginas y páginas de kilométricos listados, igualmente pudieran hacer público un espacio pagado con los corruptos castigados a penas merecidas.

Alburquerque debe saber que la presente situación del país no está para que a la opinión pública la cojan de mojiganga.

¿Dónde están los corruptos castigados? ¿Habrá una cárcel especial, secreta, en un sótano del Palacio presidencial? Los funcionarios de cualquier jerarquía que disfrutan de muchas horas, ociosos, pudieran apelar a otros temas para darle curso a la baraúnda utilizando sus bubuzelas o bocinas repetidoras. Mientras tanto, habrá humoradas para ratos.

Domingo, 11 de octubre 2010

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